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XI "Late escape"

"Fuga Tardía "
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Dieciocho meses....

Un año y medio había pasado desde su nueva tortuosa experiencia en la cárcel Dignidad, contradictorio el nombre cuando precisamente la pierdes tan sólo al ingresar.

El maltrato no cesó con su colaboración al proyecto Fénix de Hydra donde cualquier error o disputa le costaba caro a su cuerpo ya dañado.

Conociendo nuevas manos que impartían estas torturas de doctores a militares calificados, toda esa maldita escoria auspiciada por el gobierno, no indagaba en la humanidad con tal de lograr su cometido.

Crear a un ser perfecto que lidere los héroes y villanos que se presenten en el mundo.

Dotando poderes necesarios para superar cualquier arma o poder, lo que ella misma debía crear con su propio ser.

Donde como pasó con su hermano, aún tenía efectos secundarios, los que tenia que frenar con grandes dosis de Dióxido de Litio, aunque ya había logrado adaptar un gran porcentaje de células al reactor Arc, el que pudo disminuir y mutar a moléculas microscópicas pero faltaba perfeccionarlo para acabar con el peligro que conlleva.

Por otro lado su plan de huida ya estaba por culminar, después de meses de extracción de cemento y excavación con tan sólo utensilios de cocina. Con Elena, Lilith y sumando a la pequeña Aída quien incluyó al pasar malos tratos debido a la cercanía que ejercieron en una amistad malinterpretada por la directora quien le hacía la vida a cuadritos a cualquiera que se relacionara con la castaña.

Lo que la traía a otro gran problema, ya que no veía a Leonor como el verdadero peligro que era, no sabía si era por su confesión, sus recuerdos o su larga convivencia en el laboratorio.

No estaba consciente en el estado que cayó al sucumbir en esos intensos ojos azules.

El síndrome de Estocolmo es un trastorno que aparece en la persona que ha sido secuestrada la que se muestra comprensiva y benevolente con la conducta de los secuestradores e identificarse progresivamente con sus ideas.

La definición completa la describía, tanto que había desarrollado una atracción enfermiza que sólo aumentaba con tenerla cerca.

Como en estos momentos en que se veía perdida admirando la belleza que ahora le parecía irreal, no podía evitar el desviar de sus ojos a los atractivos labios que se movían al compás de frases que yano escuchaba.

Quizás debía dejarse llevar esta vez por las emociones que envuelven su sentir, después de todo no volvería a verla tras su huida.

Eran sus últimos momentos juntas y la pasión quería tomar poder de su capacidad de razonamiento.

——¡¿Me estas prestando atención?!——gruñe la mujer

——Atención te pongo, sólo que no es a tus palabras, de eso no oí nada——dice Verónica mordiendo su propio labio mientras su mirada no se despega de los de la pelinegra quien al captar el doble sentido de su oración, no demora en tomarla por la nuca,  con sus dedos enredandose en su cabello y empujar su cabeza contra suyo

——Si das este paso ya no te podrás retractar, no me medire——dice con la voz ligeramente ronca——te deseo hace años——ronronea en su oído haciéndola sentir una corriente recorrer todo su cuerpo, tal parece que ya había caído

——Tomaré el riesgo——dice de igual forma

Los azulejos se tornan oscuros y brillantes traspasando sus sentidos para terminar con el escaso espacio que las separaba, envolviendola en un beso lascivo y sobre todo demandante.

Con una ya eufórica Leonor reclamando todo su ser con su boca y lengua, dejándola sin aire provocándole un jadeo que hizo aumentar sus acciones, ante el calor subir a grandes escalas con ello.

"Alfín, era gloriosamente real"

Leonor la levantó por los muslos, pudiendo escuchar un gemido que acalló con sus labios, Verónica estaba en el abismo de su propia perdición pero su mente y cuerpo respondían solos, sin enmendar en la conciencia, dejándose llevar completamente.

Ya había perdido la cabeza, ahora en la oscuridad tras los zafiro sólo veía un singular y cautivante brillo, quizás tal como la atracción de la presa hacia un gran felino, no sabía ni su cabeza la apoyaba en descubrirlo.

No sabía dónde la cargó por tener su atención en seguir algo del intenso beso que la envolvía.

Leonor la dejó en un sillón o eso creyó por la suavidad que sintieron sus posteriores, se separó, conectando sus oscuras miradas.

Y como se lo propuso la mayor en cuanto Verónica quiso por voluntad propia cruzar esa línea que tanto esperó. Saco su cinturón para rodear su cintura e inmovilizar sus muñecas, la castaña quedó perpleja y dispuesta a cuestionar su acto pero no sería permitido, al acceder perdió su voluntad o eso pensaba la directora.

——Te dije que no me mediría——dice la azabache al apretar su agarre, hasta que su piel se va tornando morada——tranquila, ya verás como me ruegas por más——susurra la mayor deleitada en su oído, aún incrédula del perfecto momento que la esperaba de probar el dulce cuerpo de sus deseos

Donde Verónica, lejos de asustarse y negar con todas sus fuerzas, fue incapaz de emitir sonido alguno que indicara algún indicio de mal estar, sintiéndose más deseosa con su trato, quizás era efecto del trastorno que la dominaba o ya había caído en las redes de Leonor Sean, no entendía, pero quería seguir a toda costa con ello.

Aunque no pudo pensar más allá cuando una mano rozó su centro ya palpitante, sin aviso previo y nublado el escaso juicio que le quedaba.

Viendo una sonrisa ladina en la mayor en lo que se acercó su boca a su cuello, mordiendo a la vez que succiona dejando una sangrante marca que lame siguiendo un camino húmedo hasta sus clavículas donde repite su acción, pudiendo sentir con cada beso, como pequeñas gotas de sangre salían de su piel.

Verónica arqueó su espalda con esta mezcla de dolor y placer, cuando su ropa no demora en abandonar su cuerpo, siendo rasgada de forma abrupta.

Quedando al desnudo y vulnerable a cualquier idea que se cruce por la mente torcida de la mujer.

Quien maravillada del cuerpo bajo suyo, prestó atención a sus necesitados pechos, los que no indaga en meter uno el su boca mientras con su mano juega con su entrada, provocándole, sin llegar a entrar.

Verónica grita en cuanto su pezon es mordido, dejando rojiza su delicada zona, lo que solo genera un mayor éxtasis en la mayor, quien quería seguir con sus acciones a toda costa.

——Eres perfecta, como una maldita droga——exclama la ojiazul al alcanzar sus labios mordiendolos para abrirse camino a su boca, la que recorre con su lengua, editada ante las notas de café y chocolate que percibe en ella

Entrando tres dedos en su vagina sin pudor ni medición en cuanto la menor siente que ingresa algo más grande.

Abriendo los ojos ante la sorpresa y el dolor por no haber estado lo suficientemente preparada para ello, mientras la mayor no dejaba de mover el dildo dentro suyo .

"¡¿Cuándo había traído eso?!"

La mayor puede apreciar como una pequeña lágrima sale de los ojos castaños, lamiendo el trayecto salado que deja.

Susurra que se esté tranquila en cuanto los comienza a mover más rápido como profundo, penetrandola sin perder expresión alguna de su rostro.

Grabaría cada una de ellas para su colección propia...

Verónica ya era completamente suya y se encargaría de marcar cada extremo de su cuerpo para reclamarla, ya nunca nadie podría arrebatarsela.

Mientras la menor sintió como el dolor se transformó en un placer infernal, gemíendo al aire y contra su boca en cuando la azabache reclamaba sus labios, estando al borde de correrse, siendo notado por la mayor, quien detiene sus acciones de golpe.

——¿Te quieres venir?——dice al apretar su clitoris, haciéndola gritar3—contesta——demanda la azabache

——Si——susurra casi inaudible al tener la respiración errática como la ya inútil rebeldía de su orgullo, el cual ya estaba en un plano muy lejano en compañía de su conciencia y corazón.

——¿Si qué?——Leonor agarra su cuello, con mayor demanda, casi ahorcandola en lo que acercaba su rostro al suyo hasta sus alientos ya agitados, mezclarse

——Si, señora——responde Verónica dando en el clavo, al la ojiazul sonreír complacida

——Muy bien, cariño——murmura esta, extasiada, mientras sus orbes zafiro están oscuros ante la lujuria——te dejaré hacerlo cuando atiendas lo que me provocaste——sonríe al morder su labio

Levantándose sin abandonar su sonrisa para sacar sus prendas una por una, hasta quedar en las mismas circunstancias.

Donde Verónica baja su calor al verla con más detalle, notando como cicatrices como las suyas decoran todo el cuerpo blanquecino de la mayor.

Quizás qué tuvo que sufrir desde niña, la debieron torturar cada vez que se relacionaron.

Y así una vez más, la culpa la invadió hasta destruir aún más su alma, ella se dejó llevar por la lujuria y buscar el olvido mientras la mayor demostraba un amor que por muy enfermizo que le resultara quizás era de único que conocía.

——¿Qué te hicieron?——pregunta la castaña con el dolor cargado en su voz, mientras busca su mirada, nunca se dio cuenta cuando era una niña para poderla ayudar

"¿Por qué su padre no hizo nada al ver a una joven maltratada?, ¿Por qué no la ayudó a salvar a Leo de sus tormentos en vez de arrancarla de su vida?, así las cosas puderan haber sido muy diferentes para ambas"

Leonor queda perpleja por la preocupación que muestran sus ojos, sin saber cómo tomarlo, sintiendo ese calor dentro de su pecho que presenció desde que la conoció a sus seis años.

¿Así se sentía que alguien te amara?, era como vivir el paraíso en tierra y aún glorioso al ser a quien siempre esperó.

Pero se cohibe al no comprender sus emociones, quedando aún más obsesionada por la menor, estaba a milímetros de hacerla suya, una vez hecho no permitirá que nadie se interponga entre ambas.

——Nada que no se pueda olvidar contigo a mi lado——murmura rozando sus labios, pérdida completamente en sus orbes castaños

La besa empujándola contra suyo golpeando sus entradas, volviendo a sentir la pasión que las trajo a este momento.

Sentandose encima de la menor para poder chocar sus pliegues contra los humedecidos de la castaña, con un gruñido que salió de lo más profundo de su pecho.

Era su paraíso en medio de su infierno, su medicina y gloria, todo cambiaba con Verónica Stark a su lado.

Comenzando un vaivén lento y profundo que la hiciera sentir cada centímetro con anhelo.

——Ay mierda——gimio la menor en cuanto las embestidas aumentaron en velocidad, cerrando los ojos ante el placer ejercido

Leonor la tomó por el cuello, apretandolo y obligándola a mirarla mientras alcanza el orgasmo, violando su boca al ver su cara contraerse por los efectos del mismo.

Todo era perfecto, Verónica era perfecta y ahora sí que por completo era suya.

Follandola más rápido y fuerte hasta que la morena ya no pueda resistir donde se hace hacia delante mientras sus caderas están en movimiento, alcanzando a rozar sus pechos con cada estocada.

Mordiendo el labio inferior de la menor en cuanto se viene, ahogando su gemido propio.

La desata sin bajarse de sus piernas, mientras buscan regular su respiración, en lo que analizaba en lo que más le haría al apetecible cuerpo a su disposición.

Escuchando el móvil a la distancia, gruñendo al tener que separarse, no sin antes besar a la castaña, rápidamente.

——Vuelvo rápido y con otro uniforme——sonríe con suma alegría de admirar las diversas marcas frescas que la reclamaban como suya

Vistiéndose rápidamente para salir de igual forma.

Aunque al ver su expresión, Verónica no pudo evitar sentir culpa por lo que haría.

Pero ya no podía retractarse, debía irse de este lugar antes de sufrir más.

Como no habían cámaras en este lugar y la presidenta la dejó sin custodia, aprovechó de correr al laboratorio de al lado, metiéndo en una bolsa potentes somníferos, para luego cerrarla e introducirla en su entrada, ya no tenía pudor alguno y Leonor se encargaría que no le metieran manos tras su reciente relación.

Para al estar lista correr de vuelta donde la mayor no demora en llegar con una muda.

Sonrió suave al recibirla, vistiéndose en silencio mientras sus contradictorios pensamientos como emociones la envolvían con creces.

——No es normal que estés tan callada——la mayor encarna una ceja, poniéndola nerviosa, lo que disimula muy bien

——Aún proceso lo que acaba de pasar, es todo——la castaña sonríe de lado, convenciendola

——Ya es tarde, debes volver a tu celda——dice Leonor ahora frívola, esa mirada y sonrisa en la menor le causaba cierta desconfianza, y no quería caer embobada ante ella porque la posibilidad de ser un engaño superaban sus expectativas pero aún así su corazón estaba embalsamado en creerle mientras revolotea de alegría

Verónica asiente, encaminándose a la salida recibiendo un último beso antes de ser escoltada a su cama.

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——no voy a tocar eso——Elena se levanta, viendo el pequeño paquete de pastillas ya en la mesa

——No tienes que hacerlo, idiota

——¡Otra vez traes un chupón! Y no invitas——se queja la mayor

——Deja de hablar estupideces——gruñe la castaña mientras el calor sube a sus mejillas

——Dejen dormir, mañana será un día ajetreado——se queja la morena tapando su cara con una almohada

——¿Cómo puedes dormir?

——Sólo quiero descansar mi cuerpo para mañana, el sueño le gana a mis pensamientos——"Que envidia", piensa la menor al verla bostezar y darles la espalda, comenzando a roncar suavemente

——Ya se murió, ¿Cómo lo hace?——dice la castaña, incrédula

——Tiene razón en descansar pero ya se me quitaron las ganas de tomar somníferos——bufa la mayor

——Tonta——se ríe

——Bueno como no pensamos dormir te invito a mi cama——sonríe de lado la española, a la vez que da un guiño

——No gracias

——Vamos a hablar, princesa mal pensada, a menos que quieras jugar los DJ por tu propia cuenta, no me quejaría——dice al mover ambas cejas de arriba a abajo

——Hazte a un lado

——Si mommy

——Para

——¿Baby? ¿Kitty?——la cara de claro fastidio de la castaña la deja en silencio——vale, ya me callo

——Nunca te pregunté como llegaste aquí dentro

——¿La diosa griega no te lo comentó hace tiempo?——susurra con molestia

——Nunca tomo en cuenta sus palabras ——la menor se encoje de hombros

——Pero si esa boquita——se burla la otra

——Elena—reprende

——Bien——suspira luego de reír ——pero en serio no andaba muy lejos de la realidad, mi familia se dedicaba al narcotráfico y de pequeña me vi envuelta en ese mundo, haciéndome una sicaria y prostituta si se necesitaba para una de mis fallas caer aquí——murmura cabizbaja——En fin, una putada pero es mejor a que tu hermano te de la espalda y traicione como tu amante roja ——sonrie en burla

——Y yo que te iba a dar un discurso de motivación——ríe con ella——pero en serio, eres la puta ama, desquiciada, maldita y a veces hartante pero agradable

——Gracias, supongo

Pasaron las horas hablando de temas triviales cuando sonó la alarma de desayuno.

Fueron al baño en conjunto, luego de ir a buscar a Aída de la celda de al lado. Esperando que todas se fueran, sacaron armas especiales del inodoro, invento que había formado con piezas que iba consiguiendo de a poco del laboratorio, cuando tenía suerte, muy caseras pero lo suficientemente letales para defenderse en caso de cualquier falla.

Era un plan sin fallas, todo fríamente organizado y calculado por extensos meses.

La lavandería tenía acceso libre y a la única persona que podría levantarle sospecha al ir, a esta hora estaba en una reunión ya que los demás encargados seguro ya dormían con la cantidad de pastillas que mezclaron en la máquina de café en conjunto.

Con las sábanas sucias rodearon la lavadora y la empujaron, dejando a la vista el agujero el que cabían a rastras, cerraron para desenvolver el nudo, sin evidencias a simple vista,  lo demás era actuar rápido.

El túnel las llevó por los ductos de alcantarilla hasta las afueras.

——Menuda mierda——rió la española

——cállate y camina——gruñeron Verónica y Lilith al unísono

Al menos podían estar en pie en las aguas estancadas, la rejilla oxidada de la salida no hace presión para ser derribada.

Un auto les esperaba con la llave en el ducto de aire. Verónica tenía sus contactos donde por dinero podían mover masas y al dar parte de sus ahorros por orden de allanar su cuarto, y burlar la seguridad de su hermano, su amigo pudo quedarse con el dinero y largarse pero la ambición de tener más, lo superó, haciéndolo ayudarla.

Y las llamadas no fueron intervenidas al usar como mediadora a la novata.

Ya estaban a fuera y a salvo dentro del móvil, se cambiaron rápidamente, colocándose pelucas a la vez que se maquillaban.

Sus compañeras serían prófugas y ella una revivida, si tuviera que caer en manos de los oficiales, solo arruinaría los planes ocultos de sus arrestadores pero dejando en evidencia el proyecto de Hydra, ganaba incluso si era atrapada.

Empiezan su rumbo con la cabecilla en el manubrio, lanzando sus uniformes a un barranco cercano.

——¡Estamos libres, perras!

Gritan al coro en victoria, sueltas y sin control.

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Por otro lado una rusa estaba de nómade, recorriendo los bares ahora en la ciudad de Escocia, donde ya era costumbre verla en diferentes antros abusando de todas las adicciones tanto de bebida, droga y lujuria, que le podrían brindar.

Su celular suena, mostrando una foto de su chica Stark, la que le sacó una vez mientras estababa distraída, con la sonrisa dulce y  traviesa que le robó el aliento desde el primer momento, mordiendo su labio con conmoción de la imagen, abre el llamado con fastidio al ser un número desconocido.

——Te necesitamos——percibe la voz de María Hill y actual líder de Shield, del otro lado

——Estoy retirada——gruñe la pelirroja en respuesta

——Robaron un implemento de tecnología alienígena, no es algo simple, necesitamos recurrir al proyecto vengadores y no resultará sin ti

——No me interesa——iba a colgar cuando la mujer vuelve a hablar

——Tienen a Clint——dice y Natasha se cohibe, era su mejor amigo no podía fallarle, no podía perder a alguien que ama de nuevo por su terquedad, no podría soportarlo una vez más.

——Entro, ¿Qué debo hacer?——murmura tras su corto silencio

——Primero ve por el grandote verde

——Bien, ¿Dónde lo encuentro?

——Te mando las coordenadas, gracias——no termina de decir cuando la pelirroja corta, suspirando al terminar su bebida y emprender un nuevo camino.

Quizás por algún momento la chica de sus sueños, saldría de sus pensamientos al verse en acción.

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En la prisión los guardias recién despertaron de su profundo sueño y no era de menos con los gritos de la directora.

——¡¿Dónde está Verónica?!——Leonor acababa de llegar de sus trámites cuando nota su ausencia como las de sus amigas, con los hombres encargados tirados en el piso

Iba matarlos uno por uno...

——¡¿Cómo los burlaron un puñado de reclusas, inservibles?!——gruñe agarrando uno por el cuello para el hombre asustado de saber que un infierno lo puede esperar en cuanto la mirada zafiro se torna oscura y ruin, traga en seco

——Quiero todas las filmaciones ahora——demanda una sola vez para ellos no demorar en mostrarselas

Revisa con cuidado cada una, notando su ida a lavandería, corriendo hasta el lugar buscando algún indicio donde caía un resto de polvo al lado de la lavadora, la que hace que la retiren y encuentran el hoyo de escape.

"Ya estarían lejos, mierda" Leonor recoge su cabello hacia atrás frustrada y llena de cólera.

Cegandose por la rabia para no desfallecer ante el nudo que se instaló en su pecho por confirmar el hecho de que su noche con la chica Stark, fue sólo un engaño.

——¿Cómo que Verónica no está?——llega Hawley directo hacia ella, para empeorar aún más la situación como su desconcierto

——Se fugó con sus compañeras——explica entredientes, mientras su mirada está perdida

——¿Y lo dices como sino fuera nada?—la rubia la abofeteó con tal fuerza que hizo girar su cabeza—2Si la ven, estamos perdidas, ¿Entiendes?

——Será mejor que te pongas a buscar——Dice agarrando hasta enterrar sus uñas en su quijada, antes de irse

Leonor no respondió, no porque le importará tener la mujer en su contra sino por la traición de la castaña, de la cual ya iba preparando toda clase de castigos cuando volviera a tenerla en sus manos.

Porque aunque tuviera que mover cielo, mar y tierra la encontraría.

La dueña de sus pensamientos por otra parte, ya estaba en las cercanías del aeropuerto, repartiendo credenciales falsas a sus respectivas dueñas.

No avisarán a las demás autoridades de su huida, ella no podía caer en otras manos que no fuera de Hydra, por una parte ayudaba, aunque asesinos pedían sus cabezas en vez de oficiales, al menos sus caras no estarán en todas partes.

——¿Dónde iremos, princesa?——dice Elena ahora rubia

——Eso no lo pensé, cualquier país a las afueras lejanas estará bien, en otro continente es la única petición, hagamos un sorteo——sonrie la menor como si nada

Dejando a todas con cara de ¿Me estás jodiendo?"

Pero de igual forma escriben en un papelito distintos países, los que revuelven en un caja y elegir uno a ciegas.

——¿La India?

——Bueno de que es lejos en lejos——dice la morena al encarnar una ceja

——¡Iremos al Taj Mahal!

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