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VIII "To be reborn, you must die"

"Para renacer, debes morir"
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Verónica había sido llevada a la dirección tras desayunar.

Sus amigas quedaron expectantes al no haber echo ninguna impertinencia últimamente, para ser llamada pero la castaña en cambio ya sabía lo que la esperaba del otro lado, donde ya estaba completamente dispuesta a todo, no quería sufrir más, no quería tener lazos que la unieran a ellos, los que nunca le creyeron y desearon su muerte.

Y tal como ellos querían, dejaría de ser su hermana y una amante aunque esa sensación de vacío aún estuviera dentro de su pecho como una profunda estaca de la cual sería imposible librarse.

Se sentía perdida...

Ahora sí firmaría su sentencia a su soledad...

--Siéntate--demanda Leonor en cuanto la ve, señalando los alejados sillones

Para la menor no demora en hacer caso, sabiendo que no le convenía retar la paciencia de la directora.

Esta acomodo uno cerca de ella y así poder quedar de frente.

Sus ojos azules traspasaron los suyos, se sentía abrumada cada vez que lo hacía, como si fuera pequeña ante la intensidad de sus orbes.

--¿También me vas a servir el té?--la castaña alza una ceja al verla sacar un termo de la mesita a su lado--¿Jugaremos a las tacitas ahora que somos socias?

--Socias no me parece ser la descripción de nuestra relación--Sonríe de lado la ojiazul y la menor bufa con ello

--Olvidaba que te gusta inventar relaciones ficticias, siento robar tu papel--dice entredientes

--No me provoques, Stark--gruñe Leonor al sacar una diminuta caja de metal de su bolsillo

--¿Qué es eso?

"¿Acaso la envenenaria?, o ¿Era un nuevo mecanismo de tortura, mediante algún químico?"

Ya ni sabía lo que esperar de la mujer dueña de ojos zafiro frente al sadismo que la rodeaba, y era tanto que comenzaba a perderle el miedo, donde su cuerpo atormentado ya esperaba cualquier cosa resignado de su destino.

--Es la llave a tu nueva vida--exclama la mayor cuando extrae una píldora negra del interior

--La píldora de la muerte falsa--murmura la castaña al reconocerla y la pelinegra encarnar una ceja

--Es una cápsula de cianuro de potasio que hace caer en un profundo sueño como un estado de coma mientras la temperatura de tu cuerpo baja, tu piel se endurezca y el ritmo cardíaco sea indetectable--Explica Verónica y Leonor sonríe con su rápido analisis-tan ilegal como escasa cabe decir, aunque tratándose de ti eso está lejos de ser un problema

Murmura la menor con la vista perdida mientras las imágenes y recuerdos con Natasha la invaden, cada beso, sonrisa y abrazo, la primera vez que le dijo "Te amo" haciendo su corazón estremecer de alegría y los momentos con su hermano en su niñez al el llevarla al cine a escondidas de su padre.

--Hoy vas a morir para el mundo, te llevarán como un caso de suicidio a la morgue, ya me encargue de los forenses y detectives--explica la mayor mientras su mirada sigue penetrando la hasta lo más profundo de su ser

Verónica muerde el interior de su mejilla, luego de esto no había vuelta atrás, ya no sería la hermana de Anthony Stark y no tendría ningún lazo que la ate a Natasha Romanoff mientras ellos sufrirán por haberla dejado y no haber confiado en ella, o quizás nunca lo harían y seguirán odiandola aún en su muerte.

No quería pensar más en ello, ahora formaban parte de su pasado mientras tiene una nueva meta en sobrevivir y vengarse de los que le han impartido el daño.

su tormento ahora es que no volverá a verlos y después de todo no quería, si no creían en ella y la arrastraron a este suplicio, sabiendo el maltrato sufrido... merecían el daño, su mente se convenció de ello

Como también sabía que estaria en manos de Leonor por completo al hacerlo pero ya pensaría como liberarse, todo a su debido tiempo.

--El efecto dura 48 horas, tus trámites de funeral serán rápidos en caso que viniera alguien y fuera necesario enterrarte--siente la voz de la directora lejana

¿Llegaría a esa atrocidad con tal de que sufran?

El Sí de su sentir, superaba su conciencia, tenían que probar algo de la culpa que la hicieron tener, tan sólo un poco en comparación del infierno que vivió en su auspicio.

Razonar en caliente era un arma letal pero la traición que sentía su dañado corazón era mayor hasta el punto de superarla por completo y embarcarla a tomar esta drástica decisión.

--Acabemos esto de una vez--exclama Verónica, poniéndose la pastilla alzada en su boca y tragarla junto con las emociones encontradas que podrían hacerla desistir

Recordandolos una última vez para sus memorias ahora teñirse de negro, para su alma vestirse de luto, hoy debía enterrar cada uno de ellos.

No demorando en caer con efecto inmediato, siendo recibidas en los brazos de su perdición, quien estaba extasiada de tenerla así de calmada contra suyo.

Traen la camilla rápidamente para ayudarla a rescatarla sobre ella.

Leonor con una sonrisa complaciente acaricio su rostro del cual podía tocar en su serenidad, deleitandose con lo terso de su piel, siguiendo un camino en delinearla y detenerse ante la comisura de sus labios, acariciandolos para sí, tan sólo unos últimos pasos para que Verónica Stark fuera suya.

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El millonario estaba terminando de arreglar los términos del acuerdo con Shield para el proyecto que tenía con Natasha, proceso que demora mucho más de lo que le hubiera gustado.

--¡Alfín!--suspira este con drama--mañana llévale los papelitos a los Sherlock 's certificados--exclama al estirarse en lo que escuchan otra voz

--Los encontré--aparece un agitado Happy, sin aliento tras haber corrido una maratón en su búsqueda, tenía los ojos rojos y el cabello despeinado

--Bueno entonces habla porque tengo que hacer--dice el moreno sin verlo

El hombre quedó abatido en tratar de elegir las palabras para su terrible noticia pero era imposible, ¿Cómo hacerlo?, ¿Cómo informarle a un hermano de..-su vitabse nubla ante las lágrimas -Verónica--tartamudea al tener la voz quebradiza

--Ese nombre no es bienvenido aquí--gruñe Anthony en advertencia para levantarse dispuesto a irse--como no tienes algo importante que decir me retiro

--Verónica, mi niña-su voz se quiebra--ella...--el pelinegro suspira mientras retiene sus lágrimas

--¡Te digo que no me interesa escuchar de ella!

--¿Cómo puedes ser tan inmaduro?€-exclama Happy en seco, mientras su garganta ya estaba quemandola

--¿Tú hablando de madurez?--Anthony suelta una risa sonora--mira si ya se metió en un problema o es acosada por una compañera, no me interesa, dejo de ser mi hermana hace mucho--retrocede--es más, no soy el único que se hartó de ella, ¿Cierto Nat?--exclama al ver hacia la rusa quien no levantaba la vista

--Cállate Stark--dice Romanoff entre dientes mientras termina de ordenar los papeles del contrato sin detenerse a pensar en la nombrada ni en el revuelo que le sigue causando su sólo mencionar

Happy los mira con desconcierto sin poder creer su actitud respecto a la chica que comparten un lazo irrompible, era una niña que tuvo que vivir el desprecio de todos y que haya matado al tipo ese no justificaba un abandono total por parte de su familia y amante.

No lo entendía, ni quería entenderlo mientras la rabia comenzaba a recorrerlo.

--Pues un gran peso se quitó de sus hombros en ese caso--respondió Happy apretando sus puños de la ira que se apoderaba de su cuerpo.

¿Cómo podían ser tan frívolos?

--Mucho bla bla, me voy--Tony se da media vuelta, caminando hacia la puerta

--¡Verónica está muerta!--grita para el detenerse en seco

Natasha deja caer todos los archivos al suelo como su alma que salió de su cuerpo al escucharlo, sin querer creerlo, no podía ser cierto, Verónica no...

--Recibí un llamado esta mañana desde la cárcel, encontraron su cuerpo sin vida en el baño, se suicidó --dice Hogan ya entre lágrimas e hipos, quería mucho a la menor de los Stark, como una hermanita menor que lo enterneció con cada página que le hacía para encontrar citas o cuando se quedaban hasta tarde comiendo hamburguesas mientras veían las películas con premios, criticando estas entre bocados.

Algo que nunca volverá a pasar...

La abatida pelirroja salió corriendo de la sala, buscando escapar de su amargo sentir, escapando de la realidad en la que su amada ya no formaba parte de este mundo y todo por haberla abandonado, no quería imaginarlo, le era imposible pensar en cómo sería su vida sin ella donde nunca espero que fuera definitivo, cuando la alejó nunca quiso esto.

En lo que el amigo se acerca al petrificado multimillonario--Es una lástima que le haya tocado un hermano como tú, si es que se puede llamar así--dijo con rabia para irse a grandes zancadas, terminando de romperlo con ello

Tony no dio más quedando de rodillas al piso y aguantando el flujo de lágrimas que quería salir sin filtro alguno.

No podía ser cierto debe ser una terapia de shock para ir a verla.

Tenia que serlo...

Un joven terminando de hacer un armamento inteligente para exportar a sus cortos dieciocho años.

Ya era el décimo desde su inserción temprana en las empresas Stark.

Tenía un futuro brillante un orgullo para el padre que nunca se lo expresó. No como la pequeña niña escondida tras los estantes de materiales.

--Mocosa se que estas ahí

Verónica sale con las mejillas abultadas--No es justo--bufa

--Sino tienes dotes de espía, esa no es mi culpa--se burla

-¿Qué haces?

--una pistola indetectable

--Que sublime, ¿Puedo ayudarte?

--¿No tienes tus propios estudios, mocosa?

--Pero ya me terminé todos los libros que tenía que leer, y prefiero ayudar que solo verte

--Tu que sabes, anda a jugar, o algo que los niños hagan

--Claro que se, que tenga tres años no me hace ignorante--reclama, haciéndole un desprecio al irse

Tony ríe para seguir en lo suyo hasta que vuelve con algo.

--¿Qué te traes entre manos, niña?

--Mira--dice emocionada al entregárselo

--¿Qué es eso?

--Un circuito ¿Estás ciego?- encarna su ceja--lo repuse de mi auto a control remoto

--Respeta a tus mayores niñita--regaña mientras lo analiza y efectivamente lo era, estaba perfecto

--¿Qué te parece?--mueve sus pies ante la ansiedad

--No eres tan tonta como creí, podrás trabajar aquí después de todo--dice con el pecho inflado de orgullo

--¿En serio?--sonríe emocionada--¿Podré ser tan buena como tú?

--Sueña, mocosa--sonríe

La niña le muestra la lengua en respuesta--¿Bueno ahora puedes enseñarme?

--Si, así me ahorro tu berrinche, ven aquí--palmea un asiento a su lado y ve como los ojos de la pequeña brillan al esbozar una gran sonrisa

No cambiaría a su mocosa por nada...

¿Ya no volvería a ver esa sonrisa?

Quería convencerse que trataba de una de las bromas pesadas de la castaña, al estar molesta y haberse vengado en asustarlo de esta horrible forma.

Pero el llamado para que vaya a registrar su cuerpo, lo hace romper con toda su esperanza, siendo abatido en llanto, uno del cual parecía que nunca se ha de librar como de las sombras en las que se sumergió al entregar a su hermana en prisión aún sabiendo que era completamente inocente del crimen que le inculcaron.

Él fue quien le falló, él era quien debía morir...

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En la sala de blanco con aires lúgubres, las personas de azul y verde pasaban de un lado a otro, algunos conversando entre ellos mientras se dirigen a su hora de almuerzo.

Rutina normal como un día cualquiera pero era todo lo contrario para la agonizante pelirroja que esperaba entrar al suplicio de ver el cuerpo ya sin vida de quien ya no tenía cara para llamar su amada.

Donde uno de los forenses dio aviso de que pasará.

Natasha sintió su cuerpo estremecer con cada paso, teniendo el corazón apretado, asfixiando su pecho junto a las dolorosas punzadas que lo parecían atravesar.

--Tengo que terminar los informes, regreso en breve--lo escucha decir, al irse

Se acercó a la camilla, temblando y atreviéndose a mirar el cuerpo recostado, tapado con una gran tela blanca, la cual bajo dolorosa.

Verónica yacía en esta, sus ojos cerrados y semblante sereno como si durmiera pero la palidez lo dominaba junto a las ojeras marcadas bajo sus cuencas.

Sollozó destrozada con un sentimiento de vacío tan grande que le quemaba todo su interior, la había perdido y se había jurado dejarla pero no de ese modo tan arrasador que carcome su alma.

La ropa regada en el suelo, junto a las mantas y la lámpara tras la puerta, son prueba de la desenfrenada noche que tuvieron dos amantes.

Marcas de rasguños y hematomas, decoraban su piel desnuda de sus cuerpos, recostados en la amplia cama.

Verónica trazaba figuras al azar en la espalda de la rusa frente a ella, apoyando su cabeza en su mano.

Los orbes esmeralda parecían idos, perdidos en una órbita lejana.

--¿Pasa algo?--indaga la menor

--¿Por qué?-€murmura

--No me respondas una pregunta con otra--se queja

--Verónica--la morena la ve confusa, dirigiendo sus caricias a su mejilla, buscando trasmitir de algún modo la seguridad que necesita

--Si sabes todo lo que he echo, quien fui y lo que arrastro conmigo... ¿Por qué aún sigues aquí?

--Es mi cuarto--iba a bromear pero ver la seriedad del rostro de Natasha, se detuvo, disculpándose

La mujer se sentó y ella la imitó, aún arrepentida de su idiotez, era un legado de familia arruinar cosas por alguna ironía estúpida.

--No eres culpable por lo que te obligaron a hacer, no te debes atormentar por el pasado que tu misma decidiste dejar al ver que no era lo correcto

--Tengo muchos nombres rojos en mi lista--responde abatida

--fueron asesinados por los que te controlaron a hacerlo

--Pero no merezco esto

--No permitas que la culpa te impida vivir, ayudas ahora y pronto serás la mejor heroína que el mundo entero pueda pedir--le sonrie--No sólo superaste la oscuridad en que tuviste que crecer, si no que la tranformaste en la luz para muchos de los que ahora haz protegido, Eres increíble Natsaha Romanoff, simplemente sublime, algo que no puedo negar y lo que me tiene tan enamorada de ti

La nombrada quedó muda ante sus palabras que no sólo la reconfortan, también le brindan una calidez tan grande en su pecho que llenan esos vacíos que su alma a ganado.

Se sentía amada de verdad, por primera vez en su vida, era como un angel que enviaron a recuperar su corazón.

Aún no entendía bien como explicarlo, ni siquiera entendía bien aún sus emociones, lo único de que tenía certeza era la necesidad de estar al lado de esa intrigante castaña que le mostró la esperanza.

No esperó más y la atrajo para besarla pudiendo expresar algún fragmento de su sentir en ello, diciendo Te amo con cada roce de sus labios.

¿Cómo tuvo la cara para culparla?

¿Cómo pudo cuestionar sus errores cuando los propios son tan grandes que aun tiene pesadillas de ello?

Ella nunca la juzgó y como pago... ¿Qué?, La última vez que la ve la maldice, deseándole sufrimiento que la llevó a tomar esa drástica decisión.

Quería disculparse...

Quería verla a los ojos...

Quería besarla...

Pero ya nada era posible, nunca más.

--Perdóname, mi amor--sollozó al acunar sus frías mejillas entre sus manos mientras dejaba pequeñas caricias en estas--No te juzgaré nunca más y te llevaré conmigo hasta el fin del mundo si deseas pero por favor--suplica con la voz quebrada--No me dejes--se desmorona en llanto mientras junta sus frentes y llena el rostro de la castaña con sus lágrimas

--Te amo tanto que no puedo imaginar una vida sin ti, no importa si ya no me quieres ver, sólo te necesito ver despertar, por favor lyubov despierta--pidió una vez más mientras recordó como en los cuentos de hadas las princesas despertaban con un beso del verdadero amor y quiso probarlo

Posó sus labios en los de los fríos y morados de la menor buscando calentarlos y que volviera a la vida con ello, tal como en los cuentos.

Pero ello nunca pasó, Verónica no abrió los ojos, ni sus mejillas recuperaron su rubor y su corazón no se movió ni por una milésima de segundo.

Terminando de romperse con ello mientras tapaba su propio rostro con ambas manos para retener alguno de sus fuertes sollozos.

Nunca se había sentido tan rota en su vida, ni siquiera cuando formaba parte de la habitación roja...

El Ángel que le había enseñado a sentir la dejó en tierra para surcar al cielo y ella sabía que nunca volverían a juntarse porque ella corrompió a un ser puro, estando destinada al infierno mientras su amada estaría en el paraíso.

Donde escucha un movimiento a las afueras por lo que se levanta a secar sus lágrimas con suma rapidez.

--Preparen el cuerpo para el entierro, no tengo mucho tiempo y no creo que venga nadie a verla--Leonor hace presencia en la sala

Y con ello Natasha recobra la compostura.

--¿Qué haces aquí?--dice la pelirroja mientras la rabia se va apoderando de su voz

--Era una reclusa de mi centro, además que su hermano me dejó a su cargo--dice sin más la ojiazul

--¿Qué le hiciste?--Exclama la rusa, recordando las palabras respecto a la tortura de la directora, las que no tomó en cuenta antes y ahora podía corroborar al divisar las cicatrices en si cuello.

Quería matarla...

Torturarla hasta que confesara lo que le hizo a su Verónica y vengar el nombre de su amada con ello.

La rusa la toma del cuello de su camisa hasta alzarla del suelo mientras sus esmeraldas la fulminantes a quemarropa-¿Qué le hiciste?-repitió en un gruñido

--¿Yo?--la mayor alza los hombros mientras dramatiza una mirada incrédula--Si se suicidó no es mi culpa, sino, de los que la abandonaron, es una lástima, ¿Sabes?--admira como la furia en su mirar se descompone en una dolorosa angustia--No sé que es peor, Que tú le hayas deseado la muerte siendo su novia o que su hermano cancelara las pruebas para probar su inocencia, créeme, esta mejor muerta--gruñe Leonor, la que se estaba arriesgando al confesar tanto pero quería verla sufrir, recalcar cuán mejor podría ser para la chica Stark

--¿Pruebas de su inocencia?--exclama la rusa sin voz mientras la suelta tratando de recuperar el aliento, buscando asimilarlo

¿Una atrocidad así era cierta?

--un abogado me contactó y luego desistió--Leonor se encoje de hombros para ella confirmarlo amargamente

Para una furiosa y cegada pelirroja corriendo de allí, con un solo objetivo, Anthony Stark.

Y al apenas localizar al hombre, se le tire encima, golpeándolo una y otra vez, histérica, dolida.

Había lastimado y herido de la peor forma a su amor en vano, Verónica nunca le traicionó, nunca le había fallado y al confesarlo, ella eligió no creerle.

Pero la luz de su vida ya no formaba parte de su mundo para disculparse y poder arrepentirse, sólo podía lamentarse o vengarse del maldito que ocultó su inocencia.

--¡¿Por qué no me dijiste que no lo mató?, ¡La condenaste! A tu hermana--dice colérica mientras retiene las ganas de matarlo ahí mismo

--¿No era tu novia?, a verdad que nunca se lo pediste--dice Anthony con el labio roto y un ojo ya morado, listo para recibir otro pero este nunca llegó

--Si me hubiera dicho yo no...--murmura la rusa ya rota

--¿Qué importa eso ahora?, Está muerta y nunca más podremos verla para pedir su perdón--solloza, al romperse de igual forma--Quiero olvidar su rostro demacrado ante la impotencia y decepción que me dio la última vez--murmura al levantarse y dar media vuelta

--¿Dónde vas?

--Necesito un trago--exclama Tony sin más para Natasha no poder dar crédito a lo que escuchaba

¿Cómo podía hacerse llamar su hermano?

--Ella necesita ser despedida por ti--gruñe la pelirroja

--No puedo verla--susurra Anthony con un hilo de voz para irse lejos de ella

Con Natasha ahogando su llanto en la almohada que no fue usada esa noche de amargo desvelo mientras se aferraba a la camisa que una vez le perteneció a la castaña, quitandosela para cuando saliera en sus misiones poder sentirla donde el aroma de chocolate y café tan adictivo y amado seguía ahí como si Verónica estuviera a su lado.

Llenándose de recuerdos llenos de gracia que solo le daban un pequeño sabor agridulce al momento para al notar que ya nunca serían terminaba por ser completamente amargo.

Y al las luces del sol salir ajenas a su sufrimiento, se puso el vestido negro del adiós para dirigirse al cementerio del olvido.

Donde Happy estaba allí, sólo él.

Y Natasha quedarse a su lado mientras el cuerpo del amor de su vida era enterrado frente a sus ojos para ya no regresar jamas.

No supo cuánto tiempo pasó pegada a la lápida con el nombre de su amada y ya no tenía lagrimas que llorar, cuando la sacaron de allí.

Juntando todas sus cosas esa noche para desaparecer un tiempo lejos de todo y superar su duelo de alguna forma o buscar su calma ya que nunca sería capaz de perdonarse y olvidarla jamás.

Porque después de todo Verónica Stark era su mundo entero.

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Verónica despertó con un horrible dolor de cabeza, abriendo los ojos con dificultad pero sin encontrar nada, todo estaba oscuro y al estirarse chocar en todo.

Seguía dentro del ataúd, se dijo como una afirmación para entrar en pánico, pateando y maldiciendo el haber aceptado meterse allí.

Inhala profundo para retener el aire en sus pulmones, concentrándose en él, como en una meditación, donde debía calmarse para que el oxígeno que le quedaba durara lo suficiente.

Pasaron dos horas así, contando cada maldito segundo de ese suplicio de no saber si morirás ahí, enterrada viva por voluntad propia.

Que dramático y patético final mientras irónicamente sus últimos pensamientos estaban aferrados a la dueña de esmeraldas de la cual se juró olvidar.

¿Pero cómo hacerlo?

¿Cómo olvidar al amor de tu vida?

Sus párpados le comenzaron a pesar cuando escuchó un ruido lejano, creyendo que era una ilusión hasta que sintió el brusco movimiento de levantamiento.

-Verónica-Exclama Leonor, al abrirlo

Para la abatida y abrumada nombrada, lanzarse a sus brazos sin detenerse a pensar, temblando y sin notar como del cuerpo contrario se estremeció con sorpresa ante el contacto.

Ya no había vuelta atrás, hoy renació como una persona nueva, sobrevivió de la muerte y vengó su sufrimiento.

Pero...

¿Por qué aún tenía esa amarga sensación de vacío?

¿Por qué no olvidaba cada gesto de esas personas?

Aún los amaba era la respuesta y se encargaría de borrarlo por completo.

Donde la llevaron a dirección antes de regresarla a su celda.

Quedando a solas con la directora, la cual le hablaba algo que no escuchaba por estar perdida en sus propios pensamientos que la carcomen, hasta que se detiene en uno como su mirada en los rojos labios de la mujer.

Donde quería olvidar a Natasha por un instante que fuera....

Acercándose determinada a la azabache y tomarla completamente desprevenida tal como su consciencia no escuchada.

--¿Qué haces?--dice Leonor en cuanto el rostro de su ansiada castaña se pega al suyo hasta sentir su respiración chocar con la suya, sintiéndose en una euforia envolvente de sólo imaginar en terminar con la distancia que la separa de esos tan apetecibles labios que deseó hace años

--Nada que no quieras hacer--responde Verónica y la pelinegra siente una corriente pasar por todo su cuerpo--prometo no morder-susurra hasta sentir sus alientos mezclarse...


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