VII "Jealousy, a double edged sword"
"Celos, un arma de doble filo"
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
——Nat——exclama abatida sin poder creer lo que sus ojos ven, alfín alguna muestra de luz en medio de la amarga oscuridad que se ha vuelto su vida, sintiendo una corriente de euforia y un conocida calidez abrumadora llenar su pecho.
La mencionada dirige su mirada fría hacia ella, escondiendo su verdadero sentir, mientras su corazón al compás del contrario como si fuera capaz de sentirlo, quería salir corriendo para alcanzarla y llevarla consigo, sacarla de prisión sin pensar en nada más para llevarla al otro lado del mundo y no volverla a soltar en su vida pero su cerebro le mostraba imágenes del reciente beso, cegandola en una rabia incalculable frente a sus nacientes inseguridades en las cuales Verónica ya no podía acallarlas con una sonrisa y un abrazo.
"¿Hasta dónde habían llegado con esa mujer?"
"¿La besaba como a ella?"
"¿También le decía te amo y la abrazaba para tener un consuelo mutuo?"
——Déjenme, sólo quiero hablarle——pide la menor abatida hacia los hombres que la sostienen, para ellos no tardar en acceder por culpa de lo que ha sufrido sin contar también las quemaduras aún frescas, después de todo la directora tardaría un tiempo en que le pusieran los puntos a su labio
Avanza unos pasos hacia la mujer que tanto extrañó, controlando su cuerpo en no lanzarse a sus brazos, sabía que no podía incomodarla y perder esta hermosa oportunidad de verla.
Sentía irreal el momento luego de meses en los que poco a poco había perdido la esperanza de nunca volver a verla, aún menos por su cuenta.
Pero allí estaba ella, frente suyo y más hermosa de lo que la recordaba si es que eso era posible.
Su pieza faltante había vuelto y con ello su corazón podía sentir algún fragmento darle calidez en el rompecabezas que se había tornado tras decepción por decepción.
——Viniste——dice la castaña con algunas lágrimas de emoción bajo sus notables ojeras
La rusa traga en seco al cruzar sus miradas y encontrar ese tan reconfortante y preciado brillo en sus orbes castaños, un brillo del cual creía que sólo ella podía lograr como la morena consigo pero...
"¿También vería así a la pelinegra?", la ira se apoderó de su semblante al pensarlo.
Mientras que en su alma se desataba una guerra sin tregua entre el odio y el amor. Amaba con todas sus fuerzas a Verónica mientras quería creer en todas sus palabras en base su inocencia pero en contrario quería insultarla, golpearla y arrancarle de su vida para siempre, sin creerle, mucho menos al verse tan cómoda frente a la despreciable mujer.
"Quizás no todo había sido planeado por ellas desde un principio pero...
¿Por qué enamorarla para después romperle el corazón"
"¿Todas sus palabras de amor e incondicional afecto fueron falsos?."
——Hice mal al hacerlo——dice Natasha entredientes mientras aprieta la mandíbula con todas sus fuerzas para retener el sollozo ya instalado en su garganta--fue un error
——Pero lo hiciste, gracias por eso——su voz se quiebra en cuanto habla para una dolorosa punzada instalarse en el pecho de la contraria punzada
——¿Quién te hizo eso?——exclama abatida la pelirroja en cuanto nota su vendaje por primera vez, tanto había sido su euforia que no se acordó que la llamaron porque la menor había sufrido quemaduras de tercer grado, su corazón pareció caer a un abismo mientras la morena baja la vista conmocionada ante su mirada, no sabía cómo responder sin romperse y no quería hacerlo frente a Nat luego de no verla por tanto tiempo, solo quería abrazarla sin pensar en su dolor.
——Si no hablas...——Natasha gruñe entrecortado por el nudo de preocupacion y angustia instalado en su garganta mientras analiza mejor su cara destrozada como le había comentado Pepper, sus ojeras estaban marcadas como dos media lunas negras bajo sus orbes, su piel parecía adherirse a sus huesos mientras estaba opaca y al fijarse con detalle podían apreciarse cicatrices bajo su ropa, sin contar las recientes quemaduras.
Mandando su enojo por la borda en forma definitiva, necesitaba abrazarla para protegerla y contenerla mientras busca la solución de todo su sufrimiento al atacar a los que se atrevieron a causarle daño.
¿Cómo pensar en la rabia que la carcome cuando Verónica está herida en cada sentido de la palabra?
La rodeó delicadamente con sus brazos, el impulso fue más grande, su sentido de protección al verla vulnerable habían logrado superarla.
La escuchó desmoronarse con su acción, llorando contra su cuello mientras tiembla como un pajarito indefenso, no quiso pensar, sólo se permitió disfrutar del aroma de su cabello que tanto necesitó, la había extrañado tanto que ahora el tenerla parecía un maldito paraíso, un paraíso lleno de contradicciones al arder como un infierno.
——Verónica Stark——Los ojos azules destilan fulminantes provocándole un respingo el cual fue notado completamente por una ahora furiosa rusa quien la apretó más contra suyo mientras le mantenía la mirada a la mujer de la cual sólo quería matarla de todas las formas posibles
Ella había impartido el daño a la menor, el temblor sin retorno de su cuerpo lo confirmó y sólo tenía una meta clara en su mente, el asesinarla, ya no se volvería a acercar a la chica que amaba.
Mientras Leonor estaba en su misma postura sólo que en su caso mataría al obstáculo ruso ya que Verónica era sólo suya.
Una pelinegra adolescente cortaba retazos de pasto, aplastando cual insecto encontraba en ese espacio de patio escondido entre grandes rocas.
Mientras la pequeña castaña disfrutaba de llevarla ahí para jugar, conversar o leer, era su secreto reconfortante para ambas, ya que desde que le encomendaron monitorear a la niña Stark que ha compartido más de lo que le han impartido pero no podía evitarlo ante la necesidad de estar junto a ella.
Verónica fue la única persona que la trató como una amiga, mientras le sonreía sinceramente con sus mejillas sonrojadas o cuando le dijo que era hermosa "con el cabello negro como la noche y unos ojos del cielo", palabras que movieron algo dentro de su cerrada alma.
——No lo mates——le regaña la menor al fruncir sus labios, rescatando a un chanchito de tierra que se le hizo bolita al tomarlo-Hay que respetar cada vida——le explica mientras lo deja libre——no puedes retenerlo, no merece estar preso
——Yo siempre he vivido así——murmura la pelinegra al ver hacia la nada mientras su mente divaga en sus memorias
——¿Cómo?——la menor voltea su cabeza hacia un lado como si tratara de un cachorro, uno realmente adorable
——Encerrada——suspira melancólica mientras su mirada azulina se mezcla con el azul del cielo
La niña la abrazó, tomándola por sorpresa mientras reparte palmaditas en su espalda, provocando que se estremezca ante el delicado y tierno toque, pudiendo sentir como una envolvente como acogedora calidez se posaba dentro de su pecho.
——Yo te cuidaré——asegura convencida la infante
Leonor asintió mientras una sonrisa se posaba en sus labios, queriendo congelar el bello momento y comprobar que fuera real al revolver los castaños rizos.
——¿Me podrías prometer algo?——las mejillas de la menor se tiñen de rosa en cuanto habla
——¿Qué cosa?——dice la ojiazul confusa
La castaña baja la mirada, viendo como sus pies comienzan a moverse de un lado a otro, en señal de nervios——Que cuando crezca lo suficiente——abulta sus labios——seré tu esposa
Abrió los ojos como la boca, confusa de las palabras de la infante. Abatida y feliz, por primera vez en su vida donde nunca imagino poder sentir esta ternura que le llenaba el alma ni mucho menos el especial cariño que cada vez aumentaba al convivir con la pequeña Stark.
Verónica tendría seis años en estos momentos y esperaría toda una vida si fuera necesario para cumplir el estar a su lado, al de la adorable niña que le mostró lo que era el amor.
——Es una promesa——sonríe a la pequeña quien al oírla da saltitos al rededor de ella
Nunca olvidó ese momento cuando era importante para Verónica, se prometió que sería suya y una pelirroja no interferirá en sus planes.
Tenía que ver como acabar con ella...
——Leo Leo, mira, ven——la pequeña toma su mano para llevarla a su escondite donde había un nuevo huésped
La soltó para tomar al minino entre sus brazos——Lo encontré pidiendo comida y lo traje en secreto, ¿No creés que es lindo?
Arruga la nariz sin encontrar belleza alguna en la bola de pelos que le quitó la atención de la niña.
——No le veo lo lindo——dice mientras la morena juega con el
——Cierto, no es lindo, es hermoso como un príncipe gato——sonríe al apretarlo y comenzar a hablarle
Sus orbes azules temblaron cuando su quijada se apretó como sus puños. La sonrisa de la niña le pertenecía.
Sólo tuvo que esperar la merienda de la infante para desaparecer al animal sin otra culpa que ser una adorable mascota.
Sólo fue la primera víctima de los que se cruzan en su camino con Verónica.
——Sueltala——gruñe con su mirada zafiro destilar ante la rabia tal como las esmeraldas que la enfrentan——es una prófuga que volverá a prisión
La castaña se abraza a su cuerpo una vez más antes de separase, queriendo retener algo de su aroma a jazmín antes que las alejen——¿Vendrás a verme?——suplica aterrada de no volver a verla, la necesitaba consigo para poder olvidar su sufrimiento, no quería que parte de su alma le fuera arrancada nuevamente
——Vete——dice firme la rusa mientras lucha que su voz no salga quebradiza por la conmoción de ver tan rota a su amada, gruñendo para que se aleje hacia los hombres en custodia mientras siente que le arrancan su otra mitad con ello
——Stark si no mueves tu trasero, los guardias lo harán——advierte la pelinegra
——Nicolás Sam's y Williams Ruth——susurra Verónica en su oído——Son los atacantes de Pepper
Acción que terminó de sacar de sus casillas a la directora, tomándola del brazo bruscamente y dejarla con los hombres de un fuerte empujón.
Provocando una rabia inmensurable en la rusa la cual no demora en acercarse amenazante mientras aprieta sus puños los cuales necesita impactar contra su rostro y romperle la cara desde un comienzo
——¿Qué creés que haces?, no puedes tratarla así——la enfrenta mientras sus esmeraldas están fulminantes
——Imparto mi autoridad——dice simple la pelinegra, sin intimidarse por la furiosa mirada de la mujer que parece calcular un sin fin de formas de como matarla——Es más, Verónica parece disfrutarlo——sonríe de lado
Confirmando con esa leve duda en la cólera rusa al fijarse en su labio roto, una cuestión de milisegundos pero pudo notar una gran forma de alejarla de la castaña sin tener que ensuciarse las manos con alguien importante en Shield y sus superiores.
——No parece ser del gusto sadomasoquista hasta que tratas con ella——dice socarrona——¿O contigo era tímida?, Porque conmigo no ha necesitado serlo, puede ser muy complaciente en la cama
Y así toda la rabia de Natasha mutó a unos celos cegadores que sólo podían ver a Verónica en brazos de otra mujer, mientras su cuerpo tiembla ante el enojo y amargura.
No sabía que creer, sólo había dolor...
——¡¿Se te zafó el último tornillo que te quedaba, demente?!——gruñó la morena, pataleando entre los agarres
——¿No le habías dicho? Es malo mentir, cariño——Leonor se le acerca recibiendo un escupitajo y esta enfurecida la aprieta del cuello enterrando sus uñas con ello, buscando sumisión pero la mirada marrón desafiante, no cambia
La pelirroja tuvo que apretar los puños para evitar atacarla ahí mismo.
——Llevensela——exclama para que obedezcan y la chica desaparezca de su vista
Quedando ambas fieras a solas.
——Si me entero que le vuelves a poner un dedo encima, lo vas a lamentar——La encara, aguantando las ganas de golpearla hasta la muerte
Leonor ríe entre dientes, mientras se cruza de brazos y la enfrenta con la misma altivez--¿Me amenazas?
——Tómalo como advertencia——gruñe la rusa
——Pues yo también tengo una——la ojiazul sonríe al acercarse a su oído ——No te empeñes en defender una asesina, saldrás herida y te irás como su único hermano——dice al tomar uno de sus mechones rojizos, recibiendo un fuerte manotazo en el acto——no la iluciones, eso eso si es cruel
——No te metas en lo que no te importa——dice entredientes la duela de las fulminantes esmeraldas
——Yo sólo digo lo que veo——Leonor alza los hombros con una pizca de burla——cuando pase el mes de no poder recibir visitas, veremos si aún piensas lo mismo——dice para irse y dejarla con más dudas carcomiendo su mente
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Verónica ya había pasado un mes cautiva bajo las cuatro paredes de dos por dos, aunque durante unas semanas pudo ver humanidad consigo, cuando venían a tratar sus heridas.
Y podría decir que le estaba tomando un ligero gusto, tenía su propia forma de enfrentarlo, tan sólo ella y su mente.
Quizás ponerse a divagar imposibles, recordar y repasar sus estudios de infante hasta ahora en una constante la volvería loca, al menos no hablaba consigo misma, bueno si pero sin emitir palabras.
No esperaba ser liberada hoy, mucho menos recibir la ansiada visita de su amada de la cual con sus recuerdos eran los que aún le mantenían una sonrisa en el rostro.
Estaba eufórica y tan feliz que no cabía dentro suyo, vería a Natasha y la abrazaría con todas sus fuerzas.
Ajena completamente de la calculadora directora quien tenía todo previsto.
Sería ella quien recibiría la invitada en persona...
Leonor acomodó su peinado en alto a la vez que ordenaba los archivos clasificados por colores como los marcadores en una perfecta fila.
——Llegó, ¿La hago pasar?——le avisan por el intercomunicador y una anticipada sonrisa se posó en sus labios
——Traela conmigo——dice ansiosa de ver sus resultados——dile que Verónica tuvo un percance
——Entendido——exclaman desde la otra línea
Y no demora en aparecer una preocupada pelirroja en la sala, escondiendolo con su característica expresión fría pero por dentro era un verdadero lío de nervios y terror de lo que le hubieran podido hacer a la joven Stark.
——¿Que quieres?——dice una vez que nota la ausencia de la castaña, debía planear algo, desconfiaba de esa mujer de sobremanera
——Mostrar la realidad de tu querida, simple caridad——sonríe ya a su lado
——No me interesa si viene de ti——gruñe al ponerse en frente y cruzarse de brazos mientras sus orbes parecen destilar chispas
——Sólo debes mirar——responde simple, al dejar correr las grabaciones de las cámaras de seguridad y la rusa quedarse absorta en cuanto sale Verónica en las pantallas
——Su primera noche——Exclama la mator, viendo su ya clara atención
La castaña queda a la vista cuando le encontraron la droga.
Leonor se fija en cada expresión de la pelirroja buscando cualquier signo emotivo que hable, sin éxito, era una agente rusa después de todo, no debía tomarla a la ligera por lo que debía jugar mejor sus cartas.
——¿Creés que son las acciones de una inocente inculpada?——indaga encarnando una pelinegra ceja, consiguiendo un pequeño avance por una minúscula mueca en el semblante ruso——Tan solo un par de días al salir del mes de reclusión——continua
Tras las convulsiones de las reclusas, la joven Stark sale hacia la enfermería, especiando otro platillo para dirigirse a una sala en especial.
——Envenenó cientos de reclusas——murmura sin despegar sus azulejos de ella, analizándola
Pudiendo notar como mordía el interior de su labio inferior con fuerza, ya la tenía en su mano.
——Ese día sí nos hubiéramos tardado cinco minutos más en tratar a la chica que torturó, hubiera muerto
——¿Tortura?——exclama Natasha casi sin voz mientras lucha por no creer en lo que las imágenes le muestras, se suponía que Verónica era su luz, la chica que la alejó del monstruo frívolo que era antes de conocerla y ahora verla convertirse en uno, era algo que no podía soportar, simplemente no quería asimilarlo aún con las imágenes frente sus ojos.
"¿Dónde estaba su dulce chica que le había mostrado la belleza de la vida?"
——Le inyectó una gran dosis de aire en su arteria principal, esta viva de milagro
——Ella no...——su voz carraspea y Leonor sonríe internamente con ello, había sido mucho más fácil de lo que había planeado y tan sólo faltaban algunos pasos para que esa despreciable mujer se alejara de su Verónica de una vez por todas
——¿Aún crees en su inocencia?——La ojiazul encarna una ceja——Es una psicópata nata, manipulan todo a la perfección para lograr sus horribles objetivos, luego muestran una sonrisa lo suficientemente convincente para cambiar los hechos——se mofa——Eso también explica su desinterés emocional ya que conmigo no ha sido la única con la que se ha involucrado, déjame decirte——sonríe arrogante, saboreando de antemano la gloria de su logro
Natasha no respondió, sólo salió a paso firme para encarar de una vez su complicación.
Se sentía rota y decepcionada de la peor forma por segunda vez. Había venido con la idea de llevarse a su amor de este infierno, sin pensar en lo de Fury, creyendo en su inocencia mientras se alejan para encontrar esa vida que alguna vez planeó con la menor, una vida en que sólo estaban ellas frente al mundo y tal como en esas películas melosas, amarse hasta el fin de sus tiempos...
Pero ya nada era así y ese cuento de hadas se había quemado por un demonio que nunca pudo ver, haciéndola aterrizar en una realidad en que su angel salvador era una bestia ruin que acabó con su mundo.
Verónica Stark siempre fue una ilusión y debía cortar el problema de raíz.
Mientras la azabache quedó conforme, preparando su café y disfrutar su función desde una buena vista.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Verónica no daba crédito a tener un Vis a Vis íntimo con su esperada y ansiada pelirroja.
Estaba demasiado ansiosa con todas esas mariposas dentro suyo revoloteando como la primera vez, sin ya pensar en nada más que la alegría de ver a Natasha como si todo lo sufrido hasta ahora pasara a segundo plano con tan sólo poder encontrarla.
Donde hasta podía vestir ropa casual y pintarse un poco, gracias a una pequeña ayuda por parte de Lilith.
——¡Metele dedo como si no hubiera un mañana!——Escucha el grito de Elena en cuanto se va
La llevan al sector trasero de la visita común donde quedó ante una gran puerta aislante, mientras su corazón ya no tiene espacio dentro de su pecho frente al frenesí de sus latidos.
Le pasaron una bandeja con toallas, su uniforme y preservativos, provocando una risa inconsciente.
——vamos que es mujer——le comenta al guardia, señalando los condones
——Venga te lo pones en los deditos y ya, entra——el hombre le da un ligero empujón
——Me encanta tu humor, Torres——sonríe Verónica para tomar el picaporte
Suspira ante toda su emoción golpeándola en una corriente en su estómago mientras sentía cosquillas ante el sinfínde mariposas revoloteandodentro suyo.
Mientras se envuelve en una alegría reconfortante y capaz de sanar cualquier tipo de mal.
Lo que fue arrebatado en cuanto vio su expresión llena de odio tal como con su hermano, la conmoción se apoderó de su anhelada felicidad, aniquilando su alma a quemarropa.
——¿Por qué lo hiciste?, ¿De qué te servía matarlo?——la oye y su corazón se termina de fragmentar con ello, mientras cualquier rastro de esperanza parecía escapar y sólo esfumarse con ello
——Yo no fui, Natasha——repite una vez más, abatida de hacerlo sin ser escuchada, mientras siente un nudo que no demoraría tornarse en llanto y lágrimas instalarse en su garganta hasta el punto de sentir náuseas y su estómago doler como su alma corazón
——Si me amas como dices deberías decir la verdad——La voz de Natasha se quiebra estando a milímetros de la histeria, eso terminó de romperla
——¡Lo que te digo es cierto!——Verónica se acerca inútilmente al Romanoff retroceder cuatro pasos a medida que daba uno
Tragando sus lágrimas y abatimiento en volver a hablar, buscando explicarse antes que Natasha desapareciera para siempre.
——Leonor lo hizo para traerme aquí——confiesa y Romanoff sabía perfectamente lo que diría, confirmaría sus sospechas de que esa mujer la maltrata aquí dentro pero ya no quería oírla y en parte con todo lo que ha escuchado y visto en ambas hasta le podría gustar el hecho.
"¿Y si en verdad le gustaba practicar el sadomasoquismo con Leonor?"
No sabía si sentir asco, rabia o dolor, sólo tenía la certeza que ya no creía en Verónica, estaba decepcionada y traicionada de las peores formas por la persona a quien más amo.
Ella se había convertido en su todo, en su alegría, en su amor, en su amiga, en su esperanza, en la salvadora de su oscuridad...
En su maldita vida... y todo era un maldito engaño.
——planea convertirme en una especie de un dramatizado humano perfecto...
——¿Es la mejor excusa que se te ocurre?——Natasha suelta una risa vacía, no quería seguir escuchándola
——Es la verdad ella——Verónica deja caer sus lágrimas sin más, recordando cada suceso como si le pasará en estos momentos, su pecho se oprimió en desespero como sus temblores que no pasaron desapercibidos por la rusa pero se negaba a verlo——me ha torturado para hacerlo, yo...
——no culpes a otros de tus crímenes——Natasha se acerca desprendiendo ira desde todos sus sentidos, ya no quería dejarse llevar por verla mal, eran tan sólo trucos de su parte, una farsa que quiso creer pese a todo el infierno que traía consigo, la Verónica Stark que amaba no existió jamas
——Es hora que pages por ello——dice entredientes la rusa mientras su colérica mirada se conecta a la suya, helando con ello su alma
——Nat——la menor solloza mientras las palabras de Tony al dejarla retumban en su cabeza, volviendo a enterrar las cuchillas en su alma peor que cualquier filo traspasando su carne——probaré mi inocencia——asegura sin voz, tratando de sonar lo más firme posible mientras lucha en no desmoronarse
——Tu caso ya está cerrado y nadie ya indagará en ello——responde Natasha traspasando su corazón con una estaca de frío agonizante, como su mirada——Te vas a pudrir aquí dentro y si llegarás a salir en cincuenta años, no tendrás ni un mísero sobrino que vele por ti——la pelirroja le dice fuerte y en seco mientras trata de que sus palabras la hieran dándose vuelta para no verla a los ojos y no ser ella quien se rompa en llanto mientras se arrepiente de todo lo dicho, pero ya estaba hecho y no había vuelta atrás
——Quizas mueras aquí y ojalá así sea ya que será lo mejor para todos
Termina de decir para salir dando un portazo dejando caer sus propias lágrimas al hacerlo, abatida, queriendo arrancar los amargos sentimientos de su alma de raíz y que ya no le duela tanto abandonarla de esa forma tan cruel, no podía tener sentimientos por la asesina de su amigo, eso sí era nefasto.
Menos por alguien de la que ya no reconocía y no sabia que esperar ya que Verónica no era quien siempre le aparentó ser.
——Me enamoré de quien no debía——exclamo para ella cuando ya estaba en su auto para no volver más, convirtiéndose en su adiós amargo
Para al otro lado de la conmoción Verónica quedó petrificada, secando sus lágrimas mientras retenía toda la lluvia de emociones que la carcomía, prometiendose no volver a llorar nunca.
La última persona que ama la hirió de tal manera que sólo quería olvidarlo, con ella se fue su esperanza del mundo, ya no tenía razones para luchar por su inocencia ni por conseguir su perdón.
Ahora sí estaba completamente sola y ya nada la unía con el afuera, no tenía por quién luchas, solamente estaba ella y no tenía que dejarse morir por ello, no les daría en el gusto a las malditas personas que la condenaron a este infierno, sobrevivirá consigo misma, ese es un hecho.
——Llévame con la directora——demanda al salir, haciendo que el guardia se ría en su cara
Leonor por su parte quedó sorprendida, avisando por el comunicador que la trajeran a su oficina de inmediato.
——Aceptare tus métodos sin protesta alguna——dice en cuanto quedan a solas, ya sin rastro de lágrima ni conmoción alguna, estaba decidida, ya le habían arrancado su corazón y alma
¿Qué más podía perder?
Sus ojos azules traspasaron los suyos con una intensidad que erizó su piel, ya estaba establecido no podía desistir.
——¿Qué quieres a cambio?, no te dejaré ir al cumplirme
——Sólo quiero respuestas y un mejor trato——dice la menor rápidamente mientras no se rebaja ante la intensidad de sus oscuros azulejos
——Hecho, pero antes necesito que desaparescas completamente de la sociedad, ¿Me entiendo?——Leonor encarna una ceja mientras se le acerca sin desconectar sus miradas
——puedes fingir mi muerte si así deseas, ya no me interesa que piensen ellos——dice Verónica más para si, tratando de convencerse a si misma con ello
Leonor sonrió al oírla, Verónica estaba dispuesta a todo para ella poder tomar sus palabras como una ley sin refutación, estaba en sus manos y ya nadie podrá quitársela.
——Tenemos un trato entonces——la pelinegra se acerca, rodeandol——-Desde ahora nos conoceremos muy bien-——susurra en su oído mientras una sonrisa se posa en sus labios
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro