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Cap.#6 "La ciudad más bizarra"

Habían pasado cuatro horas desde que mi registro en el Edificio Departamental se llevó a cabo. Desperté a las 10 a.m. debido a que no estaba cómoda, sentía una especie de ausencia en mi, tal vez era la realidad de no tener la costumbre de vivir sola. Tenía que aceptar la nueva vida, seguir adelante, y cumplir el propósito por el cual tomé la decisión. Me encargué de guardar las cosas que guardaba en mi mochila; Laptop, tablet, ropa, zapatos, libros, y otras cosas que tenia para sobrevivir. Desempaqué poniendo las cosas en su puesto, mientras lo hacia, me encargaba de explorar el nuevo hogar. La sala de estar era amplia, podías estar en ella al momento de abrir la puerta de entrada. La cocina estaba detrás a un lado derecho, también era amplia y muy linda, muy parecida a un estilo Londinense. El baño también era amplio, contaba con una bañera y una tina, el inodoro era común, pero tenia una tapa con decoraciones de plantas negras, Y la habitación era muy linda, tenía una ventana con cojines exactamente igual a la que tenia en Londres, esa ventana era tamaño promedio, al abrirla podía ver un balcón con escaleras, el apartamento era diferente a mi hogar en Londres a la vez, pero aun así era agradable. Ni muy grande como de costumbre, ni muy pequeño.

Tiempo después me sentía algo extraña, me duché y me cambié la ropa. Lavé el vestuario deportivo de la noche anterior para en alguna ocasión volver a usarla. Me sentía algo ansiosa, no había leído o estudiado algo, tal vez, solo necesitaba un poco de lectura y me tranquilizaría. Me vestí algo normal con un suéter gris y tomé una bolsa cruzada que guardé de Londres, en ella metí mi celular y la Katana por si acaso, guardé las llaves, salí del edificio y me dirigí a la biblioteca. Tenía ansias para ver que libros había y pensar en que podía estudiar en ese momento, caminé buscando la biblioteca mas cercana usando un mapa para nuevos huéspedes que colocaron en mi puerta esa mañana. Al encontrar el lugar, pude ver que era bastante grande, al entrar se podía percibir el olor de libros nuevos, era mucho mas grande a comparación del que se conservaba en la escuela, me acerque a la encargada de la biblioteca y después de tener el permiso camine hacia las repisas llenas de hojas engrapadas y libros, ya quería leer algo de todo ese universo, lo primero que me encontré era un libro sobre el ornitorrinco, así que lo tomé y lo leí tranquilamente en una de las mesas. Era muy interesante, es un mutante natural y tiene habilidades sorprendentes, después de leer por unos minutos pensé en mi padre, el estudiaba todo sobre ese animal. Entonces pensé que me hubiera gustado juntos investigáramos esto, una especie así tiene que estudiarse en persona, quien no querría ver un ornitorrinco en la vida real?
Entonces me di cuenta, estaba en Nueva York un lugar turístico muy visitado por la gente, un lugar donde se puede aprender mas cosas, donde se puede ver zonas populares en persona. Por experiencia propia.
Entonces lo afirme dentro de mi, cumplir al menos una parte de la promesa era una de mis prioridades más grandes, era una gran oportunidad. Puse el libro en su lugar y despidiéndome de la encargada salí del local con el mapa en mano, con el podría visitar todos los lugares turísticos posibles.

Visité el museo de Arte Moderno, el museo Americano de Historia Natural, las plazas de Brooklyn, Manehattan y Queens. Tambien visité el acuario, el Central Park y por ultimo vi la mas hermosa atracción, La estatua de la Libertad, cada atracción y zona eran hermosas, eran únicas e interesantes, lo mejor de las visitas era el hecho de conocer todo sobre lo que me estaban contando. Fue espectacular observar cada uno de esos lugares, solo los pude conocer en libros y en imágenes, pero el Director tenia razón, el conocimiento por experiencia propia era mucho mejor.
Disfrute la vista por un momento y luego caminé hacia el apartamento, a pesar de tener libertad y capacidad de ciertas cosas, nada quitaba el hecho de que sólo solo una adolescente, podía correr muchos riesgos en ese hermoso lugar. Me sentía bien a la vez, en mi mochila guardaba un par de estrellas ninja del museo de arte, las artes marciales también eran una prioridad.

Seguí caminando por la calle con dirección a mi edificio, mientras lo hacía un sonido proveniente de un auto me llamó la atención, al voltear observé como un auto se acercaba lentamente hacia una mujer acompañada de una niña, parecía ser su hija. El auto se movía de manera inusual por lo que me escondí para no correr riesgo. No despegue mi vista del auto, dos hombres habían salido tomando a la pequeña de los brazos metiéndola al auto. de pronto la niña dio un pequeño grito, su madre asustada se percató de que no estaba a su lado y el auto se movió como si nada. Un secuestro.

La mujer estaba muy alterada, no podía quedarme mirando, por suerte, tenía mi arma en la mochila. Salvaría a esa niña.
Corrí hacia el auto lo mas rápido posible y trate de pinchar una de las llantas, lancé una de las estrellas que había guardado del Museo, esta se pegó a un neumático haciendo que el aire saliera a descontrol, el auto no podía correr bien, por lo que chocó con un poste. Los hombres desconcertados, salieron rápidamente del auto con la niña dirigiéndose a un callejón. Si me adentraba ahí podía atacarlos mejor sin que ellos fueran testigos, entre sigilosamente en el callejón, ellos hablaban con la niña en sus brazos, por la espalda les noquee ninguno había visto nada, solamente la niña. Le indiqué que se tranquilizara y le tomé de la mano llevándola con su madre de regreso. La mujer aliviada, me agradeció por el servicio, no podían creer ninguna de las dos que "una joven adolescente fuera capaz de noquear a dos hombres". Le devolví el agradecimiento y me retiré de ahí. Algunas personas no me quitaban la mirada, pero no hice caso omiso. Solo seguí caminando.

Despues de caminar un poco más tomé la bolsa y de ahí saqué una manzana que había comprado en una frutería antes del museo, la comí mientras caminaba y me dirigí al apartamento, estaba cansada y sentía el sueño encima. Aun pensaba en aquella mujer y su hija, ya había sido testigo de un robo y un secuestro, sin duda la delincuencia no era de mi agrado, aunque, hablando sincera, el ayudar a esa niña fue una muy buena experiencia. Nunca en mi vida me hubiera atrevido a hacerlo, era demasiado cerrada.

Empezó a oscurecerse rápidamente, aún caminaba por las calles hasta que escuché vidrios rompiéndose, al voltear podía ver que eran los mismos hombres con los que me topé la noche anterior. No estaba a favor de la venganza, pero el ver como rompían ventanas para entrar a los edificios era una actividad que no podía aceptar. Robos, lo mas horrible que puede existir.
Los seguí sigilosamente escondiéndome en las sombras, esta vez, les miré por los techos. Como anteriormente lo hicieron, caminaban al rededor de las calles repartiendo objetos, se detuvieron en un callejón y decidí verles.

Hun: Deprisa inútiles! No tenemos toda la noche. -Les reprendió su líder, pero no cargaba nada, era algo molesto.

Fong: Si nos ayudara tal vez iríamos mas rápido. -Dijo algo molesto uno de sus integrantes.

Sid: Está seguro de que nadie nos verá por señor?

Hun: Claro que si, apresúrense. -Estaban por salir de ahí, tenia que impedir el robo, pero como? No pensé, dejé mi bolsa en el tejado y saqué la katana. Si pude salvar a la niña, también podría detenerles. Salté de ahí aterrizando justo frente a ellos, quería impedir que salieran.

Fong: Y esta que? -Exclamó uno de ellos por la sorpresa, el hombre de joyería expresaba mucha más seguridad, pareció reconocerme.

Hun: Vaya vaya, que tenemos aquí? Una linda princesa. -Dijo detrás de todo su grupo, parecía burlarse.

Sid: No que nadie nos vería, Jefe? -Preguntó con enojo el más delgado.

Fong: Un momento, no es la misma chica que atamos ayer?

Tsoid: Esperen, si es ella.

Sid: Por la que las tortugas llegaron! Es amiga de ellos. -Exclamó uno de ellos, tal comentario me sorprendió, ellos no eran mis amigos.

Hun: Que no les quedó claro? Vámonos, no nos hará nada.

Rose: Creo que deberían devolver eso, caballeros. No es correcta su actividad a todas horas del día.

Sid: Que está diciendo?

Hun: Así que literalmente tenemos a una princesa frente a nosotros, eh? Lo siento querida, tenemos que repartir esto.

Rose: Les pedí que lo devolvieran. No responderán como se debe ante una fémina?

Fong: No querrás que te pasemos encima, o si? Apártate.

Rose: Es decir, por que robar en casas de inocentes? Devuelvan eso y tal vez no llame a la policía. -Quería aparentar autoridad, ellos me daban algo de temor, pero debía enfrentarles, como sabría si en realidad soy fuerte o débil?

Hun: Eso fue una amenaza? -Preguntó el líder algo sorprendido y enfadado. - Aclaremos esto preciosa, nosotros somos los ladrones más poderosos de estas calles, todo esto nos pertenece, sólo por ser linda no te haremos daño pero tenemos una paciencia que se está acabando, te recomiendo que te vayas y sigas con tu vida antes de que ordene tu perdición. -Quería que me fuera, pero no lo haría hasta que devolvieran eso.

Rose: Y no entienden cuando alguien habla enserio? -Los tres ladrones borraron las expresiones de su rostro, seguido cambiaron a una expresión de enojo. -La policía los tiene buscando desde hace días, seria drástico que desaparecieran así como así. -Les advertí, tenia el celular a la mano, la cárcel era la mejor opción.

Tsoid: Cuida esa boca o la cerraré por ti. -Comenzó a acercarse el más grande y fuerte mientras chocaba un puño con la palma de su otra mano. Rápidamente saqué el Bo que tenia en mano golpeándole lo mas fuerte posible en el rostro como a una pelota. Le había noqueado.

Hun: Suficiente, atrápenla! -Los dos restantes corrieron acercándose, el tenor me había invadido, no sabía como responder, así que solo me dejé golpearles. A uno le golpeé de la misma forma que al anterior antes de una patada en el pecho y al otro mientras intentaba lanzar golpes los esquive cuando al fin se detuvo lo golpeé en el rostro y le tiré de las piernas con el Bo para dejarle en el suelo y así finalizar. Me sorprendí, enserio les había noqueado a los tres?

Hun: Y dices no ser amiga de las tortugas. -Dijo sarcástico el ultimo de ellos con una sonrisa.

Rose: Ya se metieron en demasiados problemas, mejor devuelve todo. -Le volví a insistir.

Hun: Quieres que dejemos de robar? No lo creo. -Parecía que ese hombre creía aún que bromeaba, pero no lo hacia.

Rose: Enserio cree que no llamaré a la policía? -Le aclaré indicando que no bromeaba.

Hun: llámame Hun, y no me interesan los policías, has lo que quieras. Dejaré estas cosas aquí al igual que a esos inútiles. -Caminó mientras hablaba hacia la salida del callejón que se encontraba a mi lado.

Rose: No hay honor entre ladrones? -Le pregunté siendo curiosa, no se respetaban ni siquiera ellos mismos.

Hun: Querida, son sólo tontos que me siguen por que necesitan un líder. -Y luego se fue. Llamé a la policía indicándoles sobre los artefactos que quedaron en aquel cellejon, debían devolverlos. Cuando la policía llegó sin presentarme me retiré, tomé mis cosas y caminando sobre el techo me dirigí a casa.

Después de eso, me fui a dormir. Estaba exhausta, al estar en la cama pensé en todo lo ocurrido en el día y aun estaba sorprendida, no podía creer que había noqueado a cinco hombres en total y que su líder huyera como cobarde.
Las tortugas al parecer hacían lo mismo, aquellos ladrones les mencionaron como si fueran sus enemigos, tal vez, no eran tan malos.

Tal vez defender a la gente era otra habilidad que no había desarrollado. El golpear a la gente no me satisface, lo que me satisface es hacer lo correcto e impedir lo incorrecto. Incluso en Londres defendía los derechos y justicias de los demás.

Hacer amigos, vivir la vida. Aún estaba en pie, algo de ello ya estaba progresando.
Era complicado, pero sabía que la promesa se cumpliría algún día.
Definitivamente, después de todo lo que había visto, esa cuidad era la mas extraña. Es muy hermosa, pero peligrosa también.

Algún día me daría cuenta de la delincuencia en la ciudad, en las noticias siempre indicaban muchas cosas y lo ocurrido ese día no era siquiera un cuarto de la mitad de todo.
Tal vez algún día algo bueno podría suceder.

Pero, bueno.
Ya veremos que pasa...

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