Cap. #47 "Despedida en Londres"
Era la misma mañana en la que Donnie me dió la sugerencia de ir a Londres en lugar de Nueva York. Nos encontrábamos preparando el vuelo que tendríamos, nos dirigimos al aeropuerto inmediatamente. Tenia que hablar con los encargados de la aerolínea para confirmar un cambio, asombrosamente lo logré.
Tomé el primer vuelo a Londres, Donnie se escabulló entre las maletas de los pasajeros para ir sin problema. Mi emoción aumentaba cada vez más, vería a mis padres de nuevo y la idea de que conocerían a mí novio eran datos que aumentaban el palpitar de mi corazón.
El vuelo duró casi 12 horas. Al llegar, eran las 7 p.m. en Londres. Aún el cielo no estaba completamente oscuro. Algo que nos permitía hacer lo planeado. Me dediqué a terminar el proceso del aeropuerto mientras que Donatello permaneció en el tejado. Cuando concluí, me dirigí donde él se encontraba.
Rose: ¿Donnie? -Pregunté por su presencia en el tejado.
Donnie: Aquí estoy. Hola. -Dijo amablemente.
Rose: Buenas tardes. ¿Disfrutaste del vuelo? -Pregunté amistosa.
Donnie: Fué una experiencia encantadora, excepto la parte donde los perros enjaulados trataron de atacarme, cuando me quedé dormido y me lamieron la cara y cuando casi me descubren. -Contaba cada cosa con sus dedos. -Pero, el resto fué hilarante. -Dijo con gracia. Suspiré. -Mientras estuviste ahí dentro, estuve viendo el paisaje. Es bastante tranquilo, en Nueva York hay ruido por todos lados.
Rose: Bienvenido a Londres. -Dije con una sonrisa.
Donnie: Que gusto estar en el lugar donde creciste. Es hermoso. -Dijo mientras miraba las calles, imité su comportamiento, era verdad, era hermoso. -¿Y bien? ¿Qué sigue? -Preguntó curioso.
Rose: Un momento. - Le detuve. Me miró.
Donnie: ¿Qué sucede?
Rose: Sólo... quiero apreciar esto por última vez. -Mis palabras provocaron su sonrisa y que al acercarse a mí, me tomó del hombro.
Donnie: Extrañarás este lugar, ¿Cierto?
Rose: Nunca tuve la oportunidad de apreciarla. -Dije sincera.
Después de unos minutos de observación a la ciudad, nos dirigimos de inmediato al primer lugar donde pensé que podrían estar mis padres. La mansión Harrison Blake.
Una vez llegando, Donatello no pudo contener su emoción debido a lo enorme que era la arquitectura y el terreno que abarcaban los jardines. Le pedí que recorriera ocupándose mientras que yo hablaría con la mujer que me daría respuestas. Anne, ama de llaves de la casa.
Anne: Señorita, que gusto verla por aquí. -Dijo sorprendida una vez que me abrió la puerta.
Rose: Buenas tardes, Anne. ¿Mis padres están dentro?
Anne: Me temo que no. Su padre no ha regresado de su viaje y su madre está en una conferencia en las afueras de esta ciudad.
Rose: ¿No tiene idea de cuando volverán?
Anne: Madeline Blake dijo que sólo estaría hoy y el día de mañana. Debido a la distancia, decidió hospedarse en un Hotel por ahí. -Frunci el ceño por un momento, pensé hasta que decidí preguntar.
Rose: ¿Sabe cuál es?
Anne: Waterloo H10, ahí está.
Rose: De acuerdo, entonces tendré que visitarla. -Entonces comencé a darme la vuelta.
Anne: ¿No prefiere quedarse? -Dijo haciéndole volver a mirarla. -Ya es de noche, no quisiera que se resfríe. -Le sonreí, siempre era muy amable.
Rose: Te lo agradezco, pero tengo que ir con ella. -Rendida, suspiró.
Anne: Entonces, que Dios te cuide en tu camino. -Asentí.
Rose: Buenas noches. -Asintió y cerró la puerta. Sabía exactamente donde estaba mi madre, sólo debía hacer una llamada.
Donnie: Rose, ¿Sabías que tienes un jardín privado de eventos? -Preguntó apareciendo frente a mí asombrado. Le sonreí.
Rose: Sí, lo sé. -Dije con la misma sonrisa.
Donnie: ¿Entonces... tus padres?
Rose: Mi padre no ha regresado de las conferencias. Por otro lado, mi madre se encuentra en las afueras, en un Hotel.
Donnie: ¿Enserio? ¿Por qué?
Rose: Al parecer también tiene conferencias que hacer.
Donnie: Entonces, vamos. Se oscurece rápido. -Asentí y comenzamos el camino hacia el hotel.
Tardamos un poco en llegar, pero, me atrevo a decir, que no fué nada incómodo o cansado. Por el contrario, nos permitió recorrer áreas de Londres que no conocíamos. Fué muy agradable.
Una vez llegando, permanecimos en el tejado, esperando. Llamé a mí madre, creo que sería la mejor opción.
Madeline: ¿Rose? -Contestó.
Rose: Madre, buenas tardes. -Respondí con el celular en mano.
Madeline: Oh, hija. Que gusto escucharte.
Rose: Madre, estoy en Londres. -A eso, pude sentir su sorpresa.
Madeline: ¿Estás aquí? ¿Dónde? -Preguntó.
Rose: Fui con Anne y me dijo que estarías en un Hotel. Debo decir, que ya estoy aquí.
Madeline: Justo voy en camino, sólo esperame un momento, ¿Quieres? -Asentí a pesar de que no me viera.
Rose: Estaré aquí. -Dije antes de colgar. Entonces sólo nos dedicamos a esperar.
Donnie: ¿Y bien? -Preguntó Donnie, estaba tan ansioso como yo.
Rose: Está en camino. -Dije antes de abrazarme a mí misma. -No puedo creer que enserio esté pasando. Conocerás a mí madre. -Le dije ansiosa.
Donnie: Lo sé. Estoy tan... emocionado que... ni puedo hablar. -Dijo titubeando.
Rose: Descuida, todo estará en orden. -Dije calmándole. Me acerqué y le besé la mejilla. Se sonrojó un poco.
Donnie: ¿Entrarás primero, no?
Rose: Así es. -Escuchamos un ruido, probablemente era ella. -Ahora vuelvo. -Dije antes de bajar del tejado hasta la ventana de mi madre. Efectivamente, ella apenas había entrado, una vez que me miró, se sorprendió y se acercó a la ventana para abrirla.
Madeline: Rose, Cariño. Que sorpresa. -Dijo al dejarme entrar, le abracé.
Rose: Madre. -Dije en el abrazo, me alegraba verla. Nos soltamos y me tomó de los hombros.
Madeline: Creí que estarías en Nueva York, cielo.
Rose: Bueno, quisimos venir a verte. Hay cosas que... aún no sabes. -Dije con la sonrisa. Me miró confusa.
Madeline: ¿Quisimos? -Confusa por la palabra en plural frunció el ceño. Asentí.
Rose: Puede que sea muy repentino, pero quiero presentarte a alguien. - Me acerqué a la ventana y llamé a Donnie, comenzó a bajar, mi madre al verlo quedó helada. Ayudé a mí novio a bajar y una vez estando de pie junto a mí, miramos a mí madre. Él parecía estar muy nervioso.
Madeline: Por Isabella. -Dijo aún helada.
Rose: Madre, recuerdas a... ¿Las tortugas que te mencioné?
Madeline: P-Por susuesto. Por lo que veo... Es una tortuga enorme. -Dijo verdaderamente sorprendida.
Donnie: Buenas noches, señora Harrison. Soy Donatello. -Se presentó muy nervioso.
Madeline: ...Y habla. -Dijo sorprendida.
Donnie: Le pediré que no se exhalte, no le haré daño. -Aclaró a mi lado esperando que no ocurriera algo malo. Sin embargo, mi madre le miró interesada.
Madeline: Permíteme... ¿Puedo examirarlo? -Preguntó algo insegura.
Rose: ¿Algún problema? -Le pregunté a Donnie, el negó con la cabeza.
Donnie: Ah, no. Adelante. -Entonces, mi madre se acercó y comenzó a verlo.
Madeline: No puede ser... -Decía mientras lo rodeaba y miraba. -Es una tortuga antropomórfica. Un humanoide. -Me miró. - Cuando mencionaste a las tortugas, confíe en ti por ser siempre honesta, pero nunca creí que podría verlo algún día. -Donnie confuso, la miró.
Donnie: ¿No le doy... miedo? -Preguntó extrañado.
Madeline: Descuide, estoy acostumbrada por ver experimentos que Connor hacia antes. Pero, esto es impresionante. -Dijo una vez que volvió a su lugar. -¿Por qué lleva puesto ese cinturón? -Me preguntó curiosa.
Rose: Madre, somos parte de un Clan de Ninjas. ¿Recuerdas? -Le aclaré.
Madeline: Lo siento, no lo recordaba. Interesante.
Rose: Madre, Donatello es una tortuga que es capaz de muchas cosas. Su inteligencia es tal que le ha permitido construir toda clase de inventos magníficos. -Ella pensó.
Madeline: Ya veremos si eso es verdad. -Dijo interesada.
Donnie: Adelante, puede hacer sus preguntas. -Respondió Donnie algo seguro pero nervioso a la vez.
Madeline: De acuerdo... Dime el concepto de Lectura.
Donnie: Comprensión e interpretación de palabras y mensajes.
Madeline: Explíca científicamente tu transformación a mutante.
Donnie: Siendo una pequeña tortuga bebé entré en contacto con una sustancia llamada mutágeno, capaz de alterar el código genético de un ser, al mezclarse conmigo y mi parentesco, algunos de nuestros genes se transformaron a los de un humano.
Madeline: ¿En qué consiste la mecánica?
Donnie: Movimiento programado en uno o más objetos.
Madeline: ¿Raíz cuadrada de 5,203?
Donnie: Un minuto, 72.1318237. -Mi madre alzó dos cejas.
Madeline: Impresionante, Joven Donatello.
Donnie: Gracias.
Madeline: Debo decir que me agrada. -Me dijo sin dejar de verlo. Suspiré algo aliviada.
Rose: Vaya, eso es una buena noticia. Por un momento creí que lo desaprovarías. -Confesé apenada. Me miró.
Madeline: Este es un descubrimiento importante, además, parecen ser buenos amigos, querida. Fué un buen detalle que te haya escoltado hasta aquí. -A eso, me incomodé. Sabía que era la señal que me indicaba que debía decirle la verdad.
Rose: Madre, ahm... Tengo que confesarte algo. -Me miró con atención. -Donnie y yo estamos... Saliendo. -A eso, borró su expresión.
Madeline: ¿Saliendo? -Donnie y yo nos miramos nerviosos. Le miramos a ella. -¿Cuando ocurrió? -Preguntó seria.
Rose: Desde antes de que yo viniera a Londres con ustedes. Lo lamento. -Calló por un momento. -¿Te molesta que estemos...? -Quise preguntar, pero me interrumpió. Al parecer no le agradó la noticia.
Madeline: Es muy repentino. Sólo necesito un momento para pocesarlo, hija. El joven me agrada, pero... no lo puedo creer. -Dijo provocando un poco de pena en mi. Donnie confuso, decidió hablar.
Donnie: ¿Recuerda que mencionó lo acostumbrada que estaba de ver experimentos? -Ella le miró.
Madeline: No es por usted, Joven. Es por ella. -A eso, ambos nos confundimos. -Nunca creí que se enamoraría.
Donnie: Créame, yo tampoco. -A eso, le miré.
Rose: Donnie. -Dije indignada, él me sonrió nervioso. Miré a mi madre. -No quisiera molestarte, madre. Pero, ¿Cuándo crees que podríamos ver a mi Padre? Para hablar con él de esto. -A eso, sólo me miró confusa.
Madeline: Creí que ya lo sabías. -Dijo aún de la misma forma. Donnie y yo fruncimos el ceño. -Creí que por eso estaban aquí.
Donnie: ¿A qué se refiere? -Ella se sentó, me miró.
Madeline: Tu padre... Falleció. -Al escuchar, entré en shock.
Rose: ...¿Qué? -Dije esperando no haber escuchado.
Madeline: Estaba por mencionartelo, pero cuando dijiste que estabas aquí, supuse que lo sabías. -No pude hablar. Era ciertamente imposible.
Donnie: Rose, deberías... -Dijo al poner su mano en mi hombro haciendo que me sentara en lo primero que había detrás de mí.
Rose: No es posible. No puede ser verdad -Dije esperando una respuesta positiva, pero sabia que mi madre no mentía, lo cual me provocó más alteración.
Madeline: Siento decirlo, pero así es. -Negué con la cabeza. Donnie me tomó de un hombro.
Donnie: ¿Cómo sucedió? -Preguntó Donnie.
Madeline: Hace dos días, Connor estaba en su última conferencia. No regresó a su vuelo de regreso. Al parecer en medio de la conferencia tuvo un paro cardiaco y no volvió a despertar. -Parecía contener las lágrimas, mi furia comenzó a surgir.
Rose: ¿Un paro cardiaco? Mi padre estaba sano. -Dije grandemente inquieta, esperaba una buena explicación. Ella suspiró.
Madeline: Querida, el planeaba dejar la compañía para tener lo que merecíamos.... una familia. -Una lágrima salió de su rostro y su voz comenzó a entrecortarse. -Hizo lo posible por... lograrlo, el estrés lo mató. Te dió la oportunidad de conocer Brasil para que vivieras tu vida, estaba preocupado por ti. Siempre hablaba de ti... de nosotras. -Mire la nada, cuanto anhelaba que ese momento fuera irreal.
Donnie: ¿Qué hay del cuerpo? -Preguntó Donnie a mi lado. Mi madre se limpió una gota y suspiró soportando su dolor.
Madeline: Desgraciadamente, aún no sé nada. No podemos transportarlo hasta aquí, son normas. -Fruncí el ceño.
Rose: Un momento... ¿Qué hay de la compañía? -Pregunté. Si mi padre no había completado su despedida, entonces algo más estaba por venir. Mi madre me miró casi suplicándome por no hacerle esa pregunta, pero contestó.
Madeline: Tu padre no completó las conferencias, por tanto, aún debemos trabajar en ella. -Fruncí más el ceño. -Es decir, que ahora yo estoy a cargo. Connor hace años decidió dotarle su cargo a su primogénita, pero al no tener la mayoría de edad, entonces significa que soy la primera sucesora. -Dijo entre palabras intentando no decirlo. Mi furia aumentó.
Rose: ¿Estamos atrapadas en esa empresa? ¿Qué hay de tu empleo con el Grafeno y nuestros planes familiares? -Pregunte sin contener el vómito verbal. Donnie se unió.
Donnie: ¿Ya no se mudarán? -Mi madre volvió a suspirar.
Madeline: Cielo, lo lamento. -Dijo antes de llorar y volver a mirarme. -No podemos renunciar a la compañía, es mi responsabilidad hacer lo que tu padre habría querido para ella. Tenemos que quedarnos... en Londres. -Dijo finalmente, no era posible. Negué con la cabeza.
Rose: No... -Dije en un susurro mirando la nada. Se creó un pequeño silencioy entonces ella volvió a hablar.
Madeline: El funeral será en la mañana. Creí que por eso estabas aquí. -Su celular vibró. -Ah... No. -Dijo limpiandose. Miró su aparato y se levantó. -Al parecer debo regresar, otra conferencia. -Se acercó a su puerta. -Hablaremos de esto después, pueden quedarse en la mansión mientras me encargo de esto. -Dijo un poco más tranquila. Suspiró. -Buenas noches y... Lo lamento. -Dijo verdaderamente herida antes de irse. Permanecí en shock.
Era terrible. Estaba devastada. No podía imaginar la realidad de que mi padre estuviera muerto. Él había sido la segunda persona en el mundo que me comprendía además de Donatello. Él merecía una vida normal tanto como nosotras, pensar en su ausencia era... penetrante. El poco tiempo que habíamos pasado juntos me era suficiente para partirme el corazón.
El dolor era terriblemente fuerte, como si algo mantuviera presión en mi abdomen, quitándome la respiración. No podía pensar, no podía razonar. Sólo imaginaba lo terrible que sería la vida sin un padre... Aunque no hubiera estado con él en el pasado.
Donnie: Rose. -Dijo Donnie al poner la otra mano en mi otro hombro. Suspiré.
Rose: ¿Cómo pudo... pasar esto? No merecía la muerte. Tanto esfuerzo por llegar a meta y ahora... estamos más perdidos que antes. -Dije liberando lágrimas. El dolor era insoportable.
Donnie: Lo lamento. -Dijo apenado. Suspiré cerrando los ojos.
Rose: No hay nada que lamentar. -Le miré. -Tu no lo mataste. -Dije antes de volver a ver la nada. Él se colocó frente a mi poniéndose sobre sus rodillas para verme a la misma altura, entonces me abrazó.
Donnie: Saldrás de esta, todo estará bien. Lo prometo. -Dijo provocando mis lágrimas, le correspondí el abrazo y sollocé en él.
Así como mi madre lo dijo, nos dirigimos a la mansión, Donnie se escabulló por mi habitación. Sólo así podía entrar sin ser descubierto. Le pedí a la servidumbre de la casa que se tomaran un descanso esa noche y el día siguiente, así me aseguraría de que Donnie no fuera descubierto.
Nos encontrábamos en mi habitación justo después de hablar con la servidumbre y asegurarme de que se fuera. Donnie me miraba muy preocupado.
Donnie: ¿Listo?
Rose: Así es. Ahora no hay nadie en esta casa más que tu y yo. -Dije con una rápida sonrisa falsa. -La habitación de huéspedes está aquí a un lado, puedes dormir ahí, hay libros y una computadora en caso de que no te sientas cansado. -Algo confundido y preocupado, me miró.
Donnie: ¿No quieres que me quede contigo?
Rose: Creí que querrías conocer el lugar. Por eso pedí que lo desalojaran. -Aclare aún lastimada.
Donnie: Eso no importa, no puedo dejarte sola. No en el estado en el que estás. -Dijo firme. Negué con la cabeza liberando una pequeña lágrima. Pasé saliva, un nudo en la garganta estaba por arruinar mi voz.
Rose: Lo siento. No sé como... Actuar, como hablar.... Como reaccionar al resto de las cosas al tener ésta presión. -Le miré. Suspiré y volví a ver el suelo. -Sólo... No sé que sentido darle a este lugar. -Entonces me tomó del mentón y levantó mi rostro haciéndome mirarle.
Donnie: Te entiendo. -Dijo mirándome a los ojos. -Y te voy a ayudar. No te dejaré aquí sola en esta hermosa habitación. -Dijo con gracia, más no reí. -Yo debo protegerte. -Dijo antes de abrazarme. Me dejé soltar las lágrimas, me sentía terriblemente mal.
Rose: Es bueno tenerte aquí. -Dije sin concluir el abrazo.
A la mañana siguiente, mi madre me mandó la ubicación donde sería el funeral. Por obvias razones, tenía que ir.
Me vestí con prendas totalmente oscuras, mientras me daba los últimos retoques, Donnie me miraba algo inconforme por mi decisión.
Donnie: ¿Estás segura de que quieres asistir? -Preguntó sentado en la cama.
Rose: Tengo que hacerlo. No puedo desamparar a mí madre en ésta situación. -Dije sincera, internamente estaba nerviosa, supuestamente vería al resto de mi familia.
Donnie: Lamento que no pueda estar contigo durante el funeral. -Dijo apenado.
Rose: Descuida, nadie de la servidumbre vendrá así que puedes proteger la mansión y explorarla. -Se levantó y se acercó a mí. Volteé para mirarle.
Donnie: Lamento no poder estar contigo. -Dijo antes de tomar mi mejilla derecha, como yo, estaba triste. Con mi mano derecha le tomé su mano sin separarla de mi rostro. Liberé una lágrima.
Rose: Ya estás aquí. -Mi voz se entrecortó. Volví a llorar, me abrazó.
Mi madre pasó por mi a la mansión en el auto de nuestro chofer, ambas permanecimos calladas en el camino. De las dos, ella era la que más sufría por dentro. Era obvio.
El tiempo fúnebre fué horrible, sentía las horas pasar eternamente. La presión en mi alma podía sentirla más fuerte que antes, lo mismo le sucedió a mí madre y a quienes nos acompañaban. Oramos con un pastor y el señor Griffin dirigió unas palabras a mí difunto padre, su discurso entre sollozos me conmovió. Definitivamente, era su mejor amigo.
Había muchas personas presentes, mayormente adultos. Debo aclarar, que su presencia me inquietaba. ¿Por qué? Por que esa, era mi familia, el resto de mi familia. Nunca en la vida les había visto, me llenaba de rabia el saber que sólo nos reunimos ese día... El funeral de Connor harrison.
Al finalizar con la despedida del cuerpo que no podíamos ver, todos se retiraron a excepción de los señores Griffin Scott. Ellos, eran nuestra única familia.
Hayley Scott: Madeline, cuanto lo siento. -Dijo la señora Griffin al abrazar a mí madre. Verla, me estremeció, recordé que Justin también estaba... muerto.
Madeline: Les agradezco a ambos, por asistir. -Les dijo mi madre aún con las lágrimas en su rostro. Soltó a Hayley y entonces Christian Griffin también le abrazó.
Christian Griffin: Te prometo, Madeline, que haré hasta lo imposible por honrar su nombre y apellido mientras la compañía esté en pie.
Hayley: Rose, querida. -Me abrazó. -Lamento que tu visita a Londres sea por este triste motivo. -Sorprendida en mis adentros, le correspondí. Estaba confusa, creí que me odiaba por "asesinar" a su hijo.
Rose: Señora Griffin... -Intenté hablar, pero me interrumpió. Me miró con una sonrisa y lágrimas en el rostro.
Hayley: Descuida, nunca me molesté contigo. -Dijo comprensiva. -La partida de Justin nunca fué tu culpa. -Me soltó, mi madre se colocó a mi lado.
Christian Griffin: Comprendemos su dolor, pero, debo decirles que son muy valientes, nosotros nunca tuvimos la suficiente fuerza para crear un evento como éste. No podemos aceptarlo aún.
Madeline: Griffin, enserio lo siento. -Dijo mi madre apenada.
Christian Griffin: Sé que todo tiene una razón. Y mi hijo siempre creyó en la vida despues de la muerte.
Rose: Él era un gran chico. -Dije algo melancólica.
Christian Griffin: Hay que aceptar que ambos están a salvo, en un mejor sitio.
Hayley Scott: Pero, olvidemos esto... No queremos amargarnos. -Mi madre mostró una sonrisa falsa fugazmente. -¿Les gustaría que les invitemos algo?
Madeline: Ah, no. Se los agradecemos mucho, pero debo hablar de algunas cosas con mi hija.
Hayley Scott: Oh, es verdad. Ahora ustedes se deberán encargar de la compañía.
Christian Griffin: En ese caso, tal vez otro día lo volvamos a intentar.
Madeline: Cuando les apetezca, estaremos ahí.
Rose: Fué un gusto volver a verlos a ambos. -Dije con una sonrisa. Ambos nos abrazaron y finalmente nos despedimos.
Mi madre y yo regresamos en el auto de nuestro chofer de camino a la mansión, durante el recorrido, ella decidió hablarme.
Madeline: Querida, ¿Qué harás Ahora? - Le miré confusa.
Rose: ¿A qué te refieres, madre?
Madeline: Te conozco, sé que estas reflexionando. ¿Qué decisión tomarás? -Tenia razón, estaba decidiendo. Suspiré.
Rose: Creo que es simple. Debo quedarme aquí en Londres. -Me miró. -Después de todo, somos las nuevas propietarias de la compañía. -Me dediqué a colocar el codo en la puerta del auto y a permanecer mirando por la ventana.
Madeline: Rose, puedo encargarme de la compañía sola. -A eso fruncí el ceño.
Rose: ¿Sola?
Madeline: Querida, debes volver a Nueva York.
Rose: ¿Qué? Pero, ¿Qué hay del testamento de mi padre? Y nuestros planes de ser una familia... Tan sólo nosotras.
Madeline: Tu padre escribió un testamento hace años, pero te aseguro que si estuviera aquí justo ahora, me pediría que lo revocara.
Rose: Madre, me quedaré aquí.
Madeline: No. -Dijo firme. Le miré callada. -Vas a regresar. Tienes mucho que cumplir antes de entrar a la universidad. -Negué con la cabeza.
Rose: ¿Por qué?
Madeline: No dejaré que te encadenes conmigo a esto. Tienes mucho que vivir y comprender. -Sorpresiva le miré, no podía creer que esa respuesta viniera de MI madre.
Rose: Creí que estarías en contra de mi regreso como hace tiempo. -Dije curiosa.
Madeline: Te restringi de todo eso antes, pero ahora te pido que no te alejes de la oportunidad. -A eso, miré por la ventana y permanecí en reflexión. Estaba algo molesta, pero confundida. -Reservé un vuelo mañana. Tienes que regresar y cumplir lo que prometiste.
Rose: Supongo que debo aceptar. -Dije rendida. Le miré. -No quisiera abandonarte. -Dije algo preocupada.
Madeline: No lo harás, se que todo saldrá de maravilla. Confío en ti.
Rose: Espero tengas razón.
Madeline: Hija, tu padre... -Le miré. -Antes de ir a su último viaje, me dió algo que me pidió que te diera. Es un regalo.
Rose: ¿Un obsequio de mi padre?
Madeline: Lamento no haberlo recordado, le pedí a Anne que fuera a dejarlo en la mansión.
Rose: Pero, madre. Donatello está ahí.
Madeline: Sólo le pedí que lo dejara en el salón, descuida. -Entonces, permanecimos en silencio hasta llegar a la mansión.
Mi confusión estaba en un nivel muy alto, ¿Por qué mi padre me daría un obsequio? Por obvias razones, tenía curiosidad de lo que era. Mi padre siempre me impresionaba con su conducta, incluso después de la muerte.
Al llegar a casa, entramos sólo mi madre y yo. Parecía estar vacío, me preocupé por Donatello.
Rose: ¿Donnie? ¿Te encuentras aquí? -Pregunté en voz alta mirando hacia las escaleras, entonces pudimos escuchar como se tropezó y comenzó a caer por las mismas hasta el primer piso frente a nosotras.
Donnie: ¡Rose! -Dijo al estar en el suelo. Le ayude a levantarlo.
Rose: ¿Te encuentras bien?
Madeline: ¿Dónde estaba joven Donatello?
Donnie: Yo... Estaba en la computadora de la habitación de huéspedes. Hace rato escuché que alguien entró y ahora que ustedes entraron me preocupé de nuevo.
Rose: Era Anne. -Aclaré.
Madeline: Le pedí que viniera a dejar algo. ¿Lo viste? -Donnie asintió.
Donnie: Sólo entró con una caja y la dejó en... esa habitación. -Dijo señalando a nuestra derecha, era el salón. -Después, sólo se fué.
Madeline: Excelente. Pasemos al salón. -Dijo antes de caminar hacia allá, Donnie y yo permanecimos detrás de ella.
Donnie: ¿Estás bien? -Preguntó mientras caminábamos.
Rose: Fué muy deprimente, pero... Al parecer mi padre me dejó una clase de obsequio. -Dije en un susurro. Alzó las cejas.
Donnie: ¿Enserio? Interesante. -Seguimos caminando y entramos, Donnie se asombró al entrar, supuse que no exploró absolutamente nada.
Madeline: Aquí estás. -Dijo al ver la caja, Donnie y yo nos miramos confusos. -Rose, hija. Esto es lo que tu padre te quiso obsequiar. -Dijo antes de mover la caja, entonces, extrañamente comenzó a moverse sola, se cayó a un lado y dejó salir algo que nunca creí ver en persona. Un lince ibérico cachorro. Donnie y yo permanecimos perplejos ante la hermosa y pequeña bestia. Igualmente, la nostalgia comenzó a surgir, siempre hablaba con mi padre sobre los animales que quería conocer, definitivamente, me entendía en absoluto.
Donnie: Un lince ibérico, ¿Cómo pudo el señor Harrison conseguirlo? -Dij o Donnie asombrado.
Madeline: Él hizo muchos viajes durante las conferencias, tiene contactos alrededor del mundo y no se le complicó en absoluto conseguir uno.
Rose: Mi padre dijo que lo conocería algún día, nunca pude haber imaginado esto. -Me incliné para ver al cachorro, era precioso. Se acercó y me miró curioso.
Madeline: Es una hembra, no tiene nombre. Fué rescatada de cazadores de fortuna.
Rose: No puedo creer que te esté viendo. -Le dije a la pequeña. Parecía temerosa. Me puse sobre mis rodillas y acerqué mi mano. La olfateó y luego proseguí a acariciarle. Era muy suave, parecía estar acostumbrada a los humanos.
Donnie: ¿Cómo la llamarás? -Preguntó curioso. Tomé al Lince para verla bien y entonces suspiré.
Rose: A mi padre le fascinaba llamar a los animales por su nombre científico. -Pensé. -Lynx, te llamarás Lynx. -Le dije a la cachorra, sólo me miró.
Donnie: Será una gran compañía.
Madeline: Claro que si. Donatello, ¿Podría permitirme un minuto? -L e pregunto provocando su sorpresa.
Donnie: Claro, por supuesto. -Respondió algo nervioso.
Rose: Ojos ámbar, que hermosos. -Le dije mientras la acariciaba. Mi madre y Donnie se alejaron un poco, no puede escuchar con atención.
Madeline: Joven Donatello, tengo que hacerle una petición.
Donnie: Claro, la escucho.
Madeline: Ya hablé con ella hace un momento, les reserve un vuelo de regreso a Nueva York.
Donnie: Luego ella se molestó, ¿No es asi?
Madeline: No está de acuerdo, pero sabe que no tiene opción. No dejaré que se esclavize en la compañía como lo solía hacer en la escuela.
Donnie: ¿Cuál es su petición?
Madeline: Cuidela. Por favor. No la deje sola, la conozco y sé que se adentrará a lo más profundo de su sufrimiento sin su padre.
Donnie: Si, también lo estoy deduciendo. Pero, un momento, creí que no aceptaría nuestra relación.
Madeline: Le seré sincera. Como la madre que solia ser, le recomendaría que consiguiera algo mejor. Sin embargo, debo aceptar que nunca se interesó en nadie anteriormente a pesar de los fallidos intentos del resto. Nunca le había visto tan cómoda junto a una persona. Así que, hágame el favor de cuidarla.
Donnie: Puedo sonar como un puberto sin experiencia. Pero, yo amo a su hija y lo haré.
Madeline: Es notable, joven. Y le agradezco.
A la mañana siguiente, efectivamente salimos al vuelo de Londres a Nueva York. Despedirme de mi madre fué muy duro. Donatello permaneció en el área de equipaje del avión junto a Lynx, así que durante el viaje, todo fué difícil.
Sin mi padre, sabiendo lo que perdimos, estaríamos perdidas.
No podía soportar la idea de que tal vez yo pude haber hecho algo al respecto. Me sentía terrible, cada momento empeoraba conforme avanzaba el tiempo.
La llegada, sumamente fué más difícil. Ver la ciudad, me recordaba totalmente a él, nuestro viaje a Nueva York, y su ida de regreso a Londres. La comunión familiar que tuvimos una semana antes de su retorno. Recordar esos pocos momentos, era como apuñalarme con una estaca una y otra vez.
Fuí totalmente débil. No podía dejar de llorar y sollozar por la pérdida. Donnie no hacia más que permanecer a mí lado.
Teníamos que llegar primero a las alcantarillas, Splinter estaría molesto. Teníamos que explicar. Dejamos a Lynx en mi apartamento junto con el equipaje, seguido de eso, nos dirigimos a las alcantarillas.
Entramos, las tortugas presentes nos notaron.
Mikey: ¡Donnie! ¡Volviste! -Dijo Mikey llamando la atención del resto.
Leo: ¿La pasaron bien? -Donnie y yo nos vimos. En eso, escuchamos una estruendosa voz.
Splinter: Donatello. -Era Splinter molesto, salió del Dojo y nos miró frunciendo si ceño. -¿Qué tienes que decir en tu defensa?
Donnie: Sensei... Yo... -Le tomé del hombro calmándole, suspiré.
Rose: Mi padre, murió. -A eso todos borraron su expresión. Nadie dijo absolutamente nada, no sabían que decir. Después de todo, ¿Qué puedes decirle a alguien que esta de luto?
Splinter: Entren al Dojo, ahora. -Ordenó serio, más no molesto. Asentimos y pasamos.
Finalmente, le explicamos lo sucedido. Dijimos toda la verdad. Al principio, parecía no estar a favor, pero después, lo tuvo que aceptar.
Splinter: Me desobedecieron deliberadamente, en especial tú Donatello. Pero, por lo que veo, gracias a ti, Rose pudo volver del viaje y contarnos sobre lo sucedido.
Donnie: Lamento haber desobedecido, Sensei. No podía dejarla ir.
Splinter: Hablaremos de eso más tarde. -Entonces me miró. -Rose, lamento tu pérdida. Pero, te tengo una pregunta. - Le miré. -¿Por qué no te quedaste con tu madre?
Rose: Ella insistió en que regresara, me reservó el vuelo. No tuve elección. -Donnie colocó su mano sobre la mía.
Donnie: Lo hizo por una razón, debe querer lo mejor para tí.
Splinter: Exactamente, tu madre tampoco debe estar en un buen estado. Tomar una decisión tan fuerte es algo que sólo una mujer de carácter haría.
Rose: Pero, no lo entiendo.
Splinter: Lo entenderás. Por ahora, ¿Qué piensas hacer?
Rose: Yo... sólo quiero descansar. -Dije al mirar el suelo. Pude sentir como padre e hijo se miraron.
Finalmente, Donatello me llevó a mí apartamento. Le agradecí por su compañía y entonces me quedé sola con la compañía de Lynx.
Me sentía... mal. Podia sentir el corazón pesado, era cómo si se me dificultara respirar.
Perder a un ser querido, es una etapa sumamente difícil. Eres capaz de sentir la ausencia de la persona y cada segundo que pasa es más la forma en la que se extraña.
Desgraciadamente, eso no puede revocarse. Uno se siente indefenso sin un padre y culpable por no hacer nada al respecto. Todos queremos hacer algo, sin embargo, no hay nada que se pueda hacer.
Pero, bueno.
Ya veremos que pasa...
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