Cap.#3 "La llegada"
En tan solo una duración de cinco horas y 23 minutos, llegamos a Nueva York. La conocida como "La gran manzana"
Por fin, al pisar el suelo Neoyorquino, me sentía... No sabía cómo me sentía. Solamente me era notoria una presión en el pecho. Desde dónde estacionaron el jet, se podía ver la hermosa estatua de la libertar a la perfección, al igual que el océano, era la primera vez que miraba tanta agua.
Durante el vuelo, me había encargado de leer cómo siempre. En casa por fin había podido elegir un libro para empezar a descubrir en persona algo que yo sabía perfectamente. Los animales, me fascinaban, en verdad. Y nunca ví uno, ninguno de cerca. Creía que sería algo bastante bueno empezar por ahí.
También leí muchas cosas sobre la ciudad y solamente por curiosidad, los libros que mis padres escribieron años atrás, me interesaba más el de mi padre ya que de enlazaba muy bien con mi libro. "La biología de las especies, por Connor Harrison y Christian Griffin" era increíble. Pero no daré detalles sobre él, ya que el título dice suficiente.
Saliendo del Jet privado, una camioneta contactada por mi madre nos recogió junto con todas nuestras maletas. Según yo, una mudanza consistía en llevarte todo lo que tienes en casa incluyendo los muebles, pero aparentemente, en Nueva York ya teníamos un hogar gracias a Bryanna.
Bryanna... Era un lindo nombre. Me preguntaba muchas veces, si al menos ella me conocía o si alguna vez escuchó de mí. Tenía curiosidad por sus padres, que en teoría serían mis tíos. Y si era posible conocer al resto de la familia. Muchas dudas surgían por mi cabeza.
Durante el camino memoricé el recorrido desde el aeropuerto hasta la casa de Bryanna o más bien... Nuestra nueva casa.
Debo decir que estaba algo retirado, pero no fué difícil memorizar. Bueno... quizá un poco. Pero me era un avance aprender la zona en la que empezaría a vivir.
Una vez viendo toda la ciudad en el recorrido, la promesa ya no sonaba tan mal cómo en el momento de la propuesta, el encanto de Manehattan ya me había atrapado. Ahora, quería cumplir la promesa del señor Director.
Al llegar al apartamento, mis padres hablaron con una joven en la entrada.
Era muy bella, cabello ondulado rubio ligeramente pintado con mechas azules, basándome en su figura y rostro parecía de aproximadamente 25 o menos de 30 años de edad.
Era algo baja de estatura con tacones altos refinados, poseía un tatuaje en el brazo derecho de un tarro con cerveza, y portaba vestimenta empresarial fina.
Su apariencia era muy bien presentada, pero por aquel tatuaje... Comencé a creer que era una mujer algo vulgar o maleducada. Es decir, aparentaba intentar todo lo posible para parecer de nuestra clase. Una vez había leído que la gente de Nueva York es un poco extraña comparada con las de Londres, hablando en modales o en conductas.
Para mala suerte, me enteré de que esa joven rubia era nadie más que, Bryanna. Y debo decir que una culpa se hizo presente en mí. Que vergüenza, había pensado muy mal de ella siendo mi familiar.
La casa era pequeña a comparación de la mansión. Bueno, era obvio. Un lugar de dos pisos, color gris por fuera. Entrando por la puerta principal, podía notarse primero que nada, el piso de madera y los sofás marrón. Detrás, la cocina blanca y un comedor para cuatro personas. Al lado de todo ésto, unas escaleras igualmente de madera que guiaban al segundo nivel dónde se encontraban tres habitaciones.
Cuando llegó su momento, subí a conocer mi respectiva habitación. Tenía casi la misma apariencia que la que dejé en Londres, era más bien, una versión más pequeña. Contaba con una ventana doble con sillón, un escritorio, un librero y una cama individual.
No era mucho, pero me era suficiente. Mientras tuviera un librero y un escritorio, todo estaba en orden. Quizá no eran los mismos lujos de Londres, pero no me importaba mucho.
Mientras desempacaba, pude escuchar claramente que Bryanna tenía su habitación ahí mismo, pero que no viviría con nosotros unos días. Al parecer quería vivir un tiempo con su prometido. Vaya, era muy joven y ya estaba por casarse.
Por un momento recordé que el libro de animales no estaba en mi maleta y que la había olvidado en la camioneta, estaba a punto de irse, así que corrí lo mas rápido posible y lo tomé antes de que el chófer se percatara.
Entré a casa de nuevo ansiosa por comenzar a crear un itinerario, comencé a subir por las escaleras a mi habitación y mientras caminaba por las mismas, mi madre decidió llamarme.
Madeline: Rose, ¿A dónde te diriges? -Me preguntó de golpe. Fué tan rápido y extraño, que no creí haberla escuchado. Me quedé un segundo y dí un paso más. -¿Rose? -Volvió a llamar. Le miré algo confundida. -Te hice una pregunta, cariño. -Preguntó amable. Era extraño que me hablara, así que respondí con tono extrañado.
Rose: A... Mi habitación, madre. -Le dije lentamente confusa.
Madeline: Rose, acabamos de llegar a Nueva York y ¿Ya quieres aislarte a tu escritorio de nuevo? -Mencionó calmada, solo intentaba ser amable. La miré confundida aún, esa conducta no era muy habitual. -Por favor cielo, quédate a cenar con nosotros al menos. -Agregó amable una vez mas.
Rose: Claro... Necesito dejar el libro, sólo...
Madeline: Puedes dejar el libro en su lugar y vienes a cenar enseguida. -Respondió interrumpiendo. Asentí aún extrañada.
Rose: Si, madre. -Me dirigí al cuarto rápidamente y volví como se acordó. Bajé y me senté frente a mí padre.
Madeline: Hoy hice algo muy especial, y mientras cenamos, nos puedes contar a Connor y a mí que es lo que estas estudiando con tanto entusiasmo. -De nuevo, volví a sorprenderme. Ellos nunca tenían interés en lo que estudiaba, debido a la confianza que tenían en mí. Ambos me miraban atentos, nunca, en años, había presenciado tales rostros.
Mi madre sirvió la cena y procedimos a comer. No volvieron a preguntar nada. Al terminar de cenar estaba por recoger mi plato cuando mi madre decidió volver a conversar.
Madeline: Entonces, platicanos. -Dijo mi madre volviendo al tema anterior. Ya lo había alvidado, tampoco me era costumbre hablar con ellos. Así que solo la miré y con confusión respondí.
Rose: ¿Qué dice, madre?
Madeline: Cuéntanos que has estado estudiando. -Insistía mientras recogía los platos ya vacíos. Pensé por un momento mi respuesta sin dejar de mirar a ambos. Mi madre se volvió a sentar y recargó su rostro en su muñeca.
Rose: Bueno, he estado estudiando sobre este lugar y sobre otros países. -Respondí aún sorprendida.
Madeline: Tu inteligencia da para más, ¿Estás segura de que sólo eso estas leyendo ahora? -Mi madre era una mujer exigente y segura, siempre se exigía con más por qué conocía su capacidad individual, pero a su hija, a quién también le conocía esa capacidad, era obvio que exigía más. Pero, también era muy observadora, así que no podía mentir con que eso era lo único que estudiaba.
Rose: Pues... También he estudiado sobre animales que podría ver en persona. -Al mencionar esto, mi padre colocó su total atención. Como había mencionado antes, el había trabajado en ello en su pasado.
Connor: ¿Así que te surgió la curiosidad por los animales?
Rose: Debo estudiar en persona varias cosas incluyendo a los animales, atracciones, centros turísticos y muchas otras cosas. -Les expliqué.
Madeline: Eso se lo prometiste a Frank ¿Cierto? -Al escuchar la respuesta de mi madre, afirmé con la cabeza.
Connor: ¿Qué el acuerdo no era otro? Hmm, ¿No ibas a hacer amigos? -Preguntó curioso.
Rose: Así es, también incluye eso, pero cómo saben, yo no me considero apta para ello, el Director Frank decía tomarlo en cuenta, pero dudo que sea así.
Madeline: ¿Y las amistades qué tienen que ver en un desempeño escolar y laboral? -Objecionó al retirar su mandíbula de su muñeca. Mi padre me miró algo aburrido.
Connor: Madeline, es una adolescente, necesita eso al igual que una buena educación. -Contestó mi padre intentando hacerla comprender, pero yo creí que quizá esa discusión no era necesaria, así que interferí en cuanto pude.
Rose: Descuiden, no importa. No creo necesitar a nadie para cumplir con lo que me proponga. -Agregué con una sola opinión, a lo que mi madre sonrió y miró con orgullo a mi padre.
Madeline: ¿Ves? Puede estar sola. -Comentó con orgullo. Mi padre volteó a mirarme y con seriedad habló.
Connor: Bien, si dices no ser capaz y a la vez no quieres, está bien por nosotros. -Mi padre siempre que hablaba lo hacia con más entendimiento que mi madre. -Y, ¿Qué tipos de animales te gustaría estudiar? -Agregó con curiosidad, por su intelecto en tal tema sabía que podría ayudarme, por lo que accedí a contestar.
Rose: Hay algunas especies que han capturado mi atención, son muy interesantes. -Estaba dispuesta a hablar del tema, pero no tenia el libro en manos, así que necesitaba algo de ayuda. Mi madre al verme pensando, suspiró con humor.
Madeline: Si necesitas tu libro para hablar más claro de ello, puedes ir por él. -Sonrió del lado. Afirmé con la cabeza agradeciendo y subí por la escalera otra vez para tomar de la habitación el libro mencionado. Mi padre al ver lo que tenia en manos, pareció algo confundido.
Connor: ¿Qué libro es este? -Preguntó de la misma manera.
Rose: Un libro de la biblioteca escolar que desecharon, aquí leo sobre las especies de varios animales y su lugar de origen.
Madeline: Y los animales que tienen tu atención, están ahí.
Rose: Si, y me gustaría estudiarlos en persona. -Dije al sentarme de nuevo en el mismo lugar.
Connor: ¿Y cuales son los animales de los que hablas? -Dijo esperando mi respuesta.
Rose: El ornitorrinco, el lince, el lobo del invierno, y también la Tortuga Marina. Se han convertido en mis favoritos.
Madeline: Pero, ya sabes mucho de ellos. Desde niña te de dado libros de lobos y ornitorrincos.
Rose: Me parecen muy interesantes. -Dije algo tímida, su opinión siempre era indiscutible para lo que yo hiciera. -Sus curiosidades son como un universo de información. -Agregué para convencerlos. -Y aunque los conozca de toda la vida, debo verlos en persona.
Connor: Lo que necesita es verlos. -Le dijo a mi madre. En mi mente tomaba en cuenta que no era posible viajar alrededor del mundo debido a su empleo, por lo que no quería hablar más de ello para no ocasionar molestias.
Rose: Está bien padre, sólo los estudiaré por medio de las redes, no creo que sea posible un viaje contando con el empleo actual de la familia. -A eso mi madre me miró seriamente.
Madeline: Las probabilidades son bajas, así es. Pero, podríamos ver qué se puede hacer estando aquí, ¿O no, Connor? -Lo dicho me sorprendió de nuevo.
Rose: ¿Enserio? -Mis padres eran personas ocupadas, todos los días salían a diferentes lugares cuándo vivíamos en Londres, si tenía la oportunidad de salir con ellos, la probabilidad de aprender aumentaría. Pero, estaban enserio interesados, no podía creerlo.
Seguimos hablando por 2 horas, jamás había hablado tanto con ellos. Esa noche dormí exhausta debido a lo tarde de la hora a la que concluimos nuestra charla.
Desde entonces, creí que hablar con la familia no era un perdida de tiempo, esa experiencia, había sido especial y diferente. Llegué a la conclusión de que era sano mantener un contacto con nuestros padres, me sentía mejor y llena de satisfacción.
Durante tres días, mis padres estuvieron atendiendo asuntos laborales, así que me quedaba en mi habitación estudiando como de costumbre esperando el momento para volver a hablar con ellos por las noches.
Al amanecer del cuarto día, desperté en mi cama como de costumbre. Pero, mientras mi cerebro despertaba, algo sucedía. Podía escuchar una voz joven la de Bryanna, también podía escuchar la voz de mis padres, parecían estar presionados y apresurados.
Madeline: Prometenos que cuidaras a Rose. -Escuché a mi madre con algo de rapidez en su hablar. Por un momento no me interesó, pero cuando me dí cuenta de que lo que dijo no era un sueño, me levanté de golpe y salí de mi habitación al inicio de las escaleras.
Bryanna: ¿Cuánto tiempo se irán? -Escuché de parte de Bryanna antes de quedarme quiera para verles desde arriba.
Madeline: Nos avisaron sobre una emergencia de la empresa, tenemos unas conferencias que hacer y algunas a las cuales también debemos asistir. -Explicaba mi madre, negué con la cabeza confusa.
Connor: Portate amable con ella, intenta conocerla. -Agregó mi padre.
Madeline: No es muy sociable y además no te conoce. Puede que te parezca extraña, pero no tiene malas intenciones.
Connor: Nuestro regreso será en 6 meses.
Bryanna: Esta bien, cuidaré a mi querida prima e intentaré conocerla.
Madeline: gracias por tu ayuda, querida.
Bryanna: Adiós, cuídense mucho. -Ambos se retiraron, cuando cerraron la puerta al salir junto con Bryanna.
Bajé a toda velocidad para alcanzarlos, tiré de la puerta, pero se encontraba bajo llave. Intenté abrir a la fuerza, pero cuando escuché la camioneta encendida, mejor opté por subir a la ventana de mi habitación. Corrí tan rápido cómo pude y abrí la ventana doble, esperaba alcanzar al menos verlos. Pero al abrir, sólo pude ver cómo la camioneta desaparecía en la distancia de la calle, llevándose a mis padres. Y... Ni siquiera se despidieron.
No podía creerlo. Apenas hacía unos días hablamos de la importancia de lo que haríamos juntos en la ciudad. Y tan sólo ese momento, me recordó la realidad de nuestra relación. El empleo, era primero. Con decepción e impotencia, no pude hacer más que llorar. Me habían abandonado.
Desde ese momento, al ver que no podía hacer nada más, sólo me quedó aceptar mi realidad. Tenía que aprender a vivir con Bryanna... Una completa desconocida.
Pero, bueno.
Ya veremos que pasa...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro