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Cap. #23 "Un par de reliquias" (Fotosíntesis)

El proceso del escáner por fin había concluido y todo salió de maravilla. Al día siguiente de lo ocurrido con el Clan del Pie recibí muchas vibraciones indicando la ubicación de todos y cada uno de ellos. Eso me indicaba que no hubo excepción de quien aya usado el agua rociada, el liquido de la escencia nunca se separará de sus pieles y más tratándose de mutantes mamíferos.
Ese mismo día hablé con Splinter y las Tortugas, era momento de regresar al apartamento. Empaque mis cosas, tomé el equipo que me pertenecía del laboratorio de Donnie y agradecida me dirigí a mi hogar. Lo primero que debía hacer antes de regresar era cambiar las llaves, solo así los dragones púrpura no tendrían acceso como antes. Desempaqué durante esas 24 horas y pasé la noche ahí. Me sentía un poco extraña, no estaba acostumbrada a mudarme tan repentinamente y tampoco hacerlo seguido como en ese entonces. Muchas cosas tenían un rumbo diferente. Esa noche me decidí a tomar el libro que escribió mi padre, leerlo me ayudaría para ayudar a la flor de lis en su estado. Extrañamente había perdido aproximadamente 3 pétalos. Subí al tejado y tranquilamente leí a la luz de la luna.

Durante la redacción mi mente se mantenía clara. Al mismo tiempo tenía mucho que pensar, el conocimiento que tenía sobre la vida eran algo distintos. Me sentía diferente.

Eran casi las 8:25 cuando el escáner vibró. Eso indicaba que alguien estaba aproximándose. Revisé la pantalla mientras la misma indicaba siete presencias. Garra de Tigre y un pequeño ejército de robopies. Alcé la mirada hacia donde indicaba el aparato y efectivamente, eran ellos. Estaban a unos tejados de distancia junto con otras dos siluetas que no podía percibir gracias a la distancia. Ambas presencias no eran escaneadas así que no eran del clan del pie. Aparentaban estar peleando contra Garra de tigre y su gente. Era posible que se tratara de un ataque, una emboscada, un asalto, un intento de secuestro o tal vez sólo un enfrentamiento. No podía intervenir aunque quisiera, debía identificar primero el suceso y luego pensar en que hacer.
Segundos después de mirarlos, esas dos personas se separaron del Clan del Pie, emitieron polvos violetas y simplemente desaparecieron. Esos polvos eran como las provenientes de las bombas de las tortugas, pero la diferencia estaba en la transportación ya que aquellas siluetas verdaderamente desaparecieron. Estaba algo asombrada y confundida por lo que había visto.

A la mañana siguiente me dirigí a las alcantarillas. Splinter como antes me pidió que no dejara de visitarlos, así sabría mi bienestar. Además, era costumbre un entrenamiento individual cada dos días. Al llegar, saludé como siempre y me dirigí al único lugar donde podía trabajar como en casa. Aun se encontraba algo dentro del laboratorio de Donnie que necesitaba terminar.

Leo: Otra vez aquí? -Llegó Leonardo interrumpiendo mi trabajo de sorpresa. Le miré y asentí.

Rose: Hay algo que aún debo completar, no falta mucho. -Respondí antes de volver a unir los metales que usaba.

Leo: Y ahora, de que se trata?

Rose: Estuve ausente el día de ayer, supongo que alguno de ustedes notó un arma Kraang aquí dentro.

Leo: El disparador? Mikey preguntó por el y Donnie respondió que era tuyo.

Rose: Así es, con él he estado trabajando en esto... -Le dije mostrándole el nuevo invento en que trabajaba. El sólo miró, no parecía estar bien. -Que te parece? -Le pregunté analizando sus expresiones y respuestas. Lo sentía muy decaído.

Leo: Es un arma Kraang, solo que mas pequeña. -Parecía gustarle el invento, mas no podía demostrarlo por algo.

Rose: En teoría, una versión de bolsillo. La única diferencia entre ambas es que esta puede cargarse con solo una radiación láser del Kraang, además, puede disparar lo que le introduzca en sus cajas internas, puede ser agua, fuego, piedra, tierra e incluso una de las escencias del escáner. -El alzó las cejas, se sorprendió, pero no expresaba más. Regularmente tomaba los inventos y los miraba maravillado, aveces pedía que le mostrara como funcionaba pero esta vez era la excepción. Definitivamente algo le ocurría.

Leo: Es genial, Rose.

Rose: Leo, te encuentras bien?

Leo: Por que lo dices?

Rose: estás algo decaído.

Leo: No, solo he estado pensando.

Rose: sucede algo?

Leo: Recuerdas cuando me encerraba en mi habitación? Antes del incidente con los dragones.

Rose: Es por Karai?

Leo: Sabes de Karai?

Rose: Recuerdo bien el momento que Splinter me habló de ella al mes de conocerlos.

Leo: que sabes de ella?

Rose: Su nombre real es Miwa, desendiente de Tang Shen y Hamato Yoshi. Criada por destructor después de la muerte de su madre, una Kunoichi y la única del Clan del pie.

Leo: wow, Es todo?

Rose: Lo que recuerdo, en el transcurso de ese mes estaba ocupada en los cursos de verano, por esa razón el Sensei no concluyó la historia.

Leo: Entonces te contaré el resto. Los chicos y yo la hicimos ver que estaba equivocada y que Splinter era su verdadero padre, ese mismo día fue mutada y desapareció. La salvamos un par de veces y tiempo después volvió a desaparecer. Un día una chica misteriosa se presentó a la luz de la luna revelándose como amiga de Karai, las vimos a ambas, días después volvieron a desaparecer.

Rose: Vaya, es una chica difícil.

Leo: y que lo digas.

Rose: Comprendo el asunto, sólo que todo me lleva a una pregunta.

Leo: Y cual es?

Rose: Por lo que escucho sabe cuidarse sola, además tiene compañía ¿Por que tanta preocupación? Splinter tiene paz con sólo saber que está bien. -A eso su cara se puso algo roja y comenzó a titubear.

Leo: Ah, por nada. -Comprendí al instante. Leo nunca reaccionaba así por nadie a menos que tenga temor. Exactamente Donnie hacia lo mismo con April, así que sospeché en una atracción de él hacia la hija adoptiva de destructor.

Rose: Entiendo. -Le dije solo así. No quería referenciar nada más sobre ella. No quería incomodarle.
Unos segundos después, alguien pidió entrar al laboratorio con golpes en la puerta.

Rafa: Se puede? -Preguntó Rafael en los filos de la puerta.

Leo: Claro.

Rafa: Splinter quiere que Rose vaya a su entrenamiento. -Respondió viéndome, a lo que asentí, agradecí y me retiré del laboratorio en camino al Dojo.

Durante el entrenamiento mi mente permanecía en las dudas de quienes eran esas siluetas que había presenciado, sin embargo, no dejaba de lado concentrarme en el maestro Splinter. Me preguntaba si él pudiera saber algo. Karai era una de las pocas personas de las cuales me interesaba escuchar, probablemente por ser hija de mi maestro.

Splinter: Has mejorado, Rose. -Me dijo Splinter al concluir con el entrenamiento. -Tus reflejos siguen intactos, pero tus golpes ahora son un poco mas fuertes. Espero que no hayas forzado tus capacidades. -Agregó antes de sentarse sobre sus piernas frente al árbol.

Rose: Pues, sobre mi incapacidad... La estoy dejando atrás. -Le respondí a su último comentario.

Splinter: Me estoy dando cuenta y es muy bueno, pero aún no dejes de tener cuidado. No queremos que salgas mal herida en algún momento. -Me pidió amable.

Rose: Hi Sensei. -Le afirmé como de costumbre. -Maestro, usted sabe si el clan del pie tiene más enemigos además del clan Hamato? -Le pregunté refiriéndome a las siluetas, era probable que fueran enemigos del clan. Solo así Garra de Tigre estaría tras de ellos.

Splinter: Saki a lo largo de su vida a tenido rencor con muchas personas, incluyendo a mi padre. Pero en el tiempo actual no conozco a nadie que tenga diferencias con su clan además de nosotros.

Rose: Oh... -Su respuesta me confundió un poco. Si no eran enemigos, tal vez solo era gente normal siendo atacada. -Gracias por responder. -Le agradecí y me reverencié levemente.

Splinter: Por que la pregunta? -Preguntó de golpe.

Rose: Ah... Por nada, Sensei. -Respondí algo nerviosa, pero relajada. No quería preocuparle. -Curiosidad, eso creo. -Finalicé con una leve sonrisa.

Splinter: Bien, ve con cuidado si te vas ya.

Rose: Claro que si, hasta luego Sensei. -Me despedí amablemente y me retiré del Dojo.

Me dirigí a la biblioteca al salir de las alcantarillas, aun pensaba en la flor de lis, tenia que averiguar que era lo que le sucedía. Durante el camino, llevaba el escáner oculto dentro de un suéter que me había puesto antes de salir del Dojo. Aun mantenía la curiosidad en el asunto de las siluetas, si no eran enemigos, que eran?
Al salir de la biblioteca pude percibir una vibración del escáner, la ubicación que me indicaba era por un edificio cercano a donde me encontraba. Subí a uno de los edificios para identificar a los tres. Esta vez Garra de Tigre había ido sólo. Al verlo, la primera situación se repitió. Una pelea entre los tres. Para pasar desapercibida me oculté tras los postes y anuncios de los tejados, cada minuto cambiaba de posición corriendo de uno a otro. La ultima vez que cambie de posición pude ver un poco a las dos siluetas no tan ocultas. Creí que eran habitantes inocentes, pero por un segundo increíblemente rápido ví algo que me confundió más...

Ambas eran entidades femeninas, una de ellas portaba de armadura plateada y una katana parecida a la mía. Con cabello corto, castaño oscuro. La segunda no portaba armadura pero sí capas negras, botas cortas y un sombrero flojo. A diferencia de la primera, esta llevaba cabello largo y con tonos púrpuras. En sus manos llevaba guantes largos y un arma muy larga con una espada en forma de luna etapa creciente.
Todo eso lo capté en solo un segundo, al ocultarme pensé sorprendida, pero al momento de querer verlas de nuevo y sacar la cabeza para identificar, Garra de tigre ya se encontraba sólo con humos púrpuras al rededor. Había sido sorprendente.

Al bajas de los edificios me dirigí al apartamento, pero mi mente aún tenia dudas. No tenia idea de quienes eran. Podía hablar de ello con las tortugas, pero algo me lo negaba. No podía hacerlo.

Por la tarde casi anocheciendo me dirigí a las alcantarillas, durante el camino me sentía extraña, como si alguien estuviese siguiéndome. Por un momento, a mitad de camino, dediqué mi mirada a los techos. Pero, nada se encontraba ahí.
Por un momento me subí a estos buscando a alguien, pero no había nada. Regresé a mi camino bajando de estos, pensativa fui con las tortugas.

Al entrar a las alcantarillas pensé en hablar de lo que vi. Entré por las rejillas de entrada al hogar de ellos y lo primero que pude ver, fue a Leo felizmente sentado frente a la televisión con sus hermanos. April también estaba presente, junto a Donnie como siempre. Leo al verme se sonrió y emocionado se levantó para recibirme.

Leo: Rose! Volviste! -Saludó muy feliz. No entendía por que.

Rose: Que tal? Que sucede? -Le pregunté extrañada, pero no dejaba de sonreír.

Leo: Ven, quiero presentarte a alguien. Me tomó por los hombros y me guió a la sala cerca del Dojo.

Rose: Que? -Respondi confundida, del Dojo Splinter salió para dirigirse a la cocina y detrás de él salieron dos figuras conocidas.

Leo: Vengan! Les presento a alguien. -Me sorprendí, las vi a ambas, eran las mismas que presencié solo unas horas antes. Ambas no parecían sorprendidas, mas bien, parecían indiferentes de lo que veían.
Una de ellas cruzada de manos y otra posando su cintura sólo miraban. -Les presento a Rose. Rose, te presento a Karai y Shinigami. -Algo se paró dentro de mi. Nunca había pasado por mi mente que fueran las chicas de las cuales tanto hablaba Leonardo. Estaba tan confundida en ese momento, que mi cabeza comenzó a dar vueltas, sin embargo no perdí la educación.

Rose: Ah, mucho gusto... Rose Harrison Blake. Leo me ha contado mucho de ambas. -Les dije de forma corrida y rápida. Ambas se miraron.

Karai: Leo también nos ha contado de ti. -Respondió indiferente.

Rose: Bien, si me disculpan, debo hacer algo. -Asentí con la cabeza como un saludo y me dirigí a la cocina. Lo que hizo que Leo se confundiera y las dos chicas se vieran entre sí. Mientras caminaba, percibía audiblemente las palabras de una de ellas.

Shinigami: O'neil, quien es ella?

April: Larga historia...

Al entrar a la cocina, Splinter me vio confundido y preocupado.

Splinter: Que pasó? -Dijo de pronto.

Rose: Ah! -Exclamé del pequeño susto. No recordaba que estuviera ahí. -Sensei, me asustó.

Splinter: Te sientes bien? -Preguntó confundido.

Rose: Claro, Sensei, es solo que... Me imaginaba diferente conocer a su hija. Es todo. -Le dije mas calmada. Al mismo tiempo tomé un vaso y serví agua.

Splinter: Y como te lo imaginabas exactamente? -Su respuesta me puso algo nerviosa, no quería ser grosera.

Rose: Ahm, con todo respeto Sensei. No debo compartir esa información. No quisiera lastimarlo. -Le confesé sincera. No pareció molestarle.

Splinter: Descuida, puedes decirme. -Se sentó moviendo sus grandes orejas hacia enfrente para estar mas atento. Era muy amable. Serví otro vaso de agua y los coloqué en la mesa.

Rose: Pues, siendo sincera, creí que sería mas... Amable, relajada, igual a Tang Shen, con hablar relajante, sabia, y muy buena chica. Sin ofender. -Le dije cuidando mis palabras mientras le ofrecía uno de los vasos con agua.

Splinter: Oh, y por que creíste eso? -Me preguntó recibiendo el vaso de agua.

Rose: Usted es muy centrado, justo, sabio y amable. No lo sé, tal vez sea por eso. -Le dije sonriendo nerviosa. El rió levemente.

Splinter: Lo se, tal vez Miwa no sea lo que yo quería que fuera, tal vez Saki la alteró y la volvió explosiva y peligrosa, pero aun así es igual a su madre. A pesar de hacer lo que hace, hay bondad en ella, es muy inteligente y hasta cierto punto es buena chica. -Lo dicho me conmovió, Splinter la quería mucho.

Rose: Si es su hija, se que lo será. -Le respondí sonriendo levemente.

Splinter: Es un gran honor tenerla de vuelta después de tanto. Cuando tengas tiempo, puedes convivir con ella, sé que se pueden agradar. -Dijo antes de levantarse y dirigirse al Dojo de nuevo. Le vi alejarse. Dentro de mi me negué. No estaba segura de convivir con Miwa, no parecía ser muy agradable.

Tomé el vaso de agua y salí de la cocina dirigiéndome al laboratorio tomando mis cosas para llevarlas al apartamento. Saliendo de este, me despedí de las tortugas y April.

Rose: Me despido, Leo.

Donnie: Te vas tan pronto? -Preguntó estando sentado junto a April.

Leo: Rose, quédate. Luego te ayudamos a llevar eso.

Rose: No gracias. tengo cosas que hacer, tal vez los vea mañana. Disfruten del tiempo con su hermana. Fue un gusto. -Y sin decir más me dirigí al apartamento.

Durante el camino sólo reflexionaba. Sobre el escáner, el bolígrafo, Cabeza Metálica, y los próximos proyectos que tan vez haría. Pero, lo que más abarcaba mi mente eran Karai y Shinigami. Ya entendía por que Garra de Tigre las quería a ambas, era por el simple hecho de ser hija adoptiva de destructor. Me preocupaba que Splinter y Leo volvieran a preocuparse por ellas. Era probable que ambas ya estuvieran atemorizadas por el clan del pie.

Al llegar al apartamento coloqué todo en su lugar, lastimosamente el bolígrafo no estaba conmigo, lo que me indicaba que se me había caído en alguna parte del camino. Sintiéndome torpe cerré el apartamento de nuevo y con ayuda del escáner busqué el bolígrafo por la cuidad. Llegué a encontrarlo exitosamente en un edificio no muy cercano y cansada lo guardé. Había demasiado silencio, la ciudad estaba vacía. La miré por unos segundos.

Karai: No se supone que irías a tu apartento? -Me asusté un poco, no se escuchaba nada. Volteé a ver a la portadora de la voz y era Karai, sentada en una parte alta de un anuncio y Shinigami sentada en la parte baja en el mismo tejado donde yo me encontraba.

Rose: Y ustedes no estaban en las alcantarillas? -Le regresé la pregunta. Esta se bajó de su puesto.

Shinigami: Teníamos algo que hacer. -Comenzaba a desconfiar un poco. No me daban buena espina.

Karai: Splinter nos dijo que eres nueva integrante del clan Hamato, eso es cierto? -Preguntó con su arma medio extendida.

Rose: Por supuesto, por que? -Respondí con el ceño medio fruncido, en mi mano preparaba el bolígrafo solo por si acaso.

Karai: En realidad no te ves capaz de lo que hacemos, supongo que no eres tan fuerte como dicen... -Lo dicho me confundió un poco, por lo que fruncí el ceño confundida. -...Verdad? -Finalizó alzando su rostro sin despegarme su mirada.

Rose: Por que de pronto afirmas eso? -Pregunté. La desconfianza comenzaba a surgir mas fuertemente. Karai al escuchar mi respuesta, solo me rodeó colocándose a mi lado izquierdo dejando a su amiga al lado derecho.

Shinigami: Lo afirmamos por que es verdad, no le creeremos a una mentirosa.

Rose: Disculpa?

Karai: Destructor convoca a muchos aliados para atacar a quien él se proponga. Shinigami y yo nos hemos enfrentado a bastantes y ya sabemos como identificarlos.

Shinigami: Ayer y hoy en la tarde te vimos espiándonos detrás de Garra de tigre.

Rose: No, no entienden el por que.

Karai: Pues nosotras, si... -Ambas se vieron, por lo que las observé a ambas discretamente detectando algún movimiento. -...No es así Shinigami? -Su amiga escondía sus manos, lo que me dió una señal de alerta. Al momento de que ella los sacara velozmente, di un salto hacia atrás evitando su supuesto ataque, había acertado, preparaba polvos cegadores mientras hablábamos, sólo querían distraer con tonterías.

Karai: Averiguemos que te ha enseñado Splinter, si es que fue así. -Dijo repentinamente antes de correr.

No esperaba en ningún momento que me atacara como lo hizo, todo hiba tan rápido que apenas era capaz de responder. Golpeaba mano a mano intentando impactar el rostro mientras que al mismo tiempo usaba la katana para despistar los reflejos. Todos sus ataques los bloqueaba, mi respiración se entre cortaba por la velocidad a la que tenia que responder. Saltaba, pateaba, golpeaba, e intentaba acuchillar, pero no me dejaba. Tampoco me permitía lastimarla, era la hija de mi maestro, no debía hacerle daño.
Hubo un momento en el que nuestras armas se encontraron bloqueando nuestros ataques, ella parecía estar molesta, no dejaba de fruncir el ceño fríamente.

Karai: Que sólo sabes bloquear?! -Exclamó molesta, pero como había mencionado, no me dejaría herirla.

Ella retrocedió y se lanzó de nuevo con la misma velocidad, de vez en cuando llegaba a lastimarme, pero no quería devolverle los golpes. Simplemente no podía. Tomaba mis brazos y jalaba manipulando mi ubicación, en esos momento sus fuerzas ya estaban sobrepasando mi paciencia, por lo que en una oportunidad tomé sus brazos para derribarla al suelo, al momento que ella intentó levantarse rápidamente, golpeé su abdomen al estirar fuerte y rápidamente un pie mientras esta se encontraba a medio salto en el aire. El impacto la hizo aterrizar a un par de metros de distancia.
Shinigami al observar a su amiga en el suelo sólo reaccionó negativamente. Corrió cambiando de turno en una nueva pelea. Esta usaba su arma lunar girándola y lanzándola con el impulso de su brazo y la cuerda que esta poseía. Yo retrocedía evitando los rasguños de las navajas que cadí tocaban mi rostro. Ella estaba molesta, no dejaba de atacar a la misma velocidad que Karai.
Sus ataques aún permanecían. Por un momento casi caía del edificio así que salté sobre ella aterrizando a sus espaldas, eso no la detuvo. Guardé la katana y tomé el Metali-Bo bloqueando su arma. Por un momento atacó a mi rostro velozmente con un movimiento preciso, pero me agaché evitándolo por sorpresa. Teniendo ventaja de sus piernas, le derrumbé con el bastón. Retrocedí entonces pidiendo paz, pero detrás, Karai se levantava de forma extraña, eso me distrajo por un momento, lo que hizo que shinigami me tomara de frente derrumbandome con ella en el suelo, aprovechando mi vulnerabilidad ella mantenía su arma en mi cuello encerrándolo dentro de la circunferencia. Con ayuda de mis piernas intenté levantarla hasta que por fin lo pude hacer, me levanté y antes de que se le ocurriera volver a atacar le golpeé levemente en el abdomen con la palma de la mano derecha utilizando una técnica que Splinter nos había enseñado para derrumbarla más lejos.
Karai gritó más molesta, en esa ocasión era distinto, pues su rostro portaba escamas y grandes colmillos salían de su mandíbula. Sus brazos se habían convertido en un par de serpientes, lo que me impactó. Ella no se detuvo a pensar, inmediatamente dejó que sus serpientes se lanzaran intentando morder a quien tenían enfrente, por lo que retrocedía aún sorprendida. Si transformación había sido demasiado drástica e impresionante, nunca nadie me había especificado en que se había mutado Karai, así que mientras evitaba los ataques la miraba asombrada.
Por un momento las serpientes se detuvieron permitiendo que Karai saltara con un giro y que así pudiera patear mi rostro. Un calor corrió fuerte en el mismo lugar, todo se había paralizado por un instante y después de recapacitar ya me encontraba en el suelo. Intenté levantarme, pero Shinigami me envolvió entre su cuerda dejándome sin escapatoria.

Shinigami: Eso es todo lo que tienes? -Preguntó por burla con una descarada sonrisa. Karai por un momento se destransformó y sacó su arma una vez mas mientras se acercaba.

Karai: Ahora veo por que Splinter no te ha nombrado Kunoich. -Dijo ya estando frente a mi antes de colocar la punta de su espada en mi cuello acompañando su voz con un tono muy profundo y alarmante. Sentí como la piel se tornaba sensible hasta que...

Leo: Karai! -Habló una voz conocida impidiendo lo inpensable. Karai volteó sorprendida dejando caer el arma. Ninguna de las tres esperábamos su llegada. -Aquí están, nos tenían preocupados. -Por un momento logró captar a Shinigami sometiéndome con la soga así que frunció un poco el ceño. -Que están haciendo? Se acercó a nosotras y me liberó. me sentí aliviada, me apretaba como no tenia una idea.

Shinigami: Podemos explicarlo.

Leo: Oigan, entiendo que hayan tenido problemas, pero eso no significa que todo aquel que les rodea tiene malas intenciones. -Les dijo algo decepcionado, a lo que Karai solo miró hacia abajo levemente. -Lo lamento Rose. -Se disculpó con una mirada apenada.

Rose: Descuida. Gracias por desatarme. -Leo sonrió aun de la misma forma, luego caminó hacia enfrente.

Leo: Shinigami, Karai. Regresemos a casa. -Dijo sin mirarles, por lo que supuse que era algo habitual de ellas huir así y que igualmente era algo que le molestaba. Ambas algo avergonzadas se retiraron detrás de él siguiendo su paso.

Regresé al apartamento sin pensar en ellas y su comportamiento. Era probable que ambas ya estuvieran atemorizadas por el clan del pie y por eso se agrandaba su inseguridad hacia cualquiera tal como mencionó Leo.

En la mañana siguiente aún reflexionaba. Sentía inquietud por las decisiones de ambas y a donde podrían llevarlas como consecuencia, todo lo que aparentemente habían vivido eran la razón de sus actitudes y debilidades, pensé tanto en ellas hasta que comencé a sentir preocupación y empatía. Por alguna razón sentía que protegerlas era primordial. Salí por un momento a las calles por los tejados buscando alguna señal del clan enemigo, sabía que Garra de tigre no descansaría hasta ganárselas. Tenia que impedirlo, el estado emocional de Leo y Splinter dependían de ello, al igual que la vida de ambas. Tras horas de búsqueda, nada salió por éxito así que solo me dediqué a leer más sobre plantas en el tejado de la biblioteca.

Pasaron las horas y hasta más de medio día pude sentir una vibración del escáner. al revisar no era nadie mas que Garra de tigre, así que sin pensar seguí su ubicación. El escáner me guió hasta un callejón bastante grande, poda verlo. Al parecer estaba subiendo a una camioneta negra muy grande acompañado de muchos robo-pies, dentro del vehículo se veían sogas y armas eléctricas, era obvio que las raptarían a la fuerza. Dentro de mi algo brotó, tenia que avisar sobre su ataque.

Corrí hacia cualquier lado en busca de las amenazadas encontrándolas como esperaba en un edificio juntas cerca de las alcantarillas. Ambas parecían muy tranquilas solo vigilando la nada. Sabia que no podía llegar así como así, entonces me oculté entre paredes pensando en como advertirles. Después de como me habían tratado no era muy seguro. Estando oculta comencé a reflexionar confirmando si estaba haciendo lo correcto, cuando de pronto, sentí como algo me tomaba de la cintura para después jalarme y sacarme de mi escondite. Karai me acercó a ellas molestaaún sin soltarme. Sabia que lo había arruinado. Me había visto usando su modo de serpiente en el momento que menos me esperé. Debí haber tenido mas cuidado.

Karai: Tú de nuevo? -Dijo muy enfadada antes de soltarme "suavemente" dejándome caer solo así. Shinigami se encontraba encima de un anuncio solo observando indiferente entre brazos cruzados. Me levanté con cuidado sin ninguna idea de como contestar, yo en esa ocasión si tenia la culpa debido a mi acto, pero no podía quedarme callada. Tampoco convenía verse diminuta a los ojos de aquellas dos.

Rose: Sólo vine a advertir. -Dije subiendo y bajando brevemente las manos indicando que se relajara. Pero fue en vano.

Karai: Será mejor que te vayas. -Dijo con si respectiva pose y su mirada de indiferencia. Sabía que tal vez no querrían escucharme, pero debía intentarlo como fuera posible.

Rose: No, no lo entiendes Karai. Deben escucharme. -Le pedí, Sin embargo, no le dió importancia.

Karai: Por que confiaríamos en ti? -Preguntó solo así. Callé por un momento frunciendo el ceño para después responder.

Rose: Es por su bien. -Dije aclarando, pero no funcionó. Shinigami parecía estar algo irritada, por lo que bajó de su puesto al lado de su amiga para adentrarse a la conversación.

Shinigami: Pidió que te fueras. -Remarcó de igual manera. Su respuesta me había hecho ver lo necias que solían ser. Era de esperarse. Las miré a ambas frunciendo un poco el ceño enderezando mi postura. Tenía que mostrarme fuerte, quizás más de lo que era.

Rose: No lo haré. -Insistí. Karai parecía harta, por lo que decidió atacar entre escamas como la última vez. Corrió mientras colocaba ambas de sus manos en mis hombros impulsándonos a ambas hacia una pared provocando un choque fuerte.

Karai: Conque eso quieres?! -Exclamó entre colmillos. No creí que fuera a atacarme otra vez, pero como ya lo había hecho, no le seguiría el juego.

Rose: No vine a pelear, vengo a advertirles! -Exclamé mirándola a ambos ojos mientras mantenía mis manos en sus hombros evitando algún movimiento así como ella conmigo.

Karai: No tengo tiempo para tus mentiras! -Siguió exclamando de igual manera. Sabía que no se detendría, así que la pateé en el abdomen alejándola de mi. Ésta aterrizó sobre su amiga la cual le ayudó a levantarse.

Rose: Es suficiente! -Exclamé deteniendo algún ataque que cualquiera pensara. -Garra de Tigre viene en camino. -Por fin advertí. Ambas se sorprendieron, pero después de unos segundos volvieron a fruncirse.

Shinigami: Cómo estás tan segura de eso? -Por si reacción anterior sabía que temían, así que les respondería con la verdad a su pregunta. Estuve por sacar el escáner, pero de pronto...

Garra de Tigre: De nuevo aquí? -Nos sorprendió a las tres una voz ronca muy conocida. Garra de Tigre había llegado de un salto con un pequeño grupo de robo-pies de compañía. Inmediatamente atacaron todos a ambas chicas incluyéndome. No dudé en ayudarlas, de no ser por su desconfianza apostaba a que hubiesen quedado a salvo.

Durante el ataque ninguna de inmutó, ambas pelaron arduamente y con fuerza, las ataban y ellas se soltaban, las golpeaban y ellas contra-atacaban mejor. Pasaron unos segundos de una pelea mía con un robo-pie, como me encontraba distraída no me dí cuenta en qué momento ambas habían desaparecido de mi vista. Ya no había rastro ni siquiera de garra de tigre. logré vencer al robo-pie y velozmente me dirigí hacia en punto alto que me permitiera verlas. Efectivamente, Garra de Tigre las tenía dentro del auto.

Garra de Tigre: ARRANQUEN! -Este se subió al puesto del copiloto y vorazmente condujeron hasta un destino completamente desconocido para mi.

Por un momento me frustré, no sabía como ayudarlas. Era de día así que no podía convocar a las tortugas. Todo parecía derrumbarse. Entonces recordé el escáner e intenté seguir el auto y su objetivo. Corrí lo más rápido que pude entre los tejados, forcé las piernas haciéndome ser más veloz de lo que supuestamente era, me ayudaba con el metali-bo también. Todo esto hasta que llegué a un edificio algo abandonado. Había tardado un poco debido a mi síndrome, pero lo importante era que ya estaba por ayudarlas.

Finalmente llegué hasta el punto donde me guió el escáner, aparentemente era un local no tan abandonado. Pude ver la camioneta abierta y vacía, lo que me indicaba que ya las habían atado y llevado dentro a la fuerza. Desde fuera podía escuchar los gritos de Garra de Tigre, así que me apresuré a llegar al tejado. Una vez llegando, intenté buscar un agujero por donde entrar y lo logré, cerca de una de las orillas había un hueco lo bastante grande para meter el cráneo. Me dirigí a esa parte y con ayuda de la katana traté de hacer más grande la grieta.

Podía ver a Garra de Tigre peleando con ambas gracias a que se lograron soltar de las sogas que las ataban, pero la fuerza que aplicaba era desmedida, me daba cuenta por como ellas se expresaban y como reaccionaban ante los golpes de su contrincante. Por un momento que me dediqué a intentar adentrarme, pude notar como cruelmente él golpeó a Karai haciéndola volar y aterrizar encima de su espalda en el duro suelo. Shinigami gritó su nombre preocupada y sin dudar ni un segundo corrió a ayudarla posándose junto a ella. Garra de Tigre parecía estar feliz, tenía la ventaja y estaba por acabar con ambas. la grieta se abrió por fin, era mi momento de salvarlas.

Garra de Tigre: Por fin la parte que disfruto más... -Gruñó finalizando su frase, entonces sacó sus enormes garras y comenzó a acercarse a ellas. Rápidamente mi furia surgió, no podía seguir viendo. Tomé el Metali-Bo y al abrirlo me dejé caer sobre el piso aterrizando en medio de los tres impidiendo que él las atacara de nuevo. Éste se sorprendió al igual que Karai y Shinigami. -Tu? Que haces aquí?

Rose: No vas a tocarlas, Garra de Tigre. -Fue lo primero que salió de mi boca, le miraba molesta y con sel ceño fruncido en posición. Solo esperaba el momento para que él atacara.

Garra de Tigre: Habla por ti, niña. Por que ya tengo todo lo necesario aquí. -Entonces atacó con su mano derecha intentando rasguñar a quien tenía enfrente, pero salté sobre de él desviándolo de su objetivo principal. Lo golpeé varias veces en el rostro haciéndole girar y caminar ciegamente.

Rose: Intenten salir, rápido! -Dije en un momento que tomé la oportunidad de hablar. Garra de tigre era muy fuerte.
En un segundo me dejé caer al suelo aterrizando de pie con el Metali-Bo aún en manos, quería darles la ventaja a ellas para que pudieran ser capaces de huir, pero fue en vano, Karai estaba muy adolorida.

Mi contrincante de batalla se lanzó sobre mi manteniéndome en el suelo con ambas manos e intentando golpear mi rostro, solo me encargué de no permitir que sus puños llegaran a dañarme, pero gracias a eso, sus garras tenían acceso. Podía sentir como me rasgaba.
Intenté salir de ahí con la fuerza que tenía capaz de dar, y al ver la incapacidad de aquellas chicas me hizo lograr salir de ahí con un golpe en el pecho que le sacara el aire.

Rose: Suficiente. -Dije una vez de pie. Pero él parecía estar contento, lo que me intrigó.

Garra de tigre: Ti lo has dicho. -Mencionó sonriente. De pronto, una de sus manos se movió fugazmente golpeando mis caderas y piernas lanzándome a la pared más cercana. Simplemente me había quitado del camino como si de un trapo viejo se tratara.

Eso me impactó, el peso y el dolor me mantuvo en el suelo por unos minutos y cuando pude tener la capacidad de usar mi cuello, volteé a verlas a ellas. Pude ver y oír como Shinigami gritaba el nombre de Karai debido a como garra de tigre la tomó e intentó adentrar la a una jaula. Lo visto me molestó. Tomé fuerza y al Metali-Bo también. Me levanté y con dolor corrí hacia ellos abriendo mi arma para usarla como en los juegos olímpicos. Con esta, me impulsé mientras corría para saltar fuertemente y aterrizar con el mismo peso sobre las costillas de garra de tigre para lanzarlo y retirarlo de ellas como él lo había hecho conmigo. Como un trapo.

Al verlas pude notar que karai se encontraba en mejor estado debido a que salio de la jaula. Tomé ventaja de la vulnerabilidad del tigre y me dediqué a ayudarla rápidamente para que salieran lo mas pronto posible. La llevé a los brazos de Shinigami la cual le hizo lograr caminar en un segundo y con temor de que el secuestrador despertara les pedí que salieran.

Rose: salgamos de aquí mientras tenemos oportunidad. -Les dije amable al estar junto a ellas.

Shinigami soltó a Karai y ambas corrieron como podían hasta alguna salida existente. Yo les seguí el paso escoltándolas detrás.
De pronto, sin avisar apareció un hombre con el rostro más extraño. Un insecto que caminaba frente a nosotras, sin embargo ninguna dejó de correr, lo que me dio igual y las imité, pero sentí como algo me tomaba del tobillo izquierdo haciéndome tropezar de cara y retroceder de la misma forma. Arrastrándome por el suelo.

Garra de Tigre: No hemos terminado. -Era Garra de Tigre haciéndome regresar, me tomó con sus manos, quitó mis armas una por una y con fuerza fúrica me insertó en la misma jaula a la que metió a Karai, dejándome encerrada como lo esperaba hacer con aquel par que ya había escapado. -Bien, niña heroína, ahora tomarás su lugar. -Me dijo muy molesto mientras cerraba fuertemente con cerradura. Luego, se retiró con el insecto.

Por un momento me asusté por el hecho de estar secuestrada una vez mas, pero lo que más me confortaba era la idea de que había posibilidad de salir si me lo proponía lo suficiente, además, mi meta ya estaba cumplida, las chicas escaparon. Eso era lo importante, estaban a salvo.

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Shinigami: Estás bien?

Karai: Mejor, gracias.

Shinigami: Espera...

Karai: Que sucede?

Shinigami: La chica, donde se metió?

Karai: Debemos regresar con mi padre.

Shinigami: Espera, que tal si sigue ahí?

Karai: Ella pudo sacarnos y podrá hacerlo sola, vámonos.

Shinigami: Karai, nos salvó la vida.

Karai: Si regresamos seguramente Destructor ganará, no confiamos en ella, recuerdas?

Shinigami: Pero recuerdas lo que Leo nos dijo de ella? Sé que hemos estado escapando, pero creo que es hora de darle una oportunidad a quien nos apoya, así como a las tortugas.

Karai: No lo sé...

Shinigami: Amiga, ay que dejar de tener miedo. Esto harta de escapar.

Karai: ...

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Solo escuché la conversación de ambos, tenía que saber que planeaban. Solo así podría pensar en como huir.

Backster: Ssssi, esstoy ssseguro. Para devolverla a la normalidad ssse necesssita perforar sssu cerebro. Sssssolo assssi podras controlarla como lo pidió en sssseñor desssstructor. -Decía mientras tomó un pequeño tubo. Me sorprendí al escuchar, eso era %100 seguro a que podría asesinarla. Estaba demente.

Garra de Tigre: Prepara una dosis de tus químicos entonces... -Le mandó mientras se acercaba a la celda, pero me confundí. Ella ya no estaba presente. -Alguien tendrá que tomarla. -Dijo sonriendo sádicamente frente a mí. Lo que me hizo fruncirle el ceño mientras tomaba los tubos de la celda para verle mejor.

Rose: Así que eso planeaban hacerle a la hija de su maestro? Que falta de honor. -Dije molesta, eran realmente crueles.

Garra de Tigre: Karai es capaz de soportar eso y más gracias a su mutación, pero te gusta jugar a los superheroes y ahora tomarás su lugar.

Rose: Y desperdiciarás tu oportunidad más valiosa en mí?

Garra de Tigre: Eres una humana vulnerable, incapaz de resistir el dolor que preparamos. Así que piensa en tus últimas palabras mientras puedas, no saldrás de esta con vida. -Y al concluir, solo se fue caminando dejándome con el doctor insecto. Solté la celda y solo abracé mis rodillas.

Lo dicho me había alterado un poco. Tenía que salir lo más pronto posible. Aún era de día y no podía llamar a nadie. Mis armas no estaban a la mano y ningún punto débil se hacía presente. Con lo poco que conocía a las chicas, sabía que no regresarían.

Backster: Lo sssiento, ssseñorita... -Escuché la voz del insecto. Pero no le miré. -Le prometo que ssserá rapido, asssi no tendrá que ssssufrir. -Dijo mientras usaba el tubo en manos para disparar en una pared al azar haciéndole una perforación gracias al láser que emitía el arma, luego la dejó. Sabía que lo dicho fue sarcásticamente. Así que no respondí.

Pude ver cómo el mismo tomaba algunas cosas y cómo se retiraba caminando. Una de sus alas estaba vendada gracias a nuestro último encuentro. Recuerdo bien que le había perforado el ala por salvar a Leo.

Shinigami: Buscaré las armas, sácala de ahí. -Pude escuchar una voz profunda conocida, a lo que volteé dejando mi depresión de lado. Eran ellas, se estaban separando. Karai se acercó a mi celda mientras le miraba confundida y sorprendida a la vez.

Rose: Karai, que hacen aquí? -Era obvio que preguntaría, estaba muy perdida. Ella me miró seria y luego suspiró.

Karai: No soy muy buena para dar gracias, así que te sacaremos de aquí. -Dijo antes de tomar a la fuerza la celda jalándola. No me lo creía. -Cómo abro esta cosa? -Dijo ligeramente desesperada, a lo que sin dudar, respondí.

Rose: Ves ese escritorio? Ahí encontrarás un pequeño tubo con líneas rojas. -Ella inmediatamente se dirigió por el arma, pero al tomarla la miró confusa.

Karai: Que se supone que haré con esto? -Preguntó de la misma forma.

Rose: Es un láser, presiona el único botón que porta para derretir la celda. -Entonces ella buscó el botón y al encontrarlo me miró.

Karai: hazte a un lado, formaré un circulo para sacarte. -Dijo antes de que me moviera permitiéndole crear una abertura circular en medio de la celda.

Rose: Apártate por un momento. -Una vez que me hiciera caso, me lancé tirando la parte cortada para finalmente salir de mi estadía. -Gracias, le dije estando de una rodilla en el suelo.

Shinigami: Tengo las armas. -Llegó shinigami con todo en manos, cada quien tomó lo suyo.

Karai: Corran antes de que nos vean. -Dijo Karai colocándose su arma.

Rose: Esperen, primero permítanme. -Saqué el escáner para saber donde estaban Garra de tigre y Backster, no permitiría que nos hicieran algo de nuevo.

Shinigami: Que es eso? -Preguntó curiosa.

Rose: Esto me permitirá saber donde está garra de tigre. -Al ver el perímetro vacío, con la mano les indiqué que caminaran.

Pasamos por diversos pasillos buscando la salida, en uno de esos momentos el escáner vibró indicando la presencia del tigre. Estando casi saliendo de un pasillo levanté el puño en silencio indicando que guardáramos nuestras palabras. Garra de tigre pasó a un lado evitando el lugar en el que estábamos ocultas. Una vez que le dejáramos pasar, esperé a que estuviera lo suficientemente lejos para escapar. Unos segundos después, escuchamos un rugido.

Garra de Tigre: STOCKMAN! -En medio de su rugir las miré a ellas. Era hora de irnos.

Rose: Corran! -Les dije. Estas corrieron lo más rápido posible, me mantuve detrás de ellas escoltándolas.

Garra de tigre: BÚSQUENLAS A TODAS! -Escuchamos una vez estando fuera. El escáner vibró de nuevo, esta vez los robo-pies estaban cerca.

Rose: Esperen!

Karai: Que está sucediendo?

Rose: Garra de tigre envió a los robo-pies, síganme. Conozco un lugar donde no las encontrarán. -Les dije posicionándome frente a ellas con intención de guiarlas.

Nos dirigimos a mis calles, cerca del apartamento. Nos ocultamos en un callejón lo bastante callado para no dejar sospecha. Al llegar, ambas parecían exhaustas por lo que nos detuvimos ahí. Me dediqué a ver el escáner esperando a que el perímetro quedara escaso de peligro.

Karai: Aún nos siguen? -Para cuando ella preguntó, el escáner se limpió.

Rose: No, estamos solas. -Respondí mientras desactivaba el escáner sin verles.

Shinigami: Nos salvó, Karai. -Dijo Shinigami en voz baja mientras me miraban de forma extraña.

Karai: Por que lo hiciste? -Preguntó la Kunoichy al retirar ambas manos de sus rodillas enderezando su postura, al igual que su amiga.

Rose: ah, disculpa? -Pregunté frunciendo el ceño mientras guardaba el invento.

Karai: Después de cómo te tratamos, ¿Por que nos salvaste? -Insistió acercándose con el ceño igualmente fruncido. Ambas parecían muy confundidas y exaltadas a la vez. Su pregunta me hizo suspirar y verlas seriamente.

Rose: Por tres sencillas razones; Son las reliquias de Leonardo y mi maestro, no guardo rencores y lo más importante, somos de un mismo clan, debemos cuidarnos unos a otros. -Dije contando con mis dedos. -Hubiese sido imprudente de mi parte dejar que se las llevaran. -Concluí mirándoles pacíficamente, a lo que se vieron aun confundidas.

Shinigami: Pero, no importa como te golpeamos e insultamos? -Agregó moviendo sus manos.

Karai: No tienes ni un poco de enojo? -Complementó alzando sus hombros mientras lo decía. Las miré aun pacíficamente.

Rose: Todo ha quedado atrás. -Solo las miré. Ellas parecieron sorprenderse, pero no lo demostraron del todo. Su ceño se elevó y ambas se miraron. -Saben, creo que empezamos con el pie izquierdo. -Comencé a decirles. Era necesario empezar de nuevo. -Me llamo Rose Harrison Blake, me han contado mucho de ustedes. -Alcé mi mano izquierda como es costumbre en Londres. Ellas me miraron algo extraño al principio, pero Karai decidió acceder a mi gesto.

Karai: Me llamo Karai, es decir, Miwa. Hija de Hamato Yoshi. -Lo dicho me hizo sonreír un poco.

Shinigami: Gami, Shinigami. -Dijo después de ver la mano de Karai retirarse y poner la suya. Luego la soltó permitiéndome colgar el brazo.

Karai: También hemos oído mucho sobre ti. -Habló mas tranquila, lo que me agradó.

Rose: Bien. Miwa, Shinigami, las escoltaré hasta las alcantarillas, no queremos que suceda algo otra vez. -Dije con una muy pequeña y leve sonrisa, por alguna razón no podía evitarlo.

Ellas asintieron, por los que las llevé a las alcantarillas permitiendo que entraran por la tapa de drenaje para después regresar al apartamento. No quería saludar y despedirme de nuevo.

Me retiré con gran satisfacción en mi pecho. Nunca creí que ambas fueran capaces de ceder a su poco orgullo por devolverle el favor a una persona. Eso era suficiente para darme cuenta de que en verdad son reliquias muy finas. Splinter tenía razón. Eran posibles las nuevas amistades.

Pero, bueno...
Ya veremos que pasa.

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