Cap. #2 "Seguridad Parental"
Bien, empecemos con esto.
Era aún de mañana, yo estaba sobre un techo mirando el paisaje que se encontraba frente a mí. De pronto, una hermosa voz me llamó.
Rose: Hola, ¿Disfrutaste el viaje? -Dijo animada al ponerse de junto a mí. La miré.
Desde que el papá de Rose había muerto, ella había decidido tener un mejor lazo con su mamá. Así que ya era costumbre hacer viajes bimestrales a Londres. Ese, era el tercer viaje. Y en cada uno, me ocurría algo en el avión, pero no lo especificaba con ella, no quería arruinar la visita. Y no quería que se preocupara.
Donnie: Fué como cualquier otro, aunque ahora me golpeé con una maleta de hierro. -Le dije mientras me acariciaba la cabeza, me miró preocupada.
Rose: ¿Estás bien? -Preguntó con su linda expresión.
Donnie: Estoy bien, descuida. -Le dije con una sonrisa. Ella correspondió. -Oye, ¿Tienes hambre? -Le pregunté animado.
Rose: Estoy hambrienta. -Dijo mientras puso una mano en su mejilla. Estaba a punto de invitarla a almorzar, sin embargo, ella habló. -Pero, mi madre me llamó apenas llegando al aeropuerto para decirme que la comida nos está esperando en la mansión. -Me dijo con una sonrisa. La miré sorprendido, Madeline siempre nos sorprendía cada visita.
Donnie: Vaya, que oportuna. -Dije aún sorprendido.
Rose: Está emocionada por tenernos aquí. Al igual que yo. -Me dijo con una gran sonrisa. Se veía... Hermosa.
Donnie: Me alegra que se lleven mejor, creo que sólo necesitabas más comunicación. -Agregué gustoso.
Rose: Lo sé, de haberlo sabido antes, quizá nada malo hubiese sucedido. -Nos miramos haciendo una pausa, pero no podíamos quedarnos tanto tiempo en un tejado. Así que decidí darnos un empujón.
Donnie: Bueno, tu madre espera. -Ella asintió. Las damas primero, madam. -Le dije extendiendo mi mano hacia ella. Cuando la tomó, corrimos juntos en camino a la mansión Harrison Blake.
Entramos por la ventana de la habitación de Rose. Siempre entrábamos por ahí. Ella se encargó de ver que no hubiera nadie para que yo saliera y ambos nos dirigimos a la cocina donde Madeline Blake, la mamá de Rose, nos esperaba sentada.
Madeline: ¡Rose, querida! -Casi gritó emocionada antes de levantarse y correr hacia su hija. Yo sólo les miré.
Rose: Madre. -Le dijo Rose en medio del abrazo.
Madeline: Que gusto verte de nuevo. -Se separaron del abrazo y entonces me miró. -Igual a usted, joven Donatello. -Me dijo antes de estrechar nuestras manos.
Donnie: Que gusto verla, Señora Harrison
Madeline: Tomen asiento, deben estar cansados. -Ambos nos sentamos juntos frente a Madeline. Sólo que, el comedor era algo... Grande, por lo que estábamos a unos metros de distancia.
Tomamos la comida y procedimos a comer los tres. Al parecer toda la servidumbre de la casa estaba fuera, lo que nos dejaría estar juntos sin problemas. Después de un tiempo de plática y recibimiento, me llamaron.
Madeline: Gracias por siempre cortejar a mi hija, joven Donatello. -Me dijo agradecida. La miré y negué con la cabeza.
Donnie: No tiene que agradecer. Es mi trabajo. -Le dije amable.
Madeline: Tal vez algún día te lo compensaré, Connor lo habría querido. -Dijo con ambas manos entrelazadas bajo su barbilla.
Donnie: Insisto. No es necesario, me es suficiente tener a Rose en Nueva York... -Tomé a mi novia de la mano. -...Conmigo. -Rose sonrió.
Rose: Que dulce. -Su madre suspiró en silencio.
Madeline: Ambos me conmueven, aún no puedo creer que realmente estén juntos.
Donnie: Ni yo. -Rose me golpeó ligeramente. Yo le sonreí burlón.
Madeline: Por cierto, estamos en el mes de Septiembre ¿No están por cumplir un año? -Preguntó haciéndonos recordar.
Rose: En 4 meses, si. -Respondió Rose.
Madeline: Vaya... Rose está por cumplir los 18 también. -Dijo sorprendida. Yo tomé el vaso de café para tomar un sorbo. -Díganme, ¿No creen que es tiempo de planear su... Matrimonio? -Esa palabra me hizo ahogarme con el café y pasarlo por las vías respiratorias casi quemándome por dentro, comencé a toser. -¡Santo cielo! -Dijo con preocupación.
Rose: Donnie. -Dijo Rose preocupada. Se levantó y comenzó a golpear mi espalda liberándome del café en la nariz. -¿Te encuentras bien?
Madeline: ¿Está bien, joven?
Donnie: Estoy bien. -Dije después de tener una pequeña oportunidad de hablar. Rose miró a su madre.
Rose: Madre, no crees que es algo pronto para pensar en... ¿Matrimonio?
Madeline: Se que es muy pronto, pero, después de todo lo suyo es serio, ¿Verdad? Además, todo es mejor cuando se planea con tiempo. -Rose y yo nos miramos. -Le traeré un pañuelo, Donatello. -Y se levantó yendo hacia el baño. Rose siguió acariciando mi caparazón y me miraba preocupada.
Rose: Disculpa a mi madre, es algo...
Donnie: Apresurada. Si, me dí cuenta.
Rose: ¿Ya puedes respirar? -Asentí. -¿O será que estabas exagerando todo este tiempo? -Le miré nervioso.
Donnie: Eh...
Rose: ¿Es que no quieres casarte conmigo? -Me preguntó poniéndome más nervioso.
Donnie: ¡No!
Rose: ¿No?
Donnie: No quiero casarme contigo. ¡DIGO! Si quiero... No... nos casemos, digo, casémonos. Ah, Dios. -Ella rió tiernamente. Tomé aire antes de hablar, me enderecé haciendo que me soltara y le miré. -Quiero decir que... Si llegáramos a casarnos, preferiría que no hubiera presión de nadie. Será decisión solo de ambos. -Ella sonrió. Ese tema era muy difícil de manejar. Suspiré. -Te prometo que nuestro compromiso será en el momento que ambos estemos listos.
Rose: Que alegría que pienses así. -Me abrazó. Nos vimos a los ojos y justo antes de que pudiera besarla, Madeline llegó.
Madeline: Aquí tienes, Donatello. -Dijo dándome el pañuelo, asentí y comencé a limpiarme la nariz. Rose se sentó siguiendo con la plática.
Rose: Y... Madre, ¿Está todo en orden con la compañía? -Preguntó su hija.
Madeline: Desde que Connor no está, muchas cosas se salieron de control. Pero, hago lo que puedo. Mantenerlos a todos a flote es lo importante. -Rose se confundió un poco.
Rose: ¿Podrías definir "Fuera de control"? -Madeline accedió a responder.
Madeline: Ha habido cambios en la compañía, mucho dinero se está perdiendo y muy poco está llegando a nuestros ingresos. Todo por que no se completaron los documentos con la firma de tu padre en las conferencias. -Alzamos las cejas.
Rose: Se escucha complicado.
Madeline: Es sólo el poco trabajo, querida. Mucha gente no está trabajando como debe y muchos renuncian.
Rose: Puedo ayudarte. -Dijo ella decidida, su mamá le miró y entonces le sonrió.
Madeline: Te lo agradezco, cariño.
Donnie: ¿No pueden contratar a más personas? Es decir, si el problema es falta de personal, sólo contraten más. -Dije con lógica, pero Madeline negó.
Madeline: Me temo que es difícil encontrar solicitudes. Es muy extraño. -Suspiré, como Rose dijo, era complicado.
Donnie: Verá que todo estará bien, Señora Harrison.
Madeline: Lo sé, gracias. -Sonrió un poco, tomó de su café y nos miró. -Y... díganme, ¿Cómo está Justin? -Preguntó.
Rose: Está de maravilla, él y Hayley viven juntos otra vez.
Madeline: Aún no puedo creer que esté vivo.
Rose: Yo tampoco, pero lo está. El Kraang nos dañó por mucho tiempo.
Donnie: Mis hermanos y yo aún creemos que es imposible. Pero, concuerdo con Rose.
Madeline: Espero que nunca regresen esos bastardos.
Rose: No lo harán, se acabó.
Madeline: Espero que algún día pueda conocer a esa familia tuya, joven.
Donnie: ¿Está segura de conocer a tres tortugas más y a una rata gigante?
Rose: No olvides a un gatito mutado en helado.
Donnie: Y eso.
Madeline: Oh... Que... Unión tan... Única.
Rose: ¿En serio estás de acuerdo con esto, Madre?
Donnie: Yo aún creo que es una trampa para asesinarme. -Dije bromista. Madeline sonrió.
Madeline: Claro que estoy de acuerdo con tu decisión, hija. Es extraño que hayas elegido a éste... Mutante. Pero, siempre has sido muy consciente de tus decisiones. -Madeline Blake es una mujer muy extraña, es decir, era evidente en ocasiones que no estaba de acuerdo con que su hija estuviera conmigo, pero, aún así lo respetaba debido a su buen juicio y por que la veía feliz. Algo que nunca confesó, era el hecho de que prefería a Justin Griffin en lugar de mí, después de todo estaba vivo.
En el resto del día, me quedé en la mansión. Rose y Madeline se fueron a trabajar, era necesaria la ayuda de ella, después de todo, era cómo un clon de Connor.
Estar sólo en casa de los Harrison era raramente divertido. Podía conocer más a Rose y la historia de su familia. También podía conocer la historia de la gran compañía que tenían, Connor era un hombre muy interesante. Me decía cientos de veces a mi mismo que hubiese sido genial conocerlo, quizá él si habría aceptado a la tortuga que amaba a su hija.
Eran casi las 7:00 p.m. y ya estaba anocheciendo. Yo estaba sentado en el techo de la mansión, era un espacio para fiestas privadas, pero estaba vacío por obvias razones. Sólo me senté en una de las sillas que estaban ahí y miré el paisaje de todo el jardín Harrison Blake. Era increíble.
De pronto, mi teléfono sonó...
Donnie: Donatello. -Dije contestando.
Leo: Hola, Donnie. -Escuché la voz de mi hermano Leo.
Donnie: Hola, Leo. ¿Qué pasa?
Leo: Sólo quería saludar. ¿Estás con Rose?
Donnie: No, está con su mamá.
Leo: ¿Estás sólo en la mansión otra vez? -Suspiré.
Donnie: Si. Pero, no es nada aburrido. Me alegra ver a Rose integrarse con su madre, es bueno para ella. -Me senté más cómodamente para ver el paisaje.
Leo: Aquí todo está en orden. Pero Splinter me pidió que les hablara. -Dijo sacándome de duda. -Y dime, ¿Cómo es la mamá de Rose? -Me senté recargando mi brazo en mi rodilla.
Donnie: Pues, es muy agradable. Es mamá de Rose, así que es muy seria e inteligente. Me sorprende que me acepte y trate como una persona normal.
Leo: Eso es genial, Donnie. Pero, No es por ofender, ¿Por qué te aceptaría una persona como Madeline? -Miré el suelo un segundo. Esa pregunta también me la hice mucho tiempo.
Donnie: Eso me lo preguntaba yo también. -Mire al paisaje otra vez- Pero, es sencillo aunque no lo creas. Sabemos que Rose es... diferente. Madeline lo sabe muy bien, por eso, al ver que ella siente algo por alguien y ese alguien le corresponde, es prácticamente un milagro. -Dije antes de sonreír. -Es posible que tal vez tiene sus dudas, pero acepta que Rose es feliz. Sólo quiere lo mejor para ella. -A pesar de no poder ver a Leo, sabía que alzó sus cejas.
Leo: Vaya, interesante. Creo que es genial.
Donnie: También yo lo creo. -Dije con una sonrisa, me recosté en el asiento en el que estaba.
Leo: Bueno, espero que te sigas divirtiendo, saluda a Rose de mi parte.
Donnie: Lo haré, buenas noches.
Leo: Adiós. -Colgué y seguí mirando el cielo.
Rose: Con que aquí estás. -Escuché de pronto. Miré atrás un poco asustado, Rose me sonrió.
Donnie: Rose, llegaste. -Dije sorprendido y feliz.
Rose: Así que, hablaste con Leo. -Me dijo mientras se acercaba para sentarse a mi lado.
Donnie: Espera, ¿Escuchaste todo?
Rose: No todo, pero, ahora sé que mi madre te aprueba sólo por que soy "Especial" -Dijo marcando las comillas con sus dedos. Me puse algo nervioso, no quería que se molestara.
Donnie: Ah, Rose. No era mi... -Comencé a decirle para disculparme, pero, su expresión seguía siendo neutral.
Rose: No era tu... ¿Que?
Donnie: ¿No estás molesta? -Fruncio el ceño.
Rose: ¿Por qué debería?
Donnie: Ah, por que estaba hablando de ti y por que... Bueno, cualquier chica se molestaría si le dicen que es... algo a sus espaldas. -Ella sonrió.
Rose: Bueno, ya lo mencionaste. No soy cómo el resto. -Respondió con su mirada conectada a la mía. Le correspondí la sonrisa.
Donnie: ¿Y bien? ¿Cómo te fué en la compañía con tu madre? -Cambié el tema, tenía curiosidad.
Rose: Estuvo... Bien. Aunque... -Le miré confundido.
Donnie: ¿Qué ocurrió?
Rose: Nada, sólo que... Mi madre está bajo mucha presión. Al parecer el Grafeno está desapareciendo y no puede hacer nada.
Donnie: Creí que ella era la propietaria de los experimentos con eso. -Dije confundido.
Rose: No exactamente, mi padre era el verdadero autorizado, mi madre trabajó con eso especializándose ahí. Pero, mi padre es lo importante aquí. -Aclaró. Me sorprendí internamente.
Donnie: ¿Qué hay de los trabajadores que mencionó? -Pregunté al recordar la plática con Madeline de esa mañana.
Rose: Tiene razón. También están desapareciendo. Es extraño, pero, sé que se repondrá. -Fruncí el ceño.
Donnie: ¿Eso es lo que te tiene preocupada? -Ella suspiró.
Rose: Sólo el hecho de que no puedo quedarme aquí. Ella no lo aceptaría. -Dijo mientras se acariciaba los hombros. La conocía, quería quedarse, pero, como dijo, no podía.
Donnie: Todo estará bien. -Dije mirándole sonriente. Entonces, me decidí a animarla de la forma que sólo ambos sabíamos. -Oye. -Llamé su atención, me levanté. -Ya es de noche, ¿No te gustaría que nos divirtiéramos? -Pregunté con una media sonrisa y una ceja alzada, ella pensó y sonrió antes de que yo le extendiera la mano.
Rose: Sería espléndido. -Dijo antes de tomar mi mano y así irnos por los tejados hasta llegar a la ciudad.
Ambos corrimos a la par. Era importante para mí que Rose se aliviara de todo estrés, no quería que se volviera a esclavizar en algo que la desperdiciaría por mucho tiempo.
Durante el recorrido por la ciudad iluminada, decidimos jugar un poco. Después de todo, no había registros de nada malo por el perímetro.
Rose: ¿Esa es toda tu velocidad? -Preguntó ella de pronto mientras corríamos, sonreía.
Donnie: Tal vez.-Respondí con una sonrisa.
Rose: Bueno, después de todo, eres una tortuga. -Dijo con gracia, fruncí el ceño sin dejar de sonreír.
Donnie: Oh, Ya verás lo que ésta tortuga puede hacer. -Dije antes de correr más veloz. Ella rió y corrió conmigo. De pronto, nos detuvimos. -De acuerdo. El primero que llegue a ese letrero que está a séis edificios adelante, gana. -Dije mirándole desafiante y con humor. Ella me miró igual y asintió. Comenzamos a hacer la cuenta regresiva. -Bien, Tres...
Rose: Dos...
- ¡Uno! -Gritamos al unísono antes de correr.
Al principio, estábamos a la par. Pero, al pasar los segundos, ambos comenzamos a tener nuestras técnicas. Yo comencé a usar saltos por las esquinas, cosa que ella notó. En una oportunidad, salté pasando al lado de ella para poder besarla en la frente muy rápido. Eso, la hizo tomar más enserio la carrera, así que sacó su Metali-Bo y sin que yo me diera cuenta, lo abrió para hacerme tropezar. La miré desde el suelo y ella aún mientras corría me saludó antes de usar la misma arma para impulsarse a los tejados. Sonreí para mí. Eso no se quedaría así.
Tomé mi Metali-Bo eléctrico. Lo usé cómo ella para impulsame y con saltos, me ayudé para llegar frente a ella deteniéndome para verla de frente. Me puse en pocisión de pelea, entonces ella sonrió y se colocó en su propia pocisión. Ambos corrimos hacia el otro haciendo chocar los dos bastones de metal.
Donnie: ¿Quien es la lenta ahora? -Pregunté sin dejar de forcejear, ella sólo sonrió de nuevo.
Rose: Tu mente. -Respondió antes de saltar usando mi bastón como impulso y seguir corriendo a mis espaldas hacia la meta. Reí para mí. Era muy astuta.
Donnie: ¡Bien pensado! Pero, no es suficiente para detenerme. -Le exclamé desde atrás una vez que seguí corriendo. Ella volteó, lanzó estrellas, pero las esquivé con ayuda del bastón. Saqué estrellas y también las lancé, ella sin necesidad de usar el Metali-Bo las pudo esquivar. Sólo quedaban 4 tejados por pasar antes de ganar.
Pensé por un momento. Vi un poste cerca y con ayuda de mi bastón, que contaba con orillas eléctricas, decidí hacer un pequeño corto con el poste más grande. Cuando lo hice, me oculté, ella volteó al escuchar y tomé la delantera. Quedaba sólo dos tejados por pasar.
Donnie: Qué extraño, ¿Un corto en Londres? -Pregunté desde lejos burlón, ella negó y siguió corriendo por detrás. Sólo faltaba uno.
Rose: Eres un tramposo. -Me dijo al estar a mi espalda. -Pero, si así quieres jugar. -Dijo haciéndome borrar mi expresión. Ella saltó sobre mí y usó mi caparazón para saltar muy alto. Mientras ella estaba por los aires, me mandó un beso. Cosa que me encantó, pero fastidió a la vez.
Donnie: Eso si que no. -Dije para mí antes de saltar tan alto cómo ella para tomarla de la cinturainterrumpiendo su "Vuelo" y así caer juntos al edificio que acordamos que sería la meta. Rodamos mientras aterrizamos, finalmente al detenernos, quedé sobre ella, me sostuve con ambas manos para no dejar todo mi peso sobre ella y entonces ambos encontramos nuestros rostros. Comenzamos a reír de la nada.
Rose: Parece que es un empate. -Decía ella sin dejar de reír. Tenía una muy bella risa.
Donnie: No lo creo, estoy más cerca, mira. -Le mostré aun riéndome que mi pierna estaba estirada y por tanto, estaba más cerca del anuncio, ella al verlo, rió más fuerte haciendo su rostro hacia atrás como podía. Le miré cómo se reía, era hermosa.
Rose: Eres un pésimo perdedor. -Me dijo al conectar nuestras miradas. Entonces, nuestras sonrisas desaparecieron a la par.
Nuestras miradas se cruzaron profundamente, ya no podíamos escuchar a los autos pasar por las calles o sentir el viento que nos estaba abrazando. Nos perdimos uno en el otro.
Poco a poco, comencé a acercarme, iba a besarla, pero entonces, escuchamos un ruido que nos hizo ver hacia la dirección de la que venía.
Rose: ¿Qué fué eso? -Preguntó tan sorprendida como yo.
Donnie: Parece un disparo. -Ambos nos vimos, nos sonrojamos un poco y entonces me levanté para ayudarla.
Rose: Será mejor que vayamos. -Dijo una vez de pie. Asentí y corrimos hacia el lugar donde provenía el sonido.
Cuando nos acercamos, vimos desde el mismo techo que un local estaba siendo asaltado por una banda de tontos con máscaras de mal gusto. De inmediato supimos que debíamos entrar en acción.
Rose: Un asalto. -Dijo algo sorprendida. -Al parecer no es tan tranquila ésta calle cómo creí.
Donnie: El típico asalto en la Joyería. -Dije igual de sorprendido. -Será muy sencillo.
Rose: Mira, hay un ducto de ventilación en el techo.
Donnie: Es cierto. También puedo ver la fuente de energía desde aquí. -Ambos nos vimos.
- ¿Estás pensando lo mismo que yo? -Dijimos al mismo tiempo. Le sonreí y ella correspondió.
Rose: Yo me encargaré de apagar las luces, mientras que tú...
Donnie: ...Mientras que yo entro por los ductos sin que nadie se percate de nosotros. -Nos sonreímos de nuevo y asentímos antes de separarnos.
Rose: A mí señal. -Dijo antes de saltar y acercarse al lugar donde estaba la fuente de energía. Bajó la palanca quitando las luces y entonces fuí lo más rapido que pude para entrar por el ducto. Pude escuchar a los ladrones quejarse.
- ¿Qué les pasa a las luces? -Dijo uno un poco sorprendido.
- ¡Tú! ¡No dejes de meter el dinero! -Le gritó otro al de la caja. Salté poniéndome fente a ellos, no me miraban.
- ¿Qué fué eso? -Preguntó el mismo al escuchar mi aterrizaje. Con rapidez, les quité sus armas, lo que les asustó. -No puede ser, salgamos de aquí. -Entonces cómo ratas intentaron salir por la puerta, pero una hermosa silueta femenina aterrizó frente a ellos antes de que pudieran salir.
Rose: Yo no lo creo. -Dijo ella antes de que ambos atacaramos a los ladrones. Todo ocurrió muy rápido, de un momento a otro ya estábamos en el techo del edificio de enfrente con una caja de pizza mientras que mirábamos el dulce momento en el que la policía arrestaba a los polizones.
Donnie: Creo que les va a ir muy mal. -Intentaba hablar mientras masticaba un pedazo de ese delicioso queso con peperonni. Ella me miraba con gracia, era extraño hablar con la boca llena.
Rose: Lo sé, pero, se lo merecen. -Dijo antes de comer.
Donnie: Snmns nm gnrm... -Aún estaba intentando hablar con la boca llena, ella me alzó una ceja, entonces tragué antes de hablar de nuevo. - Somos un gran equipo. -Dije al fin.
Rose: No hace falta remarcarlo. -Dijo antes de que chocara su pedazo con el mío.
Estar en Londres era genial, conocer otro lugar, otras calles y saber cómo golpear a quienes lo merecen también es muy divertido. Estudiar e inventar cosas, ni se diga.
Disfrutaba muchas cosas en ese tiempo, incluso la pizza extrangera era deliciosa. Pero, a pesar de todo lo maravilloso que me rodeaba, sólo me importaba una cosa más que a nada en el universo. Tener a mi chica a mi lado.
Y aún recuerdo nuestra frase...
"Todo estará bien"
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro