Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cap. #11 "Fin de la espera"

Pasé por la entrada y les miré. Todos quedaron perplejos y me miraron. Estaban saliendo del laboratorio. Fruncí el ceño confundido.

Donnie: ¿Que... hacen? -Dije molestándome.

Leo: Donnie, cálmate.

Donnie: ¿Cómo quieres que me calme? ¿No entienden que... -Entonces, salieron Karai y Shinigami. Ambas, tenían en manos algo. Quedé perplejo.

Al inicio me molesté, pero... Conforme lo miraba, no sabía cómo reaccionar.
Era... Karai tomando un brazo vendado y Shinigami tomando otro brazo desnudo. Era... Rose.
Yo... No entendía. Es decir, estaba muerta. Pero, justo en ese momento, la estaba mirando frente a mí. Miraba el suelo intentando caminar con la ayuda de sus amigas. Sus expresiones eran de dolor, pero estaba más viva. No podía creerlo.

Shinigami: Cuidado, no intentes caminar tan pronto. -Le decía Shinigami. Rose apenas podía mover el pie derecho.

Karai: Creo que deberíamos cargarte.

Rose: No... Estoy bien. -Dijo aún intentando caminar. Habló... Su voz... Creí que nunca la volvería a escuchar. Entonces, se detuvo y volteó para verme. Nuestros ojos se conectaron, pude verla... Pude ver sus ojos tan especiales. Su expresión de vulnerabilidad al verme, fué lo que me partió el corazón.

Karai: Uy... -Dijo Karai al notarme.

Shinigami: Deberiamos... -Rose levantó una mano indicando que callaran. Aún me miraba. Me acerqué lentamente.

Mikey: Ay... Chicos... Esto es muy emotivo.

Rafa: Cállate, enano.

Donnie: R-Rose... -Dije aún perplejo. Ella me miraba. -... Estás...

Rose: Hola. -Dijo antes de sonreír un poco de lado. Se me salió una lágrima. No podía moverme. Pero quería abrazarla. Era lo que más quería. -Estoy viva. -Dijo antes de acercarse con ayuda de sus amigas, me tomó de una mejilla. Al sentirla, cerré los ojos. No podía creer que la sintiera otra vez. Tomé su mano, le miré. Me sonrió. Comencé a llorar. La abracé de inmediato, desesperado. Ella correspondió. Sus amigas la soltaron.

Donnie: Pe... Perdóname... -Le supliqué en llanto. -Todo ésto fue... Mi culpa. Debí... Debí... Esmerarme. Debí... Ser más fuerte. Yo...

Rose: Donnie... Tú me salvaste. -Abrí los ojos. -No tengo nada que perdonar. -Decía ella acariciando mi cabeza. Volví a llorar.

Donnie: Creí que ya nunca despertarías...

Rose: Pero me esperaste... Y aquí estoy. -El resto del clan nos miraban muy conmovidos. Mikey estaba llorando con Lynx en brazos. Entonces, sacudí mi cabeza.

Donnie: Que tonto soy. Seguro que los demás quieren...

Rose: Descuida, ya tuvieron su tiempo. Me contaron todo.

Donnie: ¿Todo?

Leo: Cuando la trajiste...

Rafa: Cuando te volviste loco...

Karai: Cuando casi te renegaste al Sensei...

Shinigami: Cuando la sacamos y la volvimos a conectar.

Donnie: Ay, cielos. -Miré a Rose. -Creo que te diste cuenta de que no me puedo controlar a veces.

Splinter: Todos nos dimos cuenta. -Escuchamos a Splinter. Le miré con Rose en mis brazos aún en el abrazo incompleto.

Donnie: Sensei...

Splinter: Es una gran alegría que Rose haya despertado. Todos la extrañamos. -A eso, Rose sonrió un poco. El resto le miraban a Splinter, Mikey apretó más a Lynx. -Sin embargo, quisiera hablar contigo en el Dojo más tarde. -Asentí. 

 Donnie: Hi, Sensei. -Él asintió también. Miró a Rose. -Cuando the sientas mejor, también te veré en el Dojo. -Le sonrió y se fué. La miré. 

 Rose: Creo que estamos en problemas.

 Donnie: Más yo que tú, créeme. 

Rafa: Bueno, ahora que la niña ha resusitado, ¿Que sigue? -Preguntó Rafa. 

 Mikey: ¡Tenemos que festejar! -Exclamó Mikey apretando a lince un poco más. April le miró preocupada. 

 April: Ah... Mikey, asfixias a la cachorra. -Entonces, Mikey la soltó. 

 Mikey: Uy, perdón. -Shinigami se acercó a la felina y la cargó mostrándosela a Rose. 

 Shinigami: Ésta chica es muy fuerte. Pero estuvo algo... Deprimida, te extrañó. -Rose con una mano la acarició. La pequeña lince le ronroneó cómo supo y le lamió la mano. 

 Rose: Yo también la extrañé. Les agradezco por cuidarla en mi ausencia. 

 Rafa: Come demasiado, creo que más que Mikey. 

 Mikey: ¡Oye! Pero es una excelente compañía para dormir.Leo: Como sea... Rose, ¿Como te sientes?Rose: Bueno... Estoy viva. Pero, aún siento varias molestias. Apenas puedo caminar. 

Donnie: Es normal. Pero, te cuidaré. 

 Karai: ¿Aún tiene que estar en cama? 

 Donnie: Lamentablemente, si. Los tejidos que he hecho tienen que cicatrizarse, una de sus piernas depende de ello. Y bueno... Es importante que guarde reposo. 

 Mikey: Ay... Yo creí que ya podíamos jugar como antes. 

 Rose: Será pronto, Miguel Ángel. -Él la miró triste. -Enserio, lo prometo. -Entonces mi hermanito le alzó el pulgar y le sonrió. 

 Mikey: Está bien, Rose. Mientras tanto seguiré cuidando a la bebé en tu ausencia. -Rose asintió. Le ayudé tomándola de ambos brazos, apenas podía mover sus largas piernas. 

 Shinigami: ¿Podremos visitarla más al rato? -Preguntó Shinigami por ella y Karai. 

 Donnie: Seguro, sólo denme un momento. -Ellas asintieron. 

 Leo: Con cuidado. 

 Rose: Está bien, Leo. -Respondió Rose. La llevé al laboratorio y la volví a recostar en la camilla. Le miré a los ojos. 

 Donnie: ¿Estás cómoda? -Pregunté. Ella sin dejar de mirarme a los ojos, asintió. 

 Rose: Si, estoy bien. -Le sonreí de lado. 

 Donnie: ¿No te duele? 

 Rose: Solo un poco. Un dolor interno. 

 Donnie: Pronto terminarás de regenerarte. Te dejará de doler. -Dije antes de poner mi mano en el filo de su blusa, pero al recordar que estaba ella ya conciente, me sonrojé. Le miré. -Ah... Tengo que ver la herida, cambiarte los vendajes. ¿P...puedo? -Ella suspiró algo nerviosa. 

 Rose: Supongo que lo has hecho durante todo este tiempo, así que... 

 Donnie: Oh... Claro. -Dije antes de comenzar a subir su blusa y mirar los vendajes que le puse. -Lo haré con cuidado, no quiero lastimarte y estoy seguro de que quizá se te pegaron un poco. -Le advertí al comenzar a quitárselos para ver la herida. Ella solo asintió y miró el techo. 

 Rose: Es lógico que ya has hecho esto antes. -Pasé saliva. -No estoy muy segura de cuánto de mi lado derecho se dañó, tuviste que... ¿Descubrir desde mis caderas hasta el cuello? -Me sonrojé mucho, pasé saliva de nuevo. 

 Donnie: No, no... Yo, ahm... Nunca haría eso. Sólo descubrí desde tu cadera hasta un poco debajo de tus... Tu pecho. 

 Rose: ¿Y cuando me lavaste la sangre? 

 Donnie: Ah... Ahm... Yo... Sólo miré por encima, enserio, nunca te desvestí con alguna mala intención.

Rose: Donnie... 

 Donnie: Perdona, tenía que salvarte. 

Rose: Está bien, descuida. Pregunto por que quería saber si solo fuiste tú quien me atendió. 

Donnie: ¿No te molesta que te haya visto... Así? 

 Rose: Nunca confíe en los doctores. El menos no en los que me atienden. Pero tú... Eres el único que sabría que hacer. -Le miré un segundo, luego sonreí. -Por cierto, ¿Cuando comenzarás a quitar las bendas? Siento que vas muy lento. 

 Donnie: ¿No te duele? 

 Rose: No... Donnie, ya me he lastimado antes, no soy tan frágil. 

 Donnie: Si, claro, lo siento. -Me disculpé. Comencé a quitárselos a una velocidad normal. 

 Rose: Asi está mejor. -Respondió antes de mirar el techo de nuevo. 

 Donnie: Rose. Gracias... Por el voto de confianza. Bueno, por la cubeta de confianza. -Le agradecí aún desnudando la herida. Ella me miró. 

 Rose: No, Gracias a tí. -Le miré. -Por salvar mi vida. -Suspiré. Miré de nuevo a lo que estaba haciendo y negué con la cabeza. 

 Donnie: No, Rose... No digas eso. -Respondí con una gota de sudor. 

 Rose: ¿Por qué no? No es la primera vez que lo haces. 

 Donnie: Esque... -Negué comenzando a sentir un nudo en la garganta. 

Rose: Sabía que serías fuerte, pero me he sorprendido, por que lograste impedir que me vaya. -Me detuve, miré el suelo. -Te envidio por la fuerza que posees. Yo nunca habría... -Le interrumpi. 

Donnie: No, Rose. -Ella de detuvo, me miró confundida. -Yo... No soy nada fuerte. -Frunció el ceño.

 Rose: ¿Por qué lo dices? -Preguntó. Yo negué con la cabeza mirando el suelo. Mi voz se entrecortó.

Donnie: No soy... nada fuerte... -Una lágrima pasó por mi mejilla. -No te traje por que supe como curarte. Te traje por que no quería perderte. -Sollocé. -Yo... No podía superarlo. Te juro que estaba dispuesto a... Ah, Cielos, a morir contigo. -Ella dejó de fruncir. Me miró vulnerable. -No seguí nada de lo que dijiste. Fuí... Débil. -Fruncí el ceño cerrando los ojos. Sólo sentí una suave mano limpiando la lágrima y tomando mi rostro para levantarlo. Le miré. 

 Rose: Solo por que mi posible muerte te haya afectado, no significa que seas débil. -Aclaró. Me sonrió de lado. -Todo eso es, claro, efecto de luto. Después, luchaste. No me mantuviste sin vida a tu lado, más bien, hiciste lo posible para revivirme. -Otra lágrima pasó por mi mejilla. -Alguien débil, se habría matado desde un inicio. O sólo, me habría guardado de la misma forma en que... Morí. Eres fuerte. Lo eres. -Pasó su mano por mi mejilla. Le sonreí un poco y me limpié los ojos.

Donnie: Gracias... -Dije al terminar de limpiarme las lágrimas y terminar de desenvolver su herida. Estaba por comenzar a limpiarla, pero ella habló.

Rose: Aguarda. -Dijo de pronto. Le miré. -¿Puedo ver? -Preguntó curiosa. Temí por un segundo al pensar en la reacción que tendría, pero igual, cedí.

Donnie: Adelante. -La solté, le puse una almohada en la espalda para que estuviera semisentada y así pudiera ver. Una vez que vió las cuatro enormes heridas, frunció el ceño.

Rose: Santo cielo... -Con una mano tocó un poco los puntos que le hice en las heridas, aún sorprendida, habló sin mirarme. -¿Qué... fué lo que pasó? -La miré confundido.

Donnie: ¿No lo recuerdas?

Rose: Lo único que recuerdo fué... Que estaba mirándote, cuando comencé a caminar de pronto sentí un impulso que salía desde mi... espalda hasta mi abdomen. -Mencionó comprendiendo. Me miró. -Luego, te desvaneciste. Y todo fué oscuridad.

Donnie: Supongo que el impacto te hizo perder la cordura.

Rose: ¿Qué fue lo que ocurrió? -Suspiré.

Donnie: Después de que vencieras a Rocksteady y a Rahzar, me miraste. Te miré igual. Pero, ese "Impulso" que sentiste, fueron en realidad las garras de Rahzar que te apuñalaron desde atrás hasta enfrente. -Ella me miró más que sorprendida. -Luego, jaló sus garras hacia su derecha desgarrándote. Y... Luego caíste hacia un pedazo enorme de concreto, impactándote...

Rose: ...La cabeza. -Ella completó mi palabra. Se tocó el vendaje que tenía a la derecha de su frente. Miraba la nada. -Eso es... Horrible. -Me miró. -Donnie...

Donnie: ¿Sí?

Rose: ¿Qué me hizo? -Preguntó mientras tocaba sus heridas con cuidado. Obviamente se refería a ellas. Suspiré de nuevo.

Donnie: Cielos... Ahm. -Le miré. -Él... Te desgarró un riñón completo. -Ella se tapó la boca con su mano izquierda. -También desgarró un pulmón en la parte baja y te fracturó una costilla. -Quedaba cada vez más perpleja ante cada cosa que le decía. -Por suerte, tus intestinos están intactos. Sólo tienen raspones que ya sanaron. -Ella suspiró pesadamente.

Rose: Santo Dios... -Me miró aún perpleja. -Yo... debí haber muerto. Son demasiados elementos. -A eso comencé a bajar la cabeza. -Sin embargo... -Le miré. -...Estoy viva. ¿Qué fué lo que... Hiciste?

Donnie: ¿Lo que hice?

Rose: Ambos sabemos que mi sangre no es humana. Por cada diez gotas de sangre, hay una de mutágeno azúl. Debí perder mucha sangre. ¿Cómo la recuperé?

Donnie: Bueno, quizá por que fuí a tu apartamento y... Tomé el frasco que guardaste en un estante de tu baño. -Por un segundo, tuve miedo, no sabía si se molestaría conmigo.

Rose: Y... ¿Estás molesto? -A eso le miré confundido.

Donnie: ¿Qué?

Rose: Por sacarme sangre para extraer mutágeno. Creí que eso... Te molestaría.

Donnie: Si estuvieras completamente sana, me habría molestado. Pero, era muy importante para un caso como éste. Y yo creí que estarías molesta por haberlo sacado del estante.

Rose: Por supuesto que no. Es decir, como dijiste, es importante para casos como el aquí presente. -Le sonreí. Ella igual. -Sabía que... Sólo tú sabrías que hacer. -Me sonrió más profundamente. Le miré a los ojos y también le sonreí. Me acerqué... Pero en el intento, puse mi mano cerca de sus heridas y la lastimé un poco. -Ouch! -Dijo de pronto. Me sonrojé y me alejé a como estaba.

Donnie: Lo siento... -Ella sonrió conmovida y con algo de humor.

Rose: Está bien.

Tener a Rose de vuelta era una maravilla. Aún me parecía increíble, sentía que en cualquier momento despertaría de un sueño. Pero, el transcurso de los días me hizo ir olvidando ese sentimiento. Entonces, cada vez se volvió más real.
La paz volvió a las alcantarillas, todo se restauró. Los horarios volvieron a ser los mismos y cada quien volvió a sus responsabilidades. Fué impresionante saber el impacto que había causado ese acontecimiento. Pero, no era por Rose, si no, por mí. Lo bueno era que ya estaba bien.

Debo decir que el tiempo después de su despertar, se hizo uno de los más felices de mi vida. Era hermoso tenerle en casa todos los días, ver su sonrisa y escuchar su voz era lo que más me fascinaba.
La hospedé en la habitación donde ella siempre duerme cuando nos visita, así que estaba más cerca de mi habitación. Todo era maravilloso. Ella dependía de mí, lo que más me gustaba era ser doctor y enfermero personal. Es decir, ella era la paciente perfecta. Y no lo digo por que fuera mi novia, si no, por que en verdad lo es. No se quejaba en absoluto. Siempre, todos los días le preparé el desayuno y ella lo aceptaba con una hermosa sonrisa, incluso a veces saboreaba muy deleitada cuando comía lo que yo le preparaba. En cambio, cuando lo hacía para Mikey, siempre se quejaba por que lo único que quería era grasa. Rose siempre aceptaba lo que yo le diera, pero claro, yo nunca perdí la caballerosidad de preguntarle sus gustos.

Cuando mis hermanos y las chicas salían a patrullar, ella y yo hablábamos por horas. Además de que a veces veíamos películas y al final discutíamos sobre las mismas. Nunca me aburría estando a su lado, siempre había algo que comentar y algo que responder. Los días no me eran suficientes para terminar tan sólo un tema. Vivir con ella, era maravilloso. Su sonrisa, su risa, sus gestos, su aroma, su cabello. Toda ella estaba viva y de nuevo estaba conmigo.

Aunque... Así como muchas cosas me gustaban, había algunas que no.
Como dije, los horarios volvieron a ser los de antes. Así que regresé a mis entrenamientos. Sólo en esos momentos de entrenar, eran cuando Rose estaba sola. Y ya saben que a ella nunca le ha gustado incumplir, así que... Saber que todos entrenábamos a excepción de ella, era algo duro. A veces, se sentía inútil. Era necesario su reposo de no usar las piernas, así que siempre estaba en cama. Cosa que era algo irritante para una chica de tantos talentos como Rose.
Y lo que más me dolía, era darle la inyección de sueros o medicina. Todo era por las venas de las muñecas y como anteriormente estuvo siendo inyectada por casi todo un mes, pues claramente tiene irritada esa zona. Siempre entraban y salían agujas. Y a pesar de que a ella le dolía, hacía aparentar que no sentía nada. Cada vez que le daba una dosis, le prometía que terminaría pronto. Pero no respondía. No me puedo imaginar como se sentía completamente.
Ya les dije que se sentía inútil. Verán, no solo por los entrenamientos y las misiones, si no, por su madre y su padre. No recibíamos noticias de ellos, así que Rose temía lo peor y en silencio, cuando yo no estaba presente, se culpaba y lloraba. Temía que durante ese mes en coma algo malo le hubiera sucedido a sus padres. Estaba en un desequilibrio emocional. Y aunque frente a mí aparentaba lo contrario, yo sabía exactamente lo que le ocurría. Por que la medicina que le daba, tenía el desequilibrio como un efecto secundario. Algo que nunca le dije, sólo para que pudiera desahogarse de vez en cuando. Le hacía bien.

Cabeza Metálica: Donatello está en entrenamiento justo ahora. -Mientras yo entrenaba con mis hermanos, siempre dejé a Cabeza Metálica a cargo. Cosa que a Rose no le molestaba.

Rose: Lo imaginaba, gracias Cabeza Metálica. -Le sonrió y entonces se escuchó un tocar en la puerta de su habitación. - ¿Ah...?

April: ¿Rose? Soy April. -A eso, ella frunció el ceño y miró a cabeza metálica.

Rose: Que extraño... -Dijo para ella. Luego de pensar un segundo, miró la puerta. -Adelante. -April entró algo nerviosa y con una media sonrisa. -O'neil, buen día.

April: Buen día. -Saludó al entrar. Cerró la puerta y miró a Rose. -¿Cómo te sientes?

Rose: Mucho mejor, gracias. -Respondió ella aún confundida. -Creí que estarían en entrenamiento.

April: Si, bueno... Sólo las tortugas están en sesión. Karai, Shinigami y yo no lo estamos. Así que, quería saludarte. -Rose alzó las cejas.

Rose: Entiendo. -Le sonrió de lado. April se sentó a su izquierda. Cabeza Metálica se quedó a la derecha.

April: Por cierto, Linx es un encanto. Siempre quiere entrar, pero Donnie no se lo permite.

Rose: Oh, sí. Lo sé. Es que es algo cariñosa y algo... pesada. Creemos que al menos hasta que pueda levantarme podré tenerla como mascota de nuevo. 

April: Estoy de acuerdo, para ser una cachorra, es muy pesada. Y así te recuperas más rápido.

Rose: Además, sirve para que Miguel Ángel tenga una compañía felina.

April: Ah, claro. Le encantan los gatos, lo olvidé.

Rose: Y... ¿Qué te trae por aquí O'neil?

April: Bueno, yo... -Intentó inventar una excusa, Rose sólo esperaba. -Sólo quería ver si estabas bien.

Rose: Claro... -Dijo antes de pensar un segundo y recordar algo que dije. -Oh, Donnie dijo que tuviste algo que ver en mi despertar.

April: ¿Qué?

Rose: Dijo que Splinter estaba por sacarme y enterrarme, pero, tú dijiste que aún sentías vida en mí. Lo detuviste. -April le miraba, luego miró el suelo apenada.

April: Ah... No fué nada. A comparación de lo que Donnie hizo, sólo fue una tontería.

Rose: Lo curioso es que también mencionó que no tenías puesto el collar. -April le miró. -Y digo que es curioso, por que pudiste sentir vida al no tenerlo, pero no pudiste sentirla cuando ocurrió lo de Rahzar. -April quedó perpleja, no quiso responder con la verdad.

April: Yo...

Rose: Ese collar no es tan poderoso como creí. -April en ese momento lo tenía puesto, así que miró a Rose un poco irritada.

April: Te equivocas. -Rose frunció el ceño. Entonces, alguien abrió la puerta.

Shinigami: Santo Cielo, disculpen. Creí que era mi habitación. -Ambas la miraban. -¿Interrumpí algo importante? -April bajó la cabeza. Rose negó.

Rose: No, para nada. Adelante. -Shinigami entró y se dirigió a la derecha de Rose, pero un par de cables se atravesaron en su camino haciéndola caer al suelo.

April: Aaah! -Exclamó April al escuchar el golpe.

Rose: Gami, ¿Estás bien? -Shinigami se levantó y rió.

Shinigami: Que vergüenza, a la próxima díganme que hay cables. -Decía entre risas, Rose comenzó a reír con ella. Yo pude escuchar el golpe de Shinigami, pero no sabía que había sido. Así que corrí hasta la habitación alterado.

Donnie: ¡ROSE! ¿Te encuentras bien? -Pregunté entrando alterado, me puse al lado de April.

Shinigami: Tranquilo, señor doctor. Está bien. -Respondió Shinigami aún riendo. Yo tomé la mano de Rose y con mi mano libre le toqué la frente.

Donnie: ¿Estás segura? ¿No tienes fiebre, dolor de cabeza? -Le tomé del otro brazo. -Ya sé, ¿Te duele el brazo? -A eso, las chicas presentes me miraron extraño. Rose me miraba con una sonrisa apenada.

Rose: Donnie, estoy bien, descuida. -Me dijo tomándome la mejilla con una mano y me dio un pequeño beso en el mismo lugar. Me sonrojé y sonreí.

Shinigami: Ahg, niños.

Donnie: Ah... jeje.  -Me rasqué la nuca. -¿Quieres algo? Te traeré algo. -Me levanté y salí.

April: Wow, sí que... -Regresé a la puerta.

Donnie: Por cierto, cuidado. Rose no debe ser desconectada. -Entonces me fuí.

April: ...Si que está preocupado por tí.

Shinigami: ¿No está exagerando?

Rose: Para nada, sólo hace lo mejor por mi salud... Eso creo.

Shinigami: Oye, pero es muy lindo. Algo cursi y... asqueroso. Pero, lindo.

Rose: Siento que a veces se preocupa demasiado, pero sus esfuerzos están dando frutos.

April: Ya ha pasado un mes de tu coma y una semana de reposo. ¿No es demasiado?

Rose: Lo mismo pensé, pero por lo que veo, ustedes no han visto mis heridas. No tienen idea de lo que Donnie hizo para salvarme. Es... Un milagro que yo esté viva.

Shinigami: Yo sí las ví. Eran... terribles.

April: Pero, no hablemos de eso.

Shinigami: Cierto, ¿Cuando crees volver a caminar? -A eso, Rose no supo contestar. Frunció el ceño reflexiva, en eso, entré con un té.

Donnie: Volví. -Me acerqué a su cama y me senté a su lado. -El té preferido de la dama presente.

April: Bueno, será mejor que me vaya. -Dijo April algo incómoda. 

Shinigami: Iré contigo, no vamos a encajar del todo aquí. -April se levantó y salió. Shinigami le siguió así quedando solos mi novia y yo.

--

April: Tranquila, tranquila...

Shinigami: ¿A quien le hablas?

April: A nadie. ¿En qué momento saliste?

Shinigami: No importa, oye, tu collar está iluminado.

April: ¿Ah?

Shinigami: Genial, debería conseguir uno igual.

April: No es nada. Me tengo que ir.

Shinigami: Claro, te veo después. Hay una gatita que cuidar.

April: Hasta luego... Tengo que quitarme ésto.

--

Donnie: ¿Hablaban de algo importante? -Pregunté sonriente de lado al darle su té. Ella también sonrió de lado al recibirlo.

Rose: No en realidad, sólo fue una visita rápida. -Respondió mirándome. Tomó un sorbo de su té.

Donnie: Perdona si me excedo con ésto del cuidado. -Agregué con algo de pena. Ella me miraba aún tomando. -Ya sabes que me preocupa que algo salga mal. -Rose dejó el té a un lado.

Rose: Lo sé. -Me miró después de dejarlo en el buró. Me miró. -No tienes que decirlo siempre. -Suspiré. Miré la sábana.

Donnie: Sí, lo siento. -Sentí su mano posarse en mi hombro. La miré.

Rose: Aún así me parece encantador. No deberías avergonzarte. -Sonreí.

Donnie: No me avergüenza en absoluto.

Rose: Eso es bueno. Y te lo agradezco. -Le tomé una mano aún sonriendo.

Donnie: Te pido otra disculpa si interrumpí algo. -Dije mirando sus pequeños dedos.

Rose: No interrumpiste, más bien, me salvaste. -Le miré. Sabía que la expresión que ví no era habitual.

Donnie: Esa era mi segunda teoría. ¿Qué fué lo que te dejó perpleja? -Pregunté provocando un suspiro de su parte.

Rose: Sólo una cuestión, una pregunta que no pude contestar.

Donnie: ¿De qué se trata? -Ella miró la cama. Me confundí un momento. -Espero que no sea nada de chicas. -Dije con humor. Ella sonrió sólo un instante, pero volvió la seriedad.

Rose: No, para nada. Gami preguntó... Si caminaría en un tiempo aproximado. -Me miró. Mis nervios surgieron. Temía que se molestara conmigo después de lo que le contestaría.

Donnie: Ya veo. -Apretó mi mano.

Rose: Sé que es la primera vez que atiendes a alguien de algo tan grave, pero eres el único que ha resguardado de mí durante éste tiempo y que tiene conocimiento de mi estado. -Me miraba curiosa y algo temerosa. -¿Aproximadamente cuándo podré caminar? -Su pregunta me hizo pasar saliva.

Donnie: Supongo que no te lo he dicho.

Rose: ¿Es algo malo?

Donnie: No del todo. Verás, si mis cálculos no fallan, podrás caminar dentro de una semana. Claro que, con los cuidados adecuados y asegurándonos de que no te lastimes. -Ella frunció el ceño.

Rose: ¿Pero? -Suspiré.

Donnie: Pero... Las heridas en tus costillas son aún delicadas. Podrás caminar, quizá trotar. Pero, no podrás pelear ni correr. -Su ceja dejó de fruncir. Miró nuestras manos. -Enserio lo lamento, necesitarán de más reposo esas áreas. Puede que si intentas moverte drásticamente, vuelva tu síndrome de cansancio aumentado a un cuarenta por ciento. -Me miró.

Rose: Descuida, está bien. -Le miré confundido.

Donnie: ¿Enserio? Pero...

Rose: Con que pueda regresar a mi responsabilidades básicas estaré bien. -Quité mi expresión. Ella miró al techo con los ojos cerrados. -Supongo que me lo busqué. -Sonrió.

Donnie: No digas eso, te agradezco por salvarme. -Me miró. -Recuerda que todo ocurre por una razón. -Me sonrió.

Rose: Claro que sí. Lo sé perfectamente. -Acarició mi mano. -¿Seguirás a mi lado, verdad? -Le sonreí, con mi mano libre le tomé la suya.

Donnie: Claro que sí. -Sonreímos. Me acerqué a ella, pero una voz nos interrumpió.

Mikey: Hey! Aquí estás, Donnie. -Rose y yo nos soltamos, ella se sonrojó y yo miré a Mikey de golpe.

Donnie: ¿Qué quieres, Mikey?

Mikey: Ya debes venir a desayunar. ¿Le traigo un plato a Rose? -Ella miró su té algo desanimada. Sabía que le entristecía un poco que todos nos reuniéramos a desayunar sin ella,así que decidí hacer algo distinto.

Donnie: No. -Ella me miró confundida.

Mikey: ¿Qué?

Donnie: Yo la llevaré a la mesa. -Ella aún estaba confundida, pero algo asombrada.

Mikey: Los veo ahí entonces. -Y se fué. Miré a mi novia después de levantarme.

Rose: ¿Que es lo que..? -Le extendí la mano.

Donnie: Debemos comenzar con los ejercicios de caminata, ¿No? -Ella aún sorprendida, miró mi mano. Luego, sonrió. La tomó y de un segundo a otro ya estábamos en la mesa con mi familia.

Splinter: Es un gran alivio tenerte por fin entre nosotros desayunando, Rose.

Rose: No, para nada. El gusto es completamente mío.

Karai: Ya te extrañaba, Blake. Es como si el dragón dejara libre a su princesa al menos un segundo. -Dijo Karai con sus brazos cruzados. Rose sonrió.

Rafa: ¿Dragón? Karai, es sólo Donnie. Igual de melodramático que siempre. -Mencionó Rafa al comer un bocado del desayuno. Fruncí el ceño de golpe.

Donnie: ¡Oye!

Leo: Es sólo que es algo sobre protector. -Agregó Leo. Tomó de su café.

Splinter: Eso es bueno... -Todos miramos al maestro Splinter. - ...sabe lo difícil que es mantener a salvo una vida que estuvo al borde de la muerte. Ésto nos hace valorar a quienes nos rodean. -Y tomó de su té, Rose igual.

Mikey: Además de que es muy romántico. -Dijo Mikey con ambas manos en sus mejillas. Shinigami a su lado sacó la lengua.

Shinigami: No digas eso, es asqueroso.

Mikey: Asquerosamente lindo. -April sólo rodaba los ojos y miraba su plato algo molesta, cosa que Karai tenía muy presente.

Karai: Oye, O'neil. ¿Está todo en orden? -Preguntó provocando que Rose les viera. April le miró casi despertando.

April: Estoy bien, sólo pensaba en... otras cosas. -Respondió aún incómoda. Rose torció su labio intentando entender. Ya saben que no le gusta ver a nadie desanimado.

Al terminar el desayuno, decidí que yo limpiaría la cocina al lado de Rose. Ella con amabilidad, cedió. Cuando quedamos solos, habló de un tema que creí que nunca se presentaría otra vez.

Rose: ¿Crees que O'neil aún sienta algo por tí? -Me detuve en seco. Le miré confundido.

Donnie: ¿A qué viene esa pregunta? -Ella miraba la mesa.

Rose: No lo sé. Es decir, es una teoría.

Donnie: Las teorías se basan en hechos.

Rose: Así es. He estado analizando todo ésto. Creo que... Está celándote. -Dijo antes de tocar la mesa. Fruncí el ceño.

Donnie: ¿A mí? -Me volteé por completo para verle, me miró.

Rose: He visto cómo te mira, triste. Y cuando hablan de nosotros a su alrededor, se vuelve a entristecer. La he visto fruncirme el ceño fugazmente. -Suspiré.

Donnie: No debería de preocuparte. Ella ayudó a salvarte, ¿O no? -Pensó por un segundo.

Rose: No lo sé.

Donnie: Oye, no tienes de qué preocuparte. -Me acerqué. Me puse entre mis rodillas mirándola.  -Ella para mí es sólo una compañera de equipo.

Rose: Si, lo sé. Esque... Algo me indica que no confíe en ella.

Donnie: Siempre mencionabas en cristal. ¿Será eso? -Suspiró.

Rose: Puede que sí. -Dijo antes de poner una mano en su cabeza. -Ahg... Olvidémoslo.

Donnie: De acuerdo. Pero debes prometerme que no volverás a preocuparte por eso. -No respondió, aún miraba la mesa metida en sus pensamientos. Con mi mano izquierda, le tomé de la mejilla haciendo que me viera. Ella correspondió mi mirada, me sonrió.

Rose: De acuerdo. Lo prometo. -Pegué mi cabeza con la suya.

El resto del día se fue bastante rápido. A decir verdad, demasiado.
Al anochecer, mis hermanos estaban por patrullar y mi padre haría un recorrido de reflexión, así que estaría a solas con Rose en las alcantarillas.

Splinter: Entonces te dejaré a cargo, Donatello.

Donnie: Hi, Sensei.

Leo: Y si necesitan algo, pueden llamarme.

Rose: Todo estará bien, Leo.

Mikey: Adios! -Gritó Mikey una vez que comenzaron a alejarse. Miré a Rose, quien estaba sentada en uno de los escalones frente al televisor, sólo que, me miraba igual.

Donnie: Bien, ¿Ahora qué?

Rose: Si pudiera caminar, te retaría a entrenar en el Dojo.

Donnie: Y me habría encantado aceptar.

Rose: Pero, lo sé. No debería pensar en eso.

Donnie: Anda, dime que te gustaría hacer y lo tendrás.

Rose: Hmmm... -Puso su mano en su mentón. -Quizá ver una película.

Donnie: Perfecto, ¿Cuál?

Rose: No he podido retirar de mi mente la última que vimos. Era un asesino de bando benévolo.

Donnie: Oh, claro. ¿Quieres verla de nuevo?

Rose: Creo haberte escuchado mencionar que tenía una segunda parte.

Donnie: Uf... Está en el laboratorio. Pero, voy a buscarlo. -Estaba ya tomando camino, pero me detuve. Le miré. -Ven, te llevaré conmigo. -Ella sonrió. La ayudé a caminar al laboratorio.

Rose: Gracias por ayudarme a caminar.

Donnie: Oye, no agradezcas. Es mi trabajo. Además, ahora que no hay nadie, puedes caminar lo que quieras. -Hablaba ,mientras entrábamos. De pronto, le dió un dolor pequeño. Lo supe porque se inclinó un poco mientras se tocaba la cintura. -¿Qué pasa?

Rose: Ah... No lo sé. Una punzada.

Donnie: Bien, creo que ya caminaste suficiente. -La cargué y la senté en mi escritorio. -Ahora voy a cargarte. -Ella respiraba. Asintió.

Rose: Sí, gracias. -Le sonreí.

Donnie: Buscaré la película. -Dije antes de besar su frente y comenzar a buscar.

Rose: Y... ¿Por qué tienes la segunda parte oculta?

Donnie: Son tres partes en realidad, pero Mikey no debe verlas.

Rose: ¿Por qué?

Donnie: Según Splinter, lo volverán más loco de lo habitual.

Rose: Oh, entiendo. Supongo que tendrán mucha violencia.

Donnie: Nada que nosotros no hayamos vivido ya. Pero, en fin, Splinter manda. -Dije para seguir buscando. Un silencio largo se hizo presente. Rose reflexionaba.

Rose: Sabes... -Le escuché. -En una de las ocasiones que me he puesto a reflexionar, he creído que Splinter permitió que me atendieras por una razón. -Comprendí al instante.

—Tang Shen. -Dijimos al unísono. Sonreímos al vernos.

Donnie: Si, eso es obvio. Me lo dijo claramente. -Volví mi mirada a la búsqueda, por fin logré encontrar la película.

Rose: Me pregunto como habría sido esa mujer.

Donnie: Lo mismo le pregunté una vez. -Le miré y me levanté ya con la película en mano. Pensé por un segundo antes de mirarla con una ceja alzada, tenía una idea.  -¿Quieres saber?

Rose: Claro. -Respondió sonriente. Comencé a acercarme con lentitud.

Donnie: Dijo que Tang Shen era para él lo que tú eres para mí. -Ella borró su expresión. -Era hermosa, amable, valiente, inteligente, muy astuta, talentosa... -Le decía mientras me acercaba cada vez más. -...De cabello largo. -Ya estaba frente a ella, le tomé un mechón. -...De hermosos ojos. -Decía al verle. Ella sólo me miraba perpleja. -Y la mujer, la única, a quien amaría para siempre. -Me acerqué lentamente a su rostro, ella se sonrojó sin que me diera cuenta e intentó retroceder. Pero, mis labios alcanzaron los suyos uniéndonos en un beso. Lo extraño era, que no correspondió. -¿Qué sucede? -Susurré. Ella miraba mi pecho, puso una mano en él. Estaba muy sonrojada.

Rose: Yo... No lo sé. -Decía apenada. Sonreí para mi, como dije, un efecto secundario de la medicina era el desequilibrio emocional.

Donnie: Sea lo que sea, no debes preocuparte. -Le volví a besar, pero no correspondió. Con mis ojos cerrados y rozando nuestros labios le pedí. -Por favor... Corresponde. -Susurré. Ella aún apenada puso su rostro entre mi hombro y mi cuello. -Creo que... No debí hacerlo, ¿Verdad? -Dije apenado. Ella se miraba realmente reflexiva.

Rose: Lo lamento, es sólo que... He estado reflexionando. -Susurraba ella igual.

Donnie: ¿Sobre qué? -Me miró a los ojos aún cerca.

Rose: ¿Enserio, crees que estaremos unidos... Por siempre? -Su pregunta me confundió. -Por que, lo mismo dijimos hace casi un año y terminamos.

Donnie: Pero, nos unimos otra vez. -Frunció el ceño de golpe.

Rose: ¿Qué nos asegura que no volveremos a separarnos? -Le miré con atención. -Los problemas seguirán. Es natural y sumamente habitual que una pareja se separe a pesar de las promesas. Los índices de personas que se casan con su primer amor, son casi nulos. Y estoy hablando sólo de personas normales. -Tomó aire. Dejó de fruncir sus cejas.  -Tenemos enemigos, Donnie. Tenemos familias que proteger y deberes distintos. -Suspiró. -Además, aunque pudiéramos sobrevivir hasta la adultez... No podemos tener un futuro. -Vaya que esa medicina la hacía confundirse demasiado, pero, bueno, debo admitir que eso último sí me incomodó un poco.

Donnie: Rose...

Rose: Eres un mutante, Donatello. Y yo... Una humana. -Mi expresión se hizo vulnerable. -Hasta mi madre cree que es imposible que podamos gozar de una boda... De una familia. Somos sólo jóvenes que se dejan llevar por la emoción hormonal. Y tengo miedo. -Alcé mis cejas. Ella se recostó de nuevo en mi hombro. -Por que sé que quizá seas la única persona a la que ame. -Suspiró por última vez. -Quizá, sólo estoy exagerando. -A eso, la abracé. Era su frase característica. A pesar de ser el efecto de un tratamiento, le contesté con la verdad.

Donnie: Rose. Nada, te prometo que nada de lo que dices nos afectará. -Ella frunció el ceño confusa. -Si, quizá nos lleguemos a separar un par de veces más. Pero siempre, siempre pelearé para recuperarte. Como dices, es natural que surjan los problemas. Yo siempre estaré ahí para ayudarte y sé que si a mí me ocurriera algo similar, harías lo mismo. -Ella me miró de frente alejándose de mi hombro. -Te amo, Rose. Lo haré siempre. -Ella sonrió. -Sin importar qué. -Esta vez, ella me besó. Tímidamente, pero lo hizo. Rodeó con sus brazos mi cuello y yo con los míos su cintura con cuidado. Ese beso era lento y apasionado. No había sonrojo. Era un beso sincero.

Obviamente, cómo ella aún seguía en tratamiento, no pasó nada más. Además claro, de que yo la respetaba mucho. Hicimos sólo lo que desde un inicio quisimos hacer. Ver una película.

Estábamos sentados frente al televisor. Simplemente mirando la secuela de la película solicitada. Todo era... Perfecto. Ella estaba recostada en mi pecho, yo estaba sentado de lado. Estábamos muy cómodos.

Rose: Vaya... Si que ese hombre tiene un problema.

Donnie: Jaja, sí. Es muy hábil.

Rose: Es una lástima que su novia haya perdido la memoria por ese golpe en la cabeza.

Donnie: Sí, es una pena. -Hubo un silencio por unos minutos. Entonces ella me miró. Al notar su mirada, le correspondí. -¿Qué ocurre? -Pregunté sonriente. Ella aún con una media sonrisa, habló.

Rose: El sentimiento es mutuo, Donatello. -Dijo de pronto. -Nunca te lo había dicho directamente... Te...  -Le cubrí sus labios con un dedo. Le sonreí.

Donnie: No tienes que hacerlo. -Retiré mi dedo, ella se sonrojó.

Rose: Perdona, es lo único que se me ocurre al haber oído tu discurso de hace rato. Sólo quisiera... Compensarte. -Decía sonriente.

Donnie: Con tenerte a mi lado me basta.

Rose: ¿Enserio, tanto estás dispuesto a hacer? -Decía con una expresión extrañada, pero conmovida.

Donnie: Linda, incluso si te quitaran la memoria, yo estaré ahí para hacerte recordar. -Ella sonrió.

Rose: Es bueno saberlo. -Me acarició la mejilla. Así nos unimos en una mirada profunda y confortante.

 Definitivamente, tener a Rose de vuelta, era lo mejor. La promesa que hice ese día, en realidad no fueron sólo palabras, si no, una declaración. Era un sello que marqué. Sin importar qué, yo estaría dispuesto a tenerla en mi corazón hasta el final.

Y aún recuerdo nuestra frase...
"Todo estará bien"

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro