Las gotas que caían ligeramente contra la ventana de su departamento no le daba buena espina. Aunque había que recalcar que a Mina le encantaba la lluvia, pero ¿Era buena idea salir a cantar aunque el día esté nublado? No querría tener algún resfriado o peste por culpa del viento friolento que invadía la ciudad. Aun así, decidió levantarse del sofá e irse a preparar para "la gran noche del karaoke", así solían decir los días que salían Sana y Na-Yeon. Se dispuso a darse una ducha rápida y a ponerse lo primero que encontrase en su placar. 

Los minutos pasaban y Mina seguía produciéndose como cualquier otra salida, mientras pensaba en quizá cancelar la reunión. Pero al tomar su móvil para avisar que no estaba tan segura de ir, un mensaje de Na-Yeon le llegó.

Na-Yeon.

Ya estamos afuera esperándote.

La lluvia no nos para del canto y esas cervezas.

🍻🎤

Myoui Mina

¿Están todas en el coche?

Na-Yeon.

Sí.

Sana, Jennie y yo.

Apúrate que dejé el coche frenado en contramano.

No había salida. Ya no podía cancelar y las chicas estarían esperándola. Soltó un suspiro lleno de agobio y se dispuso a agarrar un abrigo, el móvil y su billetera junto a sus llaves.

De mientras, las muchachas estaban esperándola en el lujoso coche de Na-Yeon. Sana agarró su móvil para ver si Tzu-Yu le habría puesto algo, y para su sorpresa, tenía dos mensajes sin leer de ella. Rápidamente y sin pensarlo dos veces, desbloqueó su móvil para poder responderle a la velocidad de la luz.

😍 Tzu-Yu 😍

Estamos listas.

Supongo que esta tonta lluvia no frena la salida, ¿Verdad?

Sanita ~

¡Claro que no!

Estamos yendo. Somos cuatro.

En diez minutos llegamos.

😍 Tzu-Yu 😍

Nosotras somos tres.

Te mandaré una foto para que si ves alguna de mis amigas, te acerques.

Esta foto no las sacamos hoy a la mañana.

Así que si ves a alguna de cabello azul asqueroso o blanco anciano son mis amigas.

[Foto de 😍 Tzu-Yu 😍]

Sana abrió inmediatamente la foto y quedó anonadada al ver a la chica de cabellos claros. Le hizo zoom a su rostro y recordó cuando en una tarde, Mina estaba en la cama borrando entre lagrimas las fotos de esa tal Chae-Young que tenía en su carrete. Esa chica era exactamente igual a la que lastimó a su querida y fiel amiga, pero en la foto que Mina habría borrado tendría el cabello oscuro.

Tragó saliva de una manera brusca. ¡¿Que es lo que haría ahora?! Miró hacia el frente y vio como Myoui salía de su departamento vagamente. 

Al ver que la japonesa entró al coche y se sentó al lado de ella, le sonrió con unos nervios muy notorios encima.

— ¿Estás bien? — Le preguntó Mina mientras cerraba la puerta del coche. 

— C-chicas, ¿Y si en vez de ir al karaoke vamos a un bar? — Preguntó Sana. Estaba dispuesta a cancelar su cita mientras su querida amiga no salga lastimada. La muchacha alegre no era egoísta y pensaba demasiado en los demás, ¿Que tal si Mina termina llorando?, ¿O si hay una gran pelea de por medio?, ¿Y si el ambiente se pone tenso? Sin dudas, no quería que nada malo pasase. Ella solo deseaba pasar una buena noche sin nada negativo a su alrededor.

— ¿Y tu cita? — Respondió con cierta extrañeza Na-Yeon. Estuvo toda la tarde hablando de ésta, ¿Ahora no querría juntarse con Tzu-Yu?

A Mina también se le hizo extraño, así que enarcó una ceja y le fulminó con la mirada. —: Sana, ¿Que sucede? — Soltó con ese tono característico de cuando hablaba seriamente.

— N-na-nada. Es qué, bueno... — Pensó enseguida en alguna excusa que quizá sus amigas pudieran entender. —: ¡¿Y si me deja plantada?!

Las risas invadieron el coche.

— ¡Oh!, ¡Era eso! — Exclamó a las carcajadas Jennie, quién estaba de copiloto. —: ¡Sana, no te dejará plantada esa chica!, ¡Ánimos!

— ¿Por qué piensas en negativo? Después la de las malas vibras se supone que soy yo. — Acotó Myoui, sin ya darle tanta importancia al nerviosismo de Sana.

Al estar las cuatro listas, el coche fue encendido y puesto en marcha dirigiéndose al Norebang más cercano. 

«Mierda. Mierda. Mierda.» Pensó Sana sin ninguna escapatoria.