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Maratón 2/5

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MoMo

HOY

(...)

¿Y que haces ahora?

Estoy esperando a Mina.

Hace diez minutos tendría que haber venido...

Mina es impuntual.

¿Tienen una cita?

Algo así.

Ah.

¿Por qué la pregunta?

Por nada.

Mina es mala en las citas, ¿Sabes?

Además, siempre que la invitas a algún lugar, te dirá de pasar por algún lugar de juegos y consolas.

Ya me lo ha hecho a mí y a Sana.

De hecho, a una zona de juegos iremos luego de hacer las compras.

¿En serio quieres a una friki de novia? ㅋㅋㅋㅋ

Oye, no le digas así.

¡Y todavía no somos novias!

Como sea.

Oh, ahí la estoy viendo.

¡Luego hablaremos Momorin!

Sí... Disfruta.

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Guardó su móvil en el bolsillo trasero y se levantó del suelo, habría esperado tanto a Mina que se sentó en la entrada de su casa para que sus piernas no se cansen. Miró hacia el frente, donde vería a su cita demasiada producida.

Chae-Young al verla más de cerca enarcó una ceja. ¿Por qué demonios tanto maquillaje para solo ir de comprar y a gastar monedas en unas maquinas? Además, nunca la habría visto de esa manera. Pues, la japonesa parecía las típicas muchachas que no le da importancia al maquillaje. Sin dudas, tenía en cuenta que los hombres que pasarían por su lado estarían babeando por Mina y echándole miradas, ¡Se veía demasiado bien! Y eso significaría que la joven coreana estaría con el ceño fruncido en toda la tarde, aguantando esos "halagos" que recibiría la mayor. 

En fin, la misión del día era no parecer celosa frente a la japonesa. —: Buen día Minari, ¿Por qué tan maquillada el día de hoy?

— Y-ya cállate. — Chae-Young siguió observándola, haciendo que a Mina se le tornen a un color rojizo sus mejillas. — ¡Deja de mirarme!

— Lo siento, es que estás demasiado guapa.

— Y-ya. ¿Nos quedaremos paradas en la entrada de tu casa o iremos a comprar tu tonta ropa?

— Oh, cierto. — Empezaron a caminar al compás mientras un silencio incomodo invadía la escena. Chae solo suspiró, captando la atención de la contraria, y por fin decidió comentarle algo sobre su aspecto llamativo. —: Si algún idiota te dice algo, juro que lo golpearé. — GAME OVER; celos a la vista. La japonesa largó una carcajada ante ese comentario.

— Para evitar eso... ¿Quieres darme la mano?

— ¡¿Eh?! — Ahora la de los mofletes ruborizados era la mismísima Chae-Young.

— Claro. Así... pareceremos una pareja.