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Chae se despidió de Ye-Ji de una forma cordial. Mientras veía como la madre se iba alejando con su niña en brazos, Chae-Young agitaba su mano con felicidad para despedirse de Yu-Na. La infante la miraba y se echaba unas risitas mientras estaba aferrada por su madre.
La joven dejó de saludar cuando éstas doblaron en una calle y desaparecieron del panorama. Empezó a caminar vagamente y abrió la puerta de entrada del local.
— ¡Amor! — Soltó con felicidad al ver a la japonesa en el mostrador. La coreana iba con una sonrisa radiante, pero al acercarse cada vez más, podía notar la seriedad de Myoui, haciendo que poco a poco su sonrisa se desvanezca. — ¿Pasa algo? — Preguntó con curiosidad.
— Ye-Ji, ¿En serio? — Soltó, sin sacarle la vista a su móvil. Su actitud seria hizo que la menor se sintiera incomoda y no poder soltar alguna palabra para poder darle su explicación. — ...¿Cuanto tiempo me ibas a ocultar que la niña que cuidabas es la hija de esa imbécil?
La contraria se rascó la nuca. Se ánimo a soltar algunas palabras aunque su nerviosismo la carcomía viva. —: No quise ocultártelo, pero no sabría cómo te lo ibas a t-...
— ¿Cómo me lo iba a tomar? — Interrumpió. — Supongo que normal, la niña no tiene la culpa. Pero me has ocultado algo tan tonto cómo esto, ¿Debería preocuparme?, ¿Me ocultarás cosas más serias?
— Amor, ya... No discutamos por Ye-Ji. Yo solo cuido a su niña, y eso es todo.
— Cuidas la niña de la mujer que te mintió y te utilizó; que jugó con tus emociones...
— Tú misma me has dicho que la bebé no tiene la culpa...
Al escuchar eso, Mina resopló. Trató de contenerse y asintió. — ... En unos días nos mudaremos juntas, ¿Acaso tengo que ver la cara de esa idiota cada vez que venga a buscar a la niña? La odio, cariño. Te hizo tanto daño a ti y a mi ex amigo que no puedo ni mirarla, ¡Y tú como si nada!
Chae-Young ya no sabría que decir. Entendía perfectamente el enojo de su novia y no iba a poner algún "pero" de excusa. Simplemente bajó la cabeza y esperó a que su novia dijese algo más, pero al notar que no sucedía, Chae nuevamente levantó la cabeza, mirando fijamente a su novia; quién estaba apoyada en el mostrador con la mirada hacia el suelo. Con tan solo verla podrías notar que no estaba de buenas.
— No te preocupes, le diré a Ye-Ji que no puedo cuidar más a Yu-Na cuando nos mudemos. — Soltó, lo que quizá, sea la mejor opción para la pareja.
— N-no... — Le dijo, pensando mejor la situación. — ...Es tu trabajo y lo entiendo. Si tengo que verla solo para que tú te dediques a lo que te gusta, lo aceptaré. Además, te has encariñado con la niña. S-Solo me hubiera gustado que no me ocultes las cosas, Son.
— Gracias, en serio. — Le tomó la mano cálida de su novia y le depositó un pequeño beso.
— ¿Algo más que tengo que saber? — Sí. Tenía que saber muchas cosas más, pero Chae-Young le dio un "no" como respuesta, aliviando a la mayor y creyendo su negación. —: Termino el turno y vamos por unas hamburguesas, ¿Sí?
— Bien... — La joven soltó con delicadeza la mano de su novia. — Iré a cambiarme entonces. — Dijo, mientras se alejaba.
— Te quiero, idiota... — Musitó.
— ¿Que has dicho? — Sonrió mientras se quedó esperando que repitiese en el medio de la entrada del local. Habría escuchado perfectamente, pero le encantaba que su novia le dijera esas cosas tan bonitas... a su manera, claro.
— No repito las cosas dos veces. Ve a cambiarte.
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