Se encontraba en la cama con cinco cobijas cubriéndola y un paño húmedo posicionado en la frente. Su rostro estaba hirviendo y sus ojos cristalizados.

Odiaba estar enferma. 

Cómo era de costumbre, Sana la estaría cuidado. Pues, ésta recibió un mensaje de Myoui diciendo que necesitaba atención en su casa porque tenía fiebre. Minatozaki a los minutos ya estaba allí con un kit de emergencia en sus manos.

Le tomó la temperatura y negó con la cabeza. — Umh, no parece bajar la fiebre. Si seguimos así, tendremos que ir al hospital.

— No... No quiero... — Soltó con dificultad. Con tan solo hablar, sentía que su cabeza explotaría en cualquier momento.

— ¡¿Y donde demonios está tu novia?!, ¡¿Eh?! — Alzó la voz molesta. 

— N-no grites... — Susurró. — Está viniendo.

— Esa idiota. Ni siquiera puede cuidarte, ¿Por qué demonios sales con ella? ¿Eh?

Myoui suspiró y trató de hacer como si fuera que no escuchó eso, ¿Por qué la odiaba tanto? Sabía que su novia había cometido errores, pero el odio que le tenía Minatozaki era demasiado. Mina no entendía bien; Si ella misma (Que fue la que recibió el daño) pudo perdonarla, ¿Por qué su mejor amiga no? 

Al paso de los minutos el timbre sonó, haciendo que Neo empezará a ladrar y mover la cola mientras olfateaba la puerta. Mina se tapó los oídos ante los ladridos chillones de su mascota. Realmente lo amaba, pero ahora quería darle una patada y hacerlo volar hasta Canadá si no se cerraría el hocico.

"Está en el cuarto." Escuchó que indicó Sana con una voz un tanto grave y fría; su tono serio. Claramente le estaría hablado a su querida ChaeYoungie. "Me iré. Cuídala bien." Fue lo último que le dijo, y sintió cómo la puerta de entrada se cerró.

Empezó a escuchar unos pasos cada vez más fuertes y luego, como la puerta de su cuarto fue abierta lentamente. — ¿Amor? 

— Cariño... ~

Chae-Young notó el malestar de su chica. Fue directo hacía la cama, se sacó los mocasines de visitante, y se recostó al lado de ella. —: Minari, ¿Cómo te has enfermado?— Pasó su brazo por la cintura de la mayor y empezó a dar caricias en la zona. — ...Pequeña tonta... ~

— Dormí con el aire prendido. — Su respuesta hizo que Chae-Young frunciera el ceño. —... Es un resfriado. Nada grave.

Chaeyoungie comenzó a depositar besitos en el rostro de la enferma. Sabía que luego de esto tendría más riesgo de contagiarse pero, ¿Que más da? No podía aguantarse; Quería besarla a todo momento. — ¿Sabes? — Dijo, captando su atención. — ... Tengo una noticia que seguro te hará ponerte mucho mejor. — Confesó con una enorme sonrisa.

— ¿Cual?

— Umh... — Antes de responder, se empezó a cuestionar si se lo tenía que decir; ¿No era mejor que ella se sorprenda de ver a su abuelo en el aeropuerto?, O quizás que el señor la llame y le comente lo sucedido. Chasqueó la lengua y se maldijo en su mente por abrir la bocota antes de pensar un poco. — ...B-bueno... 

— ¿Qué tienes que decir? — Soltó un poco molesta. Odiaba que la hagan esperar tanto ¿No se dan cuenta que era una chica impaciente? Miró nuevamente a su novia y se dio cuenta que estaba en una especie de trance. —: ¡Chae!

— ¿Q-qué?

— ¿Qué noticia me tienes que dar?

La coreana siguió pensando, y luego expulsó con nervios, sin otra salida. —: E-estoy planeando una cena con tu familia para cuando pisen Corea. A-así me conocen, ¿Que te parece? — Mintió. Myoui le había dicho que su abuela no sabía de su orientación sexual, así que esperaba que su novia enfermita le rechace la cena.

— Me parece genial, así te podrán conocer... Y en ese momento pueda presentarte como mi pareja oficial.

«Demonios» Le echó una sonrisa y dio un besito en los labios. Rendida, se acomodó bien en la cama; tapándose y abrazando a su chica. Planeaba cuidarla toda la tarde, y cuando la japonesa se duerma, buscar por la web un buen restaurante para reservar la cena. «Esto me va a costar caro»