8
Cuando Jirou salió del armario y se sentó a mi lado no hablamos en cinco minutos.
De todos modos estuve cómoda, no fue un silencio incómodo. Yo me recosté sobre su hombro y ella agarró mi mano sin soltarla durante aquellos minutos.
—Tengo un plan.
Yo levanté la cabeza y la miré con curiosidad.
—Al final de curso aprovechando que ya seremos mayores de edad coges todo el dinero que puedas y nos mudamos juntas a Australia.
—¿Qué?
No pude evitar reír ante sus palabras.
Ella me miró con un pequeño sonrojo en las mejillas.
—¿Tan estúpido ha sonado?
—No, me gusta el plan. Sin embargo, las probabilidades de éxito son bajas—suavicé la risa—¿Y por qué Australia?
—Quiero un canguro.
—Lo tendré en cuenta.
Ella suspiró.
Desde la aparición de mi madre Jirou estaba seria, pero al mismo tiempo pensativa. Seguramente quería ayudarme y buscar una solución.
—¿Me estuviste evitando por ella, verdad?
—Supongo que sí, intenté ser valiente, pero no siempre puedo hacerlo.
—Si la protagonista de Rosas en el jardín decidió cruzar los rosales ¿Por qué tú no?—me preguntó—Me volví a leer el libro y tenías razón. Su decisión fue la correcta.
Tenía razón.
Necesitaba enfrentarme a mi madre para poder ser fiel a mi misma. Para poder estar con Jirou.
—Lo haré, pero cuando sea el momento adecuado. Sí lo hago ahora es probable que el club de lectura deje de existir y que te expulse del instituto.
Ella suspiró, sabía que tenía razón.
Mi madre tenía el control, pero cuando terminase nuestra etapa escolar todo terminaría. Me esforzaría para buscar aquella libertad que tanto ansiaba.
Lo conseguiría. Tenía a Todoroki y ahora a ella. Ambos estaban a mi lado.
—Es verdad, como odio que siempre tengas razón.
Le sonreí dulcemente.
—¿Podré contar contigo cuando sea el momento?
Ella me dedicó una sonrisa y asintió.
No me percaté hasta ese momento que aún no había soltado mi mano.
—Claro, después de todo estaremos juntas hasta el último día en el club de lectura ¿No?
—¿Eso significa que he ganado la apuesta?—sonreí.
—Sí—ella sonrió con algo de orgullo—Pero solo porque no quiero que tengas que hablar con tu madre.
—Claro, no será porque en realidad te ha gustado el club de lectura—le dediqué una sonrisa burlona.
—Es verdad, me gustó—desvió la mirada—Seguro que es porque en realidad eres una bruja y me has hechizado.
—Entonces está durando mucho el hechizo—reí—¿No te parece mal que dure para siempre?
—No, me gustaría que durara para siempre.
Ella levantó su brazo para que nuestras manos cogidas quedaran tendidas en el aire para así poder estrechármela.
—Ganaste, Yaoyorozu.
—Estaría más cómoda si me llamaras Momo o YaoMomo—sonreí—Nos hemos besado, tienes mi confianza.
Ella me sonrió con diversión.
—YaoMomo suena bien, aunque Ashido también te llama así ¿No te habrás besado también con ella, verdad?—bromeó.
—¡Claro que no!—reí.
—Está bien, te creeré.
Su expresión se suavizó y esta vez fue ella quién apoyó su cabeza en mi hombro.
—Será un placer tenerte en el club, Kyouka—coloqué una de mis manos en su espalda.
—Oh, veo que ya vas al máximo.
—Me gusta tu nombre.
Sonreí y ambas reímos. Me sentí bien, hacía tiempo que no me sentía tan bien.
Ahora la tenía a ella y aunque fuera extraño sentir aquello, sentía que Kyouka era mejor que cualquier libro que hubiese leído.
—¿Solo te gusta mi nombre?
—¡Oye!
—¿Acaso me equivoco? Fuiste tú quien me besó primero.
Desvié la mirada con vergüenza mientras ella cogía mi barbilla con suavidad para que no lo hiciera.
—Solo bromeaba, sí te consuela yo te he besado dos veces.
—Solo me has besado una ve...
Ella me interrumpió juntando sus labios con los míos.
Sí, sin duda podría acostumbrarme a esto.
El próximo día de instituto fue lunes y ambas nos dirigimos al club de lectura.
Mi madre me había informado que había llegado una alumna nueva y que se iba a unir. Así que teníamos que llegar puntuales para no dar una mala impresión.
—Me gustaría que empezaras tu hoy.
—Claro.
Kyouka me miró con una leve sonrisa y asintió. Parecía una persona distinta respecto al club, ahora se la veía cómoda y me alegraba de corazón.
—Que bien que vaya a venir una chica nueva.
—Sí, siempre es genial poder conocer a otros aficionados de los libros.
Kirishima y Midoriya empezaron a hablar entre ellos con emoción mientras Ashido miraba su teléfono móvil.
—Perdona ¿Puedo pasar? Soy la nueva integrante, mi nombre es Uraraka, Ochako Uraraka.
Una voz femenina alertó a todos.
Era una chica de cabello castaño y mejillas sonrojadas.
—¡Claro! Bienvenida—sonreí al verla—Siéntate en el sitio libre, pronto empezaremos.
—Muchas gracias.
—¿Por qué te has unido al club de lectura?—pregunté. Simple curiosidad.
Ella se sentó y nos dedicó una sonrisa de oreja a oreja.
—Quería unirme a un club y este fue el que más me llamó la atención. Cuando era más pequeña leía a menudo, así que he querido retomar ese hábito.
—Que bien. Haremos lo posible para que estés cómoda—sonreí—Si te parece podemos empezar haciendo una ronda de presentaciones donde cada uno dice su libro favorito.
—Sí, eso sería genial.
Nuestras miradas se dirigieron a Kyouka. Ella parecía nerviosa, pero al verme sonrió, respiró hondo y miró a la nueva.
—Bienvenida, mi nombre es Kyouka Jirou y mi libro favorito es Rosas en el jardín.
Sonreí al oírla. Ella había entrado odiando la lectura y todo lo relacionado con el club y estaba segura de que saldría de él amando los libros y a sus integrantes.
¡Hola! Aún queda el capítulo final. Espero que os esté gustando la historia y que también os guste el final <3
Estaba pensando que cuando publique el capítulo final me gustaría cambiar el título de la historia a "Rosas en el jardín". Creo que tiene mucha más lógica y que queda mucho mejor. Ojalá os guste la idea ^^
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