6
Había besado a Kyouka Jirou y había salido corriendo.
La había besado en los labios.
Estaba en pánico.
Ni siquiera me di cuenta cuando eché a correr en dirección al lavabo de chicas.
Fue como si mi cuerpo se moviera solo, como si hubiera necesitado ese beso.
Ella me había leído como un libro abierto y yo la había besado.
—¿Momo?
Suspiré aliviada al oír la voz de Todoroki.
Salí de mi compartimento y le hice entrar. Antes de decir algo más revisé cada uno de los compartimentos comprobando que no había nadie y cerré la puerta principal.
—¿Estás bien? No te había visto correr tanto desde que hicieron esa feria de tés.
Él me miró con preocupación y respiré hondo antes de hablar.
—He besado a Kyouka Jirou—me apoyé contra la pared mientras intentaba mantener mi respiración calmada.
Sabía que él iba a escucharme.
—Creo que me va a dar algo Todoroki, mi corazón está latiendo demasiado rápido.
Él se acercó a mí con calma, su expresión mostraba un poco de sorpresa, pero tampoco demasiada.
—Primero de todo respira hondo—me ordenó—Segundo ¿Qué?
—Ella me ha leído como nunca antes lo había hecho nadie—tragué saliva—Ha sido como si su voz me hubiera estado atrapando y sus ojos me hubieran hipnotizado.
—¿Y?
—Y de un momento a otro la besé.
—¿Te ha gustado?
—Claro que sí. No me había sentido tan viva nunca.
—¿Y ella te gusta?
Nunca me había gustado nadie antes, así que no sabía la respuesta de esa pregunta.
Pensaba que para gustarte alguien tenía que pasar mucho tiempo, pero a penas la conocía de menos de un mes.
Bueno, ya la conocía de antes, pero nunca había hablado con ella desde ese día en el club de lectura.
—No lo sé. Simplemente hay algo en ella que me atrae demasiado.
—Vamos, que te gusta.
Suspiré algo estresada.
Todoroki era un gran amigo, pero a veces era demasiado directo cuando necesitaba delicadeza.
—El caso es que dudo que pueda acercarme a ella, me muero de la vergüenza—susurré—Seguramente me odie ahora mismo.
—¿Ella te ha seguido el beso?
—No estoy segura, me fui corriendo.
Él rio un poco y yo le miré haciendo un puchero.
—No te preocupes ¿De acuerdo? Ahora lo que deberías hacer es buscarla y hablar con ella ¿No crees?—me sonrió—Queda menos de una semana para que se cumpla un mes de vuestra apuesta.
Era verdad.
Quería que se quedara.
—¿Y si después de todo me dice que no? He estado demasiado confiada y no quiero hablar con la directora.
Él me dedicó una sonrisa tranquilizadora.
—¿Crees que te dirá que no? Te has esforzado mucho desde que creaste ese club, deberías confiar más en ti misma—chasqueó la lengua—Ah, y que le den a la directora.
Sentí un impulso de ser sincera con él, pero sentía que no era el momento.
—Gracias—sonrió—Siempre consigues animarme.
—Para eso están los amigos—sonrió levemente—Tú también me ayudas aunque no te percates de ello. Antes de que nos conociéramos a penas salía de casa.
No dejé que dijera nada más.
Le abracé.
A pesar de la situación, las palabras que había dicho Jirou me habían dejado pensando al respecto.
¿Cómo había conseguido leerme de aquella manera?
—¿Me harás caso?
Al separarme vi como él arqueaba una ceja nada convencido.
—Sí, pero no sé si podré hacerlo.
—¿Cómo?
—Me da mucha vergüenza hablar con ella ahora. Tal vez necesite un poco de tiempo para pensar. Tampoco quiero molestarla.
—Eres de lo que no hay. Cuando antes hables con ella mejor.
Él tenía razón. Intentaría hablar con ella lo antes posible.
Todoroki me sonrió, pero cuando iba a decir algo el sonido de mi teléfono móvil hizo que frenara su acción.
"Mamá."
Tragué saliva.
Todoroki frunció el ceño.
—Sé que hemos hablado de esto más veces, pero creo que deberías hablar con ella de cómo te sientes. Siempre te está presionando—resopló—Ni en el instituto te deja en paz.
—Es mi madre, solo se preocupa por mí.
—Yo podría hablar con ella.
Confiaba en él, pero aquello no podía ocurrir.
A pesar de que mi madre sacara provecho de su padre, ella no dependía de él, podía echarlo en cualquier momento si sé la provocaba.
—No—mi ceño se frunció tomándole por sorpresa.
—¿Por qué no...?
—No lo hagas, por favor—le interrumpí—Luego hablamos.
Él respetó mi decisión y yo decidí irme.
Cuando mi madre me llamaba en hora escolar era que me necesitaba en su despacho para algo urgente.
Al entrar cerré la puerta. Ella se encontraba sentada en su escritorio firmando unos documentos.
—Llevo llamándote todo el día ¿Dónde estabas?
—Lo siento, no me encontraba bien y tuve que ir al cuarto de baño.
Ella se acercó a mí haciéndome retroceder unos pasos.
—No me mientas.
Tragué saliva al sentir su oscura mirada sobre mí.
—Estaba hablando con Todoroki.
—¿También con esa chica, verdad?
—No sé de qué me hablas.
Tragué saliva. Por unos instantes parecía que iba a decir algo más hasta que suspiró.
Yo tuve el impulso de ser sincera con ella. Estaba harta de que me controlara como si fuera una máquina.
Momo ponte esto. Camina así. Come esto. Haz esto. Estudia. No estés con esta gente. Sonríe. Sé la mejor. No me decepciones.
Sentía mucha impotencia acumulada que solo podía liberar mientras leía.
—¿Qué te dije de él?—me preguntó—¿O de ella? Sabes que lo hago para protegerte.
¿Protegerme?
—Es mi mejor amigo. He dejado muchas cosas por ti, a él no puedo dejarlo—agaché la mirada—Y Jirou es parte del club, solo la estoy ayudando a adaptarse mejor.
Ni siquiera sé cómo me atreví a decirle aquello.
—Te recuerdo que fui yo quien te permitió hacer ese club que tanto te gusta. No querrás que lo disuelva—ella frunció el ceño—¿O sí?
Tragué saliva.
No, todo menos eso. No podía disolver el club. Lo necesitaba.
—No, por favor. Haré lo que sea—dije con súplica—Sabes lo mucho que me gusta ese sitio.
—Entonces debes saber cuál es tu lugar en esta institución—colocó una de sus manos sobre mi hombro—Él o el club, elige. Sabes que lo hago por tu bien. Tampoco me parece bien que pases tiempo con esa chica fuera del horario del club. No es adecuado.
No me podía hacer eso.
—Vamos, escoge ahora.
Tuve que ser precavida. Elegiría el club, pero no dejaría de ver a Todoroki, tampoco dejaría de hablar con Jirou.
Mi madre era controladora, pero no podía estar siempre pendiente de mí. Sería sincera con él y encontraríamos una solución fuera como fuera.
—El club.
—Veo que lo has entendido, querida.
La mandíbula de Todoroki se apretó a medida que yo agachaba la mirada.
—Ahora lo entiendo—masculló apretando los puños—Que rabia, maldita sea.
—Siento mucho no habértelo contado antes, ella me dijo que no lo hiciera.
Él colocó una mano sobre mi hombro y negó con la cabeza.
—No es tu culpa, Momo.
—No quiero que dejemos de ser amigos—suspiré—Si hace falta, si no encontramos una solución no tendré más remedio que disolver el club.
—Eso nunca.
—Tampoco quiero dejar de hablar con Jirou.
Él me sonrió. Sabía lo importante que era aquel pequeño lugar para mí.
—Seguiremos viéndonos y cuando acabe este maldito curso ella no volverá a controlarte nunca más. Si Jirou no es idiota seguro que nos ayuda también.
—¿Me ayudarás?
—Siempre lo haré.
Él me rodeó con sus brazos y yo me apoyé sobre su hombro.
Era hora de enfrentarme a mis miedos. No podía perder aquello que más quería. Aquello que me importaba.
¡Hola! Espero que os haya gustado el capítulo y como va yendo la historia <3
Todoroki en esta historia me parece superior.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro