3
Suspiré mirando mi reloj. En unos minutos me tocaba ir al club de lectura.
Mis ganas eran mínimas, pero no tenía más remedio que aceptar. Yaoyorozu me lo había dejado muy claro.
—Vamos, seguro que no es tan malo—Denki me dedicó una sonrisa al mismo tiempo que abría un paquete de galletas—Por lo menos podrías alegrarte de tener a una chica tan guapa de presidenta.
—¿Es qué solo piensas en eso? Me da igual lo guapa que sea.
—Oh, eso es que te parece guapa.
Él me sonrió con diversión a medida que yo desviaba la mirada.
—Para decir ese tipo de cosas mejor no digas nada.
Suspiré y miré en dirección a los pasillos. Yaoyorozu estaba rodeada de estudiantes, pero a pesar de estarlo notaba incomodidad en su persona. Incomodidad que los demás no notaban. Me preguntaba por qué sería.
Encima no dejaba de sonreír todo el tiempo. Qué irritante.
—No iba a malas...—suspiró él con una mueca de tristeza—Solo bromeo, Kyouka.
—Lo siento—suspiré dedicándole une leve sonrisa—Es que no estoy teniendo una buena semana ¿Nos vemos luego?
Su sonrisa habitual volvió a su rostro y asintió a medida que me alejaba de él para irme a la próxima sesión del club.
Sin embargo, cuando iba a entrar para reunirme con los demás una mano agarró mi brazo son suavidad.
—Perdona, necesito hablar contigo.
Era ella.
—¿Hablar o amenazarme?
Su rostro se tensó, pero no tenía la misma expresión que el otro día.
El otro día se parecía a un tigre, hoy se asemeja más a un cachorro abandonado.
—Siento mucho como me comporté—su disculpa me sorprendió. Fue muy repentina—Fue muy grosero de mi parte, sé que no es una excusa, pero había tenido un mal día.
—¿Así qué lo de acorralar a chicas solo lo haces cuando tienes malos días?—le pregunté arqueando una ceja.
Noté como sus mejillas se teñían de rojo por la vergüenza a medida que movía sus brazos alarmada.
—¡Claro que no! Nunca lo hago.
¿Cómo podía alguien ser adorable e irritante al mismo tiempo?
Qué sensación más confusa.
—Oh, que honor ser la primera.
Ella suspiró rendida y me miró con súplica.
—Por favor, me gustaría empezar de nuevo.
La escuché atentamente, pero no supe qué decir. Su mirada era sincera, igual que sus palabras, pero algo en ella seguía sin gustarme.
—¿Empezar de nuevo? Ni que fuéramos amigas—sonreí con sarcasmo.
—Podríamos serlo, mi objetivo es que todos los del club os sintáis cómodos—exclamó con cierta ilusión—Por favor.
Solté una carcajada sarcástica mientras ella me miraba con una mueca de tristeza.
—¿Cómodos? ¿Cómo quieres que nos sintamos cómodos? Me obligaron a venir ¿Recuerdas?
Ella desvió la mirada durante unos segundos. Por alguna razón mi corazón se encogió al verla así por mi culpa.
—Lo sé, pero estoy segura de que al final te gustará. Haré lo posible para que así sea. Recuerda que fue la directora quién te adjudicó este castigo, no yo—sus ojos oscuros volvieron a estar sobre los míos—Por eso quiero que empecemos de nuevo.
Pensé en que decirle.
—¿Cómo estás tan segura de que me gustará?
—Hagamos un trato.
Su mirada era firme. Estaba segura de lo que decía.
Yo arqueé una ceja por su atrevimiento.
—¿Un trato?
—Si no te gusta el club en un mes hablaré con la directora de que te libre de tu castigo—la miré esperando que continuara—Y sí te gusta te quedarás hasta el final ¿Qué me dices?
Me llamaba mucho la atención. No estaba segura de si ella conseguiría convencer a la directora, pero al ser la mejor del curso tenía más posibilidades que cualquier otra persona.
No tenía nada que perder. Era obvio que nunca me gustaría estar en ese club.
Ella no iba a conseguir que me gustara.
—Está bien, acepto.
—Perfecto.
Me dedicó una sonrisa y me tendió su mano. Yo la cogí para estrechársela.
El contacto de su mano se sintió cálido.
—Bien, vamos dentro. Nos están esperando—me sonrió.
¿Es qué no se cansaba de sonreír?
Tras sus palabras no tuve más remedio que seguirla. El resto ya se encontraba allí sentados en sus sitios correspondientes. Al entrar nos miraron. Kirishima dejó su balón, Ashido su teléfono y Midoriya el libro que estaba leyendo.
—¿Qué haremos hoy?—preguntó Ashido con una leve sonrisa.
A pesar de ser tan distintos, parecían emocionados por empezar.
—Antes de empezar con la lectura de esta semana me gustaría hacer un pequeño ejercicio—Yaoyorozu sonrió mirándonos uno por uno hasta parar en mí—Me gustaría saber qué es aquello que os gusta de leer. El motivo por el que lo hacéis, aunque al principio no os llegase a gustar.
Nos miramos entre nosotros con ciertas dudas de quien iba a empezar.
—¿Kirishima quieres empezar tú?
—Claro, Yaoyorozu—respondió con una sonrisa de oreja a oreja.
El chico no parecía un apasionado de los libros, pero a pesar de las apariencias estaba emocionado por responder.
—Adelante.
—Me gustan las historias que hay en los libros, muchas son historias que no pueden ocurrir en el mundo real y eso es emocionante—sonrió enseñando sus puntiagudos dientes—Sobre todo las de caballeros, son muy masculinos derrotando a todos esos dragones. Los libros me hacen sentir mucha emoción y cosas que aquí no puedo sentir.
A pesar de no gustarme la lectura lo que dijo me hizo reflexionar.
Era verdad. Los libros te hacían salir de la realidad.
—Muchas gracias, Kirishima. Entiendo lo que quieres decir—Yaoyorozu sonrió satisfecha—¿Midoriya quieres ser el siguiente?
—Coincido con Kirishima—sonrió el peliverde con timidez—Desde pequeño me ha gustado mucho leer por lo que los libros transmiten, aunque sobre todo porque la lectura me ha proporcionado muchos conocimientos. Muchos incluso útiles en el día a día.
—¡Sí, sí! El otro día conseguí responder bien una pregunta en biología por un libro que YaoMomo me había dejado. Iba sobre un científico loco—le apoyó Ashido.
Me sorprendió el buen ambiente que se respiraba y todo lo que decían.
¿Acaso la lectura ocasionaba tanto en las personas?
—Me alegra saberlo, Ashido—Yaoyorozu rio un poco—Muy bien Midoriya ¿Quieres añadir algo más Ashido?
—Ya lo han dicho todo—ella hizo un puchero, pero eso no le impidió contestar a la pregunta—He de admitir que al principio no me gustaba leer, pero desde que estoy aquí suelo hacerlo a menudo. Me gustan esos libros de princesas guerreras que dominan imperios.
Cuando terminó todos miraron en mi dirección. Desvíe la mirada algo incómoda. No tenía la más mínima idea de que responder. Creo que nunca me había leído un libro en serio.
—Me temo que Jirou no podrá responder a esa pregunta hoy, pero espero que pueda hacerlo dentro de unos días o semanas si las necesita—Yaoyorozu me miró compasiva—¿Qué me dices?
La miré y asentí levemente.
Mis sentimientos sobre los libros seguirían igual, pero me sentiría más segura si me daba un poco más de tiempo para contestar.
—Está bien.
No pude evitar reconocer que no había estado tan mal aquella sesión, pero nunca me llegaría a gustar.
Yaoyorozu no iba a ganar su apuesta.
—Espera.
Al terminar antes de que pudiera irme con el resto ella interrumpió mi acción.
—¿Qué pasa?
—Quería preguntarte una cosa para ayudarte a responder tu pregunta—me sonrió.
De pronto su voz no me pareció desagradable ni tampoco su sonrisa. Solo por unos segundos.
—¿Qué es?—la miré con curiosidad.
—¿A ti te gusta la música, verdad?
—Así es.
No entendía a que venía su pregunta.
—Aquello que te transmite la música lo pueden llegar a transmitir los libros también. Inténtalo, dales una oportunidad. Verás como se parecen.
Aquellas palabras me dejaron pensando todo el día. Las dijo con decisión y con una sonrisa amable en el rostro.
Aunque una nueva duda invadió mi mente ¿Qué le gustaba a ella de leer? ¿Cuál era su motivo de haber formado ese club?
Mi curiosidad no dejaba de aumentar y sin quererlo estaba pensando en ella nuevamente.
¡Hola! Gracias por leer y espero que os haya gustado <3
¿Qué es lo que más os gusta de leer?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro