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Capítulo IX : La Vita è Bella.

«Nunca mires de más, te perderás»

(...)

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Llegaron justo a un banquete, Tsuna estaba muy feliz cuando Nanashima llegó a casa, prácticamente se había abalanzado hacia él revisando si tenía algo o si le faltaba un brazo.

Se abalanzó sobre todos mejor dicho, ni Reborn se salvó. Cabe destacar que Kyoya gozó ser manoseado en busca de heridas, todos sabían el enamoramiento que tenía por el Cielo mayor y creían que Tsuna es demasiado ciego como para darse cuenta.

Claro que Tsunayoshi es todo menos ciego.

—¡Bien! ¡A comer! ¡Hoy fue comida Favorita de todos!

Aplaudió, al salir al patio trasero había mesas y Varia estaba allí junto a Nono, CEDEF e incluso Tsuyoshi estaba allí.

—¡Oyaji!

—Takeshi, Tsunayoshi-kun me invitó a la bienvenida, ¿No es un buen chico?, Nana-san debe estar orgullosa en el otro mundo.

Tsuna se sonrojó llevando sus manos a las mejillas, Iemitsu no resistió la tentación de abrazarlo.

—¡Tsuna-Fish!—tan parecido a su hermosa Nana-Mi.

—¡Okā-Chan!—Anna corrió llegando en compañía de Ryō y Momotarō junto a un regalo.

Saludó primero a Nono y sus aliados antes de dirigirse a Tsunayoshi, debía admitir que Momotarō se veía igual de joven desde que lo conoció.

—Tsuna-kun, ¿Llego tarde?—dijo suave.

—No, Ochī-san llega a tiempo.

Sonrió cargando a su hija, Tsuna besó la mejilla de la niña con ternura.

Ryō era el único consciente de que todos miraban fijamente a Ochī-san y a Tsunayoshi y no podía estar más divertido al ver que ellos ignoraban a todos encerrándose en su burbuja.

—Ábrelo—le susurró aunque todos lo escucharon ya que había silencio.

Tsuna sabía que era un regalo por su exitosa misión, ¿tal vez un brazalete?.

—¡Sí, Ábrelo! ¡Papá lo consiguió de...—se dirigió a su padre—¿Como dijiste?—él le susurró al oído—¡México! Sí, lo escogimos juntos.

Rió, la cajita en sus manos llamó entonces la atención de todos. La cajita tiene el tamaño de un celular y es color azul con un moño naranja.

Al desatar el moño, el listón cayó al suelo, la tapa la tomó con cuidado pero aún así cayó al suelo.

—¡!—mierda es hermoso, debió lucirse con el resultado de la misión por tal regalo.

No sé equivocó, es un brazalete con detalles de ramificaciones de plata sólida, tiene el logo del Clan y una hermosa piedra naranja, un ópalo de fuego.

Se sonrojó tímidamente al darse cuenta de que todos los miraban.

—Y-yo...—joder, ¡Porque tartamudeó! ¡Que vergüenza!

Ochī-san soltó una risa, pocas veces el chico actuaba de acuerdo a su edad.

—Se ajusta, déjame ayudarte.

Ryō cargó a su Hime mientras Ochī-san ayudaba a Tsuna a colocarse en brazalete en la muñeca izquierda.

—Es hermoso, Gracias.

El rubor de su rostro no bajo, Iemitsu gruñó al mismo tiempo que Hibari.

Reborn observó a Nanashima, el se veía ansioso, alzó una ceja cuando Anna le entregó una cajita pequeña y larga.

—¡Tío Nanashima también tiene el regalo de An-Chan!

La niña se pegó como garrapata a su "Tío" mientras gruñía a Hayato.

—Hn.

Kyoya no dejó de matar con la mirada a los del Clan Yakuza, pero no los podía tocar ese fue el trato para ser quien es ahora.

Tsunayoshi al dirigirse a VARIA ellos retrocedieron, trataron formas de escabullirse sin que el cielo se diera cuenta, cosa que falló.

Todos sabían el miedo de los asesinos hacía Tsunayoshi, no podían negarle nada, Belphegor dijo que es una clase de magia negra que los obliga a ser esclavos y un príncipe no es esclavo. Tsuna sabía que era por ser un cielo, su aura cubre a todos y los discordantes –sin saberlo– ya le pertenecían.

Sus llamas son tan fuertes que podría superar a creces al Cielo Arcobaleno, pero eso mismo hizo que la maldición fuera inalcanzable para él, no podía ser maldito, es demasiado fuerte para "CheckerFace". Byakuran le había dicho que en es mundo hay dos seres con las llamas más poderosas en todas los mundos y Tsuna encabeza por arriba de CheckerFace.

La enfermedad también fue consecuencia de su fuerza, Mamma le había explicado.

Tsuna no fue el Primogénito de Nana.

El Clan en China sabía que el primogénito siempre, siempre es niña. Chiyo-Mi Li fue la primera.

Nana-Mi fue una joven coqueta, a los quince fue cuando tuvo su primera hija y la perdió en un accidente automovilístico. Su hermana mayor apenas tenía un mes de nacida cuando murió, Nana cambió desde ese momento.

Hasta que llegó Iemitsu a su vida se volvió feliz.

Las llamas de su cuerpo hicieron que desarrollará la enfermedad, la semilla estaba dormida en su cuerpo pero la pureza  y fuerza de sus llamas la despertaron, Nanashima también tiene la semilla dormida en su cuerpo tuvo suerte de que Nana la sellará a tiempo cuando se dió cuenta que Nanashima tenía una gran probabilidad de desarrollarla.

Las artes del sellado chino nunca pasan de moda ¿Nee?.

—Tsuna-kun.

Tsuna giró en su dirección con una sonrisa demasiado cegadora para el bien humano.

—¿Si, Ochī-san?

Ochī-san sonrió ladeado, ese demonio lo estaba haciendo de nuevo.

Coquetería

Tsunayoshi de reojo observó divertido a Kyoya, Reborn bajo un poco su feldora para ocultar la innegable diversión. El Arcobaleno del sol leyó la clara coquetería de Tsuna hacia Ochī-san y como este todavía le siguió la corriente.

—Es tarde y An-Chan debe descansar, nos vemos después.

Tsuna hizo su actuación, sentía la mirada de Kyoya en su nuca y también la de su idiota padre.

—Oh, si—Un rastro de tristeza y una sonrisa de resignación floreció en su rostro.

—No te preocupes, nos veremos mañana cuando recojas a An-Chan para llevarla al Jardín.

Momotarō había inscrito a An-Chan a un jardín de infantes para que hiciera amigos y aprendiera de profesoras. Tsunayoshi la recogía en el Clan y Momo la recogía del jardín para llevarla al Clan. Esa fue su rutina durante los dos meses que su hermano y amigo desaparecieron.

Una vez que los tres miembros del clan se habían ido, Tsuna regresó con una sonrisa y un sonrojo menor.

—Ejem—Tsunayoshi dió un pequeño salto.

—Lal-san, había olvidado...—rió avergonzado.

Hibari estaba muy molesto, Iemitsu parecía resignado e incluso pudo sentir una ligera fluctuación en las sombras.

—¡Sigamos celebrando!—intervino Nanashima a petición de Reborn –léase una patada–

Reborn, en la mesa ignorando a Bianqui, observó a Tsuna sentarse en una silla y encorvarse un segundo empuñando sus manos antes de relajarse, pudo ver la contracción en el diafragma y como hacía fuerza para evitar que lo notarán.

Relajó su cuerpo pero no lo hombros, seguía tenso.

Abrió los ojos sorprendido al ver que la sombra se movía y una chica aparecía de la misma tendiendo unas pastillas que dejó en la mesa, el castaño las tomó antes de darse cuenta y suspiró en alivio.

Bajó la feldora a sus ojos, necesita investigar esto.

Vomitó con fuerza en el escusado.

Iemitsu ayudaba sobando su espalda para que expulsara todo, en sus manos hay un vaso con agua para aliviarlo.

Hizo una mueca al sentir tallos bajo la piel, Tsunayoshi estaba empeorando.

—Papá...—habló después de unos minutos.

Su garganta ardía, el poco aire que respiraba le lástima.

Iemitsu buscó los ojos de su hijo con preocupación, solo vió una verdad cruda, el dolor en ellos sobrepasaba absolutamente todo.

—¿Que pasa hijo?—suavizó su voz.

—T-tengo que decirte algo... n-no juzgues por favor.

—No lo haré. Suelta..

Tsunayoshi dudó al abrir la boca, pero empezó su relato. La cara de su padre cambiaba a cada palabra que decía, pudo ver la seriedad en cada una de sus facciones y no sabía cómo reaccionaría, había veces que olvidaba que Iemitsu es leal a la Familia, él es Familia antes que Famiglia.

Contó todo lo que sabía y había hecho, se dejó al desnudo ante su padre, que viera su alma y lo apoyará, la familia se protege entre ellos ¿No?, Eso decía Mamma.

—Tsuna-Fish—acarició sus cabellos castaños con tanto cariño y lo abrazó a su pecho para que sintiera el calor familiar.

Sus ojos picaban pero se negó a soltar una lágrima.

—No importa, eres mi hijo y te apoyo, no importa en que estés metido o que hiciste en el pasado. Yo también soy un cielo y te acepto—suspiró—Me enfurece el hecho de que te hagas daño, pero eso no cambiará que te amo, eres un gran cielo, uno perfecto. Proteges a Nanashima, me proteges y también a los demás sin que nadie te lo pida, nos has salvado...estoy muy orgulloso de tí. Por algo eres mi hijo ¿Nee?, Papá no sabe que hizo para merecerte, contigo es como estar en el cielo. Tu eres la personificación del cielo, temo perderte, no quiero que me dejes como Nana me dejó.

En algún momento ambos habían empezado a llorar, Iemitsu quería dejar en claro que Tsuna fue un regalo de Kami-Sama, que está orgulloso de su hijo

—Ahora, Tsuna-Fish, debes descansar. Lo que harás a futuro repercutirá en tu cuerpo, sé que no te puedo detener así que cuentas conmigo para ello.

—Papá...Gracias.

—No, Tsuna-Fish, gracias a ti por ser mi hijo.

Le ayudó a acostarse y se quedó a su lado acariciando sus cabellos hasta que se quedará dormido.

En las sombras sintió la presencia de dos chicos, el les sonrió dándoles su apoyo.

—Protegerán a Tsunayoshi.

—Con nuestra vida, Iemitsu-sama—ambas sombras se arrodillaron.

—Eso espero.

Se dió la vuelta y se fue dejando que ambos velaran los sueños de su hijo mayor.

Aveces hay cosas que no puedes cambiar, dijo alguna vez Nana.

Al día siguiente, Reborn lo esperaba en la cocina a las siete de la mañana, Bianqui estaba de brazos cruzados y su seño fruncido lo miró.

Pasó derecho para servirse una tasa de café, hoy Tsuna estaría descansando hasta tarde por una leve fiebre.

—Buenos días—se digno a decir después de un sorbo de su café.

Bianqui gruñó su saludo.

—Iemitsu, ¿Has notado las sombras que siguen a Tsunayoshi?, Creo que s--

—Ignórenlas—intervino brusco.

Tomó el periódico y volvió a pasar de ellos hasta detenerse sin mirar atrás.

—¿Sabías..?—dijo Incrédula

—¿Y qué si, sí? Ellos son los guardaespaldas de Tsuna-Fish, tienen mi aprobación. Ellos dan su vida por mi hijo y eso es lo único que importa.

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By: Lizisi

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