Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Forever [Manigoldo x Regulus]

Estás demente...

Sería lo que habría dicho hace años si alguien le hubiera siquiera insinuado que terminaría formando una familia con un amigo de sus primos.

Es decir, ¿qué probabilidades había?... Pero el destino es caprichoso y le gustaba jugar. Lo tenía muy claro desde su niñez, no debería estar tan sorprendido.

— Entonces, ¿cómo atrapaste a mamá?- Insistió su hijo, ese pequeño demonio de apenas seis años, sentado a su lado.- ¿Cómo lo conquistaste?

De todos los escenarios futuros que imaginó en su adolescencia para su adultez, jamás cruzó por su mente el estar sentado en la mesa del comedor, al lado de su hijo de seis años, haciendo una maqueta del sistema solar a las 3:00 de la mañana, conversando de cualquier cosa para mantenerse despiertos... Pero ahí estaba.

— Es una larga historia, Angelo...

— ¿Te parece que tenemos poco tiempo?

— ¿Te parece que es mi actividad favorita desvelarme pintando esferas, doblando alambres y pegando palillos de madera en una tabla por la madrugada?- Replicó, dando unas pinceladas más a la esfera en sus manos.- Recuérdame porqué estoy salvando tu trasero, cuando fuiste tú quien olvidó decir que tenía esta tarea para mañana durante todo el fin de semana.

— Porque eres mi papá.

— Y porque mamá te sacaría del testamento si interrumpes su sueño... Quizás yo también debería hacerlo, o cambiarte por un conejo gordo. Seguro se comporta mejor que tú.

— ¡Oye!

Manigoldo solo rió por la reacción de su hijo, continuando con la actividad que los forzaba a mantenerse despiertos.

— Entonces, ¿cómo conociste a mamá?

— No vas a rendirte, ¿eh?- Sonrió de lado.- Bien, ya que insistes...

Todo había comenzado hace años, cuando Defteros comenzó a salir con alguien y a pedirle a Asmita acompañarlo.

En ese entonces, Manigoldo no tuvo mayor interés, conocía bastante bien a Defteros para saber lo tímido que era ese Delta a pesar de su apariencia, además de que comenzaba a tener sus propias responsabilidades al estar en su primer año en la academia de policía.

Sin embargo, a la par de la relación de Defteros y Sísifo, floreció la amistad entre Asmita y Regulus. No pasó mucho para que su primo presentara al sobrino de Sísifo con el resto de sus hermanos y se hicieran cada vez más cercanos.

Manigoldo, siendo mayor y práctico cuidador asignado de sus primos, más pronto que tarde terminó conviviendo con Regulus tanto como el resto de sus primos. Bueno, no era el primero, gracias a Dohko, el mejor amigo de Shion, estaba familiarizado, así que solo vio al joven Omega como uno más bajo su cargo.

En ese tiempo, no tenía la menor idea de que Regulus apenas conocerlo, quedó completamente embelesado por él.

— Espera, ¿entonces siempre le gustaste a mamá?

— Según lo que él me ha dicho, sí.

— ¿Y no te diste cuenta?

— Si tu madre no se me hubiera declarado tres años después, en la boda de Defteros y Sísifo, jamás habría siquiera sospechado que le gustaba.

— ¿Cómo es que en tres años no te diste cuenta, papá?

— Eres muy joven aún, pequeño demonio.- Respondió con un tenue sonrojo.- Cuando crezcas entenderás que no es tan fácil darse cuenta de esas cosas.

— ¿Y después de que te dijo que le gustabas se hicieron novios?

— No.- Respondió con la verdad, mientras continuaba con la elaboración de la maqueta.- De hecho, rechacé a tu mamá.

— ¡¿Cómo pudiste rechazar a mamá?!- Reclamó el niño, saltando de su asiento.- ¡Él es muy bonito, y en sus fotos de joven se ve aún más bonito!, ¡¿por qué le dijiste que no te gustaba?!

— Shh... Ya sé que mamá es bellissimo*. Siempre lo ha sido.- Replicó, intentando que Angelo bajara la voz.- Pero no se trataba de eso.

— ¿Y entonces por qué?

— Es complicado, y eres muy joven para entender.- Intentó explicar.- Dejémoslo en que solo lo veía como un amigo, y fue hasta después que me empezó a gustar.

Angelo solo lo miró fijamente, insatisfecho con esa respuesta, y con ligeras intenciones de cometer parricidio ante el rechazo que su madre había sufrido años antes de su concepción.

Manigoldo solo suspiró y negó, cerrando brevemente los ojos. Vaya que su hijo era una réplica exacta de él, y ahora escarmentaba en carne propia sus propios pecados.

— Bien. Fui un tonto que se equivocó al rechazar a mamá, y darse cuenta hasta dos años después de lo lindo que era. ¿Felíz?

— Continúa.

Vaya que el recuerdo de la declaración de Regulus aún era una de las más grandes sorpresas de su vida. Podía decir tranquilamente que marcó un antes y un después.

Nunca se había percatado de la forma en que Regulus lo miraba, fue hasta después de esa declaración que se decidió a indagar más, sorprendiendose al descubrir que todos los sabían excepto él.

Aún recordaba cómo Asmita pasó meses burlándose de él y su poca atención a los detalles, enlistando cada una de las pistas que Regulus había dejado a lo largo de los años.

Al principio quiso tomar a su primo a loco y exagerado, sabiendo cómo era ese desgraciado rubio del demonio. Pero cuando Shion, Dohko, Yuzuriha, Tokusa, Kardia, Defteros y hasta el mismísimo Sísifo se sumaron y añadieron más detalles a esa lista, comprendió que el único ciego había sido él.

A pesar de todo, le fue imposible sentir algo al instante. Fue un momento bastante confuso.

Regulus era un Omega bastante divertido, alegre, entusiasta, inteligente y objetivamente atractivo, pero no podía verlo de otra forma que no fuera un amigo.

Para bien o para mal, la vida laboral terminó consumiendo gran parte de su tiempo por esos años, igual que la vida universitaria a Regulus, causando una separación más que necesaria para conseguir poner en orden sus pensamientos y permitir que el tema se enfriara.

Después de dos años en los que apenas llegaban a coincidir cada varios meses, Regulus reapareció, evidentemente con mayor madurez tanto física como mental, solicitando su ayuda para su examen de manejo y sin tocar el tema en lo más mínimo.

Manigoldo decidió tampoco mencionarlo, y accedió a brindarle su apoyo. Por suerte, habían conseguido adaptarse al ritmo de sus nuevas vidas y tenían más tiempo libre.

Así que, comenzaron a pasar cada vez más tiempo juntos. Primero solo unas horas durante el fin de semana para las lecciones, y luego tomándose algunos ratos libres entre semana para almorzar o ir por un café juntos para ponerse al día, siempre con la batuta de "solo amigos".

Luego llegó el anuncio del compromiso de Asmita y Kardia, y aunque libres del examen de manejo— que Regulus consiguió aprobar al primer intento—, siguieron en contacto al desempeñar el papel de padrino y Omega de honor para la pareja y coincidir cada tanto en ensayos o encargos de los novios.

Así fue como su relación se fue haciendo cada vez más cercana, conociéndose y conviviendo más, hasta que, sin comprender exactamente en qué momento sucedió, Manigoldo terminó prendado de Regulus.

La boda de Kardia y Asmita ocurrió tal y como estuvo planeada, igual que la luna de miel, en la que los acompañaron, igual que Defteros, Sísifo, Aspros y los niños.

Y fue durante ese viaje, que Manigoldo finalmente decidió ser sincero con sus sentimientos.

— ¿En serio le dijiste que te gustaba en medio del mar, en una tabla de surf?

— No fue tan horrible como lo dices.

— Como si no fuera suficiente que de no ser porque mis tíos se casaron, jamás te habrías dado cuenta de lo lindo que es mi mamá...

— ¿Vas a dejarme continuar o no?

Angelo solo suspiró y asintió.

— Esa noche lo invité a cenar en el restaurante del hotel, hablamos de todo eso y dejamos claras muchas cosas.- Continuó, procurando omitir ciertos detalles que claramente no eran aptos para hablar con un niño de seis años.- Decidimos darnos una oportunidad, comenzamos a salir, y cuatro años después nos enteramos de que estabas en camino. Y aquí estamos ahora, haciendo una maqueta en la madrugada.

— ¿Por qué nunca se casaron como mis tíos?

— Ya estamos en eso, enano.

— ¿Qué no debían casarse antes de tenerme?

— ¿Tienes una máquina del tiempo para lograrlo?

El niño solo bufó, cruzándose de brazos y refunfuñando ante la sonrisa triunfante de su padre.

Manigoldo terminó de colocar los últimos detalles a la bendita maqueta, y al fin pudo suspirar aliviado, anunciando el triunfo para ambos.

— Bien, problema resuelto.- Bostezó.- Ahora a dormir, antes de que mamá baje al baño o por agua y nos descubra.

Angelo bostezó y asintió, frotándose los ojos con cansancio, antes de ir a su habitación escoltado por su padre. Una vez ahí, Manigoldo se encargó de arroparlo y encender una pequeña luz de noche, antes de apagar las luces y despedirse.

El Alpha volvió a la habitación que compartía con su Omega, tomándose unos minutos para verlo dormir tranquilamente, antes de acostarse a su lado, y abrazarlo para quedarse dormido. Definitivamente, había hecho una excelente elección para formar una familia. No podía esperar para finalmente casarse con él.

No se arrepentía de su hijo ni renegaba de él, al contrario, amaba con todo su ser a ese pequeño Alpha revoltoso, y por él hacía cosas que jamas imaginó hacer. Pero su inesperada llegada los hizo cambiar completamente sus planes iniciales y posponer varios, entre ellos, su boda.

Un bebé siempre implicaba un enorme gasto, incluso desde antes de su nacimiento. Consultas médicas, análisis y estudios prenatales para asegurarse de que todo estaba bien, compras de ropa y demás cosas vitales para un recién nacido como pañales y toallitas húmedas, suplementos y vitamínicos para el Omega gestante, cubrir el costo de asistencia del parto...

Tuvieron mucha ayuda de parte sus familias y amigos, pero no podían depender de ellos. Debían asumir sus nuevos roles como padres, y aceptar los pequeños sacrificios que eso implicaba. Cómo posponer la boda de sus sueños y usar ese dinero para asegurar el bienestar de su primogénito.

Regulus estuvo algo decaído, Manigoldo hizo de todo por animarlo, prometiendo que en unos años podrían llevar a cabo sus planes iniciales. Fue difícil para ambos, pero al ver a su pequeño y sostenerlo en brazos, ambos sintieron que todo valió la pena. Y así lo seguía creyendo, y así sería siempre.

[...]

Amore mio*...- Canturreó con una sonrisa, acercándose a su amado Omega.- Ya es hora de que abramos la pista. Así que, ¿me concede esta pieza, hermoso caballero?

— Todas las que quieras, cariño.- Respondió Regulus, tomando su mano, acercándose para dejar un pequeño beso en sus labios.

Ambos caminaron tomados de las manos hasta la pista de baile que aguardaba por ellos, y en cuanto estuvieron en posición, la música comenzó a sonar, a cargo de Kardia por petición especial de la pareja.

I gotta tell you what I'm feelin' inside
I could lie to myself but it's true
There's no denying when I look in your eyes
Girl, I'm out of my head over you

Esa canción no era una elección al azar, era una decisión bastante personal y cuidadosamente planeada para el amor de su vida.

En ese baile, con esa pista de fondo, quería expresarle cómo se sentía. Cómo podría mentirse a sí mismo, pero sería en vano, porque estaba perdidamente enamorado de ese Omega.

I lived my life believin' all love is blind
But everything about you is tellin' me this time
It's forever
This time I know and there's no doubt in my mind
Forever
Until my life is through, girl I'll be lovin' you forever

Había pasado gran parte de su vida creyendo que el amor era ciego, dando por sentado que algo eterno era un quimera... Pero Regulus apareció en escena para cambiar todo eso.

Había algo, o más bien, todo en él, que le decía que lo suyo era para siempre. El amor que compartían, sus sueños y anhelos en conjunto, su apoyo incondicional...

Y él lo creía. Regulus había sido el primero que no dejó el menor espacio en su mente a dudas de que su amor algún día terminaría. Desde que ese precioso Omega decidió quedarse a su lado, cualquier temor se marchó hasta hundirse en el olvido.

Lo amaba de todas las formas posibles, como jamás creyó ser capaz de amar a nadie. Lo amaría hasta el final de sus días, y quería que Regulus y todos los supieran.

I hear the echo of a promise I made
When you're strong you can stand on your own
Those words grow distant as I look at your face
No, I don't wanna go it alone

"Cuando eres fuerte puedes sostenerte por tu propia cuenta", era una frase con la que por años se sintió fuertemente identificado y fue su credo de vida, desde la dolorosa pérdida de su madre, cuando era tan solo un niño.

Vivió años creyendo que siempre debía ser fuerte, valerse por sí mismo y jamás mostrar vulnerabilidad ante nadie, él debía ser quien sostuviera a otros y no al revés, debía ser capaz de hacer todo por su cuenta... Pero Regulus cambió eso.

Al ver esos brillantes ojos verdes, esa sonrisa de angel, y esa dulce mirada que siempre le decía que todo iría bien, cualquier barrera se venía abajo.

Regulus conocía todo de él, sabía lo doloroso que había sido perder a alguien tan importante, y lo difícil que le era para él abrir su corazón con otros. Pero él siempre estuvo ahí. Fue paciente para saber esperar, y jamás lo juzgó.

Ahora que lo tenía a su lado, definitivamente no quería volver a esa soledad. Quería a su amado a su lado, quería estar con él en las buenas y en las malas.

I never thought I'd lay my heart on the line
Everything about you is tellin' me this time
It's forever
This time I know and there's no doubt in my mind
Forever
Until my life is through, girl I'll be lovin' you forever
Yeah

Jamás pensó que expondría su corazón de la forma en que había hecho con Regulus. Nunca imaginó mostrar todas sus heridas a alguien. Compartir sus pesares, sus miedos, sus sueños, su propia vida con alguien... Lo creía imposible. Pero Regulus demostró ser el indicado, y que jamás lo abandonaría.

Regulus lo amaba a pesar de sus defectos, era su compañero, su confidente, su consejero, su mejor amigo, su más grande apoyo. Era su todo, y él estaba feliz de serlo para Regulus también.

I see my future when I look in your eyes
It took your love to make my heart come alive
I lived my life believin' all love is blind
But everything about you is tellin' me this time
It's forever
This time I know and there's no doubt in my mind
Forever
Until my life is through, girl I'll be lovin' you forever

Desde hace años podía ver su futuro al lado de Regulus cada vez que contemplaba esos hermosos ojos que solo su amado poseía, y quería que él lo supiera.

Quería que todos supieran que ese Omega consiguió que su frío corazón cobrara vida con su amor, su ternura y su paciencia.

Ahora no tenía la menor duda de que había elegido al mejor Omega para acompañarlo en el largo y desafiante viaje que era la vida, y que el amor que sentían el uno por el otro era para siempre.

Esta vez, esto era para siempre. Se amarían hasta que sus vidas terminasen, y quizás incluso después de eso.

— Te amo, Piccola Stella.*

— Te amo también.- Correspondió su esposo con una radiante sonrisa y pequeñas lágrimas de emoción en sus ojos.

Un amoroso beso cerró con broche de oro ese primer baile como esposos, inaugurando oficialmente la pista de baile para el resto de sus invitados, permitiéndoles fugarse a un pequeño rincón privado.

Había algo que Manigoldo quería hacer, y no iba a esperar.

Amore...

— ¿Si?

El Alpha tomó un profundo respiro, y extrajo del bolsillo de su pantalón un pequeño objeto que Regulus reconoció apenas verlo, sorprendiendose aún más cuando Manigoldo lo colocó en sus manos.

— Mani... ¿Esto...?

— Sí.- Confirmó con una suave sonrisa.- Es el espejo de mi madre.

Regulus sabía la historia detrás de ese pequeño objeto. Era la pertenencia más valiosa de la madre de Manigoldo, y el último recuerdo que Manigoldo tenía de él.

— Mani... Yo...

— Está bien.- Interrumpió, besando la frente de su Omega.- Quiero que tú lo tengas.

— Pero...

— Hay una pequeña historia de este espejo que nadie más que mi mamá y yo sabemos.- Contó el Alpha, con una sonrisa y una mezcla de nostalgia y alegría en los ojos.- Cuando él estaba en su lecho de muerte y me pidió estar con él... Me entregó este espejo.

— Y por eso sé que es demasiado valioso para tí.

— Sí, lo es... Pero, él me contó una pequeña historia sobre el espejo... Una historia que solo nosotros sabemos.- Continuó, mientras una pequeña lágrima resbalaba por su mejilla al recordar ese doloroso día.- Este espejo había pasado de generación en generación entre los Omegas y mujeres de la familia... Pero mi mamá jamás tuvo una hija o hijo Omega a quien heredarlo.- Añadió.- Aún así, decidió dejarmelo.

— Mani...

— Mamá dijo: "Cuando encuentres a la persona indicada, con quién compartirás tu vida, entregale este espejo como regalo de bodas, y símbolo de mi bendición. A partir de ese momento, sé que ya no me necesitarás, porque ya habrás encontrado a alguien que va a amarte, cuidarte y protegerte por mí. Mientras ese momento llega, yo estaré siempre contigo... Ti amo con tutto il cuore.*"

Regulus sintió un pequeño nudo en la garganta, presa de un torbellino de emociones ante esa historia.

Miró el pequeño espejo en sus manos, herméticamente sellado, tan bien cuidado, reflejando todo el amor que resguardaba. Finalmente, lo llevó hasta su pecho, abrazándolo y asintiendo.

— Te prometo que no fallaré, amore mio.- Pronunció con una sonrisa, siendo abrazado con su Alpha.- Demostraré que soy digno de la bendición de tu madre hasta el fin de mi vida.

— Ya lo haces, y estoy seguro de que él ya ansiaba que te entregara su espejo.- Respondió Manigoldo.- Sei molto speciale per me, sei una luce nel mio cuore*.

Regulus solo pudo abrazarse a su Alpha, disfrutando de ese cálido e íntimo momento, sintiendo la brisa del viento en sus rostros.

Su historia era de todo menos un cuento de hadas. Habían pasado varias trabas antes de decidir intentar estar juntos, ni siquiera vivían juntos cuando descubrieron que esperaban a su unigénito, habían tenido que aprender sobre la marcha todo lo relacionado con la crianza y adaptarse lo mejor posible a la paternidad, posponer su boda más de una década... Y sin embargo, no se arrepentían de absolutamente nada.

Ambos volverían a pasar por las mismas dificultades una y mil veces, volverían a soportar todo, volverían a luchar contra viento y marea, y aguardarían otros trece años, si eso les garantizaba volver a estar juntos y amarse.

— ¿Quieres volver adentro?- Preguntó amigo después de un rato, aún abrazando a su Omega por la cintura.- Seguramente nuestro pequeño angelito celoso ya debe estar impaciente por bailar con su madre.

Regulus dejó escapar una pequeña risa. Conocía a su hijo, y sabía que Manigoldo tenía razón. Así que se giró para dejar un profundo beso en los labios de su Alpha, y tomar su mano para volver juntos al salón donde la fiesta estaba en su máximo esplendor.

•=•=•=•=•=•=•=•=•=•

Y, después de doscientos años, al fin sacó el segundo epílogo XD

Lamento la demora, pero han pasado ciertas cosas las últimas semanas, y la inspiración se fue de sabático. Pero, aprovechando pequeños momentos de iluminación (insomnio), logré terminar este, y espero lograr lo mismo con los restantes (recen por esta pobre alma pendejita en desgracia por favor XD)

Creo que es todo lo que tengo que decir por ahora. Les dejo las acotaciones aquí abajo:

Bellissimo*: Hermoso/Bellísimo.

Amore mio*: Mi amor.

Piccola Stella*: Pequeña estrella.

Ti amo con tutto il cuore*: Te amo con todo mi corazón.

Sei molto speciale per me, sei una luce nel mio cuore*: Eres muy especial para mí, eres una luz en mi corazón.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro