Ya pasaban más de la media noche, y aun no se había aparecido.

Con una mirada llena de tristeza, se resignó a seguir esperándolo por esa noche y decidió caminar de regreso a su hogar.

Derramando lágrimas y abrazándose a si mismo; camino por las frías calles de nueva york. Cómo pudiste hacerme esto Raph... ¿porque lo hiciste? le decía al viento mientras continuaba caminando.

Cuando llego a su hogar, sus padres lo recibieron con una mirada de preocupación, ya que había llegado muy tarde y con un rostro marcado por las lágrimas que derramo.

_ ¿Donatello estas bien? - pregunto con tacto su madre.

Ignorando a su madre y pasando de largo por su padre, fue a su habitación; donde se encerró y lloro toda la noche.

......

En la mañana, despertó, sus ojos estaban hinchados y le ardían. Se vistió con lentitud, no había la necesidad de apurarse, se lavó el rostro en su baño. Se quedó viéndose en el espejo un buen momento, apreciando las marcas sobre sus ojos y la piel irritada, dio un pequeño suspiro y aparto la mirada, tratando de esquivar los recuerdos de la semana pasada.

"tres muertos"

Esa palabra llego en su cabeza

"accidente automovilístico"

Rápidamente llevo sus manos a sus orejas, tratando de eliminar las palabras y recuerdos de aquel reportaje.

"aquel joven llevaba un ramo de rosas en su mano cuando murió"

En un ataque de histeria lanzo un fuerte grito y tiro todos los artefactos a su lado.

Gritando una y otra vez el nombre de su ya fallecido novio. Rompió todo lo que se encontraba a su alcance, agarro el jaboncillo y lo arrojo al espejo y este se rompió en mil pedazos.

Sus padres alarmados por el ruido, llegaron a la escena donde vieron a su hijo perder el control, nuevamente.

El padre rápidamente tomo a su hijo por los brazos y lo obligo a quedarse quieto. Pero este no paro y siguió moviéndose y gritando el nombre de Raphael.

Llego un momento donde las fuerzas se le acababan y volvía en sí, se calmaba y dejaba de gritar. Sin fuerzas dejo de pelear, se derrumbó en los brazos de su padre y volvió a dormirse.

La madre estaba con lágrimas en su ojos, tan afligida y destrozada, solo pedía que su hijo deje de tener esos ataques.

Aquellos ataques de histeria habían comenzado después del funeral de Raphael. Aun recordaba aquel día.

Su hijo completamente destrozado.

FLASH BLACK...

Era el funeral de Raphael. Entre llanto y sollozo, velaron al joven. Pasaron las horas y en los brazos de su madre lloraba amargamente Donatello.

No podía, no podía siquiera pensar que, Raphael, aquel chico que conquisto su corazón desde hace más de un año, estuviera muerto.

En pocos segundos todos los recuerdos de las veces que paso con Raphael llegaron, inundando su mente y su corazón de recuerdos inolvidables.

Cuando cada tarde lo esperaba en la salida del colegio, cuando le defendía de los abusones del colegio y lo hacia reír en momentos de tristeza cuando, con su forma de hablar y su temperamento, tenían grandes discusiones que siempre terminaban en el perdón y un abrazo de reconciliación.

Ante tantos momentos y recuerdos lloro más aún. Tenía el corazón roto.

_ mama... - pronuncio aquella palabra llamando a su madre. - lo extraño... lo extraño bastante...

Su madre solo lo veía con impotencia y tristeza, sin poder hacer nada. Solo llorar a su lado.

Mientras Donatello lloraba en el regazo de su madre, esperando despertar. Así es, él pensaba que estaba soñando, que en cualquier momento despertaría y vería aquellos ojos verde toxico, estaría en sus brazos fuertes y cálidos... pero no. no era un sueño.

...END FLASH BACK

Desde aquel día la vida y la forma de ser de su hijo habían cambiado por completo. Todos los días tenía ataques de histeria, todos los días.

Donatello había cambiado demasiado y su situación era preocupante. Con esperanzas decidieron llamar a un psicólogo para que ayude a Donatello. Pero nada de eso sirvió, Donatello seguía sumido en depresión y dolor.

Viendo desde la esquina de la puerta del cuarto de su hijo, emitió un pequeño sollozo ahogado y se retiró cerrando la puerta por detrás.

Dejando a Donatello, el cual estaba echado de espaldas en su cama.

_ Raphael, te extraño...

Fue lo único que dijo Donatello antes de quedar completamente dormido con Raphael en su mente.

..............

Despertó con un gran dolor en la psique, levanto la mirada tratando de averiguar la hora que era.

_ 09:35 AM - dijo con voz ronca.

Se sentó en un costado de la cama y dirigió su vista hacia una pequeña mancha en la pared, como si eso fuese lo más interesante del mundo.

Con aire deprimente se levantó de su cama y bajo las escaleras hasta llegar a la cocina donde su madre cocinaba el desayuno.

_ Donatello - hablo con sorpresa la madre al ver a su hijo de pie. - veo que has salido de tu habitación después de mucho tiempo... buen día. ¿Deseas algo de comer? - pregunto con amabilidad su madre.

Como si hubiese olvidado hablar, no respondió y camino hasta uno de los asientos de la mesa. Su madre tomo esa acción como una respuesta positiva.

Rápidamente puso el vaso lleno de leche y el plato con huevo y tocino, a lado de su hijo.

_ come... estas muy delgado Donatello.

Comento el padre llegando a la mesa. Sin poner excusa alguna, el joven comenzó a "devorar" su desayuno.

Aquella reacción, alegro el corazón de su madre. Cierto es que todas las madres se sienten alegres al ver a sus retoños comer la comida que con amor preparan para ellos.

_ Donatello, quiero que vuelvas a tus estudios - comento firmemente su padre mientras se sentaba en la silla.

Donatello masticaba cuando su padre le dijo aquel comentario. Espero unos momentos hasta tragar y le dirigió una mirada vacía a su padre.

_ está bien. Iré mañana, por favor mama, despiértame temprano.

La mujer asintió con la cabeza y volvió a sonreír, veía que su hijo por fin quería olvidar a su novio fallecido y seguir adelante.

Cuando Donatello termino su desayuno se levantó de la mesa y camino hacia su habitación nuevamente.

_ ¿volverás a encerrarte Donatello? - pregunto con preocupación la mujer.

_ no... me alistare y saldré a caminar...

_ está bien hijo. - sonrió.

Y así lo hizo. Al cabo de unos segundos ya tenía una camisa diferente y llevaba un buzo pantalón. Como solía vestir antes.

Aunque era claro que Donatello estaba dispuesto a continuar. La expresión de soledad y tristeza aún seguía en su rostro.

Con un libro en mano y unos audífonos puestos. Dio un último "adiós" a sus padres salió de su hogar.

Camino con cuidado para no caer, mientras veía curioso las casas, era como si hubiera pasado años de que no salía a la calle.

Con la distracción que tenía no vio el chico que venía en sentido contrario, el cual también estaba distraído, y de un segundo a otro... ¡PUM!

Ya estaban ambos en el piso.

El golpe que recibió al chocar de frente con ese joven, hizo que su libro volara por los aires y caerá en la cara del otro chico.

Con un dolor en su pierna, se levantó y vio al chico que le había hecho caer. Dispuesto a gritarle, pero, cuando lo vio...

_ ¡lo siento! - rápidamente se aproximó a disculparse el chico desconocido.

_ Ehh... n-no... yo... - no pudo pronunciar palabra alguna.

_ ¿este es tu libro? - pregunta, tomando el libro entre sus manos.

_ s-si... - tartamudeo.

_ Perdón... - aquel chico se levantó del suelo y le tendió una mano para ayudarlo a levantarse - te ayudo...

_ gracias... - dijo con un leve rubor.

No sabía que es lo que le había cautivado de aquel joven. Podría ser sus ojos profundamente azules... o... su sonrisa.

El chico tenía una sonrisa tan brillante... hacia que por primera vez en mucho tiempo, dejara de pensar en Raphael.

_ ¿cómo te llamas? - pregunto amablemente. - yo me llamo Leonardo.

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¡¡HOLA!! Bueno, que decir... ah, sí... lamento la demora, se me fueron mis ideas. SIP, soy muy olvidadiza.

Y... perdón, perdón por matar a Raphie. Pero era necesario (muy necesario) para el trama del fic.

Espero que por lo menos te haya entretenido este capítulo y puedas decírmelo en los comentario o simplemente votando.

Sin nada más que decir yo me despido y sayonara.

....KanonSumire4