16 | Las huellas que deja un corazón roto
༺CAPÍTULO DIECISÉIS༻
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Dios sabe que nunca hemos de avergonzarnos de nuestras lágrimas, porque son la lluvia que limpia el cegador polvo de la tierra que recubre nuestros corazones enfurecidos
Charles Dickens |Grandes Esperanzas
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PASAR LA NOCHE encima de un sillón de caoba maciza, con un vestido conformado por toneladas de tela de raso, un corsé excesivamente apretado y la espalda jorobada al punto de despertar con una ligera molestia en la columna vertebral, probablemente serían el inicio de su carrera como la próxima aberración actoral en la obra de Nuestra Señora de Paris.
Tras abrir los ojos, Rosaline se reincorporó sobre los almohadones con muecas de evidente molestia, estirándose todo cuanto le fuera posible. Su cuello hizo un sonido extraño al moverlo a un lado, similar al de una rama que es partida por la mitad, y a este le siguieron sus brazos, las piernas, y la ya sufrida espalda.
Si no fuera porque las energías nunca abandonaban su cuerpo con facilidad, se consideraría a sí misma tan floja como una anciana, pero aquellas eran solo las consecuencias que traía el mal dormir. Había deseado estar presente cuando Sherlock se levantara temprano, de forma que no pudiese huir de ella si llegaba a encontrárselo, por lo que decidió dormir allí mismo acompañada por todo el nuevo desorden y las botellas de whisky vacías.
Una lástima, pensó miserablemente para sus adentros. Un pequeño traguito la habría ayudado mucho a encontrar la valentía que iba a necesitar próximamente.
Se tambaleó sobre sus pies cuando estos tocaron el piso, completamente descalza. En algún momento de la noche se habría retirado los tacones para acurrucarse, así como la capa y las medias ceñidas. Muy poco debía quedar de la esplendorosa apariencia que la volvió tan irresistible a ojos masculinos el día anterior, sino era porque no quedaba absolutamente nada. Su cabello se sentía pegajoso, el maquillaje corrido, los guantes rotos... sí, todo un desastre andante.
De haberla visto en vivo, apostaba a que su antigua jefa la habría enviado a tomar un baño inmediatamente, y claro, luego de estarse burlando por un largo rato. Lo había hecho la vez en la que se cayó de cabeza en el arroyo tras la villa, o cuando tanto ella como Enola acabaron llenas de polvo para hornear de la cabeza a los pies ¡Uh! Y también en aquella ocasión cuando confundió por accidente el frasco de vino con jarabe para la tos; ese día se había comportado de forma muy salvaje para lo que respecta a una dama, desde prender dinamita pensando que era se trataba de una vela hasta correr por todo Ferndell Hall con Enola tras sus faldas exclamando casi a gritos ¡Que alguien me traiga fuego! y terminó casi tanto o más destruida que esa mañana.
Un ruido en el estudio la hizo levantar la cabeza para mirar en tal dirección.
Era él, pensó con el corazón azorado. Se había levantado con resaca y por eso parecía estar golpeando el piso con la punta de sus zapatos.
La castaña no tuvo el valor de abandonar el salón mientras lo escuchaba rezongar, probablemente tratando de hundir su mal humor en sus casos no resueltos, por lo que esperó a que todo acabara, con el miedo indescriptible de que en algún momento él se percatara de su presencia y tuviese que enfrentarse a la furia de sus ojos azules. Pero tras algunos minutos de tortuosa espera, cuando dedujo que era el instante perfecto para salir de su escondite, apretó los puños en orden de darse valor a sí misma y se adentró en la habitación con pasos silenciosos.
Sherlock estaba de pie, dándole la espalda frente al pizarrón repleto de coordenadas, notas e hilos rojos que iban de un punto hacia otro irregularmente. A juzgar por su posición, los rulos despeinados y la camisa arrugada, supo que no estaba para nada tranquilo. Esa palabra no se le acercaba ni mucho menos. El semblante de su expresión era serio, reparador y perdido en la profundidad infinita de sus propios pensamientos.
━Buenos días.
━¡Santa madre de... ━su voz le llegó tan sorpresiva como un cubo de hielo, haciéndolo darse la vuelta en medio de su sobresalto━ Oh, eres tú. Creí que te quedarías todo el día durmiendo encima de esa butaca. Deberías ir cambiarte ahora, apestas a agua de lluvia.
Rosaline sintió que su pecho se arrebujó como un huracán. Él no lo recordaba, no daba ni la más mínima muestra de ello, pero si era así entonces ¿Por qué parecía estarse enfrascando en ignorarla? ¿Sería su vergüenza hablando por él? Desconocía completamente lo que estuviese corriendo por su mente en esos momentos, pero seguía decidida a averiguarlo.
━¿Recuerdas lo que sucedió ayer?
━Mmm... no lo creo. Mi mente es una caricatura nebulosa en estos momentos.
Bueno, allí había quedado su intento por hacerlo hablar. Una parte de sí misma ya debía haberse intuido que él no admitiría la verdad aunque la supiera si esto requería poner en evidencia sus emociones.
━Te encontré tirado en ese mismo sillón donde pasé la noche, borracho como una cuba y hablando disparates. Confesaste que te sentías confuso respecto a... mi presencia.
━¿Eso dije? ━preguntó sin mucha convicción━ Oh, tendrás que disculparme Rosaline, pero no logro rememorar nada de lo que dices que dije ayer.
━Ya deja de mentir. Te lo he resaltado antes, podrás ser muy bueno engañando a otros, pero conmigo sigues siendo un pésimo mentiroso.
━Tal vez debas dejarlo pasar.
━¿Eso es lo que tú quieres realmente? ━preguntó insistente━ Porque yo creo que solo estás pretendiendo no saber lo que pasó entre los dos para huir de esta conversación.
Parpadeando varias veces, el detective separó su vista de la nota que analizaba sobre el pizarrón para mirarla con el entrecejo fruncido.
━¿Qué pasó entre nosotros?
►━¡Me besaste! ━prácticamente gritó, sintiendo que algo dentro de ella explotaría en cualquier momento si no lo sacaba de su garganta de una vez━ Dijiste que guardas sentimientos hacia mí, e independientemente de que no sepas cómo reconocerlos, estos logran acabar con todos y cada uno de tus sistemas ¿Es eso cierto?
Él se mantuvo callado en su sitio, mirándola sin ninguna emoción que denotara el estado en el que se encontraba realmente. Mil cosas podían estar pasando por su cabeza: estupefacción, sorpresa, todo lo relacionado con una revelación inesperada. Sin embargo, algo en lo profundo de sus ojos demostró que su consciencia no se encontraba muy clara que digamos. Lagunas mentales parecían atormentarlo desde el instante en que despertó, llevándolo a sumirse en sí mismo y los asuntos que lo esperaban dentro de aquel cuarto para no tener que pensar en el ataque pasional que había desatado la otra noche.
━Rosaline...
━Dime si es verdad ━insistió la castaña, ahora mismo todo lo que necesitaba de su parte era absoluta honestidad. Pero él solo negó, apartándose de su lado para no tener que verla a la cara cuando le dijera:
━Lo sea o no. Eso ahora ya no importa.
━Me importa a mí.
━No quiero que te crees ilusiones por culpa de un momento de debilidad. Lo que sucedió... ━su voz se cortó por un segundo, haciéndolo tragar con fuerza━ Es mejor que ambos lo olvidemos.
Rosaline sabía que él tenía miedo, y por eso no la estaba mirando. Tenía miedo de que ella se diera cuenta de las cosas que le provocaba, de dejar caer su armadura por primera vez delante de alguien. Pero todo eso podía arreglarse, solo si él decidiera que ella valía tanto la pena como para quedarse a su lado, y si fuese así, Rosaline le daría todo de sí sin arrepentimientos.
━¿Podrías dejar tu trabajo un momento y escucharme? ━susurró bajito, pero lo suficiente para que él pudiese escucharla.
━Ya dije todo lo que tenía para decir.
━¡Pero aún no escuchas lo que yo tengo para decir! ━le daba igual lo que pasara o pensase de ella, no se quedaría callada. Lo que estuvo aguantando por tanto tiempo sería liberado en ese preciso momento━ ¿Qué está mal con vosotros los Holmes? Vuestra obsesión con permanecer siempre en soledad me asusta de veras, y entiendo, realmente entiendo que no desees darle una oportunidad a esto...
━Las cosas no son así ━interrumpió rápidamente, pues lo que menos quería era hacerla sentir como si no fuese suficiente, pero ella no lo dejó.
━Me importa un comino como creas que son o no las cosas, Sherlock. Pero no puedo permitir que sigas viviendo ciego con respecto a lo que dicta tu corazón. Siempre te encierras en ti mismo porque sigues renegándote a sentir algo más, y no te das cuenta de lo que estás haciendo con tu vida ¿Vas a pasar el resto de tus días encerrado aquí resolviendo misterios hasta que ya no puedas hacerlo más y te des cuenta de que no tienes a nadie a tu lado para acompañarte? El mundo es mucho más que resolver misterios y nos aguarda a cada uno, y créeme, es maravilloso.
Luchando por mantenerse serena y comprender su situación, cruzó el espacio entre ellos y agarró una de sus manos para sujetarla con suavidad. Sherlock se quedó de piedra, sintiéndose perdido mientras la observaba acariciar los nudillos. Luego, cuando ella alzó el semblante y el cuento de hadas encerrado en lo profundo de sus ojos lo cautivó, el detective tuvo la repentina necesidad de mandarlo todo al carajo y besarla hasta que sus dudas se disiparan.
Pero él era un cobarde. Uno que la protegería de sí mismo aunque tuviera que romper su corazón para hacerlo.
━No es tan sencillo como piensas que es, Rose. Este trabajo me trae muchos enemigos. Si dejo que alguien me llegue a importar, si tan solo se lo permito... estaría convirtiéndolo en un blanco fácil
━él tomó su rostro entre sus manos, permitiéndose solo un instante para volver a tenerla así de cerca━ Lo último que deseo en mi miserable vida es que alguien salga lastimado por mis errores, especialmente tu.
━No estoy hecha de papel, puedo ser fuerte cuando me lo propongo.
Sherlock quiso decirle que lo sabía, que de no ser así jamás se habría embarcado en aquella misión con dos desconocidos para encontrar a su hermana, que su valentía y su bondad eran dos cualidades que lo volvían completamente loco, pero en lugar de eso solo suspiró, dejando que sus frentes se tocaran en medio del silencio.
La respiración de Rosaline se tornó cálida contra su rostro, seductora aunque no lo pretendiera, pero luchaba internamente por no mostrar su dolor. El golpe de su rechazo era desgarrante.
━¿Y si te dijera que estoy dispuesta a aceptar las consecuencias? ¿Cambiarías de opinión?
Oh, no había nada que él deseara más que tenerla como suya. Sin embargo, no podía ser egoísta y arriesgarse a que saliera lastimada... aunque ya fuese un poco tarde para eso.
━Sabes que no.
━Bien... ━ella apartó sus manos, secándose las lágrimas con brusquedad━ Porque créeme, he atravesado por tanto en esta vida que lo que menos me merezco es un hombre que no esté dispuesto a luchar por mí.
Su frialdad lo hirió como mil navajas encajándose directamente en lo profundo de su pecho, y la vio detenerse en el umbral de la puerta, todavía dándole la espalda cuando le dijo:
━Por cierto, creo que deberías ir a ver a tu hermana aunque sea una vez.
Aquello lo llevó a fruncir el entrecejo confusamente.
━¿Mi...
━Lestrade la encontró ayer en una posada, y tu hermano la llevó a la Escuela de Miss Harrison. Traté de decirte, pero estabas demasiado ebrio ━le dijo, dando media vuelta para asegurarse de que la escuchaba━ Tal vez le agrade recibir una visita tuya, no lo sé, solo digo. Ella ha tenido que pasar por mucho y no merece que la dejes de lado como hiciste con su madre.
Y sin agregar nada más, abandonó el apartamento en completo silencio. A cada paso que daba sentía como su alma lloraba al igual que sus ojos. Ahora sabía perfectamente por qué todas esas autoras hacían este tipo de cosas en sus novelas, porque no eran ficción, sucedían realmente y ahora ella estaba experimentando lo que era el verdadero pesar surgido del rechazo de la persona que se quiere.
En el pasillo, se cruzó con la casera que de casualidad iba de salida hacia el mercadito más cercano.
━Rosie querida... ━saludó la señora Hudson, pero al notar el enrojecimiento de sus ojos pareció caer en cuenta de que algo había sucedido━ ¿Estuviste llorando?
Ella sonrió, tratando de tranquilizarla.
━Estoy bien, señora Hudson.
━Oh, rosa de mayo, querida niña, con esas ropas debes de tener los pies entumecidos por el frío ━acarició sus hombros cariñosamente━ Quédate en tu habitación, haré té caliente y traeré uno o dos emparedados.
Rosaline le agradeció en silencio, pero en ese momento lo que más necesitaba era un poco de agua caliente y ropa nueva.
Al llegar a su habitación, lo primero que hizo fue retirarse el vestido y desatar las cintas del molesto corsé, dispuesta a iniciar el día de la mejor forma posible aunque resultara extenuante. Tomó un baño, se desenredó el cabello con el cepillito delante del espejo y untó un poco de agua de lavanda sobre la nueva pieza de muselina con la que sustituyó el traje de fiesta. El color crema no era uno de sus favoritos, pero era el único limpio que tenía disponible.
Minutos después, la señora Hudson entró por su puerta llevando una bandeja con desayuno en las manos y sonrió abiertamente al notar que la joven se encontraba de mucho mejor aspecto que como la había visto antes en las escaleras.
La apellidada Barnum se acercó entonces para tomar un sorbo de su taza de té, saboreando el líquido calentito en su paladar. De vez en vez, la anciana la veía quedarse en silencio, como si se perdiera en sus propias cavilaciones, y era entonces cuando los ojos se le volvían a cristalizar.
━Son rastros de un corazón roto, ya sanará ━murmuró. La lástima que mostraba hacia ella solo la hizo sollozar de nuevo, pero sus secretos más profundos permanecieron ocultos.
━No es la primera vez. Tengo más cicatrices que latidos en mi pecho.
━Oh, pero aún sigues siendo muy joven. Nuevos romances irán y vendrán por montones con el tiempo ━le dijo con total seguridad━ Olvida el dolor, eso solo te causará tristeza. Además, no hay mejor experiencia en la vida que la de descubrir qué camino quieres tomar por tí misma luego de afrontar una decepción.
━¿Usted cree?
━Claro que sí. El mundo entero está a tus pies, querida, eres dueña de tu propio destino. Así que adelante y no te martirices con lo que pudo ser, sino que piensa solamente en lo que será.
Lo cierto es que los años que la precedían otorgaban a la Sra. Hudson la experiencia suficiente para conocer exactamente cómo se sentía, así que no pudo evitar darle toda la razón, porque si se ponía a analizarlo desde ese punto era sencillo darse cuenta de que el mundo continuaba girando independientemente de lo que sucedía en la vida de cada uno de sus habitantes.
Así que armándose con una resistencia que rara vez poseía, se levantó de la cama y dejó su comida a un lado. Un gran día fuera de aquellas paredes la estaba esperando.
━Tengo que irme, señora Hudson.
━¿¡Ahora!? ━la mayor la observó con sorpresa, no creía que su charla fuese a hacer efecto tan rápidamente━ ¿A dónde vas?
━Le hice una promesa a una vieja amiga ━exclamó mientras iba y arrancaba su abrigo del perchero━ Usted misma lo dijo ¡Es tiempo de tomar las riendas de mi propio destino!
Y diciendo esto, se lanzó a las calles de Londres en busca de la ayuda necesaria para cumplir con su propósito.
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La plaza del Covent Garden Market tenía sus raíces en los principios del siglo XVII, cuando la zona había sido reestructurada por Francis Russel, el cuarto conde de Bedford. Se decía que la arquitectura del lugar fue inspirada en los mercados de ciudad de finales del siglo XV y principios del XVI, y como pieza central del proyecto fue una plaza con soportales. El mercado, que originariamente estaba al aire libre, ocupaba el centro, donde un montón de personas, comerciantes en su mayoría, se dedicaban a vender piezas de artesanía, jardinería y otro tipo de cosas, atrayendo a los viajeros extranjeros.
Rosaline no pudo evitar pensar que aquel era un muy buen sitio para esconderse, y ciertamente debía aplaudirle a aquel chico del que tanto hablaban los diarios, porque muy a pesar de ser la persona que era y de la que todos en Londres hablaban, allí dentro podía llegar a convertirse en alguien totalmente invisible.
Mientras se preguntaba cómo podría idear una estrategia para encontrarlo se fue perdiendo entre los puestos de plantas medicinales y ramos ya hechos, descubriendo con fascinación los tesoros allí expuestos.
Habían tallos marchitos de romero para conservar la memoria, y una mujer que pasaba con una cesta en la mano se quedó observando las guirnaldas de hinojo por largo rato, cuyas flores planas y doradas estaban tejidas con aguileñas mustias. Rosaline no esperaba que supiera que aquellas flores simbolizaban la infidelidad, así como tampoco que las margaritas trenzadas en su pelo eran un remedio para todos los dolores, sufrimientos y heridas del cuerpo, o que las violetas desprendían un olor fuerte con solo machacar sus pétalos con el puño. De hecho, habían miles de flores en aquel lugar que podrían ayudar a cualquier curandero en sus remedios medicinales, y Rosaline se quedó hipnotizada con cada una de ellas, estudiando sus formas hasta llegar a una en específico que la hizo sentir escalofríos ante la extraña sensación de estar siendo observada por alguien más.
━Son crisantemos ━dijo una voz a sus espaldas, perteneciente al joven de expresión noble que descubrió nada más girarse. Este poseía cabello corto, castaño oscuro como las nueces o las semillas de Nigella sativa, facciones finas, demasiado para ser un chico corriente, además de un tono de voz galante y pausado━ Ahí como los ve guardan un método bastante sencillo de cultivar, con solo decir que tienen distintas épocas de floración que van desde la mitad del verano hasta la mitad del otoño, dependiendo del grupo de que se trate. Yo los valoraría, en lo personal, como un detalle perfecto si desea regalarlos a algún ser querido.
━Lo sé ━respondió ella, pues era imposible que no supiera de un tema del que había estado aprendiendo desde muy niña━ Pertenecen a la clase Magnoliopsida. Mi madre me enseñó que su principal significado es el apego familiar.
Pudo ver como el pelinegro se mostró impresionado por su respuesta, y sus pupilas parecieron desprender un brillo leve tras esto, pues no todos conocían el Lenguaje de las Flores tan bien como para recordarlo de memoria.
━¿Le gustan las flores, mi lady?
━Mis favoritas son los jazmines ━Rosaline tomó un ramito de dicha especie y se lo extendió para que pudiera admirarlo━ Me gustan porque son poco agraciadas, y también las más sencillas de todas las flores. No tienen atractivo alguno, ni son llamativas, pero aún así, se les conoce por poseer uno de los aromas más exquisitos del mundo. Un hechizo para el amor ¿Qué me dices tú, muchahito?
━Prefiero las rosas ━respondió, escrutándola sospechosamente. De alguna forma, se le hacía un poco familiar━ Disculpe por no presentarme antes, mi nombre es...
━Vizconde Tewkesbury, Marqués de Basilwether ━adivinó ella en tono jovial, sin siquiera darle tiempo a inventarse otra identidad, a la vez que extendía una mano en su dirección━ Mucho gusto, soy Rosaline Barnum.
El chico, aunque aún cohibido, aceptó ese gesto como buen caballero que era. Tomando su mano no para agitarla, sino para depositar un suave beso sobre sus nudillos.
Por supuesto que ya la conocía ¿Como no hacerlo? Si cierta persona nunca dejaba de mencionarla.
━Así que, si no me equivoco, usted debe ser la institutriz con pésimas habilidades para el jiu jitsu de la que me hablaron.
Rosaline asintió con un resoplido ¿Por qué todos la reconocían siempre por ese pequeñísimo detalle?
━Enola y yo no tuvimos mucho tiempo de hablar a decir verdad, pero me pidió que te ayudara. Está segura de que tu vida corre mucho peligro ━explicó a la vez que ambos comenzaban a caminar por el mercado, allí donde el resto de los pasantes parecían no prestarles mucha atención━ Soy asistente del famoso detective Sherlock Holmes, así que si vienes conmigo tal vez él pueda...
━No.
Sorprendida por su súbita contestación, la escocesa frunció el ceño.
━¿Qué dices? ¿Por qué no? Considerando tu situación puedo apostar a que te encuentras bastante desprotegido ━argulló, pero el joven marqués continuaba negando ante cada uno de sus argumentos.
━Si lo hago, no podré ayudarla a escapar de ese lugar.
Ella se le quedó mirando atentamente.
━¿Es en serio? ¿Estás dispuesto a arriesgar tu vida por salvar a una chica que conociste hace unos días?
━Ella no es cualquier chica ━respondió Tewkesbury con la mirada perdida━ El día que nos conocimos ella podría haber seguido en ese tren y dejarme solo, pero no lo hizo, y a decir verdad, creo que sin su ayuda ahora mismo estaría muerto. Me salvó la vida dos veces ¡Dos! ¿Puede creerlo? E incluso fue atacada por el hombre del bombín solo por ser vista conmigo y eso no la detuvo de ir hasta Basilwether para localizarme y advertirme de que todavía estoy en peligro. No necesitaba hacer nada de eso...
Pero aún así se arriesgó y fue a buscarlo.
Con un agujero en el pecho, el joven marqués pensó en que Enola lo había ayudado en todo momento, a un gran costo para ella misma, y ahora, incluso había sacrificado su propia libertad por él. No podía simplemente dejarla con ese destino. Él no lo haría. Lo menos que podía hacer era devolverle el favor.
Conmovida por la gratitud en sus palabras (y significativamente algo más), Rosaline se dio cuenta, de la manera más adorable, de lo que realmente le sucedía a su joven Enola con aquel muchacho.
━Ella se preocupa por ti.
━¿Usted cree? ━los ojos de Tewkesbury la miraron esperanzados, y ella asintió.
━Conozco a mi cabra de montaña. Enola no se tomaría tantas molestias en ayudar a alguien que no conoce, y menos a un chico, pero supongo que tú le importas.
Entonces lo vio agachar la cabeza con pesar, tal vez arrepentido de haberla dejado a merced de aquel inspector Lestrade. De acuerdo, Enola le había dicho que lo hiciera, o en realidad se lo había ordenado, pero iba en contra de todos sus instintos, de todas las maneras que jamás le habían inculcado, dejar a una dama en apuros. No importaba bajo lógica su argumento.
━Lo siento. No pretendía que nada malo ocurriera. Solo quería escapar, no se suponía que nadie saliera herido o capturado, o mucho menos casi asesinado.
━Está bien, Tewkesbury. Después de todo tu sigues siendo una víctima de las circunstancias y no es tu culpa que alguien allá fuera quiera matarte ━le dijo, pero al ver la expresión pasmada que se adueñó del rostro del chico, se sintió repentinamente incómoda━ Eso sonó mucho mejor en mi cabeza que en voz alta ¿No es así?
━Indudablemente.
━Lo que quería decir es que a mi estudiante le gusta meterse en líos ajenos por sí solita. Un día casi me provoca un infarto de miocardio tratando de salvar una cabra de un risco, por el cual casi termino cayendo yo debido a que... bueno eso da igual. Si ella decidió que vales lo suficiente como para ser salvado, entonces lo vales también para mí.
━¿Casi moriste por salvar a una cabra?
Rosaline tuvo que pestañear varias veces para espantar el súbito tic que se apoderó de su ojo izquierdo.
En serio no podía creer que de todo lo que le había dicho solo eso se le hubiese quedado grabado en el cerebro.
━Tengo un plan.
━Pues espero que no sea tan brillante como tus preguntas.
Tewkesbury negó, gesticulando con las manos como si quisiera hacerle entender que esta estrategia sí era ingeniosa y muy buena, quizás la más descabellada de todas las que se le hubiesen ocurrido alguna vez en su vida, además de su fuga de Basilwether Hall claro estaba.
━Sé que puedo sacarla de ese sitio. Lo haré de la misma forma con la que logré colarme en el tren, solo que esta vez en lugar de una bolsa, lo haré adentro de una canasta. Una vez dentro, la ayudaré a esconderse haciéndome pasar por repartidor de correo usando el abrigo más feo que tengo. Lo que haría de este un plan brillante ¿Verdad?
"Tonto", pensó la castaña irremediablemente, "Me ha tocado trabajar con un completo tonto".
━Y aún me pregunto cómo es que siempre termino cruzándome con gente tan "ocurrente" ━chasqueó la lengua━ Perdona que rompa tu burbuja, jovencito, pero no hay forma de que entres a ese colegio sin ser descubierto. Así sea metido adentro de una bolsa de pringles franceses ¿Cómo rayos vas a transportarte a tí mismo hasta su habitación?
━Tal vez no pueda hacerlo por mi cuenta, pero sobornando al repartidor sí.
━¿Y dónde vamos a conseguir un repartidor dispuesto a llevar una canasta con peso humano hasta su alcoba?
Tewkesbury frunció los labios pensativo━ Esa es una buena pregunta.
Ella entornó los ojos, y en lo que esperaba a que la brillante mentalidad del Marqués se le ocurriera algo más, se vio siendo momentáneamente distraída por el ruido del bullicio. Entre tanto, las risas de dos niños que correteaban alrededor de un granjero llegaron hasta sus oídos, mezclándose entre tantos gritos y murmullos multiplicados. La castaña se quedó observándolos jugar por unos minutos, viendo como el señor mayor metía a uno de estos dentro de una cesta y lo subía encima de la carreta a modo de broma, haciéndole recordar la forma en la que su propio padre solía esconderla en una bolsa y decirle que recorrería el país encima de un coche de carga.
Inmediatamente, un foco en lo más recóndito de su cerebro pareció prenderse cual mecha de fuego.
━¡Elemental! ━gritó de pronto, haciendo que el joven casi cayera de donde se encontraba sentado debido al susto.
━¿Ahora qué le pasó?
━¡Ya sé quien podrá ayudarnos! ━su alegría era tal que ni siquiera midió la emoción de sus acciones cuando agarró al chico por los hombros y lo agitó con fuerza, haciéndolo parpadear varias veces como si pensara que había perdido la cabeza.
Acto seguido, tomó su mano sin previo aviso y lo arrastró con ella casi a base de tropezones por todos los puestos del mercado. Algunos vendedores se quejaron al verlos pasar por encima de sus preciadas coronas de girasoles y azucenas, dándoles oportunidad a los niños pobres que aprovechaban el despiste para robar uno que otro retoño. Las voces del gentío apenas le daban tiempo a Rosaline de escucharlos, pues todo lo que podía sentir era el sonido de sus latidos dentro de su cuerpo, haciéndose cada vez más fuertes a medida que avanzaban a través del siguiente vecindario y se desviaban hacia las calles contiguas al Coven Garden Market, con ella empujando personas para apartarlas de su camino y Tewkesbury gritando "¡Perdón!" completamente apenado.
En menos tiempo del que pudieron contar (ocho minutos aproximadamente), llegaron ambos al barrio del Soho, teniendo que tomarse un momento para que el chico recuperara el aire que había expulsado durante la carrera al igual que si se tratara de un pez globo fuera del agua.
Rosaline los guió por un complejo de apartamentos en mal estado, hasta encontrar el número 67. Allí llamó a la puerta con insistencia, tan fuerte que la madera vieja por poco sede de no ser porque Tewkesbury le apartó la mano para que dejara de hacerlo.
━¡Katherine! ━volvió a llamar, esta vez en voz alta. Del otro lado se escucharon lentos pasos sobre el suelo chirriante, justo cuando una mujer de cabellos rubios que distaba mucho de ser su querida amiga apareció del otro lado━ ¡Oh! Perdone. Estamos buscando a Katherine Powell.
━¿Y ustedes son?
━Rosaline Barnum, una vieja amiga de Escocia. Y él es... ━miró hacia Tewkesbury━ Mi primo Gustav. Necesitamos hablar con ella.
━¡Rosaline! ━escucharon como alguien exclamaba de fondo, una chica de abundantes rizos negros vestida aún con su bata de irse a dormir y con una sonrisa radiante adornando sus facciones.
Muy a pesar de las bolsitas que se notaban bajo sus ojos, seguía luciendo encantadora como toda mujer al despertar en la mañana. Ella fue corriendo y la abrazó cariñosamente, un gesto que la joven institutriz correspondió con vehemencia bajo la mirada recelosa de la otra desconocida.
━Me alegro mucho de verte de nuevo. Ya le decía yo a Liv que tendría oportunidad de conocerte un día de estos, cuando decidieras hacernos la visita. Pero dime ¿Qué te trae por los alrededores del Soho?
━Oh Kath, sabes que no te molestaría si no fuera realmente importante, pero mi primo y yo necesitamos de tu ayuda en una misión de alto riesgo ━dijo, esperando que su plan no le sonara tan descabellado como pensaba━ Necesitamos un coche, una canasta tan grande como para esconder un cuerpo de mas o menos nuestra estatura, y algún señor que esté dispuesto a cobrar tres chelines por entrar a un colegio y dejar la canasta en la habitación de una estudiante.
Ahora fue el turno de Katherine para abrir mucho los ojos, impresionada. La chica que la acompañaba se acercó a ella para abrazarla por un hombro poco menos que horrorizada, pero claramente no tenía idea alguna de las travesuras que podían pasar por la cabeza de Rosaline con la misma facilidad con que la conocía la apellidada Powell.
━¿Para quien sería la canasta?
━Para mí ━el joven marqués elevó una mano nervioso━ Quiero salvar a una amiga.
━¡Oh, un joven héroe! ━exclamó la supuesta Liv, poniendo una expresión de absoluta ternura━ Justo como pasa en las novelas de Brönte. Él irá a rescatar a su damisela en apuros ¿No es algo realmente romántico, Kathy?
━Bueno... si los dos me explican bien de qué se trata todo ese rollo, quizás pueda aportar un poco más al plan.
Rosaline desvió su vista entonces hacia su presunto "primo", y este asintió dispuesto a todo. El propósito y la determinación ahora brillaban en sus pupilas. El vizconde Tewkesbury, marqués de Basilwether, aparentemente iba a irrumpir en una escuela de acabado para niñas.
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Hola a todos y perdonen por demorar tanto en traerles un nuevo capítulo 😅 He estado últimamente preparándome para iniciar a trabajar por primera vez en mi vida como profesora y eso me tiene el cerebro bastante desorganizado últimamente.
Como podrán darse cuenta, el capítulo quedó bastante largo para compensar mi ausencia, y también la llegada del próximo, porque va a ser muy difícil escribir con toda la presión del trabajo encima así que lo mas probable sea que me tarde un poco. Sin embargo, tengan por seguro que acabaré esta historia si o si.
Rosaline se ha convertido en uno de mis fanfics favoritos porque he podido incluir muchas de las cosas que me gustan en cuanto a literatura, historia, música y televisión. No sé si hayan podido notarlo, y es por eso que me gustaría preguntarles... ❗
Por lo que han ido leyendo hasta ahora ¿A qué otras historias les recuerda el personaje de Rosaline? ¿Qué tiene de especial para el lector? ¿En qué otro personaje les hace pensar?
Por favor no me maten por la discusión con Sherlock 🙏🏻 Era algo que ya se veía venir debido a lo complicado y cambiante que es el personaje de Arthur Conan Doyle, pero la trama es una montaña rusa, así que nunca sabes que podrá pasar 🙃. Also ¡Rosaline y Tewkesbury trabajando juntos para rescatar a Enola! ❤ Ese dúo me ha dado mil años de vida.
¿Qué creen ustedes?
Also ¡Gracias especiales a TheWalkyrie! Por el hermoso banner gif del final 💗💗💗 Tal vez ustedes quieran pasarse un momento por su gif shop, les aseguró, no se lo esperan y tampoco la podrán superar.
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