༺CAPÍTULO TRECE༻
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El secreto está en dejarlo fluir y que, simplemente, ocurra. 

Miguel Gane | La piel en los labios

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ROSALINE atravesó el umbral de la puerta con una sonrisa radiante, llevando entre sus manos un nuevo ramo de flores que fue rápidamente a depositar en el jarrón de porcelana de la mesa central.

A su alrededor, el apartamento del detective había adoptado un nuevo estilo al agregar más de uno de esos arreglos florales para (según ella) embellecer un poquito más el ambiente. Habían gladiolos adornando la entrada con diversos colores entre magenta y amarillo, junto con pequeños fajitos de No me olvides, margaritas y algunos agregados que el dependiente de la floristería del Este de Londres le gustaba regalarle todas las mañanas cuando iba de paseo por la zona, siempre con la esperanza de encontrar a Enola entre el gentío que llenaba las calles.

Poco después de empezar a frecuentar el local, Rosaline recibió del anciano vendedor un libro que se titulaba El herbario o Historia general de las plantas, y era tan pesado como un cofrecito lleno de monedas. En las noches, cuando terminaba de leerle en alto a Sherlock, se dedicaba un momento solo para aprender con una fascinación cada vez mayor. Estudiaba sus precisos dibujos y guardaba en su memoria las virtudes y los usos de todas las plantas.

Gracias a eso aprendió que tomar peonía con vino ayudaba a mitigar las pesadillas o los sueños melancólicos, y que cuando una madre daba a luz a su hijo, las semillas de perejil ayudaban a que la placenta se expulsase limpiamente. El ruibarbo purga la locura y la histeria. El hinojo agudiza la vista y era un antídoto para algunos venenos.

Pronto Sherlock empezó a confiar más en ella para ayudarlo en sus casos pendientes sobre víctimas asesinadas a causa de envenenamiento, y aunque no lo dijera en alto, sí que resultaba de gran ayuda tener sus conocimientos a mano para cosas así. Además de que escucharla hablar sobre un tema que la apasionaba a la vez que de perdía a sí misma en la inmensa cantidad de papeles criminales era algo que llenaba el corazón de Sherlock de un inexplicable placer.

Había llegado a un punto en el que ya no le era posible apartar sus ojos de ella cuando los dos se encontraban en la misma habitación. Inexplicablemente, su presencia dejó de resultarle molesta para pasar a convertirse en una necesidad, de forma que si no escuchaba su voz parloteando sobre cualquier cosa a su lado ya no era capaz de concentrarse en lo que sea que estuviese haciendo ¡Y sonreía! Vaya que sonreía cuando ella estaba cerca, paseándose con ese perfume de lavanda que le nublaba los sentidos. Era una sensación, que lo hacía sentir pleno, aunque a iguales niveles de confusión.

Precisamente porque no se comprendía a sí mismo cuando esto sucedía.

Sherlock la observó acomodar las flores sobre la mesa. Esa mañana se había recogido el cabello en un moño alto que al final se deshizo en una descuidada coleta castaña, y el vestido de muselina color verde que la cubría solo resaltaba todavía más las esmeraldas que tenía en sus ojos.

━¿Qué tanto miras? ━preguntó una divertida Rosaline, atrapando su mirada por segunda vez ese día.

Sherlock tuvo que parpadear varias veces, en orden de apartar las nubes de su cabeza.

━¿Flores otra vez? A este paso convertirás mi casa en un invernadero.

━No seas exagerado, es solo un jarrón ━rió ella en respuesta━ Además, son lilas de campo, su perfume es relajante y te hará bien cuando te encuentres hasta la cabeza de interrogantes sobre tus nuevos casos.

━Para eso existe la metanfetamina.

Aunque sabía que no lo decía en serio, ella no pudo evitar mirarlo con reprobación, posicionándose delante suyo con los brazos en jarras.

Otra cosa que él no diría en alto, pero lo complacía sacarla de quicio de vez en cuando.

━Ya no eres una muchachito de dieciséis años, William Sherlock Scott Holmes. No puedes estar jugando con la droga como si fuese un calmante para el dolor.

━Al menos ayuda a apagar mi mente por un rato ━susurró tras liberar un largo suspiro, a la vez que ella iba y se apoyaba a un costado del escritorio━ No he obtenido avances. Ni rastro de madre ni Enola, Edith se niega a hablar, y tú sigues insistiendo en que vamos por el lado equivocado.

━Tu madre no va a dejar que la encuentres, entonces ¿Para qué insistir? Ella ya tiene grandes planes por su cuenta, algunos hasta muy peligrosos según lo que has descubierto ¡Déjala obrar a su manera y para de preocuparte! ━Rosaline recogió el diario sobre la mesa y se dedicó a echarle un ojo fugazmente.

La primera página era todo dedicado a artículos sobre el voto de los lores en la Nueva Reforma, y por supuesto, a aquel joven vizconde de apellido inentendible que seguía sin aparecer.

━Este muchachito está llamando mucho la atención últimamente ━dijo, arrugando el entrecejo con notable curiosidad.

━Se trata del floreciente Marqués de Loquesea ━agregó el detective sin mucha convicción━ Él y Enola se conocieron el día de su huida, y me parece que se encuentra bastante sumergida en ese tema.

Rosaline lo miró confundida, sin saber de qué manera llegó a tales conclusiones.

━¿Y tú cómo sabes todo eso?

━Rastreé su salida a la misma estación de la que él salió, Edith también mencionó a un niño muy inútil, y me llegó un telegrama sobre una joven, supuestamente mi asistente, que visitó la residencia Tewkesbury ━él volteó su mirada cerúlea hacia la joven institutriz, mirándola con obviedad━ ¿Tu qué crees, Rosaline? A menos que te hayas escapado para hacer un viaje de última hora a Basilwether, estoy bastante seguro de que se trata de ella.

Anonadada, la castaña se llevó una mano a los labios de forma sutil. Reacción que terminó siendo suplantada por una sonrisa orgullosa de solo imaginar la barbaridad de líos en los que se tendría que estar metiendo su ex estudiante para ayudar a ese joven chico.

Definitivamente la pasión por el misterio corría a través de la sangre de los Holmes.

━Es muy inteligente. Casi tanto como tú.

━Tampoco debes excederte ━Sherlock la miró con indignación, justo cuando se escuchó a alguien llamar a la puerta━ ¿Y ahora quién rayos es?

La vio encogerse de hombros, pues si él que era dueño de aquel piso no estaba esperando visitas, entonces qué podría saber ella de quien se trataba.

Al final, ambos se llevaron una gran sorpresa cuando descubrieron a la persona que esperaba pacientemente del otro lado.

━Buen día, hermano errante ━saludó Mycroft Holmes, luciendo impecable como siempre━ Y por supuesto, su amiga la institutriz huérfana.

Rosaline entornó los ojos con fastidio, al tiempo que el mayor de los hijos de Eudoria pasaba al interior del apartamento sin el permiso previo de su hermano. Dejando el brillante sombrero de copa y su bastón junto al colgador de la entrada.

━¿Qué viniste a hacer aquí, Mycroft? ━Sherlock carraspeó con molestia, irritado ante una no tan bienvenida visita.

El mayor se sacudió los hombros del abrigo como si estos se encontraran muy empolvados, girándose sobre sus propios talones para dirigirse a la pareja.

━Si crees que estoy aquí porque he encontrado a nuestra hermana, entonces lamento desilusionarte. Vine porque me encuentro en un aprieto de último minuto y me veo en la penosa necesidad de pedir ayuda.

El pelinegro apretó los labios ligeramente, acomodando su postura para preguntar:

━¿De qué se trata esta vez?

━Oh, no me refería a tu ayuda hermano ━exclamó Mycroft, al tiempo que dirigía su completa atención hacia la única mujer del salón━ Sino a la suya.

Rosaline frunció el entrecejo con extrañeza, señalándose a sí misma como si de repente le hubieran salido orejas de conejo.

━¿Yo?

━¿Ve a alguna otra mujer dentro de esta sala? ━cuestionó, distrayéndose un segundo por el paisaje alrededor━ ¿Es idea mía o este sitio está más limpio desde la ultima vez que vine? Bueno, en fin... mañana hay un baile en la residencia de Lord McIntyre en celebración por su 30 aniversario con la señora McIntyre. Todos mis colegas irán acompañados y yo no puedo ser el único en asistir sin una acompañante.

━Y ahí es donde entraría Rosaline ━dedujo Sherlock.

━¡Exacto! ━exclamó━ ¿Qué dice, señorita Barnum? Puedo pagarle bien si así lo desea.

━No estoy a la venta /¿Es en serio, Mycroft? ━respondió la pareja al unísono, intercambiando una mirada de soslayo como si se hubieran leído el pensamiento el uno al otro.

Rosaline, claramente, nunca antes había tenido la oportunidad de presentarse a sí misma en ningún evento parecido. No estaba acostumbrada a la sociedad, por lo que la idea la maravillaba a la par de que la aterraba, sin embargo, su curiosidad fue mucho más grande que su miedo a lo desconocido. Eudoria se lo había dicho bien, no aprendería nada de la vida ocultándose como un conejito miedoso.

━Asistiré, pero con una condición ━contestó━ Me gustaría escucharlo pronunciar las palabras mágicas, señor Holmes.

Tal y como pensó que reaccionaría, Mycroft endureció sus facciones molestamente al igual que si se imaginara que ella se estaba burlando de él. Pero Rosaline no quería eso, solamente deseaba que hiciera su petición de la forma correcta.

El mayor entonces miró a Sherlock, quien no parecía muy interesado en apoyarlo ante la petición de su asistente, por lo que se vio obligado a obedecer:

━Por favor.

Una expresión complacida adornó el rostro de la mujer.

━Mucho mejor ¿No lo crees, Sherlock?

━Elemental, querida Rosaline ━correspondió el mencionado, provocando una mueca por parte de su hermano.

━Ustedes dos son tan fastidiosos ━dijo, en lo que sacaba algo de dinero de su bolsillo y lo depositaba en las manos de la chica━ Tenga, cómprese un vestido bonito. No vaya a ponerse uno de esos ropajes de campo que siempre carga encima, ¡La pasaré a recoger a las ocho!

Los dos compañeros lo observaron marcharse sin mirar atrás, convirtiendo aquello en otra de las muchas visitas fugaces que solía hacerle su hermano para fortuna y molestia de Sherlock. No le gustaba que nadie perturbara su paz cuando se encontraba ocupado, especialmente si se trataba Mycroft, quien parecía no encontrarse tan abrumado por la desaparición de su hermana y madre como para perderse una noche entre las altas esferas.

━Eso fue inesperado ━dijo para sí, pero cuando se volteó para ir de regreso a sus asuntos, tan solo fue consciente de la expresión asustadiza de la mujer a sus espaldas━ Te juro que cada vez que pones esa cara me sacas el alma del cuerpo ¿Y ahora qué pasa?

━Nunca he estado en un baile antes ━pronunció con voz temblorosa━ Jamás en mi vida asistí a ninguno. No sé como comportarme, qué hacer, ni siquiera estoy muy segura de saber como bailar un simple vals.

Él cerró los ojos. No salían de un problema para entrar en otro.

━Realmente eres un desastre andante.

━Pues tu no te alejas mucho ━ella lo acusó con reproche━ Va en serio, Sherlock. Por mucho que tu hermano lo merezca, a mí no me gustaría quedar en ridículo delante de todas esas personas.

━¿Y qué quieres que te diga, Rosaline? A mí no es que me llamen mucho la atención en lo personal, solo he asistido a unos pocos en toda mi vida...

━¡Pero al menos tienes experiencia! Y yo necesito de tu ayuda ahora mismo.

━¿Ahora?

━No hay tiempo como el presente dicen por ahí...

Aunque él se mostró renuente, Rosaline volvió a suplicarle con aquella cara de cachorro abandonado y los ojos achicados, sin dejarle ninguna otra opción.

━Vale ━aceptó finalmente, tomándola por los hombros para arrastrarla hacia el sofá━ En primer lugar, si no quieres cometer o decir ninguna imprudencia, tan solo mantente callada por todo el tiempo que dure. Tu lengua suelta es un gran problema que tendrás que aguantarte, y solamente abrirás la boca cuando alguien más te dirija la palabra directamente.

━Yo no tengo la lengua suelt...

━Segundo, intenta no reír mucho, tampoco como si una nutria estuviera teniendo un ataque. No sigas el ejemplo de mi madre ━continuó━ Sé discreta, no abras el abanico o podrán tomar cualquier seña que hagas como una invitación para quien sabe qué. Y... ¿Algo más?

━No. Todo eso está perfectamente. Pero ¿Qué haré si me invitan a bailar?

━Ignóralo, es sencillo.

━¡Sherlock!

━Mis habilidades en la danza no son tan diestras como crees.

━No voy a ir a un baile para quedarme parada como una estatua al lado de Mycroft ━se quejó mientras se ponía en pie.

━¿Y qué es lo que quieres?

Ella se cruzó de brazos, dándole una mirada obvia a la que él se opuso apartándose. Si creía que iba a caer en ese juego estaba equivocada.

━Oh no. No, no, no, no ¡Ni hablar!

━Por favor, Sherlock ━lo detuvo, sujetando su brazo con insistencia━ Eres mi único maestro en estos momentos.

Ella presionó un poco más, y Sherlock detestaba que esos ojos verdes pudieran convencerlo de hacer en minutos lo que se había negado a hacer en años, pero a esas alturas sabía que no era capaz de negarle nada por mucho tiempo.

━Muy bien. Ponte derecha y coloca tu mano con la mía.

Así lo hizo, dejando que fuera él quien agarrara su mano y la suspendiera en el aire.

━No tenemos música, así que vas a tener que usar tu imaginación ¿Entendido? ━cuestionó, recibiendo un asentimiento por su parte━ Puedes imaginarte que hay una banda en el fondo tocando el Danubio Azul* si así lo prefieres.

Con el entrecejo fruncido, Rosaline elevó el semblante para mirarlo graciosa.

━¿Por qué el Danubio Azul?

━A mi madre le gustaba Strauss ━respondió él mientras la guiaba suavemente por todo el salón━ De pequeño me paraba sobre sus pies y me guiaba dando vueltas y vueltas por toda la habitación. Tarareaba la melodía estrepitosamente, era escandalosa, pero como sabrás, eso es algo muy propio de Eudoria Holmes.

━Creo que me hago una idea ━rió, pero al instante uno de sus pies terminó aplastando el del detective, sacándole un pequeño quejido━ ¡Oh lo siento! ¿Te dolió mucho?

Sherlock apretó los labios. Quería decir que sí, pero supuso que eso lastimaría los sentimientos de ls mujer en sus brazos, así que en su lugar solo se dedicó a negar.

━Nada que no pueda soportarse ━le dijo, pero ya Rosaline se encontraba demasiado avergonzada.

━Quizás esto fue una mala idea.

━Fue pésima, sobretodo considerando la torpeza de tus pies asesinos. Pero si le ponemos un poquito más de empeño quizás pueda funcionar ¿Continuamos pues?

Aunque no muy segura, la castaña dejó que él la guiara de nuevo hacia el centro del salón, y solo entonces fue consciente de la principal razón de sus nervios.

La proximidad, la mano de él en su cintura que le provocaba ligeras cosquillas y la sensación de su cálido aliento golpeando su mejilla. Nunca antes había creído que Sherlock pudiera ser tan delicado cuando se trataba de cumplir con la danza, o tal vez solo era delicado cuando se trataba de ella....

Su vientre se llenó de calor y un ligero temblor en sus piernas comenzó a hacerse presente.

Desde su posición, los ojos del detective parecían adoptar un color diferente. Rosaline era consciente de que siempre habían sido azules, pero en ese momento eran tan oscuros como un mar en tormenta. Ella dio gracias cuando él la separó brevemente para obligarla a dar una vuelta sobre su eje, dandole tiempo de liberar el aire que venía reteniendo en su cuerpo, pero despertando algo más cuando volvió a acercarla a su pecho.

━Para no tener mucha experiencia, bailas bastante bien ━murmuró con una media sonrisa colgando de sus labios. Rosaline solo atinó a reír.

━Y tú para ser un detective eres un pésimo mentiroso.

Él la hizo girar nuevamente, y esta vez sí no se llevó ningún pisotón como premio a peor profesor de danza de la historia (aunque en realidad lo era, pero a Rosaline no parecía importarle en lo más mínimo). Su mirada verdosa se elevó brillante hacia él, causando serios estragos en su persona.

━¿Por qué nunca asistes a este tipo de eventos? Como una personalidad importante de Londres imagino que debes recibir muchas invitaciones ━la escuchó preguntar con curiosidad, y temió por un instante que su respuesta pudiera llegar a espantarla.

━Eso es porque los odio ━dijo sin más━ Todas esas personas pretendiendo tener la vida perfecta con un círculo de amistades perfecto en una sociedad que está lejos de ser perfecta ¡Una casa de muñecas! Todos esperando su turno para lucirse, aunque evidentemente la voz que esparce los chismes prueba todo lo contrario. Tal vez exista gente que aún encuentre divertido esos eventos, pero yo voy y solo veo hipócritas por todos lados. Te darás cuenta de lo que te digo cuando lo veas por tí misma.

Rosaline suspiró, volviendo a colocar una mano sobre sus anchos hombros.

━Tal vez no necesitas de toda esa gente, solo unos pocos amigos que puedan embellecer la noche.

Sherlock dejó que una pequeña risita escapara de sus labios, concentrando su atención en ella.

━Creo que aún no me conoce lo suficiente, señorita Barnum.

━Al menos creo que te conozco más de lo que alguna vez le has permitido conocer a alguien ━respondió ella, sin apenas pensar en las palabras que corrían por su boca hasta decirlas.

Automáticamente el rubor se apoderó de sus mejillas, pero si él se percató de ello no lo demostró en lo absoluto. Su único interés era ayudarla a seguir sus pasos mientras ambos se movían por todo el salón, al ritmo de una orquesta invisible.

Rosaline dejó que su respiración le rozara las mejillas, estremeciéndola de pies a cabeza. Sus labios temblaron. El agarre en su cintura se volvió firme, a medida que el tiempo pasaba y todo en lo que podían pensar era en la sensación de su cuerpo cerca del otro.

━Permitirle a una persona entrar a mi vida sería demasiado complicado ━agregó Sherlock, sintiendo un nudo en la garganta que se acrecentaba más y más a cada segundo━ Yo soy demasiado complicado.

━¿Es por eso que no deseas involucrarte en el asunto de la custodia de Enola?

Y así, tal y como una aguja revienta un globo, la magia del momento fue apartada por un incómodo silencio en medio de una frialdad indescritible. La mirada del detective pasó de ser cálida a repentinamente inexpresiva, como si ya no fuera el mismo hombre que estuvo bailando y bromeando con ella hacía tan solo unos minutos. Acababa de recordarle el por qué en su vida era preferible vagar eternamente solo, que enfrentarse directamente a las consecuencias que traían los sentimientos humanos.

━Ambos lucís tan adorables de esa forma. Ni siquiera tenía idea de que Sherlock supiese bailar ¡Bien hecho, Rosaline!

La pareja se separó abruptamente cuando descubrieron a la anciana que los miraba desde la puerta, sintiéndose invadidos aunque no los hubiese pillado haciendo nada indebido.

━Buenas tardes, señora Hudson ━masculló el detective entre dientes, y siendo apartado de un empujón por Rosaline cuando esta se acercó a la mujer para explicarse.

━No es nada. Es solo que Mycroft, su hermano, me invitó a un baile mañana y Sherlock me estaba enseñando algunos pasos.

━¡Eso es maravilloso! ━aplaudió la mayor emocionada━ Yo solía asistir a muchos siendo tan joven como ustedes, adoraba las decoraciones y las mesas repletas con comida elegante. Oh dime Rose ¿Ya sabes qué vas a ponerte?

Ella ladeó un poco la cabeza. Se había olvidado de ese pequeño detalle.

━La verdad es que no. Aún debo ir a por un nuevo vestido.

━Puedo acompañarte si así quieres.

━¿En verdad haría eso? ¡Oh gracias miles, señora Hudson! ━exclamó, empujándola en un efusivo abrazo que tuvo fin en cuanto esta se dirigió hacia las escaleras del exterior con pasos rápidos━ Iré a por mi bolso y regresaré rápidamente.

Encantada, la anciana la observó marchar como si con ella recordara esos tiempos de su juventud donde su preocupación más próxima era la de solo verse bonita y encantar a sus pretendientes. Era muy claro que los tiempos habían cambiado mucho, y las damas de hoy en día no eran las mismas que las de 70 años atrás.

━Ella es muy joven, y tan bonita ━suspiró hacia Sherlock, quien también se había quedado observando el lugar por el que su asistente desapareció━ Tal vez asistir con tu hermano a esa fiesta le haga bien, puede ser una oportunidad perfecta para encontrar un buen partido para futuro esposo.

El ojiazul, quien antes no parecía estarle prestando mucha atención, giró su cabeza como un resorte hacia la señora Hudson.

━¿Perdone?

━Pues no creerás que ella se quedará toda la vida trabajando aquí contigo ¡Tan solo mírala!

Las facciones de Sherlock se endurecieron notablemente. No iba a decir lo incómodo que lo había hecho sentir aquella posibilidad, incómodo y enojado para ser exactos. De repente el cuello de la camisa le molestaba más que antes.

━Personalmente, no creo que Rosaline esté muy interesada en esos temas por ahora.

━Oh, pero lo estará eventualmente. Eso te lo aseguro ━agregó la mujer━ Nadie que tenga su edad puede permanecer eternamente inocente en lo que al amor se refiere. Pero eso sí, solo espero que pueda cuidar bien sus emociones y no caer por la persona incorrecta.

Él volvió a resoplar. Creyendo que necesitaba un poco de aire para pensar con claridad y organizar la maraña de sentimientos encontrados que tenía dentro.

━Eso no va a suceder.

━¿Y tu cómo lo sabes?

━Porque me encargaré de espantar a cualquier hombre que se le acerque ━confesó sin pelos en la lengua, antes de agarrar su saco y su sombrero para salir de allí━ Ahora si me disculpa, se me antoja dar un recorrido por Limehouse Lane.

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*El Danubio azul, o El bello Danubio azul (título original en alemán: An der schönen blauen Donau op. 314, es un vals compuesto por Johann Strauss (hijo).

Ejem, en fin. Esta es la primera parte de un maratón de tres capítulos por el día de San Valentín, empezando el 13, luego mañana 14 y el 16 😁❤

Espero sea un buen regalo para todos. Ya que cumpliendo con esta iniciativa ya nos estaríamos acercando al final del acto 1 ubicado en la primera película de Enola Holmes.

¿Algo que quieran compartir? ¿Nada? ¿Teorías?

Nos leemos mañana!

Debbie