08 | Soy una persona ordinaria como todos los demás
༺CAPÍTULO OCHO༻
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Cuando alguien se va, es porque alguien más está por llegar.
Paulo Coelho |El Zahir
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MUY POCAS eran las memorias que conservaba la señorita Barnum de su primer viaje; pero le quedaba la vaga impresión de que el día que abandonó la villa de Sythorn Hall en Carter Village, Escocia, el camino resultó muy largo y la carretera medía centenares de miles de leguas hasta el colegio.
En ese entonces había sido una niña pequeña, que se sentía aturdida y temerosa de ser objeto de algún rapto de aquellos que figuraban en los cuentos que solía contarles a sus primas. Pero aquella mañana de julio, cuando se despidió del abrazo cálido de la señora Lane y prácticamente la arrancaron de los terrenos pertenecientes a Ferndell Hall que ella adoraba más que a nada, todo se sintió más melancólico que nunca.
━Cuídenla mucho ━dijo el ama de llaves a los hermanos Holmes con lágrimas en los ojos, en el momento que la ayudaron a subir al carruaje.
Su baúl yacía a la parte de atrás con todas sus cosas dentro, mientras que los fantasmas de sus momentos más felices, todos, se quedaban allí.
━Esperemos que no cause ningún problema ━fue la contestación que se ahogó entre el chasquido del látigo y el estrépito de las ruedas, y entonces, la castaña pudo observar como poco a poco los bordes de la casa iban desapareciendo en el paisaje hasta perderse de su vista por completo.
De haber sido una niña le habría sido inevitable no echarse a llorar, cosa que no hizo al marcharse de la casa de su tío August muchos años atrás por razones que en aquel entonces no llegaba a comprender, pero ahora todo era muy distinto, y Rosaline tenía un propósito que cumplir. Ella misma había hablado disímiles veces sobre el apego y las cosas efímeras, costumbres de las que era difícil separarse en su momento, pero que por deberes mayores se debían cumplir.
Su objetivo ahora consistiría en hayar a Enola donde quiera que se encontrase, y si estaba entre sus posibilidades, luchar con sus hermanos para obtener su custodia temporal hasta que alcanzara la mayoría de edad. Rosaline estaba segura de que con Sherlock eso no supondría un gran problema. Con Mycroft por otro lado... se las vería bastante canutas. Pero nada que con un poco de encanto no pudiera intentar.
La esperanza es lo último que se pierde al fin y al cabo.
━Existe la posibilidad de que se haya ido por esta estación ━sugirió mientras estudiaba los alrededores con una mirada atenta, como si buscara a alguien con la esperanza de encontrarlo entre el gentío.
━Lo dudo. Si es tan inteligente como ha demostrada hasta ahora, debió tomar la otra línea desde hace horas ━habló Sherlock justo después, sacándole un resoplido de frustración al considerar la posibilidad de que solo lo decía para llevarle la contraria, pero finalmente optando por darle la razón.
Sí, la niña era inteligente, y sí, su astucia podría igualar casi a la del detective más famoso de Reino Unido, el cual, se encontraba en esos momentos parado al lado suyo, echándole un vistazo a su reloj de pulsera mientras ambos esperaban pacientemente a que Mycroft regresara.
No sabría decir si eran solo suposiciones suyas, pero a Rosaline le daba la ligera impresión de que el pelinegro estaba tratando de evadir su presencia con la vista. Pues desde que estaban allí, parecía estar más al tanto de las personas que transitaban en la estación que en mirarla directamente cuando le hablaba.
━Me pregunto cómo se las habrá arreglado ella sola. Temo porque algo malo le suceda... ━sus palabras, aunque inseguras, parecieron causarle cierta gracia.
━¿Qué cosa tan grave podría sucederle dentro de un tren, miss Barnum? ━cuestionó divertido, lo que provocó que ella volviera a resoplar.
━No lo sé. Un matón persiguiendo jóvenes para asesinarlos por ejemplo... El mundo está lleno de peligros para jovencitas como ella, amo Sherlock. Y me da igual si sabe toda esa cosa del jiu jitsu o qué sé yo.
¿Acaso aquella mujer no podía cerrar el pico por solo un momento? Sherlock tuvo el absurdo pensamiento que de hacerlo, su cabeza explotaría de contener tantas palabras. Era como una cacatúa, imposible de mantener callada cuando estaba nerviosa, lo cual hacía de sus intentos por ignorarla todavía más difíciles.
━Realmente tienes una imaginación increíble ━suspiró━ Y por favor, a partir de ahora solo llámeme por mi nombre de pila. Le recuerdo que esta mañana dejó de trabajar para mi familia.
Oh cierto, pensó Rosaline rápidamente. Ya no era otra más de las empleadas. Ahora era solo una chica ordinaria que se mantenía bajo la sombra de esos dos hombres por un objetivo que tenían en común.
━Así es ━asintió más relajada que antes, desviando su vista de la punta de sus zapatos para atrapar los ojos azules del detective mirándola━ Muy bien, solo Sherlock...
Decirlo con aquella súbita libertad la hizo sonreír ligeramente, y eso pareció tocar algo en el alma del pelinegro. Pensó que, efectivamente, ella era una mujer original, que parecía olvidar que se estaba embarcando en una misión con dos individuos del sexo opuesto a quienes apenas conocía.
Tenía una extraña manía de frotarse las manos contra el material de su capa, como si esta fuera a eliminar el sudor que se acumulaba en ellas debido a los nervios. Quizás esto lo había desarrollado en su tiempo dentro de la institución para señoritas, donde no era un secreto que las prefectas eran bastante estrictas, pero el caso era que Rosaline lo hacía ya más por reflejo que intencional. Sherlock no dudaba que esos pálidos dedos estuvieran tan fríos como una piedra.
━Te noto algo nerviosa... podría decir que incluso inquieta.
━Es la primera vez que salgo de Ferndell Hall en años. Es lo normal supongo ━susurró, atrapándolo por cuenta nueva cuando se volteó━ Ya deja de mirarme así, por favor.
━¿Así cómo?
━No soy otro de tus casos. Mi insistencia por quedarme es única y exclusivamente porque deseo encontrar a la joven Enola tanto o más que vosotros.
━Bueno... no sabemos nada sobre ti. Apenas solo nos has otorgado pedazos de información sobre que naciste en Escocia y estudiaste en una Escuela ¡Oh! Y que, además, tienes un familiar vivo que no te desea cerca. Otra cosa aparte de eso, desconozco quien es Rosaline Barnum completamente.
Su expresión pasiva le otorgó la certeza de que, aunque él insistiera por saber más sobre su vida antes de la llegada a Inglaterra, ya debía haberse hecho una idea en su cabeza como buen detective que era. Sin embargo, algo lo impulsaba a querer escucharlo de sus propios labios, o de lo contrario, se daría por satisfecho con esa imagen mental que se figuraba.
Pero Rosaline no era un cofre que pudiera abrirse con simples acertijos. No, hacia falta mucho más que solo una sonrisa cautivadora y un rostro atractivo para llegar a ella.
━Tampoco debería interesarse mucho en saber sobre mí ━le dijo, esquivando su interés━ Soy una persona ordinaria como todos los demás.
Pero eso le supondría algo imposible. Porque en ese momento, para el apellidado Holmes se transformó en la interrogante más interesante de todas.
Le habría insistido más de no ser porque Mycroft los interrumpió alzando la voz mientras se dirigía a ellos con su maletín en una mano y el bastón en la otra.
━¡Bueno! Ya he comprado los tickets y se los mostré al guardia. Ahora es tiempo de que abordemos el tren antes de que se nos haga muy tarde.
Los vio entrar a ambos por la puerta del tercer vagón, pero ella se quedó allí parada antes de poner un pie en la escalerilla, y así se mantuvo incluso cuando el ferroviario anunció que ya iban a salir.
Eso era todo. El adiós definitivo a su antigua vida ¿Qué le tendría reservado el futuro ahora?
━¡Señorita Barnum! ━escuchó el llamado de Mycroft desde el interior del tren, alertándola que ya debía subir si no quería sacarlo de quicio.
━Ya voy.
Un paso...
Solo un paso para que lo demás quedara en el pasado para siempre.
(▪▪▪)
El movimiento de los vagones era tedioso, pero también relajante como la mecedora de un bebé. Desde el interior no se alcanzaba a escuchar el sonido de las ruedas metálicas en marcha y eso hacía que los pasajeros pudieran disfrutar del paisaje sin molestarse por ningún ruido que perturbara tal tranquilidad.
Apenas habían pasado tres horas desde que salieron de la estación, a las nueve de la mañana, y ahora se encontraban cruzando el puente.
Rosaline miró por la ventanilla hacia el paisaje verde de los campos que desaparecían ante sus ojos, extrañando silenciosamente todo de allí. Ese tipo de sensación cargada de nostalgia que le hacía sentir como si hubieran pasado años desde su partida y no solamente unas horas ¡Hace tanto que desconocía de límites de Londres! Parecía tan ajeno el hecho de estar regresando a ellos.
━Tengo miles de cosas por hacer cuando arrivemos en la ciudad ━escuchó como Mycroft le decía a su hermano en el asiento que acompañaba al suyo delante━ Resolver cuentas pendientes en el gobierno, una cita atrasada en el barbero, en el sastre, las reuniones en el Club de Diógenes...
━¿Qué es el Club de Diógenes? ━se atrevió a preguntar, ganándose una mirada alarmante por parte del mayor.
¿Habría dicho algo malo?
━No recuerdo haberle dado permiso para hablar, señorita Barnum ━dijo, provocando que una sensación ácida se concentrara en el centro de su estómago.
━Bueno... puesto que he dejado de ser su empleada esta mañana, no creí que fuera considerado una insolencia de mi parte el incluirme en su conversación ━agregó en lo que consideró una adecuada respuesta, pero aún con eso, no lograba ser suficiente.
━Tiene razón, no es más una empleada, pero le recuerdo que si está aquí es porque mi hermano y yo así lo acordamos. Por tanto, le pido de favor que trate de mantener la boca cerrada y no hable a menos que se lo pida.
Ella se quedó callada, mordiéndose la lengua con fuerza para no soltar un disparate que pudiera ser tomado como una ofensa. Era algo que venía haciendo últimamente más que nunca, una vía para poder controlarse. Miró a Sherlock, que la ignoraba con los ojos perdidos en su lectura, y se recostó en su asiento enfurruñada, volviendo a posar sus ojos en la ventana y no separándolos de allí en lo que los minutos pasaban y pasaban.
En todo ese período de tiempo, ellos no se molestaron en hablarle, y ella tampoco quiso que lo hicieran. Ya era bastante tener que soportar la idea de lidiar con sus complicadas personalidades por los próximos días, con el machismo al que la sociedad los tenía acostumbrados y la falsa creencia de que por ser mujer podían dejarla de lado cuando les viniera en gana. Poseía asuntos más grandes de los que preocuparse por lo pronto, entre ellos buscar un lugarcito para poder quedarse. Con el dinero que le dejó Eudoria bastaría para pagar un par de noches, mientras que todavía le quedaba averiguar qué había en la dirección que traía en la carta escondida bajo el corsé. Iba a necesitar hacerse una lista de tareas en cuanto tuviera oportunidad.
Algunos minutos después, cuando la la tarde ya empezaba a caer, escuchó como el señor Mycroft le preguntaba:
━Y dígame, señorita Rosaline ¿Cómo fue que murieron sus padres?
Ella apenas separó su vista del cristal.
━Creí que no se me estaba permitido hablar ━murmuró.
━Oh. Pero ahora le estoy preguntando
━¿Por qué? ¿Porque usted así lo dice? ━tenía la cabeza ladeada, apoyada en su mano sin ser capaz de dirigirse a ninguno de los dos. Ahora no deseaba que le hablasen de nada━ Me encuentro demasiado exhausta.
Su respuesta fue evasiva, pero en donde la criaron le habían enseñado a tener dignidad por encima de todo, y ahora no sería el momento en el que se fallaría a sí misma y a sus principios. Estaba segura que no era la única mujer en el mundo que pensaba de esa forma.
Esto a Mycroft no lo contentó en lo absoluto. De hecho, su rostro empezó a enrojecerse por la molestia nada más notar que los ignoraba como mismo habían hecho con ella antes, pero Sherlock, yendo en contra de sus costumbres y tratando de servir como un puente de paz entre ambos, se apresuró en aligerar las aguas con un comentario de apoyo:
━Bueno, es la primera vez en años que viaja en tren. Debe sentirse un poco mareada imagino ━le dijo, pero tan acostumbrado al caos como estaba, disfrutó de ver como la dama guardaba silencio en aras de hacer enojar a su hermano mayor más de lo que ya.
━Seguro ━fue la respuesta que abandonó sus labios tiempo después. Acto seguido, se levantó de su lugar con las manos entrelazadas sobre la tela del vestido━ Si me disculpan. Iré a los sanitarios.
Estando en dicho lugar, terminó doblándose sobre sí misma para devolver todo el contenido de su estómago por el excusado. Se sentía rígida por la falta de movimiento durante tanto tiempo y el corsé estaba demasiado ajustado, además de que los nervios no la ayudaban en lo absoluto. Era demasiada la emoción y las preocupaciones que la embargaban por dentro que no sabía como apaciguarlas.
Afortunadamente, contaba con un poco de jabón en su bolsita para limpiarse el rostro, junto con algo de colonia de agua de lavanda que venía ahorrando desde hacía mucho tiempo. Otro de los regalos de la señora Lane durante la última Navidad. Estaba hecha un desastre y lo sabía, pero no podía dejar que tales sentimientos la amedrentaran
En el camino de regreso, se topó por el pasillo con Sherlock, quien recién acababa de salir. El corredor por el que iban era estrecho, así que ambos terminaron tropezando inevitablemente.
━Perdón ━musitó bajito.
━No tienes por qué ━dijo él, haciéndose a un lado para que pudiera pasar.
Rosaline agradeció ese gesto con una ligera sonrisa, pero cuando se dispuso a seguir de largo, un súbito agarre en su brazo derecho la hizo detenerse.
Al voltear su rostro, se encontró con los ojos azules del pelinegro mirándola directamente. Su mano cerrada en torno a su muñeca para no dejarla escapar.
━Perdiste a alguien ¿No es así?
Su pregunta la tomó por sorpresa. No obstante, trató de no mostrarse consternada ni nerviosa ante tan repentino acorralamiento.
━Sí. Pero eso ya lo sabes
━No me refiero a tus padres ━la interrumpió━ Alguien más...
Ella contuvo la respiración por unos segundos ¿Sería posible...
━¿Cómo?
━Lo llamo Ciencia de la deducción ━respondió él━ Sé que te gustan las flores porque siempre tienes rastros de tierra en las uñas. Hueles mucho a jardín, por lo que tu padre o tu madre debieron ser jardineros. Ambos murieron por alguna enfermedad relacionada con eso ¿Tifus quizá? Y además, te muestras muy susceptible ante cualquier pérdida. La muerte no es de tus temas favoritos.
Rosaline agachó la mirada, intentando no mantener contacto visual por mucho tiempo. La respiración del hombre era pesada y chocaba contra su rostro al estar tan cerca, a medida que los segundos pasaban, enviando una corriente por toda su espina dorsal que le hacía temblar los huesos. No entendía cómo rayos lo había averiguado, pero a esas alturas, ya le quedaba muy claro que no podría ocultarle nada.
En un arranque de valor, volvió a elevar el semblante para enfrentarlo. Lo observó y él la observó a ella en respuesta, como si pudiera ver en sus ojos algo más que un incierto temor.
━¿Qué quiere?
━Necesito una asistente. Alguien que me ayude mientras resuelvo algunos casos menores ━le dijo él, sorprendiéndola━ Si acepta, no tendrá que preocuparse por buscar un hospedaje mientras trabaje conmigo.
Ella permaneció en silencio, creyendo que se burlaba.
━Tu mismo me dijiste que prefieres trabajar solo. Entonces ¿Por qué me estás haciendo tal oferta ahora? ━cuestionó, haciéndolo resoplar por lo difícil que se estaba volviendo. Él no había querido hacerlo, pero la idea de abandonarla a su suerte lo estaba atormentando.
━¿Dudas de mí?
━Completamente.
━¿No me tienes fe?
━Ni un poquito
━Pues piensa que es la única propuesta de trabajo estable que tienes hasta el momento. Al menos no tendrás que andar por las calles oscuras a esperas de encontrar una posada que no se esté cayendo a pedazos ━hizo una pausa━ Ahora ¿Aceptas o no?
Rosaline tragó grueso, considerando su propuesta aunque no era menos cierto que el muy bastardo tenía razón en todo lo que decía ¿Qué otra alternativa le quedaba?
━Está bien ━respondió, tirando de su brazo para liberarse finalmente━ Pero no será para siempre, solo hasta que encontremos a Enola.
━Y yo estoy enteramente de acuerdo con eso ━acordó el detective con un asentimiento, lo que los dejaba a ambos con un tema zanjado. O casi...
Ahora serían un hombre y una mujer, que no llegaban a soportarse completamente, trabajando juntos en un mismo espacio por un tiempo indefinido ¿Qué podría salir mal?
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Holisss.
Perdonen que el mensaje de hoy no sea muy largo como otras veces. Saben que me gusta interactuar con ustedes, pero últimamente he estado atravesando por un bloqueo tremendo que me atormenta mucho y no me hace sentir conforme con nada de lo que escribo. La falta de apoyo tampoco ayuda, así que decidí descargarme con esta historia que es la que considero que ha tenido mayor apoyo.
Por favor ¿Hay alguien aquí que quiera darme su opinión sincera? Porque creo que me estoy cayendo en picado y ya no sé si esto gusta o solo lo leen porque es una historia de Sherlock.
Siempre trato de darle su toque original a cada uno de mis fanfics y los personajes que creo, pero supongo que mientras más pasan los años en la plataforma más difícil de complacer se vuelven los lectores y he visto a varios usuarios quejarse por ello.
¿Ustedes creen que voy bien hasta ahora o hace falta mejorar en algo?
Lo digo en aras de mejorar solamente. No piensen que me quejo, esta historia hasta ahora es la más votada de las que estoy escribiendo, y por eso no me gustaría perder lectores.
Dejen sus opiniones aquí abajito y yo los leo 👇🌹
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