03 | Los Holmes
༺CAPÍTULO TRES༻
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Las sorpresas, lo mismo que las desgracias, rara vez vienen solas.
Charles Dickens |Oliver Twist
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ROSALINE ACARICIÓ cuidadosamente la caída de su vestido para asegurarse de que no guardaba ninguna arruga en la parte de la falda, ya que ese tipo de material era propenso a mantener cualquier marca de doblez dentro del baúl viejo donde había decidido dejarlo a esperas de una ocasión importante en la que se viera en la necesidad de llevar algo más, por así decirlo, estricto a lo que usualmente solía vestir.
El corsé, tan ajustado como molesto, la obligaba a mantener una postura derecha, casi asfixiante si contaba con que esa era la primera vez que decidía usarlo luego de años, y para el cabello había decidido usar una coleta sencilla, adornada con una cinta naranja que contrastaba perfectamente con el color pastel de sus mangas.
━¿Cómo me veo, señora Lane?
La mujer que se dedicaba a limpiar los muebles dejó de lado su tarea para dirigir su atención hacia ella, liberando un "wow" que transmitió todo su asombro.
━Realmente te haz esforzado en verte bien, Rosaline. Luces extremadamente encantadora y me gusta el olor de tu perfume.
La castaña agradeció bajito y dio una leve vuelta para que pudiera apreciar mejor su vestuario.
━Gracias. No pude convencer a Enola de ponerse algo mejor antes de partir a la estación esta mañana, así que si no va a ser por mis consejos, al menos me gustaría dar una buena impresión en cuanto a mi aspecto. Soy la institutriz al fin y al cabo, tengo que estar a la altura.
━Oh, estoy segura de que amo Mycroft no será tan exigente con usted.
━Eso ya lo veremos ¿Me ayuda a ajustar mejor el corsé, por favor? ━preguntó, y casi al instante sintió como si el aire le faltara━ La última vez que Eudoria lo mencionó en una de nuestras conversaciones lo describió como una copia exacta de su difunto padre. Recto, orgulloso, amargado... casi que puedo verlo delante de mis ojos.
━Mycroft siempre ha tenido sus peculiaridades, pero en el fondo se preocupa por su familia. Ha sido él quien se ha encargado de mantener económicamente a su madre y hermana durante dieciséis años ━la mujer trató de justificar, pero dado a todas las conversaciones que la joven recordaba haber intercambiado con Eudoria los días en los que esta decidía escribirle a su hijo mayor, no estaba muy segura de que Mycroft Holmes fuera el tipo de persona que resulta fácil de impresionar.
De hecho, Rosaline podía intuir que sería casi tan estirado como su propio tío, siempre buscando la perfección en absolutamente todo, y que cuando las cosas no marchan a su favor, es seguro que podría armarse un verdadero desastre. Más grande del que había dentro de esa casa de por sí.
Parte de sus nervios esa mañana se debían precisamente a que Ferndell Hall no contaba con la organización adecuada para recibir visitantes esa temporada, especialmente si estos eran de la clase alta de Londres, con un nombre reconocido y un estilo de vida más... pulcro. Aunque tampoco era como si Rosaline supiera algo con respecto a la vida de ninguno de los dos para estarlos juzgando, mucho menos del mediano de ellos, a quien apenas había escuchado mencionar por parte de la señora Holmes.
━¿Y qué hay sobre Sherlock? ━preguntó con curiosidad.
━¿Qué con él? ━repitió la Sra. Lane, a lo que Rosaline respondió con una ligera mueca en los labios cuando la sintió apretar las cuerdas todavía más.
━Nunca escuché a Eudoria hablar nada sobre él. Solamente viejas historias de cuando eran niños. Tampoco viene a visitarlas o envía alguna carta...
A decir verdad, todo lo que conocía sobre el famoso Sherlock Holmes era lo que leía en el periódico, donde no hablaban precisamente de él, sino de sus casos, los cuales no importaba cuan complicados fuesen, pues él lograría descifrarlos mejor que nadie. Además, elogiaban su brillante ingenio, algo que serviría de confirmación a las palabras de la anciana luego de esto:
━Amo Sherlock siempre fue un maestro del engaño, justo como lo es Enola. No por nada se le considera el mejor detective del país. Ha resuelto muchos casos importantes y es muy reconocido ¡Le agradará! Estoy más que segura.
Rosaline asintió levemente.
━Eso espero.
De pronto, el ruido inconfundible de las ruedas de un carruaje se escuchó de fondo, provocando que la piel de la castaña se erizara con anticipación ante el grito emocionado de la señora Lane, quien salió corriendo hacia el ventanal para asomar la cabeza y ver si se trataba de sus invitados.
━¡Oh, ya llegaron!
━¿¡Ya!?
Rosaline copió sus acciones segundos después, en silencio, ocupando el espacio que la señora Lane dejó disponible al apresurarse en salir hacia la entrada de la casa para recibirlos.
Guiada por su curiosidad, la joven aguzó la vista a través del cristal, reconociendo la cabeza pequeña, despelusada y llena de hojas de Enola. Detrás de ella se bajaron dos caballeros, uno más alto y otro mediano.
━¡Bienvenidos, caballeros! Ha pasado tiempo desde la última vez ━exclamó el ama de llaves, recibiendo una expresión incómoda por parte de quien, ella apostaría, se trataba de Mycroft.
Este lo analizaba todo a su alrededor como si sus ojos fueran máquinas repelentes al desorden, siendo esto último la razón que lo llevaría a casi sufrir un infarto de miocardio por cada habitación en la que entraba. Algunas con montañas de objetos indervibles y regueros más imposibles que otros.
Sí. Eudoria no era una mujer muy refinida como se podía notar, y ese precisamente era uno de los rasgos que más chocaba con la personalidad de su primogénito.
━¿En dónde está madre ahora? ━preguntó agitado, y resultaba impresionante que a esas alturas aún no se hubiera desmayado después de haber visto las condiciones de aquella villa. Mucho más después de darse cuenta que su madre y su hermana pequeña habían convertido el estudio en una cancha para practicar tenis.
Nerviosas, tanto Enola como la Sra. Lane intercambiaron miradas de soslayo.
━Pues verá...
Rosaline había decidido mantenerse a sí misma al margen de la inspección durante todo el tiempo que durara, pero tras escuchar el grito de frustración que liberó Mycroft luego de saber la noticia de la desaparición de su madre, sus sentidos reaccionaron rápidamente para dejar de lado el libro que estaba leyendo y salir disparada hacia el dormitorio principal, desde donde la joven Enola la esperaba apoyada en el umbral de la puerta.
Esta ni siquiera se volteó para verla llegar, se encontraba más concentrada en ver a sus hermanos registrar entre las cosas de su madre como si buscaran alguna pista que les diera una idea de a dónde podría haber ido.
Fue en ese momento cuando tuvo oportunidad de verlos mejor.
Mycroft era delgado, con los pocos pelos de la cabeza bien peinados a un lado, el traje impecablemente planchado y un gracioso bigote de caricatura del que ambas se burlarían en silencio después. Sherlock, en cambio, parecía menos cascarrabias y más intimidante. Aunque tampoco es que pudiera analizarlo bien si es que no separaba la cabeza del jarrón de crisantemos.
━Su cama no ha sido hecha. La ropa no está guardada... ━pronunció el mayor en tono exasperante, mientras su hermano murmuraba algo que no alcanzó a escuchar━ ¡Ya basta con las flores, Sherlock!
El aludido alzó el rostro con el entrecejo fruncido ligeramente.
━No fue un secuestro.
━¿Qué? ¿Estás seguro?
━Ya no le quedan lápices de dibujo. Claramente decidió no reemplazarlos, y rara vez las víctimas de secuestro planean su propia desaparición. ━explicó Sherlock con detenimiento, doblándose sobre sí mismo para alcanzar una de las botas femeninas que yacían olvidadas junto a la cama━ No pensaba regresar, pero ocultó sus intenciones a la perfección.
━Son buenas noticias, ¿no?
━Depende de si confías en que regrese.
Desde su posición, Rosaline pudo sentir la incomodidad de su estudiante elevarse hasta el punto de cambiar el peso de su cuerpo de una pierna a la otra en menos de diez segundos, lo cual era preocupante siendo esta bastante impaciente. Ella se estaba conteniendo.
Ambas vieron como el ejemplar de Subjection of Women que descansaba sobre la mesita llegó a parar a las manos de Mycroft, quien con una mueca, volvió a dejarlo a un lado
━¡Cielos! Feminismo. Quizá estaba loca o senil. Pero ¿Locura en nuestra familia? Lo dudo.
Sherlock continuaba dándoles la espalda, sumido en sus propios pensamientos, los cuales dejaba escapar en voz alta sin siquiera reparar en que ambas mujeres estaban escuchando:
━Ya que se fue sin dejar pistas, se puede conjeturar que estaba en su sano juicio.
━O no me hubiera enviado esas cuentas tan organizadas los últimos diez años ━se quejó el mayor de los Holmes━ Pagué por un baño...
━Que no existe ━susurró Enola hacia su compañera.
━Un retrete...
━Tampoco.
━Y el aumento de sueldo de sirvientes, amas de casa, cocineras, jardineros...
━Bueno eso ya nos ha quedado claro, querida ━susurró Rosaline, recibiendo una sonrisa traviesa por su parte mientras seguían escuchando los parloteos de Mycroft en el interior de la habitación.
━¡Oh! Y para Enola, profesora de música, de baile, institutriz...
━Enola, ¿tuviste institutriz? ━preguntó Sherlock, volteándose en dirección a su hermana pequeña y tomándola por sorpresa.
Esta se quedó paralizada por un segundo, lo que le dio a Rosaline la oportunidad perfecta para introducirse a sí misma con un pequeño carraspeo.
━De hecho... la tiene.
Cuando la mirada reparadora de Sherlock Holmes recayó sobre ella, Rosaline sintió como si sus extremidades de repente se convirtieran en las frágiles patas de un insecto palo. No porque se tratara de uno de los hombres más guapos que hubiese conocido en su vida (que lo era en efecto), sino porque estar en presencia de una figura tan importante como el mejor detective de Londres se sentía como algo irreal. Y por alguna otra razón, el peso de su mirada la hacia sentir como una pequeña hormiga.
━¿Y usted quien es? ━interrogó, y la castaña emitió un suave suspiro nervioso.
━Me presento, señor Holmes. Mi nombre es Rosaline Barnum. Fui educada en el Colegio de Señoritas Atwood para convertirme en profesora. Eudoria me contrató hace unos años con el objetivo de ayudarle a completar la educación de vuestra hermana.
De su madre había aprendido que estrechar manos era solo cosa de hombres, así que decidió tan solo mantenerse fija en su sitio, esperando por sus respectivas reacciones.
━Una escocesa ━pronunció Mycroft con cierta desconfianza━ ¿No eres muy joven para educar?
━Le aseguro que mi juventud no afecta en nada a mi conocimiento, señor.
Este asintió, todavía no muy convencido.
━He de imaginar que usted tampoco sabe a donde demonios se fue mi madre, señorita Barnum.
━Desafortunadamente no, pero...
━Ustedes no deberían estar aquí. Este es su lugar privado.
Ante el repentino arranque de osadía por parte la chiquilla a su lado, Rosaline le dedicó una expresión asesina que transmitía una advertencia clara de que la dejara a ella tomar las riendas del asunto o ambas saldrían perjudicadas por sus acciones.
━Enola, por favor... ━volvió a insistir cuando esta le correspondió con la misma cara, ganándose un refunfuño molesto por parte de su hermano mayor.
━Bueno, al menos se ocupó de que recibieras educación. Aunque parece no servirte de mucho teniendo esos modales.
━Madre valoraba la educación. ━murmuró Sherlock━ ¿No es así, señorita Barnum?
Las mejillas de la mencionada se colorearon de rosa al volver a sentir la mirada de ambos hombres sobre ella.
━Vuestra madre es una mujer inteligente tanto como ingeniosa ━le dijo━ Ella deseaba que aprendiéramos a ver las cosas desde su punto de vista.
━Ella me educó. Me hizo leer todos los libros de esta casa. ━agregó Enola orgullosamente━ Shakespeare, Locke, la Enciclopedia, Thackeray y los ensayos de Mary Wollstonecraft. Y lo hice por mi cuenta, para aprender. Según mamá, así me convertiré en... una mujer.
De fondo, el bufido de Mycroft rompió el silencio.
━¿Quería qué te convirtieras en esto?
━Mycroft ━lo regañó su hermano.
━¿Qué? ━se quejó con los brazos en alto. Luego reparó en que estaban delante de alguien que no pertenecía directamente a su familia, y se apresuró en excusarse━ Pido que me disculpe, Miss Barnum. Pero esto es un completo desastre.
Enola dio un paso hacia delante, ignorando por completo aquella verborrea para expresar su opinión:
━No sé qué quería que fuera. Me dejó a mí también ¿No ves? ━dijo en baja voz, dirigiendo como última instancia su mirada suplicante hacia el ojiazul━ Ella volverá, ¿no, Sherlock?
Él no respondió, en su lugar solo agachó la cabeza, entretanto un incómodo silencio se abría paso dentro de la habitación.
Rosaline comprendía bien que el hombre no pudiese dar juramento de algo para lo que no tenía certeza, así que la imposibilidad de darle una respuesta a su hermana pequeña era algo lógicamente entendible.
Tras varios segundos buscando una buena forma para interrumpirlos, la castaña carraspeó ligeramente, y se excusó cuando todas las miradas recayeron en su persona.
━Con su permiso, iré a ver si el almuerzo está listo ━anunció, a la vez que pasaba un brazo por sobre los hombros de su estudiante━ Enola ¿Me acompañas?
Ni siquiera le dio tiempo a responder, tan solo tiró de su mano y la obligó a salir de la habitación para que la siguiera hasta las escaleras. En todo el camino, Enola no paró de refunfuñar.
━Están cambiando todo, a mamá no le hubiera gustado verlos husmeando en sus cosas. No pueden solo-
━Oh, pero sí pueden ━dijo Rosaline, interrumpiéndola━ ¿Olvidas que Mycroft es el propietario de la casa? Él podría alzar una mano y transformar Ferndell Hall si quisiera, lo cual no dudo que haga en un futuro cercano.
Aquel comentario hizo que el enojo de la más joven se desinflara como un globo aerostático.
━Pero... este es mi hogar ━Rosaline dejó que un suspiro se le escapara, frotándole ambos hombros cariñosamente.
━Desearía que tu madre también te hubiese instruído para acostumbrarte a las cosas efímeras.
━¿Es eso posible? ━Enola la vio encogerse de hombros.
━Solo si estamos lo suficientemente claros y preparados para enfrentarlo. De lo contrario, seguiremos sufriendo por un mundo que está en constante cambio.
Comprendiendo su punto, sorprendentemente, la menor de los Holmes curvó los labios con ligereza. Esa era una de las cosas que más le agradaban de su institutriz. Porque a pesar de ser un poco (o demasiado) irritante con sus lecciones, siempre la empujaba a ver el lado más realista del mundo.
━A veces me pregunto si esos cambios han de ser para mejor o para peor en el caso de las mujeres.
━Bueno... ━la castaña se quedó observando el broche de su vestido, el mismo que le había regalado el día de su cumpleaños: Un diente de león, cuyo significado era la libertad━ El tiempo solo lo dirá supongo.
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