El cantante, que siempre ha tenido un gran éxito entre las mujeres piensa que le va a resultar muy fácil seducir a Rosalía aunque se haga la difícil, además es posible que ella pueda sentirse atraída por él y si no es así sabe como despertar el interés por en una mujer hacia su persona.

Normalmente ni siquiera tiene que esforzarse en conquistarlas y llevárselas a la cama ya que ellas solitas van hacia él. Prácticamente se meten en su cama sin que tenga que hacer nada para lograrlo. No puede negar que eso le gusta, pero de vez en cuando le gusta, como él lo llama, "ir de caza", algo que su mánager siempre le ha criticado.

—Las mujeres no ser presas, Raúl, no cazar, respetar. Tratar ellas como gustar ellas tratar ti. No ser trozos de carne, igual que nosotros no serlo. Si ambos estar de acuerdo perfect, pero no pensar sexo siempre que tú conocer mujer. Tu conocerla. Ya tener una edad para tonterías. ¿Qué tal si tú conocer mujer sin pensar sexo con ella? Solo conocer.

Aunque en cierta medida las palabras de su agente le hicieron pensar que tal vez el hombre tenía razón, ese pensamiento apenas le duró unos días. Él quiere ser libre, no tener ataduras y que la historia con Mónica no se vuelva a repetir. La chica quería tenerlo controlado y desde que empezó su relación con ella se le pegó la personalidad inmadura, caprichosa y voluble de ella.

Si Mónica coleccionaba joyas, vestidos y zapatos que apenas usaba una vez, Raúl hacía lo mismo con sus conquistas. Se acostaba con ellas una vez, una sola vez y luego pasaba a la siguiente. Lo que hacía el cantante era mucho, mucho peor. Se puede coleccionar cosas materiales, no personas.

Raúl es un tipo infiel y aparentemente superficial que nunca se enamora. Al menos hasta ahora no se ha enamorado de ninguna mujer, no ha conocido a ninguna mujer que le haga replantearse su actitud ante la vida y sobre todo con sus relaciones con las féminas.
En apariencia, ama su vida tan despreocupada.

Lejos de allí, la mujer a la que desea seducir disfruta de un agradable rato con su amiga Rosalba cuando los clientes del local que se habían arremolinado alrededor de la presentadora de televisión. Aunque sus trabajos y sus vidas son algo distintas, la dos tienen muchas cosas en común. Son mujeres sencillas que disfrutan con las cosas sencillas de la vida aunque, como a mucha gente, aunque lo nieguen, les guste disfrutar de la vida.

En Venezuela, mientras Mónica sigue haciendo creer a la gente que se ha reconciliado con Raúl para convertirse en alguien conocido en las redes sociales y tal vez ser invitada a algún programa de televisión, que es lo que ella quiere, conoce a otro hombre con el que inicia una relación sentimental que mantiene oculta para no arruinar su imagen de chica honesta y con clase. Si se supiera que miente sobre su expareja al asegurar que han retomado su relación y que además mantiene una relación clandestina con otro hombre, su fachada de chica ideal se tambalearía. La hermana de Alicia, que intenta aprovecharse del cantante para alcanzar la fama, ignora que el hombre con el cual ha comenzado un romance tiene los mismos planes respecto a ella. Él también desea ser famoso y para ello la va a utilizar aunque por el momento va quedarse tranquilo y no mover un dedo. Quiere ganarse la confianza de la muchacha antes de actuar y darse a conocer públicamente. Esperará el momento idóneo para destapar toda la verdad y aprovecharse de la situación. Aún es pronto, debe esperar. Y cuando lo haga será fingiendo no ser él quien lo ha desvelado.

Su hermana Alicia, entre tanto, acude a un hospital de ciudad. Ha decidido ofrecerse como voluntaria para lo que el centro necesite, sobre todo para acompañar a los enfermos, que por uno u otro motivo, no reciben tantas visitas familiares como sería deseable. Eso entristece mucho a la joven que por otro lado se siente feliz de poder brindar un poco de compañía y cariño a estas personas.

Por supuesto cuando Mónica se enteró de lo que su hermana iba a hacer la criticó.

—No me sorprende que lo hagas, total tú eres así. Te da igual avergonzar a nuestra familia con tus acciones. Por no hablar de las personas que te puedes encontrar en un hospital público y lo que te pueden pegar. —le decía haciendo un gesto de repelús. —A mi no te acerques cuando pises "ese sitio".

—Eres una idiota. —le respondió Alicia marchándose de allí.

La abuela materna de los hijos de Rosalía acude a visitar a sus nietos, que ya están de regreso, a su casa. El mayor de ellos le abre la puerta.

La madre de Rosalía nunca se metió en el matrimonio de su hija, no acostumbraba a hacerlo ya que en las cosas de pareja nadie se debe meter. Detesta a esas suegras que en un conflicto de pareja se ponen de parte de sus respectivos hijos metiendo cizaña sin saber quién de verdad tiene la razón. La mujer siempre ha sido de la opinión en que el conflicto de pareja es la pareja la que tiene que resolverlo y sus respectivas familias mantenerse al margen, salvo, ¡claro está! , que haya violencia. Hay personas, tanto suegras, como suegros, que ante un problema de sus hijos con su cónyuge se posicionan del lado de sus vástagos atacando a sus parejas y perjudicando su relación.

La madre de la ejecutiva siempre ha evitado intervenir en esos momentos. Las parejas han de aprender solas a afrontar sus conflictos y resolverlos o poner punto y final a la relación, pero sin la intervención de nadie. Aunque intuía que Rosalía no amaba a su marido y que solo estaba confundida creyendo que lo amaba, no dijo nada. Quería que se diera cuenta por ella misma, aunque le aconsejó que lo pensara bien.

Cuando descubrió que su hija se iba a separar de su marido y el motivo, la dama se sintió muy dolida con su yerno. Puede que su hija no le amara pero él no tenía ningún derecho de traicionarla de esa manera. Al menos el sueco tuvo la decencia y la hombría, por llamarlo, de alguna manera, de no negar su infidelidad y llamar loca a su esposa como hacen otros hombres. En eso fue un hombre honesto.

La dama que, tiene setenta años y una gran coquetería, como demuestra su corte de pelo juvenil, su cabello teñido de un rubio dorado y su maquillaje impecable, abraza a sus nietos en cuanto los ve. Ellos adoran a su abuela porque es una mujer cálida y cariñosa, aunque estricta cuando ha de serlo. Los chicos lo comprenden y lo aceptan a pesar de ser tan jóvenes.

Su madre aunque es amorosa y cariñosa también impone disciplina. Es importante para ella y para educar a sus hijos y hacer de ellos personas nobles, educadas y de bien. Una cosa es dar a un niño una educación represiva en exceso que los pueda atemorizar, eso no es sano, y otra otorgar demasiada libertad, que tampoco es bueno. El punto intermedio es lo ideal.

Cuando la abuela de los hermanos ve a su antiguo yerno, la expresión sonriente de su rostro cambia y se ensombrece.

—¿Qué haces tú aquí?

Lejos de allí, Raúl piensa en Rosalía y en cómo proponerla aparecer en su último vídeoclip. Piensa que de esa forma le resultará más fácil conquistarla.