Capítulo 31
"¿Debería de matarlo? ¿Debería vengarme? ¿Lo puedo hacer sufrir como hizo sufrir a mi familia?" esos pensamientos rondaron en su mente día tras día.
Todavía estaba en la casa del soldado y ya había pasado cinco días desde que supo la verdad. Todo este tiempo Jiraiya lo sabía y nunca fue capaz de decírselo hasta ahora que sus sentimientos ya estaban claros.
-No debió haberme dicho, estaba bien siendo un ignorante – susurro a la nada. Ahora el deseo de venganza llenaba su mente y corazón.
-¿Dónde estás Sasuke? ¿Por qué no vienes? – se tapó la cara con ambas manos, lo necesitaba, no quería que sus sentimientos fueron sustituidos por odio.
Quería llorar, no sabía porque, pero estaba muy sensible últimamente y eso no le gustaba. Su padre le había dicho que los hombres no lloran y si quería llorar que no fuera en presencia de otros.
Escucho la puerta crujir y destapo su rostro para ver al soldado entrar con varias bolsas en mano.
-Lamento no ser la persona que esperabas-
Naruto no contesto y solo fijo su mirada en el sombrero que estaba en la mesa.
-¿No te lo vas a poner? –
-¿Cuándo va a venir Sasuke? -
El soldado se encogió de hombros – Esa información no la tengo, lo siento mucho-
Naruto soltó un suspiro y escondió el rostro entre sus rodillas. No le apetecía seguir hablando y al parecer el soldado tampoco.
Pasaron las horas y empezó a escuchar el ruido de cacerolas, el corte de alguna verdura y pronto en sus fosas nasales llego el olor a la comida.
-Por favor, no te pongas triste y come-
-No tengo hambre...-
-Debes de comer, últimamente no has comido bien... todo lo que comes lo vomitas –
-No es mi culpa-
El soldado suspiro y dejo el plato de sopa sobre la mesa.
-Si no comes, estaré en problemas, además me la debes-
El rubio alzo la cabeza y miro la sopa que humeaba. No tenía hambre, pero tenía que comer ya que le debía muchas cosas al hombre. Con pesar se levantó de la cama y se sentó en la silla de madera.
El soldado sonrió y le entrego una cuchara.
-Por favor, disfruta-
Naruto tomo la cuchara y se dispuso a comer.
-¿Puedo hacerte una pregunta? -
El soldado asintió.
Naruto le dio varios sorbos a la sopa y se limpió la comisura de los labios -¿Por qué Sasuke te llama bastardo?-
El soldado lo miro sorprendido, pero luego relajo su semblante -Mi abuelo fue un soldado del clan Namikaze-
El rubio tiro la cuchara de la sorpresa -¡¿Enserio?! ¿¡Quién?!-
-Sarutobi, lamentablemente murió cuando yo estaba punto de reclutarme -
-¿Y sabes quienes fueron? -
-Lo sé y sé que tú también lo sabes -
Naruto arrugo la nariz – Si lo sabes ¿Qué haces con ellos? –
-Yo solo trabajo para el príncipe Uchiha, no para su padre. Señor Namikaze comprenda que Sasuke no tiene nada que ver en esto, cuando sucedió el exterminio de su clan, él apenas era un niño como usted y lamentablemente no podía hacer nada, así que no lo culpe-
-No lo estoy culpando, yo también era un niño para defenderme, no era nada fuerte, pero ahora... ahora...-
-Deja que él se encargue -
Naruto no supo que responder y tampoco quería preguntar. Si Sasuke supiera que era del clan Namikaze ¿Lo seguirá amando? ¿Seguirán estando juntos?
-Aunque sepa la verdad, el seguirá amándolo -
Decidió creer en las palabras del soldado, era lo único que le daba esperanzas. Termino la sopa antes de irse a acostar en la cama, cerró los ojos fuertemente para poder conciliar el sueño, pero sus pensamientos no se lo permitían.
Lucho y lucho, hasta que se cansó mentalmente.
Ya era de noche cuando despertó. Su cuerpo estaba rodeado por unos brazos que lo apretaban fuertemente, como una pitón que atrapa a su presa. Se removió incomodo, pero dejo de moverse cuando escucho la voz del hombre preguntar.
-¿Despertaste?-
-¿Sasuke?-
Sasuke acarició su espalda, trazando círculos imaginarios, tenía tantas cosas que preguntar y tantas cosas que decir.
Naruto escondió el rostro en su pecho y se dejó llevar por las caricias.
-Ahora ya puedo ver tus cabellos-
El rubio abrió los ojos de sorpresa y trato de apartarse, pero no podía ya que no se lo permitían.
-¡Suéltame!- empezó a patalear como niño pequeño.
-No te muevas tanto, tus heridas se pueden abrir-
Naruto hizo caso omiso y siguió pataleando hasta que se cansó.
-Lo sé todo, no me tienes que contar-
El rubio sintió que era un poco difícil respirar, lo sabía, sabía que el soldado iba a abrir su boca a pesar de que prometió que no lo haría. Él quería decírselo al azabache para que comprendiera él porqué lo hizo.
-Investigué sobre ti cuando era niño, después de todo mi padre te tenía un odio por la cual nunca comprendí, ahora se la razón de todo eso -
Sasuke lo apartó un poco y puso una mano sobre su vientre – Tienes el milagro de concebir-
Algo dentro de Naruto se rompió. Miro esos ojos negros como la noche y trato de buscar la burla, pero no lo encontró, solo la verdad estaba en sus ojos.
"¿Concebir? ¿Yo? ¿Por qué? Soy un hombre"
Quería gritar, pero no podía. Su garganta dolía como si la tortura de Sakura hubiera sucedido solo ayer.
-Majestad, el doctor ha llegado-
Escucho la voz de Konohamaru detrás de la puerta.
-¿Qué...?-
-Quiero comprobar algo- Sasuke lo beso en la frente y se levantó de la cama -Deja que pase-
Un anciano entro algo nervioso y se arrodillo ante el azabache.
-Majestad-
-Levántate-
El anciano obedeció -¿En qué puedo servirle?-
Sasuke miro al rubio que miraba la escena perpleja. Se sentó a su lado y tomo su mano fuertemente.
-Revísalo, quiero confirmar si esta esperando-
El anciano abrió los ojos de sorpresa y miro al rubio titubeante -Pero... pero si es un hombre-
"¿Verdad que sí?, al que deberían revisarle la cabeza es a otro"
-Solo obedece –
El anciano asintió y se acercó al rubio. Tomo su mano libre y reviso su pulso. Fueron varios minutos en que le tomo en saber el diagnóstico y cuando lo supo, miro a Naruto como si fuera una especie de deidad.
-Está... está... ¡Embarazado!-
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Este capitulo fue cambiado, lo siento mucho y disfruten.
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