Capitulo 7
"Ugh...sobre que hablas?" Pregunto Arnold confundido por ver el rostro molesto de Helga.
"Sobre que habló!? Tu dime a mi cabeza de balón! Estas dejando que aquella pelos de elote grifo te siga mandando mensajes como estos!?"
"Que mensajes?" Preguntó Arnold confundido.
"Estos..." Helga le enseñó el texto que Laila le había enviado. Más no dejo que el agarrará el celular.
"Helga no sé porque me envió ella un texto a estas horas...y le dejé muy en claro que no puede decirme así."
"Oh si! Que tan claro se lo dejaste!?"
"Yo le dije que le ayudaría con unas últimas vueltas esta semana, pero si ella me decía osito una vez más, yo ya no le ayudaría."
"Entonces hasta ahí llego la ayuda para Laila. Ya no quiero que vuelvas a hablar con ella, jamás!" Le exigió Helga con su ceja arqueada.
"Está bien Helga, pero déjame le envió un último texto diciéndole que ya no le podre ayudar."
"Y porque tienes que enviarle un mensaje?"
"Porque si no lo hago ella me estará enviando mensajes hasta que yo le conteste." Insistió Arnold.
Helga seguía mirando el mensaje "Déjalo así ya no le conteste nada, que se quede esperando el mensaje que nunca llegara."
"Como tu digas Helga, mira termina de comer tranquilamente y veamos la película." Arnold se acerco hacia ella "Ya me quiero acorrucar alado de mi novia." Le susurro en su oído dándole un beso seductor en su cuello. Helga sintió un escalofríos caliente bajo su piel. "Que tienes?"
"Me...." Helga se mordió el labio "calentaste cabeza de balón"
"Tan fácil te calentaste por mi?" Dijo Arnold con una voz suave.
"Ya Arnoldo no te burles!"
Arnold sonrió "No me burlo Helga, me gusta que te calientes con tan solo un beso tierno inofensivo."
"Fue un inofensivo beso en mi cuello, Arnoldo."
Arnold se rió de ver la cara roja de Helga mientras comía. Como fue que no la había mirado antes con esas mejillas de fresita que tiene. Pensaba Arnold mientras comían.
Después de la comida Arnold se acostó en el sofá mientras que Helga tiraba la basura en el bote de la cocina. En el momento que Helga miro a Arnold acostado muy campante sobre el sofá ella brinco sobre él, bañándolo con besos en todo su rostro. "Ooooooffff...amor acabo de comer." Comento Arnold sujetando a Helga de la cintura.
"Quien te manda por ser tan guapo Romeo." Le respondió Helga mientras lo seguía besando.
Brrrrrrrr....brrrrrrrrr
Vibro el celular de Arnold, era una llamada de Laila que estaba entrando.
"Diablos, cuando aprenderá esa disque perfecta en parar de molestar!" exclamo Helga enfadada.
"Helga déjame le contesto....." dijo Arnold con el celular en su mano.
"Olvidalo......"
"Lo que iba a decir es.....necesito contestar la llamada para decirle que deje de llamarme y que no le ayudare con sus vueltas."
Helga seguía acostada arriba de Arnold con su mirada fija en sus ojos sinceros verdes. "Está bien cabeza de balón, contéstale pero dile rapido o no seré responsable de mis acciones."
Arnold tenía su rostro serio mirando a su novia molesta. "Si Laila" contesto Arnold la llamada.
"Hasta que me contestas Arnold te estuve mandando mensajes y nunca me conteste." Le respondió Laila por el celular.
"Solamente mire un mensaje tuyo Laila y francamente ya es tarde para que me envíes textos"
"Te mande varios textos temprano y.....me ignoraste."
"Laila yo no veo ningún mensaje tuyo en mi cell mas que, el que me enviaste ahorita."
"Arnold en donde estas?" Preguntó Laila.
"Porque quieres saber?" contesto Arnold nervioso. Helga miraba a Arnold molesta, para que colgara la llamada rápido.
"Mi amiga paso por tu casa hoy y me dijo que no miro tu carro afuera parqueado."
"Cuando fue eso Laila?"
"Hace una hora tal vez, no estoy segura pero no creo que estés en tu cuarto."
"Aaaaa....en donde mas esta-re." Contestó Arnold con una actitud insegura.
"Ya cuelga" dijo Helga furiosa.
En ver a Helga molesta y escuchar las preguntas de Laila por su celular lo inquietaron más todavía y por un momento no sabía qué hacer.
"Quien dijo eso?" pregunto Laila.
"Ugh...quien, como...digo ummm.." Arnold no sabía que contestar.
Helga se deslizo sobre el cuerpo de Arnold hasta llegar a las caderas escurridizas de él. Rápidamente bajo el zipper de los pantalones y desabrocho los jeans de Arnold.
"Yo escuche la voz de una chica osito, quien está ahí contigo!?" pregunto Laila de nuevo angustiada por lo que había escuchado.
Helga bajo los bóxers rojos de Arnold lo suficientemente para sacar su miembro, sin hesitar lo empezó a probar dulcemente con su boca húmeda.
"Aaaaaaaaaammmmmmm....." Arnold intentaba en respirar normal, con sus ojos abiertos viendo como Helga lo probaba con su cálida lengua. "Dile lo que quiero escuchar Romeo" le murmuró Helga entre chupetadas.
"Laila....este..." Arnold no podía concentrarse sintiendo la boca de Helga por todo su miembro. "Te estas excitando bien sabroso cabezón..." murmuro Helga pasando su lengua lentamente hasta llegar a sus testículos.
"Estas con una chica verdad Arnold!" dijo Laila molesta por el teléfono escuchando la respiración agitada de Arnold.
"Laila....este, ya no podemos....digo ya no puedo seguir ayudándote con tus vueltas..." dijo Arnold faltándole el aliento.
"Sobre que hablas!?" pregunto Laila." Y porque te escuchas así, estás haciendo ejercicio?"
"Noooo....mmmm."
Helga lo probaba más intenso deslizando su lengua por su miembro rosado, chupando delicadamente la cabeza del miembro. "Laila te...dije que ya no podías llamarme osito y...si lo volvías a ser...ya no te ayudaría...así que, no te puedo ayu-dar."
"Pero tu me prometiste que......"
"Yo te dije...que te ayudaría en estos días nada mas pero..... que no podías decirme, osito...lo siento Laila. Pero, ya no puedo ayudarte...."
"Dile que ya no te llame Romeo" le murmuró Helga con sus mejillas rojas.
"Arnold acabo de escuchar a una chica, tú me estas engañando verdad!?" dijo Laila nerviosa del coraje.
"Ya no me llames Laila....lo nuestro se acabo, hace mucho tiempo." Respondió Arnold intentando en no escucharse agitado, corto la llamada y apago su celular.
"Helga porque me estas......aaaaggggggrrr...no voy a poder aguantar amor." Helga se levanto y de inmediato se quito su blusa, el brasier y avento sus prendas blancas sobre el cuerpo de Arnold. La falda rosada de vuelo rabona era lo único que ella tenía puesto. Arnold se bajo un poco los pantalones y boxers para que Helga se pudiera acomodar mejor sobre él.
"Helgaaaa.....como me tienes de adicto a ti mi hermosa novia." Dijo Arnold sintiendo como Helga se apretaba en su miembro con cada sentón que ella daba en él.
"Arnold, estas....demasiado, grande."
Arnold la agarraba de la cintura sujetando el cuerpo delicado de ella sobre su macizo miembro.
"Amor, me dejaste....demasiado excitado." Arnold abrió su boca soltando aire ardiente con cada sentón que sentía de ella. Helga se inclino y lo beso intensamente probando su calor a través de sus tiernos labios.
Arnold la agarro del pelo y la apretó más en su cuerpo, pasando su otra mano por debajo de la falda, rosando las nalgas traviesas de ella que caían sobre sus huevos. "Helgaaaa no puedo más...." Helga movió sus caderas más duro sobre su miembro
"Arnold, si, si suéltalo todo...lo quiero!" dijo Helga apretando su cuerpo para él hasta exprimirlo.
Al final de su calenturiento trance, Helga permanecía exhausta sentada sobre el cuerpo de Arnold. Mirando a su apreciado príncipe de pasión chapeado intentando en relajar su cuerpo.
"Helga como pudiste hacerme eso cuando estaba en el celular con....." Arnold se acordó que dejó el celular tirado abajo del sillón, bajo la mano y alcanzó su teléfono y lo alzo mirando que el celular seguía prendido y no apagado como el pensó que lo había dejado. Por un momento el rostro de Arnold se blanqueó.
"Que te pasa mi príncipe feroz de pasión?"
"Helga yo pensé en haber dejado el celular apagado y no."
"Y eso que?" Pregunto Helga.
Arnold se le quedó mirando a Helga con sus ojos verdes pasmados "Y si, no le colgué a Laila y, ella alcanzó a escuchar todo." Helga soltó un carcajeó. "Helga esto es serio!" Exclamo Arnold con su rostro preocupado.
"Serio no cabeza de balón, nosotros somos novios y ella aquí sale sobrando, fue su culpa que te llamara a estas hora...por lo tanto si ella nos alcanzó a escuchar que bueno, para que se le quite en estarte llamando.!"
"Eres mala Helga" dijo Arnold mientras ponía su celular nuevamente en el suelo. "Amor levántate, para subirme el pantalón."
Helga sonrió coquetamente. "Ahora soy yo, la que te tengo como mi prisionero cabeza de balón."
"Y así quiero que me tengas preso entre tus piernas, pero necesitamos acomodarnos bien Helga."
"Esta bien Arnoldo dejaré que te acomodes, como quiera necesito ir a mi cuarto a ponerme algo más cómodo."
Helga se levantó cuidadosamente de las caderas de Arnold. "Helga estás segura que tus padres no regresarán hasta la próxima semana?"
"Si....no te preocupes, no es como si ellos van a entrar en este momento." Grito Helga desde su cuarto. Arnold se abrochó el pantalón y acomodo las cobijas bien sobre el sofá y se acosto nuevamente. "Ahora tengo que regresar la película hasta el principio, nos perdimos una buena parte de la historia." Decía Arnold con el control en sus manos.
Helga bajo de su cuarto con un short rabón de pijamas y una blusa blanca de tirantes sin brazier puesto.
"Cómoda." Dijo Arnold
"Si, ahora si podemos ver la película tranquilos mi Romeo." Helga se acosto entre el sillón y el cuerpo de Arnold y se taparon con una cobija delgada y suave. Durante el tiempo que miraban la película Arnold seguía sobando la espalda de Helga, dándole besitos tiernos en su cabellera rubia.
"Soy el hombre más afortunado del mundo por tenerte a ti mi Helga." Dijo Arnold con un suspiro de amor.
"Y yo que tanto maldecía el amor que sentía por ti Arnold."
"Porque lo maldecías?"
"Porque....yo sabia que tu nunca me amarías, digo....como puedes amar a alguien que te habla mal todo el tiempo. Yo no sabía como amarte en aquel tiempo cabeza de balón, y un amor intenso en el corazón inexperto de una joven puede ser una espada de doble filo si no se puede comprender."
"Me hubiera gustado en haber sabido hace años lo tanto que me amabas Helga, yo pudiera haber hecho algo para ayudarte a sentirte mejor."
"No lo creo Arnold, yo estaba muy confundida a los catorce, quince, hasta los dieciséis años si tu te hubieras enterado que te amaba o peor....si te hubieras enamorado de mi en aquellos años, hubiera sido un martirio para ti en buscar el modo de hablarme o el modo en que yo aceptara libremente en amarte."
"No importa Helga, si yo pudiera regresar el tiempo hubiera hecho lo que sea para buscar tu amor aunque me estuvieras ignorando. Yo sabiendo que tu me amabas, nada me hubiera detenido para estar contigo amor."
Helga cerró los ojos sintiendo lágrimas de aceptación por escuchar las palabras conmovedoras de su amado "Oh Arnold, te amo."
Arnold la abrazo cálidamente sintiendo los labios suaves de Helga en su boca. "Te amo, mi Helga"
La noche pasó tranquilamente para los rubios enamorados mientras los dos dormían calentándose con el calor de sus cuerpos.
Notas de autor:
Simplemente hermoso!
💕💕💕👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻👍🏻
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