Capitulo 6
Muchas gracias a todas las personas que han seguido mi historia, al principio quería una historia candente entre Arnold y Helga y a pesar de que no había escrito ninguna escena sensual tan explicita estoy muy contenta con los resultados de mi escritura. Para las personas que preguntan sobre cuando terminare este libro, tengo pensado en hacerlo como de diez capítulos y cuando termine oficialmente pondré "Fin" al final de la historia.
Quiero recordar que esta historia es para adultos y jóvenes que tengan una mentalidad muy abierta.
Empecé este capitulo con el punto de vista personal de Arnold, "Arnold POV" de lo que paso en el ultimo capitulo. Quería que todos vieran como miraba y sentía a Helga a través de él. Espero que les guste. Al principio tenia pensado en publicar este capitulo la próxima semana pero.......quise cumplir un deseo de cumpleaños especial para una fan de mis historias. ¡Feliz Cumpleaños, te mando un fuerte abrazo y muchos deseos!
Les presento Capitulo 6
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Arnold POV
Desde que mire a Helga salir del cine con Lorenzo me ardió el estómago del coraje. No podía aceptar que los dos habían pasado todo el día juntos. Yo había intentado en hablar con Helga todos estos dias y nunca la podía encontrar en su casa. A pesar de lo decepcionado que me sentía, en tan solo verla me ilumina el momento. Ella se miraba hermosa con su blusa blanca ajustada a su figura, su falda rosada que danzaba al compás de sus pasos. Lo que no podía tolerar era en verla a lado de alguien mas. "Buenas noches Arnold, no sabía que me estuvieras buscando." Me exclamo el muy desgraciado como, si yo estuviera interesado en saber de él. Yo le aclare que únicamente iba por Helga. Después del desagradable encuentro, Helga finalmente acepto en irse conmigo. Desde el momento que entro a mi auto podía oler la loción de Lorenzo. Un perfume muy fuerte que no soportaba en olerlo en ella. Solamente podía imaginarme lo cercas que el tuvo que estar a ella, para que dejara su desagradable aroma en la ropa de mi amada.
Apretaba el volante con el coraje entre mis dientes de mil imágenes que surgían en mi mente, de lo que pudo haber pasado entre ellos dos. "Maneja más tranquilo cabeza de balón" me sugirió Helga mirándose inquieta por la manera en que manejaba. Ella quería que la dejara en la casa de Phoebe pero yo sabía que eso no iba a pasar. Tenía que hablar con ella y saber que paso exactamente entre ellos dos.
Cuando llegamos a la casa de huéspedes ya era noche. Me salí del auto y abrí la puerta de su lado, lo primero que observe fueron las piernas largas de Helga. Solté un respiro al mirar lo seductora que lucía mientras cruzaba sus suaves piernas enfrente de mi, rechazando en salirse del auto.
Tuve que decirle que tenía que agarrar algo urgente en mi recamara, en realidad, no estaba mintiendo...ella era lo que me urgía en poseer.
Entramos a mi recamara e inmediatamente cerré la puerta con llave. Savia que no se me escaparía de mis manos. Me acerque a ella con una desesperación en abrazarla. Podía ver la mirada tímida, confundida de Helga después que la abrase, aproveché el momento de timidez en ella para preguntarle porque tenía el aroma de Lorenzo. Ella se negaba de todas las preguntas que le hacía. Terminamos discutiendo sobre Lorenzo y Laila, ella pensó que yo todavía tenía algo que ver con Laila cuando en realidad, no era así. Al final de nuestra agitada plática, podía ver la verdad en los ojos azules de ella cuando me dijo que no había pasado nada entre ellos. Sin embargo, yo sentía una furia en mi por todo lo que Lorenzo dijo en mi cara, de cómo él podía ser el servidor de mi Helga. La enfrente sobre el comentario que Lorenzo dijo y ella me contesto "Quiere decir...que él me puede servir cuando yo quiera" Yo sabía muy bien que era lo que Lorenzo quería de ella, y yo no lo permitiría.
Tome a Helga de la cintura y la presione en mi cuerpo, besándola intensamente en mis brazos. El sabor de ella me endulzaba la boca, quería más de su ternura, más de su esencia de mujer. "No Arnold..." me decía ella, encendiendo más la llama que ardía en mi cuerpo. Podía sentir la calentura de ella en sus manos, en sus besos lo tanto que ella me deseaba, sus palabras no podían detener lo que yo sabía que ella anhelaba.
La cargue en mis brazos y ella enrollo sus piernas en mí, sintiéndome como su prisionero. No podía detener las ansias de probar la riqueza de su cuerpo. La acosté en mi cama mirando sus piernas abiertas para mí, exponiendo su calzoncillo blanco ante mis ojos. "Que me vas a hacer Arnold?" me pregunto Helga agitada por el calor que tenía por dentro. No tenía que preguntarme más, yo tenía que hacerla mía...quería llenarla de mi ser. "Te quitare su aroma de tu cuerpo." Le dije, sintiendo una pasión posesiva que jamás había sentido antes. Helga era mía, y quería hacerla sentir mi mujer.
Me quite el cinturón y desabroche mi pantalón ansioso de sentir su cuerpo hirviendo en mí piel. Baje mis pantalones lo suficiente para desatar la dureza que había guardado en estos dias para ella. Los ojos de Helga se abrieron pasmados de lo que tenía enfrente para ella. Me acosté en su cuerpo y rápidamente le quité su prenda blanca, desesperado por sentir su calor. "No puedes." me susurro ella, intentando en prevenir mi cuerpo en ese momento. Pero yo podía verlo en sus ojos, era claro como el agua cristalina, ella pedía de mí. Sabía que tenía que dominarla y quitarle todo ese orgullo corajudo que mostraba por fuera. Me acomode entre sus piernas sintiendo lo húmeda que ella estaba para mí, mire sus ojos sensuales de agua azul y con un apretón en su cuerpo, penetre todo mi miembro en ella.
"AAAAAARRRRRNOOOLD!!!!" libero un grito hermoso de pasión. La tenía para mi sujetada en mi cuerpo, haciéndole el amor sin límites, sin reglas, sin nada que estuviera entre nosotros. La tenía para mí, flor erótica pasional que podía desear una y otra vez. Todo lo que ella era me tenía hechizado. "Helga...eres mi adición amor...te necesito a mi lado." Le murmure mirándola a sus ojos llenos de placer, estimulando su cuerpo con cada parte de mí.
Resbale mis manos por debajo de su blusa, desabrochando su brasier. Liberé sus delicados pechos seductores atentos por mi atención, mis manos acariciaban sus sensibles pechos mientras mis labios bajaban por su cuello, besando toda su ardiente piel, hasta llegar a sus deseosos pezones rosados exaltados en ser probados por mí. Rose mi lengua por sus deliciosos pezones llenando mi boca de su ardiente sabor.
Podía ver mi radiante Helga lista para explotar en mi cuerpo. Que hermosa se miraba haciéndola toda mía. Ella pasaba sus manos por mi pelo, sujetándose de mi cabellera. No sé, que tanto me jalaba el pelo, yo solamente sentía el placer adictivo de hacerla mía. El semblante de ella había cambiado, Helga era ahora mi amada princesa pasional, deseosa en seguir entregándose a mí. Su cuerpo se humedecía cada vez más, mi corazón se aceleró con el fuego de su ardor. "Me sientes...Helga!" le dije entre gemidos de pasión por ella, metiendo mi miembro duramente en su cuerpo, llegando hasta los más profundo de su vientre. "Arnold...te estoy...sintiendo!!" me dijo, llenando sus bellos ojos de lágrimas de placer. Así la quería ver... así la quería tener, en ese punto de debilidad pasional, estremeciéndose en mi cuerpo hasta no poder más...la bese de nuevo saboreando su dulce saliva que no podía parar de beber. En ese momento paso...mi hermosa Helga se apretó de mi cuerpo llenando mi miembro de olas de placer que ya no podía contener...la abrase fuertemente probando sus ricos labios en mi boca, mientras mi cuerpo se realizaba en ella. **
Arnold termino exhausto arriba de Helga con su rostro pegado en la mejilla de ella. Helga tenía sus manos en la espalda de Arnold por debajo de su camiseta, clavando sus uñas en su piel. "Helga, tienes las uñas largas amor." Comento Arnold estando tendido sobre el cuerpo de ella. "Hasta ahora lo notas Romeo?"
Arnold suspiro, "Si...cuando fue... que clavaste tus uñas en mi espalda?" pregunto, mirando a Helga a los ojos.
"Cuando me besaste los pechos cabeza de balón."
"No lo había sentido hasta ahora."
"Tampoco te quejaste cuando te jale el pelo." Comento Helga chapeada.
"No me dolió en el momento pero, ahora ya me duele un poco la cabellera...oouch." Arnold se tocó la cabeza en la parte que Helga había jalado su pelo.
Helga se burlo dulcemente de él. "Ohhh Arnoldo....eres un ido cuando hacemos el amor."
Arnold se le quedo mirando al cuello de ella. "Aaaah Helga?"
Helga respiro profundamente sintiendo el cuerpo pesado de Arnold sobre ella. "Si mi hermoso pasional amado."
"Creo que te deje chupetones en tu cuello." Dijo Arnold mirando al cuello de ella.
"QUEEE!?!? ¿¡¿¡Se miran mucho!?!?" pregunto Helga alarmada.
"Creo que si Helga."
"No puede ser Arnoldo!! ¡¡Tenías que dejarme marcada de ti!!"
Arnold se rio "Arnoldo, todavía estas adentro de mi cuerpo verdad?"
"Si Helga, no lo habías notado."
"Ay Arnold como eres de posesivo conmigo. ¡Me dejaste toda marcada de ti y sigues con tu verga metida en mi cuerpo!"
"Parece que mi verga no te quiere dejar ir preciosa." Comento Arnold con una voz suave seductora.
"Suficiente cabeza de balón, déjame levantarme para verme en el espejo, espero que los chupetones no se vean tanto." Arnold se levantó del cuerpo de ella cuidadosamente y se abrocho los pantalones de nuevo. "
"Tan fácil ya estas vestido Arnoldo, mientras yo me veo atacada por el hombre lobo."
"Un hombre lobo de amor Helga." Agrego Arnold con una sonrisa.
Helga saco un espejo pequeño de su bolsillo y se miró las marcas rojas en su cuello. "No puedo creer que me hayas dejado toda marcada Arnoldo! ¿¡Ahora como me las voy a tapar!?"
"Te ves preciosa Helga."
"Grrrrrrr.....me caes de la patada Romeo! Tú me querías dejar toda marcada de tus besos."
"No Helga en realidad, no lo hice con esa intensión..." De pronto Arnold sintió un ardor en su espalda. "Helga que tanto enterraste tus uñas en mí?"
"No sé por qué?" Pregunto Helga mientras seguía mirándose en el espejo.
"Porque...me arde la espalda." Arnold se quitó la camiseta y se volteó para que Helga mirara su espalda. "Fíjate Helga como la tengo, quizás se siente peor de lo está."
Helga se volteó mirando la espalda de Arnold y observo lo arañado que estaba. "Uhhh....en realidad, no está tan...mal."
"Tómale una foto con tu cell." Comento Arnold.
Helga le tomó la foto y se la enseño "Helga!! ¡Estoy como si me hubiera atacado un gato! ¡Con razón me arde!"
"En ese caso estamos a mano Arnoldo, yo parezco un dálmata rosado, mientras tú pareces haber luchado contra gatubela."
"Gatubela?" Preguntó Arnold confundido
"Si catwoman, la mujer gato de Batman."
"Cielos Helga...definitivamente eres mi gatita feroz."
"Y tú mi bestia pasional, cabeza de balón."
Arnold sonrió dulcemente.
"Ya me dio hambre podemos salir a comprar algo y después me dejas en mi casa." sugirió Helga.
Arnold se le quedo viendo sospechosamente "Podemos ir a tu casa Helga, pero yo me quedare contigo hoy por la noche."
Helga cruzo sus brazos "Solamente te puedes quedar si me prometes en no volverte a irte con Laila al siguiente día."
"Lo prometo gatubela."
"Esta bien vámonos, ahora si me dejaras irme de tu cuarto Arnoldo."
Arnold le quito el candado a la puerta y la abrió "Ahora si, mi dama sensual."
"Como eres cabeza de balón."
Los dos rubios bajaron las escaleras cuidadosamente en no hacer ruido. "Crees que los inquilinos nos hayan escuchado?" murmuro Helga.
"No tengo idea." Respondió Arnold caminando lentamente por el piso de madera.
Los dos llegaron al carro de Arnold y se fueron a levantar algo de comer, después de ahí se dirigieron a la casa de Helga.
"Cuando llegan tus papas?" pregunto Arnold mirando como Helga abría la puerta de su casa.
"Parece que, para la próxima semana, y que bueno... así podemos pasar estas noches juntos."
"Oh si... todas estas noches?" Pregunto Arnold mostrando un semblante de felicidad.
"Si cabeza de balón."
Arnold puso la comida sobre la mesa y Helga saco una soda del refrigerador.
"Quieres comer en la sala mientras miramos películas?" pregunto Helga
"Por supuesto Helga lo que tú quieras."
Helga bajo cobijas y cojines de su recamara y los acomodo sobre el sofá de la sala. Arnold abrió las sodas y saco un dvd que Helga le dio para ver en la televisión. Los dos se sentaron en el sofá con la comida sobre la mesa pequeña de la sala.
"Helga..." Arnold agarro las manos de ella mientras la miraba tiernamente a sus ojos. "Quiero que lo nuestro sea oficial y......aunque debí haberte preguntado hace mucho tiempo, por las circunstancias de la vida no podía, pero ahora ya puedo." Arnold suspiro nerviosamente "Helga...quieres ser mi novia?"
Los ojos de Helga se abrieron de la sorpresa en escuchar esas palabras, ella se había imaginado por años en que Arnold le preguntara en ser su novia hasta que un día, ella dejo ir ese sueño. Pero esa noche inesperada la otorgo con el deseo mas grande que ella tenia en su corazón.
"Helga?"
"UHG....uhhh....mmmm..." Helga se había quedado pasmada por la pregunta. "Helga te estoy preguntando."
"Dilo otra vez...quiero asegurarme de que sea real" Respondió ella con su boca abierta intentando en respirar para no desmayarse.
Arnold le acaricio sus manos y soltó otro suspiro desde lo mas interior de su pecho. "Helga G Pataki, quieres ser mi novia?"
"Siiiiii!!!!!!" exclamo Helga de felicidad abrazando a Arnold intensamente, pasando sus labios por todo su rostro llenándolo de besos. "ESTE ES EL MEJOR DIA DE MI VIDA!!!!!!!!!" grito Helga con lagrimas en sus ojos.
"Amor...no puedo respirar..." Dijo Arnold sintiendo los brazos apretados de Helga en su torso.
"Aguántate Arnoldo yo espere años para esto!!!" Helga lo seguía abrazando y besando hasta que los dos se cayeron sobre el suelo de la emoción.
"Te amo Helga." Dijo Arnold estando en el suelo con el cuerpo de ella sobre él.
"Yo siempre te he amado mi dulce amado guerrero de pasión!" respondió Helga llena de gozo en tener a Arnold finalmente en sus brazos como su novio. Después de un minuto de felicidad y besos entre los dos Arnold y Helga se levantaron del suelo.
"Vamos a comer Helga antes que se enfríen los tacos."
"Si tienes razón, es que...me dejaste realmente realizada." Dijo Helga con su semblante lleno de felicidad.
"Tu me realizaste a mi Helga...todo este tiempo que nos hemos conocido yo siempre he querido saber más de ti...y no fue hasta en la fiesta de Rhonda cuando dejaste en que me acercara, hasta...entregarte completamente en mí. Esa noche cuando te mire a lado de Lorenzo, no pudo comprender que hacías tu con él. Todo lo que te hacia me...llenaba de rabia, en ese momento no sabía porque me sentía así, pero...en el momento que te mire mareada, confundida con tus ojos de amor hacia mí, sabía que tenía que estar contigo y solo te bese y...me perdí en ti. Gracias por dejarme ser...tu hombre Helga."
"Por un lado siempre lo has sido cabeza de balón." Helga suspiro pasando sus manos por el pelo de el. "Bueno, vamos a comer porque tengo mi estomago como una tormenta de relámpagos."
Los dos abrieron los tacos enrollados y empezaron a comer. "Cuales son los tuyos cabeza de balón?"
"Los cuates Helga, pedí dos órdenes." Añadió Arnold.
"Dos ordenes de tacos grande de harina, esos cuates están gigantescos."
"Pues tengo hambre." Agrego Arnold mientras mordía el taco grande.
"Ya habías ido a esa taquería antes Arnold?" preguntó Helga mientras comía.
"Fui un par de veces con Gerald y unos amigos." Comento Arnold mientras les ponía más salsa y crema a los tacos grandes. "También tiene buenas hamburguesas."
"No será que fuiste con Laila." exclamo Helga levantando su ceja.
"Helga, ya no quiero que pienses en ella."
"Perdón, pero en verte con ella esta mañana en la tienda de libros no fue de mi agrado. ¿Qué hacías con ella en la tienda? ¿Que no tiene ella a alguien más que la pasee por toda la ciudad?"
"Vamos a seguir con eso Helga." Comento Arnold.
"Te estoy preguntando bien Arnoldo. Por ejemplo, esa mañana saliste disparado de mi casa para ver lo que ella quería y después de ahí ya no regresaste conmigo."
"Si lo hice Helga, pero tú ya no estabas en tu casa. ¿Ahora que estamos platicando tranquilamente sobre eso quiero saber...en donde has estado estos dias? Porque vine barias veces a tu casa y nunca te encontraba."
"Estaba con Phoebe."
"Todos estos dias Helga?"
"Si... no quería estar en mi casa y estar pensando en....ti."
"Helga porque no me llamaste, es más dame tu celular."
"Mi celular."
"Si" insistió Arnold
"Para que lo quieres?"
"Helga solo dame tu celular amor."
Helga se le quedaba viendo con sus labios apretados en no querer exceder a lo que el pedía "Esta bien Arnoldo, ten...ahora dame el tuyo."
"Por supuesto Helga." Arnold saco su celular de su pantalón y se lo entrego a ella.
"Dame tu contraseña Helga."
"Es tu cumpleaños." Contesto Helga. "Ahora dame tu contraseña Arnoldo."
"Mi contraseña es mi cumpleaños también, pero..... cuando cumplí un año."
"Porque un año?" pregunto ella.
"Porque fue el último cumpleaños que pase con mis padres."
"Lo siento Arnold."
"Gracias Helga."
Helga navegaba el celular de Arnold, mirando todas sus fotos, videos y mensajes. "Espero en no encontrar nada de Laila."
"No tengo nada de ella Helga. Te marcare desde tu celular para que guardes tu número en mi teléfono y yo guardare el mío en el tuyo."
"Yo se tu número de memoria Arnoldo."
"¿Ya se Helga, pero quiero que tengas mi número guardado......porque tienes tantos mensajes de aquel tonto?"
"Te refieres a Lorenzo?"
"Quien más, claro que me refiero él."
"Yo solamente le llame en una ocasión para ver si podíamos hacer......." Helga se quedó pensativa.
"Hacer que Helga?" le pregunto Arnold serio.
"Hacer......mira yo solamente me sentía un poco triste y Phoebe tenia que hacer unas vueltas con sus papás hoy y....para no quedarme sola en la casa le pregunto a Lorenzo si podíamos ir a......."
"A la tienda de libros?" pregunto Arnold
"Si ahí."
"Y...que tipo de libro buscabas en la tienda?" pregunto Arnold.
"Un libro de......poemas, pero no lo encontré."
"Helga la tienda estaba llena de libros de poemas y no encontraste el libro que buscabas."
"Si exactamente Arnoldo, no lo tenían y...ammmm....después le dije a Lorenzo que fuéramos a la casa de Phoebe pero el insistió en ver una película juntos y.......ahora que me acuerdo tengo que mandarle un mensaje a Phoebe para avisarle que estoy en mi casa para que no se preocupe"
"Helga estoy viendo un mensaje que le enviaste a Phoebe cuando llegamos a la casa de huéspedes en donde le dijiste a ella que estabas conmigo."
"Oh si, ya me acorde.... si le mande un mensaje."
Ting----ting----sonó el celular de Arnold entrando un mensaje de texto de Laila.
""A que hora me levantaras mañana osito?"" – Laila
Helga tenia el celular en las manos cuando entro el texto.
"Que diablos es esto Arnoldo!!!"
Notas de Autor:
Ahora si se armo. Pero antes de todo Helga ya es novia de Arnold! Siiii! Sin embargo lo de Laila es muy reciente todavía. Que retos tendrán nuestra parejita de enamorados?
Las actualizaciones en esta historia serán algunas veces tardadas y a veces no...depende de lo inspirada y el tiempo que tenga en ese momento. Pero si estaré actualizando. Les mando un gran saludos y hasta la próxima.....y sobre los tacos que Arnold y Helga compraron, el lugar verdaderamente existe....la taquería se llama "El Buey" y los cuates son mis favoritos también.
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