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Capitulo 4

Buenos días decidí en tener este capítulo para hoy lunes. Para iniciar la semana bien 😁 buen inicio de semana!

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"Bu-eno." Contestó Arnold el teléfono casi tímido en hacerlo.

Una voz lamentablemente conocida lo alarmó. "Estoy en la casa de huéspedes y tú abuelo me dijo que no llegaste toda la noche, estás bien?" Pregunto Laila preocupada.

"Que estás en la casa de huéspedes!? Qué haces ahí!? supuestamente llegarías más tarde hoy!" Arnold sentía que el corazón se le salía del pecho del espanto en saver que Laila estaba en su casa.

"Te quise sorprender Osito y te traje desayuno....estás con Gerald?"

"Aaa-aah si, ahí estoy, digo aquí estoy."

"Y porque pasaste la noche con Gerald?" Preguntó Laila más tranquila.

"Porqueeee.....mmm. Nos jun-tamos con unos amigos después de la fiesta y....algo que comí no me callo bien y no quise manejar...así que, me quede dormido con Gerald, aquí, si."

Viendo lo turbado que se miraba Arnold platicando con Laila, Helga decidió en subir a su cuarto. Apago la estufa, dejo los huevos hechos y camino rápidamente hacia el segundo piso. Arnold seguía mirando hacia el suelo caminando en círculos pensando, que decirle a Laila que ni se dio cuenta que Helga se había retirado.

"Pobrecito mi novio osito, como pasaste la noche entonces?" Preguntó Laila concertada.

Los ojos de Arnold se abrieron recordando las hermosas imágenes de su noche en los brazos de Helga.

"Arnold....te quedaste callado."

"Bien, la pase bien." Contesto él rápidamente.

"Estás seguro Arnold, te escucho diferente?"

Arnold empezó a toser de los nervios. "Co-mo, me escucho igual....quizás un poco resen-tido con mi garganta que me duele un poco. Te acuerdas que te dije que sentía mi garganta seca."

"Si pero...es algo más. Me gustaría verte ahorita en la mañana, puedes manejar y te espero aquí en tu cuarto. Te digo que traje desayuno y si estás enfermo me gustaría cuidarte."

Arnold sentía que se le iba el aire de sus pulmones. "Pero......"

"Que no me quieres ver osito?"

"Aaah si pero...que no estaba tu tía muy enferma?" No puedo dejar a Helga sola con el desayuno hecho. Pensaba Arnold.

"Luego te platico cuando llegues. Te esperare en tu cuarto, no me hagas esperar." Le dijo Laila con un tono demandante.

Arnold soltó un respiro fuerte "Esta bien...ahí llegó."

"En cuantos minutos llegas?" Preguntó Laila cambiando la voz a mas dulce.

"No sé en unos minutos." Respondió Arnold con su voz seria.

"Mándame un texto cuento estés afuera osito."

"Adiós Laila" se despidió Arnold.

"Me lo mandaras el texto?" Volvió a preguntar Laila no dejando que el colgara.

"Si, está bien...adiós." Colgó Arnold finalmente levantando su mirada a la cocina con la sorpresa qué Helga ya se había retirado. De inmediato Arnold corrió hacia arriba y se asomó en el cuarto de Helga encontrándola sentada sobre su cama.

"Helga estas bien?" Le pregunto Arnold hincándose en frente de ella intentando en mirarla a su ojos. Helga tenía su rostro hacia abajo con lágrimas rodando por las mejillas y cayendo en su vestido. Arnold le agarro sus mano delicadamente y se las acariciaba mientras pasaba saliva del sentimiento que sentía en ver a Helga mal.

"Amor por favor no llores...todo saldrá bien, ya lo verás."

Las palabras de Arnold le daban poco consuelo a ella. "Ya te vas, verdad?" Pregunto Helga con su voz débil.

Arnold seguía acariciando las manos de Helga. Pensando que decirle. "Helga no me quiero ir y dejarte así."

"Ella te está esperando. No la dejes esperar mucho...después de todo ella es tu novia." Le recordó Helga.

"Helga ya te dije que voy a hablar con ella y lo are hoy. Te amo mi vida....y todo lo que te dije lo cumpliré. Pero por favor no me quiero ir y dejarte llorando."

Helga se limpió sus lágrimas, y levantó su rostro para encontrarse con los ojos verdes concertados de Arnold.

"Arnold...anoche fue la mejor noche de mi vida, tú me diste el sueño que yo tanto anhelaba, y no me arrepiento de haberme entregado a ti, siempre recordare nuestra noche de amor...toda mi vida."

Arnold soltó un suspiro profundo llenando su corazón con las palabras de ella, se levantó agarrándola fuertemente con sus brazos. Helga se paro junto con el dejándose abrazar intensamente. Arnold sentía el cuerpo tembloroso de Helga presionado en su pecho, sintiendo el calor de su aliento. "Helga eres lo más hermoso que me a pasado en mi vida, tu amor me a cambiado por completo. Tu me otorgaste el honor de poder abrir tu cuerpo y cubrirme en el, dejándome amarte completamente. Nunca olvidare tenerte en mis brazos asiéndote toda mía. Te amo tesoro y no te perderé. Confía en mi." Arnold pego sus labios calientes a los de Helga, saboreando sus dulce sabor de boca, acariciando su lengua. Arnold estaba deslumbrado de ella, no podía detenerse de seguir probando su aliento.

"Helga...eres mi adición" le murmuro Arnold entre besos húmedos de pasión.


Ring.....Ring.

Ring....Ring

El celular seguía timbrando Helga se soltó de Arnold y dio un paso hacia atrás, "De seguro es ella, mejor ya vete, después platicamos."

Arnold saco su celular de su bolsillo y apretó el botón de silencio.

"No tengo tu número de celular Helga." Le recordó.

"Pero yo tengo el tuyo Arnold, te mandare un mensaje en la noche."

"Hasta en la noche?" Le pregunto Arnold no aprobando la respuesta.

"Si Arnoldo, hasta esta la noche. Ahora ya vete."

"Vas a estar sola en estos días Helga?"

"Si....porque, que tienes en mente?" La mirada de Helga demostró curiosidad.

"Solo para saber amor. Te veo después." Arnold se salió del cuarto y de inmediato se regresó. "Que se te olvido Arnoldo?" pregunto Helga con sus cejas levantadas.

Arnold la volvió a apretar en sus brazos abrazándola una vez más murmurando "Regresare" y se retiró del cuarto.

Helga vio como Arnold bajó al primer piso, agarro su cartera que había dejado en la cocina y se salió de la casa. Helga se encamino lentamente hacia la puerta y la atrancó sintiendo un vacío en su corazón. "Porque te pones triste Helga? No es esto lo que querías? ¿Porque lloras? " se reclamó ella mientras recargaba su espalda en la puerta.

Arnold salió apresurado a su carro y saco su celular, miro que tenia cuatro llamadas perdidas, tres era de Laila y la otra llamada de Gerald. Inmediatamente Arnold le marco a su mejor amigo mientras manejaba.

"Hey Gerald me llamaste?"

"En que líos me metes viejo."

"Por qué?" pregunto Arnold confundido

"Me marco tu novia y me dijo que quería hablar contigo. Le dije que porque no te marcaba a tu cel y me contesto que te marco barias veces y no le contestabas. Me insistió que te comunicara con ella, que tú habías pasado la noche en mi casa. ¡Puedes imaginarte mi sorpresa de lo que ella me estaba diciendo!"

"Lo siento mucho Gerald, no puedo creer que te llamo a ti preguntando por mi. ¿¡Que le dijiste!?"

"Naturalmente le dije que habías pasado la noche conmigo pero que ya te habías ido, que te marcara."

"Gracias Gerald, me salvaste." Contesto Arnold sintiendo un alivio en su pecho.

"Que esta pasando viejo!? ¿En donde pasaste la noche!?"

Arnold se quedo callado unos segundos pensando que contestarle a Gerald.

"Le....di un raite a Helga a su casa y ya...después de ahí me fui a mi casa a dormir."

"Eso no es cierto Arnold. Laila me dijo que estaba en tu casa buscándote por eso ella me llamo a mi porque supuestamente tu habías pasado la noche aquí. ¿¡Entonces que!? En donde estabas Arnold o quizás la mejor pregunta es....Que tanto hiciste anoche Arnold!?"

"Nada, no hicimos nada. Solo estábamos...platicando y ya!"

"Estábamos? ¿Te quedaste con Helga anoche?"

"No...bueno si, es que tuve que darle un raite y...estaba mareada por el vino que tomo y me quise asegurar que se quedara bien...asi que, me quede dormido y...pues si paso asi."

"Te, quedaste, dormido con Helga?" volvió a preguntar Gerald lentamente.

"Que tiene eso de malo Gerald, no es como si me....bueno olvídalo."

"No , no, espera. ¿Te acostaste, con Helga Pataki anoche?" Pregunto Gerald con la voz firme.

Arnold se quedo congelado por la pregunta.

"¡Que cabron eres Arnold, te chingaste a Helga anoche verdad!"

"CALLATE GERALD!! Lo que paso entre Helga y yo fue algo hermoso!!" Exclamó Arnold levantando su voz furiosamente.

Gerald no dijo nada por cinco segundo, después contesto serio diciendo "Hermano, yo nada más jugaba para ver que contestabas pero....hablas en serio....si paso."

Arnold suspiro. "Si Gerald, paso."

"Y que harás con Laila entonces? Porque no creo que quieras quedarte con las dos verdad o.......sí?"

"Gerald tu me conoces mejor que eso. Por su puesto que hablare con Laila y cortare mi relación con ella por completo. Yo amo a Helga y quiero estas con ella."

"La amas? ¿Así de serio está la cosa?"

"Eso y más...Helga siempre ha sido la chica para mí, ahora ya me di cuenta y quiero estar con ella."

Arnold miro que entro otra llamada de Laila en su celular. "Gerald me estaba llamando Laila y ya llegué a mi casa, te llamo después."

"Sale hermano, suerte para ti porque la ocuparás." Se despidió Gerald.

Arnold llego a la casa de huéspedes encontrando a su abuelo esperándolo en la entrada. "Que te paso chaparrito, tu novia me estaba cuestionando como si fuera agente del FBI, ya no sabia que hacer con ella, siempre e sabido que tu novia es media especial pero esta vez ya no la aguantaba."

"Perdón Abuelo me quede dormido en la casa de Gerald. ¿En dónde está Laila?"

"Se fue a tu recama chaparrito."

"Bueno, voy a mi cuarto para encontrarme con ella"

"Muy bien chaparrito, nada mas no vallas a ser cosas con ella en tu cuarto Arnold. Si sabes a lo que me refiero."

"Abuelo créeme, no haré nada con Laila."  Arnold camino a su recamara sintiendo todavía el calor de Helga en su cuerpo. Se paso la mano por su pelo recordando como Helga lo besaba mientras acariciaba su cabellera. Helga, como me tienes. Pensaba Arnold. Abrió la puerta de su recamara encontrando a Laila sentada sobre su cama con un hermoso vestido azul que ella diseñó.

"Porque llegaste temprano Laila tu texto decía que llegarías más tarde?" pregunto Arnold mirándola extrañamente.

"Que no estas contento en verme primero?" Añadió Laila levantándose de la cama y colgándose del cuello de él intentando en darle un beso en sus labios. Pero Arnold no se dejo y se quito las manos de ella de encima. "Laila tenemos que hablar."

"Arnold estas actuando diferente conmigo y te veo extraño." Comento Laila mirándolo de pies a cabeza.

"Laila a cambiado algo en mi y......"

"Espero que no me vallas a decir ninguna noticia triste, acabo de pasar por un gran problema familiar con mi papa y mi tia."

"Lo siento mucho por tu tia, como sigue?" pregunto Arnold.

"Estable pero...los doctores dicen que se puede poner mala en cualquier momento. Yo le dije a mi papá que me sentí mal por dejarte solo en la fiesta y por eso el hizo el sacrificio de traerme temprano hoy. Y tú me dices que algo cambió en ti! Quitándome mis manos de tu cuello, como crees que eso me hace sentir!?"

"Lo siento Laila.....yo no savia que estabas pasando por un momento difícil."

"Te sientes enfermo todavía?" Pregunto Laila tocando la frente de Arnold.

"No Laila, ya me ciento mejor. Pero tenemos que hablar." Laila se dirigió al escritorio de Arnold y agarro la bolsa que contenía el desayuno.

"Esta bien Arnold podemos hablar pero vamos a desayunar primero."

Arnold se sentó en su sillón estresado. "Laila esto no puede esperar tengo que....."

"Osito ven a qui conmigo y come algo, de seguro te enfermaste por la mala comida de anoche y...."

"Laila ya no podemos estar juntos." Lo dijo Arnold finalmente pasándose la mano por el pelo.

El comentario dejó a Laila parada en su lugar.
"De que hablas?" Pregunto Laila con su rostro triste.

"Hablo de que....quizás fuimos una buena pareja antes pero con el tiempo nos, fuimos separando y....."

"Separando! Nosotros no nos separamos osito, siempre hemos estado juntos."

"Laila quizás nos acostumbramos a la rutina de estar juntos pero en realidad....."

"La rutina! A eso le llamas a nuestro amor!"

"Laila....no ay amor entre nosotros, realmente ponte a pensar en nuestra relación. Al final...siempre terminaba haciendo lo que tú decías como si....."

"Espera osito, como puedes decir que no había amor entre nosotros!?"

"No lo había Laila, cariño si...yo siempre e apreciado tu compañía y eres una buena chica pero, en realidad...tú no eres para mi y.....ni yo para ti."

"Como!? No puedes estar hablando en serio!?" Laila se sentó sobre la cama de Arnold derramando lágrimas. Arnold seguía sentado en el sillón con sus manos sobre su cabeza. No quería ver a Laila llorando pero el sabía que no había nada que el pudiera hacer sobre su llanto.

"Laila quiero ser honesto contigo y..."

"En donde estuviste anoche!?" Preguntó Lila mirando a Arnold con ojos rojos.

"Con Gerald." Respondió Arnold pasándose saliva.

Laila se levantó de la cama y agarró su bolso.
"Lo nuestro no a terminado osito, tú sigues siendo mi novio. Yo creo que no estás hablando con tus cinco sentidos por tu mareo de ayer. Mejor descansa y hablaremos más tarde. Más aparte, tú me prometiste que me ayudarías esta semana a ser una vueltas para unas compras de libros y ropa nueva que necesito para el nuevo año universitario."

"Laila, no me escuchaste cuando te dije que ya no podemos estar juntos. Lo siento mucho pero lo nuestro se....."

"Osito no puedes hacerme esto. Mi papá no puede manejar por sus nervios, muy apenas pudo traerme de la casa de mi tía. Te necesito por favor, no me dejes!" Laila puso sus manos sobre su cara en tristeza.

Arnold se levantó del sillón con su mano atrás de su cuello. "Laila te puedo ayudar esta semana con tus vueltas, pero nada más....lo nuestro se termino. Lo siento por tu familia y tu papá pero yo no puedo seguir contigo, espero que algún día lo comprendas."

"Te doy esta semana osito para que recapacites y después veremos qué pasa...."

"Ya no me puedes decir osito Laila! Y no necesito esta semana para pensar...."

"No estás pensando bien Arnold, te llamaré después. Adiós." Laila se salió del cuarto en lágrimas y corrió hacia la salida de la casa de huéspedes.

"Laila espera!! Tú estás mal" le gritó Arnold.
Mirando como Laila se salió de la casa de huéspedes. Arnoldo se quedó parado en el pasillo pensando en lo que había sucedido. Su abuelita se asomó desde la cocina mirando lo desanimado que se miraba su nieto.

"Que pasó Kimba, ya se te escapó la tigresa?"

Arnold se le quedó mirando a su abuela "Tigresa abuela? De donde sacaste eso?pregunto Arnold confundido.

Su abuela se rio "Esa chica era claramente tigresa....yo nunca la mire como tú leona, Kimba."

Arnold parpadeo un par de veces descifrando lo que su abuela había dicho.

"Ahora que le picó a esa chica?" Preguntó su abuelo saliendo de la sala.

"Le dije a Laila que ya no podemos estar juntos." Comentó Arnold serio.

"Ouch. Ya lo veo chaparrito y me imagino que ella no lo tomó bien."

"No abuelo, Laila piensa que tengo que pensarlo por una semana, pero no ay nada que pensar."

El abuelo se le quedó viendo a su nieto "Que fue lo que te hizo cambiar de sentimiento chaparrito?"

Arnold suspiro "Finalmente mire el verdadero amor abuelo.....y no es Laila."

El abuelo se rascó la cabeza "Pues buena suerte con eso chaparrito por que, ay unas mujeres que no les gusta aceptar ciertas realidades....como tú abuela, que todavía piensa que esta joven para estar haciendo tonterías cuando ya está vieja. Pero ya que estás desocupado necesito que me ayudes con unos arreglos de unos cuartos y necesitamos trabajar con el patio que está hecho un desastre."

"Pero eso me tomara todo el día abuelo."

"Pero si ya no tienes novia que te apura." Comento su abuelo. "Vamos Arnold necesito que te pongas a trabajar por hoy."

Arnold le ayudó a su abuelo en pintar y en arreglar unas tuberías de algunos cuartos. Después de eso se puso a cortar el césped y a tirar una basura que estaba en el patio. Durante todo ese tiempo Arnold seguía mirando su celular esperando en ver un mensaje de Helga. El no tenía el número de Helga, pero ella le había dicho que se comunicaría con el. Por otro lado seguía pensando el Laila, quería ayudarle a ella con esas últimas vueltas que necesitaba para terminar bien con ella, después que él cumpliera esas últimas peticiones de Laila, ya no se sentiría culpable en no hacer nada por ella. Aunque Arnold estaba dispuesto en ayudarle a Laila durante esa última semana, la relación de ellos ya se había terminado. El le dejo en claro a Laila que ya no podían seguir juntos. Aunque Laila no quería aceptarlo por el momento.

Ese día Arnold termino noche con las reparaciones de la casa de huéspedes. Se sentía exhausto y le dolía su espalda. Tomó un largo baño y se fue a acostar. Miró su celular y vio que ya eran las 11:39 de la noche, su celular todavía no mostraba ningún texto o llamada perdida de Helga. "Helga. Porque no me as llamado?" Se preguntaba Arnold con suspiros de preocupación. Agarró el pañuelo con la evidencia de lo que había pasado entre ellos la noche anterior y lo guardó adentro de la funda de su almohada. La noche calló pesada en los ojos de Arnold, a pesar de tener su mente llena de recuerdos de Helga, el cansancio le ganó quedándose dormido.

Dos largos días pasaron. Arnold había buscado a Helga en su caso en tres ocasiones y no la encontraba. Su celular seguía sin recibir ni una llamada o mensaje de Helga. Arnold se estaba desesperando, ya quería verla, hablar con ella y saber que estaba bien, pero sobre todo quería que Helga supiera que la relación entre el y Laila ya había terminado.

Una tarde Arnold estaba en una tienda grande de libros. Acompañando a Laila a conseguir unos encargos que necesitaba para el nuevo año universitario. Laila caminado en otro lado de la tienda. Mientras que Arnold pasaba por la sección de libros de poemas, cuando de pronto se encuentra a Helga, muy atenta leyendo un libro.

Los ojos de Arnold se abrieron de la sorpresa, su corazón se aceleró en verla ahí parada siendo iluminada con la luz del hermoso día. Todo había cambiado para Arnold en el segundo que la miró. No podía negar que estaba perdidamente enamorado de ella.

"Helga." Dijo Arnold abrazándola con fuerza.

Helga lo miró a sus ojos llenándose de sentimiento. "Cabeza de balón qué haces aquí?" Preguntó Helga entre suspiros.

Arnold la miró y sin pensarlo dos veces la beso. Todo ese amor que había guardado para ella en esos días se lo estaba entregando con ese beso.

Helga POV
Después que Arnold se fue de mi casa me sentí destrozada. Le marqué a Phoebe y me la pasé dos días en su casa, platicando con ella de lo que había pasado después de la fiesta. Me moría de las ganas en marcarle a Arnold, en verlo. Pero al mismo tiempo pensé que lo mejor era en darle tiempo para que el pudiera hablar bien con Laila. Al mismo tiempo creo que yo tenía miedo en verlo de nuevo y que el me confirmara, que no dejaría a Laila diciéndome que el tan solo había tenido un arranque de sentimientos en el momento. Ese era mi temor. Mi amigo Lorenzo me marcó preguntándome cómo estaba, el me dijo que después de la fiesta se pasó a otro evento de amigos en donde encontró a unas chicas y se pasó un buen rato con ellas. Así es Lorenzo, le llovían las mujeres y las fiestas. El me dijo que me podía pasear un poco en su auto si yo me sentía mal y quise aprovechar su invitación. Lorenzo era tan solo un buen amigo y yo me quería despejar un rato.

Manejamos a una tienda grande de libros que tenía una cafetería adentro. Lorenzo estaba en la cafetería hablando por el celular mientras yo leía unos libros de mi autor favorito. Los poemas siempre me ayudan a pensar mejor las cosas cuando estoy estresada. De pronto escuché la voz de Arnold decir mi nombre. "Cabeza de balón qué haces aquí?" Le pregunté. Arnold se acercó a mi con una mirada de desaliento y me apretó en sus brazos, presionándome en su cuerpo. Oh por todos los cielos! Como pude ignorar su amor por estos días, por un momento pensé la posibilidad en que el....me dejaría de amar en cuando mirará a Laila, pero después de sentir su caluroso urgido abrazo me di cuenta que estaba equivocada. Lo miraba en sus bellos ojos verdes volviendo a recordar nuestra noche de pasión, sintiendo todo ese calor que nuestros cuerpos daban y con una desesperación me besó. Sus labios calientes humedecieron mi boca llenándome de su rico único sabor que yo tanto amaba. Su cuerpo soltó el aroma a el que me desesperaba, lo abrasé fuerte regresando la acaricia seductora de sus labios. Su beso me dominó por completo, me solté en sus brazos dejándome abrazar eternamente por el. En ese momento el tiempo, ni el lugar existía, solo éramos el y yo...amándonos.**

Cuuuuufffffff.
Cuuuuufffffff

El tosido de alguien los alarmó causando que se pararan de besar por completo.


Notas de Autor:
Muchas gracias por toda la atención que le an puesto a mi historia y por sus paciencias. Yo intentaré en actualizar lo más rápido que pueda, pero no se desanimen todavía faltan más capítulos para esta caliente historia de amor. Muchas gracias.

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