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Capitulo 20


La luz del sol alumbró el rostro de Arnold al siguiente día. Lentamente el fue abriendo sus ojos mirando el cielo azul a través de su ventana de techo. Mientras el se movía lentamente en su cama, humedeció sus labios intentando en quitarse el seco amargo sabor de su boca.

"Que me pasó?" Se Preguntó, intentando en sentarse en la orilla de la cama. "Como llegue a mi cuarto?" Arnold se acordaba de todo menos lo qué pasó cuando entró a la casa de huéspedes. Tenia recolección de como Karol le ayudó para abrir la puerta de la casa, más no tenía memoria de lo que pasó después de ahí.

"Cielos todo me da vueltas.....tengo que tomar algo."

Arnold sentía una sed insoportable, su cabeza punzaba del dolor, hasta la luz del día lo incomodaba.

"Tengo que levantarme para ir a la cocina y al....." en ese momento Arnold capto su camiseta guinda de botones que había utilizado la noche anterior abierta. Alguien la había  desabrochado. ".....cuando me quise quitar mi camiseta que ni me acuerdo." Arnold lentamente se levantó de la cama mirando el botón de su pantalón desabrochado y el zíper medio abierto. "Cielos....que me pasó anoche. Lo bueno fue que llegue a casa......y en donde esta el relicario de Helga? Lo tenía puesto ayer."

Arnold buscaba el relicario al rededor de su cama y cobijas preocupado de haberlo perdido, al final termino encontrándolo abajo de su cama.

"Como llegó el relicario aquí si lo traía puesto?"

Desorientado, Arnold logró en salir de su recámara caminando lentamente por el pasillo, cuando se tomó con el inquilino Ernie.

"Como te esta tratando la cruda Arnold?"

"Se me ve?" Preguntó Arnold apenado.

"Se te ve por todos lados Arnold, hasta en la manera que caminas." Le comentó Ernie.

"No puede ser! Que le dire a mis abuelos."

"La verdad." Le sugirió Ernie. "Tú abuelo lo comprenderá el también fue joven, cuando rondaban los dinosaurios pero lo fue."

"Hablaré con mi abuelo, pero primero tengo que tomar agua." Comento Arnold con la mano sobre su frente por el dolor.

"Lo que necesitas es tomarte otra cerveza bien fría para que te ayude con la cruda." Sugirió Ernie.

"No volveré a tomar cerveza." Afirmó Arnold con su semblante cansado.

"Eso es lo que todos dicen con la perra cruda encima, después se te olvidará y volverás a tomar."

"Señor Ernie, discúlpeme pero...no me siento bien para platicar."

"Lo entendido Arnold pero, antes que te vallas quería decirte sobre la amiga que trajiste a tu recámara anoche."

"Amiga?" Preguntó Arnold confundido.

"Me imagino que es tu amiga...o tal vez novia."

"Yo ya tengo novia señor Ernie."

"Eso es lo que pensé pero.....anoche cuando salí de mi cuarto para ir al baño. Mire a una rubia muy atractiva de vestido azul saliendo de tu recámara. No se qué pasó entre ustedes pero ella se miraba extraña."

"Karol! Ella estaba en mi recámara!"

"Si...y creo que estuvo en tu cuarto un buen tiempo porque escuché cuando llegaste pero, no sabía que habías llegado acompañado hasta que salí de mi cuarto."

"No puede ser! Cielos no me acuerdo de nada!" Dijo Arnold preocupado.

"No sé que abra pasado entre ustedes pero quería avisarte sobre eso por si tu abuelo te dice algo al respecto."

"Usted cree que mi abuelo se dio cuenta que lleve a una chava a mi cuarto!?" Preguntó Arnold alarmado.

"Quizás. No sé que abra pasado entre tú y esa mujer pero, espero si pasó algo que.........." Ernie se le acercó a Arnold y le murmuro. "....hayas utilizado protección. Algunas viejas solamente quieren embarazarse de los jóvenes universitarios como tú para amarrar relaciones."

Los ojos de Arnold se abrieron en pánico y corrió al baño cerrando la puerta con fuerza.

Ernie hizo un gesto de asco escuchando a Arnold vomitándose. "Pobre muchacho. Ojalá que lo qué pasó ayer por la noche no tenga malas consecuencias para él."

Helga abrió sus ojos ese domingo temprano sintiéndo su cuerpo cansado. El haber pasado la noche pensando en las palabras que le dijo Elizer el día anterior no le hizo bien al dormir.

Volteó su cabeza encontrando unas flores blancas y rosas sobre el escritorio, enfrente de la ventana. Se levantó mirando que Elizer no estaba en la recámara. La noche anterior él se alejó de Helga cuando ella le contestó.

"Como tú dijiste hoy por la mañana. No ay nadie que me comprenda. Si no lo ves tú, no sabes que guardo en mi corazón."

Con ese último recuerdo en su mente Helga se levantó de la cama y olió las perfumadas flores que refrescaban el cuarto. Miró una tarjeta pequeña entre las flores y la abrió.

~Me equivoque. Por favor acompáñame a desayunar esta mañana cuando leas esta tarjeta, te estaré esperando en la cafetería cercas de la Universidad. Si no me quieres acompañar, lo entiendo.
Elizer. ~

Helga respiro profundamente mirando la escritura de Elizer.

"Tiene una letra pésima. Pero parece en ser sincero. Tal vez él no fue el único que se equivocó." Dijo Helga pensativa con la tarjeta en sus manos.

Elizer estaba en el café solo con un jugo de naranja en su mesa. Miraba su celular intentando en distraer su mente pero seguía regresando al mismo pensamiento. "Quizás no vendrá de lo enojada que está conmigo?" Se decía Elizer mientras navegaba por el internet en su celular. "Porque me mortificó de esta manera? Si ella no me quiere hablar que no me hable y así mis problemas se terminan.....pero todavía tengo esa apuesta que tengo que ganar........esto es un desastre, estoy perdiendo el control y no debe de ser así. Helga no debe de......"

"Llegaste temprano?" Preguntó Helga parada a lado de la mesa.

Elizer levantó su mirada alarmado de encontrarla ahí parada a lado de él.
El había estado tan distraído que no se dio cuenta, cuando Helga entró al restaurante.

"Cuanto tiempo llevas ahí parada!?" Preguntó Elizer espantado.

"Lo suficiente para saber que estabas hablando solo." Comento Helga. "Ya vez que yo no soy la única que habla sola."

"Y que escúchate!?" Preguntó Elizer.

"Te molesta por lo que haya escuchado?"

"No...está bien." Contestó Elizer nervioso.

"Ya comiste algo?" Preguntó Helga.

"No....te estaba esperando."

"Cuanto tiempo ibas a esperar?" Añadió Helga sentándose en la silla de la mesa.

"En realidad no se." Dijo Elizer pensativo.

"Me...gustaron las rosas. Perfumaron el cuarto."

"Que bueno que te gustaron. Quería mejorar tu mañana y cuando salí a caminar pase por una florería y....pensé en ti."

"Eso es lo que le decías a todas las chicas cuando quieres quedar bien?" Preguntó Helga con su ceja levantada.

"No.....en realidad no había comprado rosas antes." Respondió Elizer en voz baja con su mirada pensativa.

"Estas mintiendo?" Dijo Helga acercando su rostro a Elizer.

"Helga....no se que me conozcas o que pienses de mi, pero te digo la verdad."

El joven le agarró las manos y la miró a los ojos. "Helga yo......."

"Están listos para ordenar?" Se acercó la mesera diciendo.

"Diablos!" Se expresó Helga molesta.

"En unos minutos por favor." Respondió Elizer para que la mecerá se fuera.

"Como me caí mal que las mecerás vean a una pareja agarrados de la mano, obviamente declarándose algo lindo y ellas interrumpen! Lo hacen apropósito!" Se quejo Helga con su mirada hacia las mecerás.

Elizer se carcajeó. "Creo que tienes razón." Contesto él soltando a Helga de las manos.

"Ja, Ja, muy gracioso. Que me ibas a decir antes que la metiche interrumpiera?" Preguntó Helga ansiosa.

"Ya se me olvidó. Quizás, se me fue la inspiración." Dijo Elizer abriendo el menú para ver que ordenar.

"No me hagas esto! Grrrrr.....pues inspírate pronto porque necesito que continúes lo que me ibas a decir."

"Vamos a comer primero........a donde se fue la mecerá?" Se preguntó Elizer mirando al rededor con Helga molesta en la mesa.


Más tarde ese día. Gerald entró a la habitación de Arnold, encontrando a su mejor amigo acostado en la cama con botellas de agua a su lado y una tina a lado de la cama.

"Cielos que te sucedió viejo?" Le pregunto Gerald.

"Tome demasiado anoche." Contestó Arnold.

"La fiesta estuvo buena entonces."

"Fiesta? De que hablas Gerald."

"Anoche la pasaste bien o no?"

"La pase mal. Como tú te fuiste pensando que me había ido temprano....Karol termino dándome un aventón a mi casa."

"Como? Pero, anoche te busque viejo."

"Estaba sentado en la barra." Añadió Arnold.

"Estabas en la barra? Pero yo baje y no te mire."

"No, en la otra barra atrás de la pista de baile. Ahí estaba platicando con...Curly."

Gerald se confundió diciendo. "Entonces tú pensaste que yo me fui sin ti, porque yo pensé que te habías ido temprano?...Lo dije bien?"

"Que no fue por eso que te fuiste sin mi?" Preguntó Arnold intentando en sentarse en la cama.

Gerald pensó. Esa chava me mintió. Arnold me estaba esperando a que nos fuéramos. Harold tuvo razón, yo debí haber hablado con Arnold primero.

"Oh te fuiste sin mi por otra razón Gerald?" Volvió a cuestionar Arnold.

"Si....digo no. Este....ya me confundiste hermano. Mira yo me fui porque....pensé que tú.......ya, te habías ido, como te mire medio molesto conmigo y.....pensé que querías estar so-lo en tu casa." Ya la regué más. Pensó Gerald.

"No me fui Gerald. Estaba en la barra de atrás esperando a que me dijeras que nos fuéramos. Yo ya me quería ir desde temprano pero no quería interrumpir tus planes."

"Olvídate de mis planes viejo tú me debiste haber dicho que te querías ir."

"No quería molestar."

"Entonces no la pasaste bien con Karol. Con eso que dices que ella te dió un raite a tu casa."

"Yo no estaba con Karol. Platiqué un rato con Curly y después que él se fue me quede solo en la barra. Un rato después me salí al parqueadero buscando tu auto y ahí me di cuenta que ya no estabas. Ahí fue cuando Karol me encontró afuera y se ofreció a dejarme en mi casa."

"Pues que bueno que te trajo ella viejo."

"Si pero....no me acuerdo de cómo entre a mi cuarto o lo qué pasó después."

"Que más das....ya estabas en casa."

"Pero el señor Ernie me dijo que miró a Karol saliéndose de mi cuarto un buen rato después que yo, llegara."

"Espera." Comento Gerald con su mirada fija en Arnold. "Tú no te acuerdas qué pasó después que Karol estuvo en el cuarto contigo."

"Eso es lo que digo Gerald."

"Y como amaneciste hermano?"

"Sintiéndome horrendo, todo me daba vueltas y...."

"No yo me refería a eso.  Estabas sin ropa o con ropa puesta cuando despertaste?" Preguntó Gerald.

"No. Tenía mi camiseta puesta pero desabrochada y mi pantalón esta desabrochado con el zipper medio abierto."

"Entonces....ella te desvistió o tú, o que?"

"No me acuerdo Gerald."

"Oye Arnold y si te acostaste con ella anoche?"

"No pasó." Respondió Arnold rápido.

"Cómo estás seguro de eso?" Preguntó Gerald.

"Yo se." Volvió a decir Arnold.

"Pero viejo....si no te acuerdas qué pasó quizás te acostaste con ella pensando en Helga. La chava es rubia de ojos azules igual que tu chava."

"No es igual Gerald. Karol es muy diferente a Helga, yo hubiera sabido."

"Hermano ni siquiera te acordabas de ti mismo, qué tal si realmente te clavaste aquella chava."

"Gerald si yo hubiera tenido relaciones anoche yo hubiera sabido."

"Como?" Preguntó Gerald.

Arnold movió su cabeza a los lados. "Gerald has tenido relaciones antes?"

"Mmmm....Uhg.......mejor cambiemos de tema." Contestó el joven moreno desanimado.

Arnold se quedó pensando unos segundos. "Gerald...anoche te dije algo que, no debí de haberte dicho y....."

"Sobre qué hablas Arnold?"

"Sobre.....cuando te dije que hablabas de más y que decías cosas sin sentido. La verdad es....que todo lo que dices es importante para mi y.....valoro mucho tus comentarios." Arnold puso su mano sobre el hombro de Gerald y lo miró a sus ojos. "Tú eres como mi hermano Gerald y....se que te preocupa en verme triste por Helga. Al final tú tan solo querías ayudarme."

Gerald se levantó de la cama y camino hacia la puerta con sus manos sobre su cabeza pensando. Tengo que decirle a mi hermano toda la verdad....que Helga tuvo un accidente y que perdió su memoria. Que espero, tengo que decirle ya!

"Pasa algo Gerald?" Preguntó Arnold mirando a su mejor amigo confundido.

"Mira Arnold....hay algo que....."

"Ya estás mejor shortman!" Dijo el abuelo entrando al cuarto de su nieto.

"Si abuelo estoy bien Gracias. Las patillas me ayudaron mucho y el licuado que me dio la abuela me quitó los ascos y el mareo. Solamente siento el cuerpo cortado pero ya estoy mejorando. De que estaba hecho el licuado?"

"Es una fórmula secreta de familia. Si te hubiera dicho que contiene no te lo hubieras tomado Arnold."

"Pues me ayudó abuelo, gracias."

"De nada. Los dejó para que sigan hablando, solamente quería saber cómo seguías." El abuelo Phil se salió del cuarto.

"Me decías Gerald." Dijo Arnold mirando a su mejor amigo.

"Ya se me olvidó viejo....de seguro no era nada importante." Gerald miró su celular. "Oye te dejó, Phoebe quiere que la lleve un evento especial de venta de libros. Después hablamos."

Arnold miró cómo su mejor amigo se salió del cuarto apresuradamente cerrando la puerta.

Sintiéndose como lo peor Gerald se subió a su auto y arranco con el celular pegado en su oído conversando con su novia. "Phoebe! No puedo con esto.............tu no eres el mejor amigo de Arnold soy yo!..............Eso no debe de importar el tiene que saber la verdad como te dije desde un principio.............y que tanto tiempo tiene que pasar para que ella recupere su memoria!........... Qué tal si en estos días ella se estuvo metiendo con el otro guey!............No me digas que no te a pasado por la mente! Alguien tiene que ir a donde esta ella y saber exactamente qué está pasando!..............No me digas que confías en la palabra de ese cabron!.................El es un hombre Phoebe, y Helga esta bonita que piensas tu que puede pasar entre ellos!..............Si Helga no recupera su memoria pronto yo le diré a Arnold todo, y espero que él me comprenda porque se lo oculte."

Durante ese día después del desayuno, Elizer le propuso a Helga en llevarla a un lugar nuevo muy hermoso cercas de ahí.  Durante el camino en taxi, Elizer iba sentado a lado de Helga abrazándola, dejando que ella recargara su rostro sobre el pecho de él.

Elizer POV
Quise hacer las pases con Helga para que las cosas se quedaran bien entre los dos. Después de todo, no me convenía en que ella estuviera enojada conmigo. Le compre las flores y la invite a desayunar sabiendo que ella aceptaría mi invitación, aunque por un momento pensé que no llegaría. Después del desayuno se me ocurrió en invitarla a un paseo especial....bueno, no era tan especial, solamente quería que ella se sienta así.
Durante el camino en el taxi Helga estaba recargada en mi pecho y......debo admitir, me agradaba en tenerla cercas de mi. Quien iba a decir que esa chica guerita de mal temperamento que conocí al principio tenía un lado dulce y cariñoso. Yo nunca había estado en una relación seria con nadie, pero en tener a Helga como mi novia me hacía sentir diferente....será que eso es bueno, o malo para mi? Por un lado quería que ella recuperara su memoria lo antes posible para que todo regresara a la normalidad......mi normalidad, de mirarla enojada conmigo, mostrándome su peor lado, de esa manera seria mas fácil de acostarme con ella y burlarme de sus sentimientos. Pero, por otro lado....me gustaba sentir esa lealtad que ella mostraba hacia mi, esa compañía de querer estar conmigo y buscar el.......amor en mi. Lo que ella no sabe es, que yo no tengo amor que dar ante nadie, eso nunca cambiará. Aunque este momento entre los dos se sienta bien....al final se que es una mentira.**

Cuando finalmente llegaron al lugar Helga miró la entrada a unas cavernas subterráneas con un río claro fluyendo entre las cuevas.

"Este lugar es....increíble." Helga estaba sombrada con la manera en que el agua subterránea había moldeado las grutas a su alrededor. Dando una figura única a cada piedra con la corriente ligera del rio subterráneo. "Parece que con paciencia y persistencia....todo se puede." Dijo Helga con sus ojos puestos en la estructura natural de la caverna.

"Habías mirada algo así antes?" pregunto Elizer.

"No, nunca." Contesto Helga distraída por la belleza natural a su alrededor.

Captando lo distraída que estaba ella, Elizer se alejo un minuto para contestarle unos mensaje a Phoebe.

-Helga esta bien y todavía no recuerda nada.- Elizer

-No a preguntado por mi o por Arnold? - Phoebe.

-No -
Elizer

-Tú crees que ella esté recuperando algo de memoria? -
Phoebe.

-Quizás, en ocasiones Helga actúa extraña o quizás siempre fue así. Tú la debes de conocer mejor -

-Helga no a intentado en besarte o hacer algo contigo?-

-Que preguntas. Ella piensa que yo soy su novio. Claro que me a besado.-

-Y tú aceptaste en besarla?

-Como negarla cuando me abraza y me besa-

-No dejes que ella se quiera acostar contigo por favor. Mi amiga esta mal de su memoria no es justo para ella o para su novio. -

Elizer ya no le contestó el mensaje a Phoebe.

Helga caminaba a lado del Río mirando el agua clara reflejando las piedras sumergidas verdes al fondo del canal. Con su mirada fija en las rocas reflejándose en el agua, de pronto miro los ojos verdes de un joven que la miraba, con todo el amor que nacía para ella, reflejándose en sus ojos profundos claros como el agua.

Sin darse cuenta, sus ojos azules se empezaron a humedecer recordando el calor de alguien que ella no conocía.

Sintiendo una soledad incomprensible interna, Helga se abrazo ella misma hincándose a lado del canal con sus ojos cerrados en lágrimas.

Elizer la observo decaída a lado del rio y de inmediato se acerco a ella.

"Te sientes mareada?" pregunto Elizer con su mano sobre la espalda de ella.

Helga pensó en decirle mil cosas y desahogar toda sus dudas en el, pero algo en ella le decía, que Elizer no la entendería. "Si tú no puedes, quien podrá?" murmuro ella.

"Que dijiste Helga?"

"Nada Elizer." Helga se levanto y limpio sus lágrimas. "Vamos a seguir viendo."

Elizer estuvo con Helga el resto del día. Los dos platicaron y rieron durante el paseo y el camino. A pesar que Helga estaba pasando un buen rato con él, ella cubría sus sentimientos. Sabiendo que en el momento que ella le dejara saber cómo se sentía, terminarían discutiendo una vez más.

Exhaustos de un largo agradable día, los dos llegaron al cuarto. Elizer saco unos libros de su mochila y se puso a terminar una tarea mientras que Helga se bañaba.

"Me lleva la jodida, no le entiendo a esto!"Exclamó Elizer con el libro en sus manos.

"Te ayudo." Comento Helga saliendo del baño con sus shorts rabones de dormir puestos y una blusa de tirantes rosa.

Elizer la miraba de pies a cabeza imaginándose, lo que podría pasar.

"Que estudias?"

"Contabilidad y administración." Dijo Elizer.

"No soy buena con números pero intentaré en ayudarte." Helga arrimo una silla al escritorio y se puso a leer la información. "Mira solamente tienes que hacer estas deducciones sobre los ingresos totales, no veo lo complicado."

Elizer observaba a Helga apuntar notas y descifrando problemas. En vez de brindar su atención a lo que Helga apuntaba, el terminaba mirando las piernas de ella. "Ya ves....aunque se vea imposible se puede encontrar una manera."

"Crees que pueda encontrar la manera en, conocer tu corazón?" Preguntó Elizer mirándola a los ojos.

"Lo dices por lo que te dije la otra noche anterior?" Añadió Helga.

"Si....pero lo que me dijiste lo merecía, yo te dije algo que estuvo mal y...no debí habértelo dicho."

Helga se levanto de la silla y se sentó en su cama. "Te enfureciste porque no podía estar contigo íntimamente y por eso me dijiste eso."

"No fue tanto eso Helga, es que....ayer por la mañana me besaste de una manera que......quería mas de ti y.....cada vez que me miras a los ojos...te apartas de mi." Elizer se recargo en la silla en frustración. "Esto no es correcto."

"Quieres terminar conmigo verdad." Dijo Helga con su mirada hacia abajo.

"Helga te acuerdas cuando, nos hicimos novios?"

"Si."

"Cuando fue?" pregunto Elizer con su mirada tensa.

"Fue cuando estábamos comiendo una noche y me dijiste que querías ser mi novio formalmente."

De seguro así le pregunto su novio y ella piensa que fue conmigo. Pensaba Elizer.

"Dime si quieres terminar conmigo de una vez!" Le exclamo Helga molestándose.

Elizer se sentó a lado de ella diciendo. "Eso es lo que tú quieres?"

"No." Respondio con su voz suave.

"Yo tampoco quiero." Respondió Elizer acostándose en la cama de ella.

"Entonces me quieres como tu novia?" pregunto Helga acostándose a su lado.

"Tú me quieres a mí como tu novio?"

"Contesta tu primero." Exclamó Helga dudando de la respuesta de él.

"Yo quiero......." Helga lo miraba a los ojos esperando la respuesta mientras ella se acostaba a lado de él queriendo encontrar algo en su mirada. "......que me aceptes."

"Me aceptas Helga" la vos del joven desconocido le hablo en su mente.

Los ojos azules de ella se abrieron.
"Que dijiste?!" pregunto alarmada.

"Dije que quiero que me aceptes en tu corazón." Helga se sentó en la cama confusa con sus manos sobre su rostro.

"Recuerdas algo?" pregunto Elizer sentándose con ella.

Como decirle a mi novio que escucho la voz de otro hombre en mi mente. El nunca lo entendería. Pensaba Helga. "Deberia de recordar algo?" pregunto ella turbada.

"Quizás mañana veras las cosas diferentes Helga." Elizer apago el foco del cuarto y se dirigió a la escalera para subir a su cama a descansar.

"Elizer?"

"Que paso?" comento Elizer con un pie arriba de la escalera.

Helga se levantó de la cama y lo abrazo dandole un beso suave en sus labios. "Gracias por lo de hoy, el paseo fue una sorpresa muy agradable."

Elizer se mordió el labio queriendo probar los besos de ella una vez más. "También lo fue para mí Helga." Con esas palabras la agarro de la cintura y la beso nuevamente.

Temprano al siguiente día, Helga se encontró con Yalali para platicar un poco y tomar un café juntas, como lo hacían en las mañanas antes de clases.

"Ya veo que tienes nuevamente tu gorra azul puesto con tu camiseta roja." Comento Yalali sentada en un sillón de la cafetería.

"Es mi atuendo favorito." Respondió Helga.

"No que son de tu novio?" pregunto Yalali para ver si Helga había recuperado algo de su memoria.

"No son de Elizer, estas son mías." Aclaró ella con el café en su mano.

Yalali le dio un trago a su café rodando sus ojos por la respuesta de Helga.

"Como te fue el sábado en la noche con Leo?" pregunto Helga.

"Bien, bailamos toda la noche y me invito a salir otra vez, creo que este chavo es uno de los buenos." Dijo Yalali con una sonrisa en su rostro.

"Estas segura que quieres salir con el Yalali, ese chavo no me agrada del todo."

"Nadie es perfecto Helga y tu lo sabes."

"Estas correcta en eso, Elizer me dijo unas cosas el sábado por la mañana que me dolieron mucho pero....después me pidió perdón y me llevo a un lugar increíble el domingo. Creo que las cosas entre nosotros estarán mejorando."

"Mmm...mejorando, no deben de estar mejorando Helga."

"Que quieres decir con eso Yalali!" dijo Helga con su voz alterada.

"Me refiero a que....que no te debió haber lastimado desde un principio. Que fue lo que te dijo que te dolio tanto?"

"No puedo decirte." Respondió Helga seria.

"Me imagino que fue algo fuerte para que te haya dado tanto sentimiento. Te hubieras mirado cuando llegamos yo y Ariel, tus ojos estaban....."

"No quiero hablar sobre eso, está en el paso y nada mas." Dijo Helga con su voz firme.

Yalali respiro profundamente mirando a su amiga irritada.


Después de las clases del dia Helga se encamino a la biblioteca de la universidad para buscar unos libros que ocupaba. Su celular no le daba acceso a su correo electrónico y decidió en utilizar la computadora de la escuela.

Abrió la página de internet hacia correos electrónicos y aplicó su correo y contraseña, miró los mensajes de los profesores indicando las tareas del día. Entre los mensajes miro un correo electrónico desconocido recibido durante el fin de semana. Lo abrió descubriendo una carta de alguien que ella nunca se imagino en recibir.

~Helga,
Mi celular se descompuso al día siguiente de nuestra última plática por texto y no recibiré celular nuevo hasta dentro de unos días. Yo se que en mantener nuestra relación de distancia no es fácil pero quiero que sepas que te amo y no hay día que no piense en ti. Tu estas en todo tu derecho de frustrarte amor, no estás sola. Yo me siento miserable sin ti también, pero tú eres mi fuerza y sé que mientras tú estés bien yo también lo estaré. Lo nuestro nunca será temporal es eterno, y se cómo te sientes de molesta por nuestra situación. No tienes que explicarme nada, yo siempre sabré que tienes en tu corazón. Te amo más de lo que te puedas imaginar. Todos los días utilizo tu relicario, no hay día que no lo tenga puesto, y en tan solo mirarlo sé cómo te sentías todos esos años que declarabas tu amor por los pasillos de la escuela. Yo fui un verdadero bruto por no haberme dado cuenta antes de cómo te sentías. Ahora se un poco del martirio que debió de haber sido en mirarme desde lejos por miedo en declarar tu amor. Ahora soy tu eterno prisionero y quiero permanecer así por siempre.

Te llame a tu celular pero la llamada no entro, Phoebe me dijo que tu teléfono también se descompuso. Quizás hasta en eso nos parecemos. :) Contéstame amor lo antes posible que necesito saber de ti.

Tuyo por siempre, Arnold.~

Los ojos de Helga se llenaron de lágrimas, su corazón no paraba de latir en su duro pecho. Las palabras de la carta habían entrado hasta lo más profundo de ella clavándose en su ser. Sintiendo un pánico incontrolable en su cuerpo cerró el correo electrónico y se salió de la biblioteca lo más rápido que pudo.

Corrió hasta el baño más cercano y cerró la puerta atrancándola. Se miro en el espejo con la gorra azul puesta y la camiseta roja y no dejaba de llorar.

"Quien es Arnold?" Se preguntaba ella con las lagrimas cayendo en sus manos. "Y porque me escribió de esa manera? Es tal sólo una carta y se sintió como que él me conocía mejor que nadie. Quien es él!? Sera....que yo tengo una relación a las espaldas de mi novio!? Porque no me puedo acordar?!" Decía Helga atormentada con la manos sobre su cabeza.

Esa misma tarde despues de clase, Arnold se topó con Karol afuera del salón.
"Karol te quería preguntar algo, tienes un minuto?" pregunto Arnold ansioso.

"Si por supuesto." Arnold agarro a Karol de la mano y la jalo a un pasillo para estar solo con ella.

"Karol no me acuerdo que paso el sábado por la noche después que entre a mi cuarto, pero me dijo un vecino inquilino que te miro salir de mi recamara un rato despues que llegamos. No quiero escucharme directo pero....que hacías en mi cuarto?"

"Tú te sentías mal y me dijiste que te acompañara?"

"No me acuerdo...pero que paso durante el tiempo que estabas ahí conmigo."

Karol bajaba su mirada mientras se tocaba sus manos con ansiedad. "Arnold....este, mejor después hablamos. Necesito asistir a una cita de doctor y....ya voy tarde. Adiós."

Karol se alejó caminando lo más rápido que pudo, dejando a Arnold pensativo en el oscuro pasillo.



Notas de Autor:
Pobre Arnold la cruda le pegó fuerte al siguiente día, y lo que le dijo a Gerald tocó la conciencia de su mejor amigo.
Gerald decidió algo lo más pronto posible.

También pudimos ver un poco de los sentimientos de Elizer y el reto que tiene por enfrente y qué tal Yalali cayendo en las garras del leon.

Lo más duro fue la carta de Arnold y lo que Helga describió, que ella tiene a alguien más.

Gracias a todos y los veré muy pronto.

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