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adicional -parkian

Boda de Jae y Brian uwu

—Hyung...

—¿Hmm?

—Levántate.

—¿Por qué?

—Uh... ¿Porque es la boda de tu primo?

MinHo salió despedido de la cama hasta el piso, increíblemente parado, al revisar la hora y ver que dentro de todo estaba bien, suspiró.

—No quiero pensar que creíste que iba a levantarte tarde —bufó JiSung quitando las sábanas de si. —Y por cierto, tomaré la ducha yo primero, tú tardas mucho.

Sonrió. —Todo porque me aburro y el agua es divertida, ¿no crees?

—¡No! —exclamó desde el baño.

—... ¿Y si nos bañamos juntos? —caminó hasta la puerta.

—Ni lo sueñes, hyung —la misma ya estaba cerrada.

—Uhg, Sung. Escuchar como te desvistes me está matando.

Se escucharon más risas del menor, seguido de la ducha prenderse.

—Sunggie...

—¿Vas a quedarte ahí afuera? ¿En serio?

—Pues si quieres puedo entrar...

—¡Eres muy gracioso, Min-ah!

Sonrió. —Algún día lo aceptarás.

—Lo que digas.

—Ay, Chan, espero que no tengas que vestirte solo el día de nuestra boda porque llegarías hecho un desastre —decía Felix acomodando la camisa, y básicamente todo de su prometido.

—¡Oigan! —se escuchó el grito de SeungMin y como algunos se arreglaban en la habitación de la pareja, salieron a ver. —¿Acaso ChangBin no se ve tan bien en traje? —señaló a su novio quien estaba embobado con su teléfono del aburrimiento.

—¿Y gritaste para eso? —preguntó un irónico JeongIn.

—Yo también lo haría —admitió HyunJin caminando con una mano en el bolsillo, y tomando asiento de piernas cruzadas. —Es decir me miraría al espejo, y no dejaría de gritar, por Dios.

—Lo siento Seung, pero yo lo sigo odiando —dijo Jake sentado, bebiendo un poco de café.

—Pero yo te quiero —reaccionó ChangBin. —Tu novio es un idiota.

—No puedo decir lo mismo del tuyo, pero si de ti mismo.

—Ok, suficiente, mis oídos no soportan sus peleas —bufó HyunJin.

—Serás psicólogo, amor, ¿Qué piensas escuchar aparte de los llantos? —su pareja había tomado asiento a su lado.

—Si me molestan los echaré.

—Déjame adivinar, ¿les cobrarás igual?

—Eso no sé pregunta, bebé.

La risa de ChangBin se hizo presente en un momento, justo cuando Felix y Chan salieron del cuarto. El mayor tenía rostro de cuando a un niño le ponían un smoking.

—¿Soy yo o el traje nos hace ver cool? —preguntó Felix.

—Siempre eres cool —susurró su pareja sobando uno de sus ojos. —Necesito café.

El timbre sonó y el que rápidamente se levantó, fue HyunJin, con la excusa de que quería ver a JiSung de traje.

Y evidentemente, se escuchó un chillido.

El pequeño ingresó al living con HyunJin encima, tomó asiento con HyunJin encima, y se quedó con HyunJin encima.

—Ah, Hyun, es mi novio —alegó MinHo teniendo que sentarse algo lejos.

—Te regalo a JeongIn un momento, si quieres.

—Oh, genial —dijo el mencionado, pero antes de hacer algo, HyunJin soltó a JiSung y se interpuso.

—... Ok, ¿qué tal si ya nos vamos?

—Jae debe estar nervioso —suspiró MinHo. —Sí, vámonos.

En taxis diferentes, por motivos obvios, todos se dirigieron hasta el hotel donde sería la ceremonia.

Era increíble pensar que un pastor había aceptado casarlos, sin ningún tipo de problema.

Al entrar en el establecimiento, buscaban por todos lados hasta hallar el cartel.

MinHo y JiSung iban a subir solos en principio, pero en verdad todos querían saludar a Jae

—Ah, estoy nervioso —suspiró MinHo, a lo que Sung tomó su brazo, y así abrieron la puerta de la habitación.

El chico alto y rubio estaba acomodándose solo, y era algo de esperarse, cuando mucha gente estaba sobre él, se volvía muy insoportable.

Volteó. —Ah, miren, los niños perdidos vinieron.

Ambos primos se abrazaron, luego le siguió JiSung, Felix, Chan y cuando el resto quiso saludarlo, HyunJin se colgó de su cuello.

—También te extrañé, Hyun, pero me llegas a arruinar el traje y te juro que sos voleta, así nomás.

—Ok, ya —se soltó.

—Todos parecen esos chicos de bien, que nunca hicieron nada malo en su vida —sonrió.

—Y tú no luces nervioso —rió MinHo. —Increíble.

—Trato de estar lo más tranquilo posible. Funciona.

—¿El resto está con Brian?

—Así es.

—Es tan cool que esté usando traje blanco, y seguro que el de Brian es negro —dijo HyunJin. —Aplausos.

—Creo que si HyunJin se casara, sería capaz de usar un vestido —dijo ChangBin.

—No soy pasivo, pero no me quedaría mal.

—¿Quién tiene el anillo? —preguntó Felix. —¿Y cómo lo decidiste?

—Lo tiene SungJin, él es increíble, no lo sé.  Quise dárselo. ¿Por qué, tienes problemas?

—No va al caso ahora, de todas formas.

—¿Y a quién le dió su anillo, Brian? —preguntó MinHo.

—Ah, no lo sé. Espero que no a DoWoon.

—¿Y... Cuándo tenemos que irnos? —habló JeongIn.

El rubio miró su reloj. —Bueno, pues... Ustedes deberían ir a tomar asiento ya.

—¿Estarás bien? —su primo sobó sus brazos.

—Claro. Sólo un poco nervioso, nada más —sonrió. —Siéntense adelante, me dará fuerza verlos. Y tú, MinHo, apúrate, eres padrino.

—Sí, claro, claro. Ya nos vamos, ¡suerte!

El salón estaba decorado de tonos de blanco, con un poco de dorado.

Todo daba esa pinta limpia y elegante.

Pudieron notar que había una fila de prensa en la entrada, y bastantes grupos de fans. De alguna forma, se enteraron de la boda de Jae.

MinHo sabía que eso era algo que no sólo le molestaba a su primo, a pesar de estar acostumbrado, sino a Brian, ya que él no es nada conocido entre los fanáticos del rubio.

Hasta se podría decir que sin conocerlo, lo odian.

Porque supuestamente, Jae se casaría con ellos.

ChangBin y Jake se pegaban entre sí, “disimuladamente”, es que a veces no podían parar de pelear, pero al fin y al cabo, en el fondo “se querían”.

—Ya basta, ustedes dos —retó Chan.

SeungMin tomó la mano de ChangBin, dandole una mirada de “basta”, entonces miraron al frente.

—Tenemos que apoyarnos mutuamente, Jake-ssi —dijo JiSung.

—Seguro, pero... ¿Por qué?

—Es que quiero tener a Hyung al lado mío, y tú tampoco tienes a SungHoon.

—Oh, claro, tú lo tienes a metros, Sung.

—No importa —negó. —De igual forma sólo lo digo para que dejes de molestar a ChangBin.

—Ah, no prometo nada.

La puerta se había despejado, todos estaban de pie, y mirando hacia tal.

La clásica melodía sonaba, tocada por WonPil, quien se había ofrecido personalmente.

Brian ingresó al lugar, con su traje negro reluciente, cabello perfecto o bueno, todo perfecto.

Avanzó hasta el altar, dando una mirada tranquila a sus familiares, a los chicos y sus amigos.

Se ve que estaba algo inquieto, esperando a que el amor de su vida entre.

La ceremonia estaba siendo especial, por lo que la música ya acompañó con la entrada de él; se ve que le agregaron su propio toque a su gran día.

A pesar de ya haber visto el traje de Jae, verlo entrar fue igual de épico.

Mientras avanzaba su sonrisa iluminaba a cada uno, en espacial al castaño que intentaba no llorar, frente suyo.

Y entonces, ahí llegaba el tan esperado momento. Ese especial.

Luego de lágrimas escondidas, la emoción de los votos, la sonrisas ante los anillos, HyunJin bromeando con levantar la mano en “El que se oponga a la unión de estás personas, hable ahora o calle para siempre” y por último, el tan único beso, todos estaban esperando a que la pareja llegue al salón de la fiesta.

La ceremonia fue encantadora, y lo que quedaba por hacer, era celebrar.

—¿Estás contento? —preguntó JiSung acercando su silla hasta estar al lado de MinHo. —Ese traje te queda muy bien, en serio.

—Gracias —rodeó el respaldo de la silla contraria con sus brazos. —Y sí, claro que estoy contento. ¿Como no estarlo?

—Lo siento, preguntas obvias.

—No es problema. Ahora, ¿Por qué me dices eso por el traje? ¿No pudiste decirlo esta malana?

—Es vergonzoso, ¿sabes? No hago tantos cumplidos.

—Eso lo sé, y muy bien —ladeó su cabeza. —Pero cuando lo haces es tierno.

—Ah, no actúes como si no te demuestro amor.

—Nunca dine que no lo haces —se encogió de hombros. —Pero no quieres ducharte conmigo. Eso es duro.

—... ¿Que tiene de sobresaliente? Nada, aparte, perderíamos el tiempo.

—Mm, no, no lo perderíamos, porque solo tomaremos una ducha, ¿o no? Salgo que hayas pensado en hacer cualquier otra cosa, conmigo ahí dentro.

—Pervertido —bufó. —No tengo malos pensamientos.

—¿Y el sexo es malo? Mm, no.

—¿Qué tienes, hyung? ¿Te dieron un trago afrodisíaco?

—¿Qué? No, solo le encuentro la razón a eso de no bañarte con-

—Pierdes tu tiempo. No pasará.

Rió. —Puedo apostar a qué has dicho lo mismo con respecto a nosotros, ¿verdad?

—... Tal vez.

Rodeo su cintura y dejó su mentón en su hombro. —Vas a caer.

—Lo que digas.

—¿MinHo dice cualquier cosa verdad? ¿Nada importante?

—No precisamente, pero si —volteó y besó su mejilla.

Se levantó. —Ya llegaron, vamos. Luego me encargo de eso.

—¿De qué?

MinHo no respondió, y entonces se dirigieron hasta el gran miedo círculo que se formó frente a la puerta.

JiSung insistió, pero su alto novio no le daba caso, y sonreía.

La entrada de la pareja no se hizo esperar, y todos aplaudían felices.

Brian tomó la mano de Jae, y lo guió.

Todos ya sabían la sorpresa. WonPil, DoWoon y SungJin los esperaban en el escenario, y pronto se unió Brian.

Tal vez el rubio esté algo cansado de sorpresas, pero al escuchar a DoWoon tocar Radio Ga Ga, sabía que no se trataba de una cualquiera.

Pues esa icónica canción escuchaba cuando un chico se le acercó en secundaria, y compartió audífonos con él.

Y después compartieron un matrimonio, wow.

Pasaban las horas, y todos bailaban en la pista.

Algunos estaban en la barra, otros seguían sentados hablando en grupo, y así.

JiSung permanecía moviéndose con Jake y SeungMin, mientras hablaban de cualquier cosa, menos de ChangBin, por si las moscas.

En un momento, el australiano intentó contener la risa, lo cual fue imposible; los otros voltearon, y aparentemente HyunJin había tomado un poco y estaba obligando a MinHo a bailar, quien estaba sentado hablando con DoWoon y SungJin.

JiSung estaba interesado, y comenzó a reír.

Su novio se percató, entonces siguió al ebrio hasta la pista y su cuerpo se lució solo.

El saco se quedó por el respaldo de la silla, sus mangas sobre sus codos y entonces tendría menos calor.

—Ve a bailar con él —dijo Jake entre toda la gente, pero aún así lo escuchó.

Sung no era un buen bailarín, solo se movía a los costados para dar alguna impresión.

Pero estar junto a MinHo no solo le haría el hazmerreír, sino que sería un abismo para el calor que ya estaba sintiendo, y el que sintió al verlo en ese traje al cuerpo.

Su amigo lo empujó, y no tuvo remedio que acercarse.

Como el rubio bailaba con JeongIn y HyunJin, debió tocar su hombro para hacerse notar.

El joven volteó y su sonrisa provocó estrujos en alguna parte del cuerpo de JiSung, que no pensaba revisar por vergüenza.

—No sé bailar, pero haré el intento.

—No es difícil, bebé —se acercó, y tomó sus manos. —Sólo sígueme, ¿sí?

El pequeño asintió, pero en definitiva no podía “seguirle”.

Por alguna mísera razón la cintura de MinHo se movía increíble, y no podía sacarle los ojos de encima. Trataba de disimular, pero su subconsciente no le dejaba levantar más la vista.

Aún así lo hizo, para aunque sea ver la burlona risa de MinHo al darse cuenta, pero, no sabía si fue otro error o una bendición.

Su novio tenía los ojos cerrados y estaba mordiendo sus labios, moviendo lentamente su cabeza, en sí, disfrutando la canción. Su pecho solía hacer ese efecto ola, llegando a su pelvis y subiendo.

Si que sabía moverse.

Negó rápidamente para intentar recuperarse, vaya a saber qué estaba pensando en su entrepierna, pero mejor no saberlo.

Tomó su nuca y su impulso fue robarle un beso fuerte y un poco salvaje. De algún lugar sacó aquella rebeldía.

Después de tal vez veinte segundos, MinHo lo separó con su mano en su mentón, riendo.

Sus brazos bajaron a su cintura y lo apegó aún más a su cuerpo; JiSung no se dejó tanto, así no se daba cuenta de “aquel problema” en sus pantalones.

Siguieron su apasionado beso, hasta que HyunJin los empujó diciendo cualquier cosa que no se entendió.

Nadie pensó en sacarle la copa.

Al ver la escena intentó besar a JeongIn, quien se apartaba para evitar accidentes, porque era cuestión de tiempo para que vomite. Obvio.

JiSung se perdió con aquella payasada, que no notó que MinHo lo visualizó totalmente, comenzaba por su mirada, su sonrisa y siguió bajando.

Soltó otra risita, y tomó su mano.

—Ven, vamos —susurró y entonces caminaron fuera de la pista.

Lo siguió confundido hasta el... Baño.

Al llegar, el rubio cerró la puerta con llave, se deshizo de su corbata y lo levantó, para sentarlo en la mesada de los lavamanos.

—¿Qué sucede? —intentó hablar entre los besos.

—Como buen novio, hay que calmar ese inconveniente —sus ojos indicaron rápidamente hacia abajo. —¿No?

—... Estamos en un baño.

—Ajá.

—¡Es la boda de tu primo, Dios! No podemos, sería una falta de resp-

—Sunggie, ¿piensas que Jae y Brian están bailando? ¿Los has visto luego de haber cortado el pastel y cuando se arrojó el ramo?

—Ahora que lo dices... No.

—Jae es un amante del placer y Brian de él, ¿entiendes?

—Algo así... Pero antes de que sigas, sigamos —corrigió. —¿Quién se quedó con el ramo?

—WonPil, supongo que DoWoon deberá comprar un anillo —carcajeó. —¿Me permites seguir o nos vamos a bailar?

—... Sigue.

después de cuánto?????

yo no sé, pero ya los extrañaba. aunque aún quedan dos adicionales y el final alternativo que decidí adaptarlo también, y se termina, ah

nos leemos, los quieroo <3

ah, comenten en los errores, así corrijo :D

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