—¡Jimin, aquí! —exclamó EunJi. El pelirosa se acercó a ella hacia la barra, en donde también estaba Hoseok—. ¿Soju?

El omega asintió y recibió la botella, gustoso.

—¡Eh! Tú eres el omega de mi habitación —señaló Jung—. Bueno, ya no es mi habitación. A partir de ahora se ha convertido en tu reino —sonrió.

Jimin sonrió con él también, viendo como el alfa se aferraba al brazo de su novia. Ambos eran de estilos diferentes, pero formaban una pareja adorable.

—Me pasa lo mismo —ese era Namjoon—. Al principio parecen muy dulces, pero luego sube el nivel de azúcar en la sangre y te hartas.

—Conste que te oigo, tonto —replicó EunJi con media cara tapada debido a los besos que le daba Hoseok.

—Es que son muy melosos —respondió Namjoon, haciendo una mueca.

—Ya. Envidioso porque estás soltero y con falta de amor. —el pequeño grupo que habían formado, rieron.

Hoseok intentó caminar hacia el otro alfa, Namjoon, pero estaba tan pasado de copas que se tropezó, cayendo casi encima de Jimin. Afortunadamente, EunJi y Namjoon lo sujetaron a tiempo.

—¿Qué te parece un vaso de agua, Hoseok? —preguntó Jimin amable. El contrario asintió, sentándose en una de las bancas.

El omega dejó de ver a sus nuevos amigos y se dió la vuelta. Encontrándose con los ojos ensombrecidos de Jungkook que lo miraba directamente.

Pudo percatarse que la chica que hace unos minutos estaba sentada en su regazo ya no estaba, sino parada a su lado. Él le rodeaba los hombros con un brazo mientras ella le hablaba al oído. Fue ahí cuando se dio cuenta que era la misma persona que vio salir del piso la primera vez que vino..

Inmediatamente las reglas que Jeon le había mencionado vinieron a su mente. Mirarlo fijamente mientras se montaba con algún ligue era lo que no tenía que hacer, así que apartó la vista y fue por el vaso de agua que le había ofrecido a Hoseok.

Cuando por fin consiguió lo que quería. Le tendió el vaso a Jung y comenzó a platicar más con EunJi.

—Y tú pelo ¡Wow! —dijo la chica pasando sus dedos por sus mechones rosados—. Me gusta mucho, aún no me he atrevido a teñírmelo así.

—Tampoco pensaba hacerlo, pero cuando quiero un cambio, suelo ser un poco impulsivo por eso acabé pintándome de este color. ¿Tú cómo lo tenías antes?

—Más o menos como… —EunJi buscó con la mirada un ejemplo a su alrededor, hasta que halló a la acompañante de Jungkook—. ¡Cómo Sana! —exclamó.

Mala idea.

~♡~

La chica rápidamente volteó hacia ellos mirando de arriba a abajo.

—Ay no… —murmuró EunJi. Viendo como Sana venía hacia ella.

—He oído que estás hablando de mí —habló con una sonrisa forzada.

Jungkook, que también se había levantado, se plantó junto a ella. Había mucha tensión en el ambiente, Jeon pasó su brazo por la cintura de Sana y le dijo algo al oído que esta ignoró totalmente.

—¿Hay algo que quieras decirme, EunJi?

—No, en serio, es solo que Jimin ha… —empezó a decir ella, buscando con la mirada ayuda al omega.

—Solo me contaba como tenía el cabello antes…

Sana lo miró.

—No estoy hablando contigo, sino con ella —soltó en un tono gélido.

Jimin quedó perplejo ante aquella reacción.

Jungkook negó con la cabeza y volvió a susurrar en la oreja de la chica. 《No montes una escena, Sana》

Sin embargo, no sirvió de nada.

—Déjame, están hablando de mí —siseó ella, apartando la mano de Jeon para dirigirse a EunJi de nuevo—. Al fin y al cabo, no es la primera vez de parte de esta tipa.

A este punto, todos estaban atentos a ellos. Incluso la música se acabó.

—Eso es pasado, Sana —intervino Namjoon.

—Tú cierra la boca —soltó ella.

Jimin apretó los puños a los lados. Irritado por la forma de actuar de beta que se creía la gran cosa.

—Oye…

—Qué no estoy hablando contigo —sentenció.

—Permítete una cosa —empezó Jimin. Sus feromonas comenzaron a ponerse agrias—. Este no es el mejor sitio para discutir. Propongo que prosigamos como si nada hubiera pasado —argumentó tratando de apaciguar la situación.

Sana lo miró molesta y se acercó a él señalándole.

—A mí no me vas a decir qué hacer, ¿entendido?

La chica lo miraba tan demandante e intimidante que Jimin se encogió en su lugar. Jungkook pasó su mano por su rostro y se acercó a Sana.

—Será mejor que te vayas —dijo tomándola de los hombros para alejarlo del omega.

—¿Perdona?

—Lo que escuchaste, estás montando una escena y mi hogar no es un teatro para estupideces.

—¿Me estás tomando el pelo? Esto no debe ser cierto —replicó indignada.

—Vete.

—¿Prefieres ese omega? ¿En serio?

—Sí, lo prefiero a él. Ahora largo de mi casa. No lo volveré a repetir.

Jungkook le hablaba con tanta frialdad, que a Jimin le dio cierta pena por esa chica. EunJi  le dio una última mirada a Jimin casi matándolo con la misma saliendo de la casa con un fuerte portazo.

Hubo unos segundos en silencio.

—Bueno… ¡Qué continúe la fiestaaa!

~♡~