La semana pasada fue muy difícil para Jiwoo.

Aparte de sus problemas personales con su familia y las millones de dificultades que era cursar arquitectura en la universidad de Seúl, el tiempo limitado de la renta de su apartamento había expirado y por lo tanto iba a dormir en la calle.

Claro, si no tuviera una amiga tan desinteresada, generosa, hospitalaria como yo. Una amiga que incluso esperaría a su nueva compañera de departamento para darle la bienvenida como se debe, sí, esa soy yo.

"¡Heejin!"

Jiwoo gritó fuertemente con una voz muy aguda que, si Sooyoung (una amiga que teníamos en común) estuviera en este momento, uno, cerraría los ojos fuertemente y taparía sus oídos con un ceño fruncido y, dos, se quejaría por, seguramente, minuto entero, con gruñidos y rabietas, deteniendo el entusiasmo de Jiwoo.

Pero en ese momento, solo estaba yo, y lo único que hice fue reírme de aquel grito tan agudo que lo consideraba muy adorable, feliz de volverla a verla después de tanto tiempo.

"¡Jiwoo!" Le respondí de igual manera, con ese entusiasmo evidente entre nosotras.

Ella venía hacia mí corriendo claramente a darme un abrazo, yo ya estaba preparada para el impacto, extendiendo mis brazos, en una posición de la cual no me daría desventaja al recibir el cuerpo de Jiwoo por si nos tambaleamos hasta caer al suelo.

Volvió a gritar emocionada (como una niña que corría a por sus regalos debajo del árbol decorado de navidad), y justo cuando estaba por llegar hacia mí, pego un saltito (cosa que estaba preparada para recibir) y aterrizó en mis brazos entre risas. La sostuve cuanto podía mientras ambas reíamos.

La baje del suelo luego de unos segundo, pero ella no detuvo el abrazo.

Recibir el abrazo de Jiwoo es reconfortador y agradable. Me encantaba cuando ella apoyaba su mejilla en la mía, frotándolas suavemente entre sí mientras apretaba mi cuerpo en un abrazo. Siempre es bienvenido. Todo lo que tenga que ver con Jiwoo es bienvenido.

"Mi Heekki~" empezó a frotar sus mejillas contra las mías sonriendo, yo me reí ante el tonto apodo que se le ocurrió hace unos pocos meses y de la nada, solo por combinar mi nombre con 'conejo', lo sé, es un poco absurdo pero ella cree que es adorable, y siempre me llama dulcemente con ese apodo. Así que yo solo reía achicando mis ojos recibiendo el cariño de Jiwoo felizmente.

Luego de un abrazo que duró casi dos minutos nos separamos con una sonrisa, tomé las maletas de la chica que había dejado tiradas en el suelo apenas se encaminó a mi encuentro para abrazarme, para ayudarle un poco con su equipaje. "¿Vamos?" Ella asintió y empezamos a caminar por el vestíbulo del edificio hacia las escaleras.

Cuando abrí la puerta ella se encaminó con pasos rápidos por toda la habitación principal, tan emocionada a pesar de estar en este lugar un millón de veces.

"¡No puedo creer que me quedaré en el departamento de Jeon Heejin!" La chica gritó antes de aterrizar en el pequeño sofá de mi pequeño departamento. "¿Es esto un sueño?... ¡Heejin!", rápidamente se levantó y vino hacia mí, yo apenas terminando de entrar completamente a mi departamento luego de cerrar la puerta, "¡Pellízcame si esto es un sueño!", voltee mis ojos con una sonrisa y pellizque sus regordeta mejillas, ella por supuesto que sintió el pequeño apretón, volvió a hacer un ruido de emoción para luego abrazarme con fuerza por segunda vez dejándome esta vez casi sin aire.

Luego de saltar y correr por todo el lugar como un perrito en su nuevo hogar, la llevé a su nueva habitación de ahora en adelante.

"Es más pequeño que mi habitación...", dije mientras dejaba su maleta en el suelo y otra en la cama, " pero me aseguré de que estés lo más cómoda posible, tienes un pequeño clóset por allá donde puedes dejar tu ropa, por acá tienes un escritorio que, probablemente, es muy pequeño para ti, entonces, si no te molesta puedes hacer tus tareas y demás cosas en el comedor de la cocina. También tienes un..." durante toda mi introducción a su nueva habitación, no había notado que lágrimas empezaron a caer por su rostro, tenía una mirada adorable, estaba a punto de llorar cosa que me asustó. "¿Unnie? ¿Pasa algo?". Me acerque a ella con una mirada confundida, ella negó, aún con ese rostro que decía que estaba a pocas de llorar.

"N-No... es que-...", se interrumpió para limpiar una lágrima que empezó a caer por sus mejillas, fue algo tan adorable que me hizo sonreír. "Estoy muy agradecida... por todo lo que haces por mí y yo-"

"Oye~", me acerqué a ella y la envolví en un abrazo que esperaba la tranquilizará, " no pasa nada, está bien." Mis manos llegaron hacia su lacio cabello y lo acaricié por un rato. "Estoy feliz de que seas mi compañera de departamento, será divertido." Me alejé tratando de ver su rostro, se había tranquilizado, pero seguía teniendo un puchero en sus labios. Le sonreí, esperaba que fuera la sonrisa más sincera de todas, quería expresarle de alguna manera lo importante que ella es para mí y que haría lo que fuera para que ella estuviera bien. Y de alguna manera, o tal vez solo mi cerebro estaba alucinando, sentí que me decía lo mismo cuando ella sonrió en respuesta y volvió a abrazarme.

Fue hermoso, ella lo es y amo estar a su lado, no importa cómo.

"¿Le ayudo a ordenar su nuevo aposento, señorita Kim?" Dije, con una voz un poco más grave de lo normal, inclinándome un poco hacia ella, como si fuera un sirviente.

"¡Oh! Es usted muy encantadora señorita Jeon", ella siguió mis juegos, cambiando su voz a una más sofisticada, sonreír en respuesta. "Sería de enorme ayuda, muchas gracias."

Nos reímos y empezamos a acomodar las cosas de Jiwoo en su habitación en sus respectivos lugares. Recordaba algunas cosas que Jiwoo trajo de su pasada habitación, como sus peluches de pingüinos y sus fotografías en cuadros de ella y su familia. Es una pena que tuviera que dejar el lugar del que estaba muy acostumbrada durante casi 4 años. Pero estoy segura de que pasaremos buenos momentos aquí.

La dejé sola a los minutos porque era hora de hacer la cena. Cuando ella terminó, empezamos a comer mientras veíamos nuestro drama favorito por la TV, todo fluía normalmente, incluso, por un momento, olvidé que Jiwoo se quedaría por en mi departamento por más de un día, eso me hizo pensar en lo acostumbrada que estoy con esta ruidosa y cariñosa chica, y realmente no quería que eso cambiara. Disfrutaba mucho su compañía y sinceramente creo que me sentiría vacía si en algún momento ella dejara de estar a mi lado, es difícil olvidar a Jiwoo, y la verdad es que nunca, ni en mi santo juicio, la apartaría de mí.

Puede que la idea de compartir departamento con Jiwoo será algo muy desastroso o caótico, pero durante la primera semana he conocido a una nueva Jiwoo. Una más tranquila, seguía siendo un poco ruidosa cuando se emocionaba y me veía en las mañanas al despertar tropezando conmigo en un abrazo, pero además de eso, ella estaba muy calmada y sabía que no era algo usual, pero supongo que así era su vida cuando estaba sola en su anterior departamento. Había noches en las que a veces no se presentaba para cenar, noches donde yo la acompañaba a su habitación, llevaba su cena y, a veces, la ayudaba a estudiar. También habían tardes donde ella las tomaba para una siesta, y estoy muy segura de que ella las necesitaba luego de estudiar hasta la madrugada para algún examen importante. Eran días cuando el apartamento estaba en completo silencio.

También quería pensar que, de alguna manera, su vida se animó un poco de la cansada y estudiosa vida cuando llego a mi apartamento. Por ejemplo, Jiwoo en su tiempo libre, me invitaba a "pijamadas" o a karaokes en la sala. Nos divertimos tanto que a veces caíamos exhaustas en el suelo con risas de por medio. Esos días en los que Jiwoo no estaba ocupada eran mis favoritos. Por qué siempre trataba de pasar tiempo conmigo, y sinceramente estoy feliz de que ella viviera a escasos metros de mí. Porque podía pasar más tiempo con ella que antes.

Podía abrazarla en la cama durante las tormentas y dormir juntas, en la habitación. Llorar y comer helado mientras veíamos dramas viejos por internet. Agarrar mi guitarra y hacer un dueto de la nada con nuestras increíbles voces que al combinarse era algo que le daba placer a mis oídos. Era perfecto, era como si esto tuviera que pasar para que algo más que nuestra amistad floreciera.

Pero lamentablemente, toda comodidad tuvo su final.

Era una tarde, en la que me había despedido de la chica que veía quien sabe qué en su teléfono, le avisé que tardaría un poco en un proyecto que debía hacer con Hyunjin, ella solo asintió y siguió con lo suyo. Salí del departamento y caminé varias cuadras hasta que recordé que había olvidado mi cuaderno de apuntes en el escritorio. Me volví hacia nuestro hogar en silencio e iba caminando hacia mi habitación hasta que escuche un quejido. Me había sobresaltado, pensé que algo le sucedió a Jiwoo, así que me encamine hacia su habitación. Cuando estaba a escasos centímetros de la puerta entreabierta, escuche algo más bien como un gemido, estaba segura de que lo era.

Me detuve en seco, seguramente con un sonrojo en mis mejillas.

"Heejin..."

Ella había gemido mi nombre, estaba segura de que había escuchado suspirar mi nombre. Esto era algo de lo que nunca estuve prepara, demonios nunca en mi vida me hubiera imaginado en una situación como esta.

Nunca reuní valor para mirar más allá de la puerta entreabierta, ¿Podría decirse que sería muy entrometida en la vida intimidad de la chica?, así que solo di media vuelta, en silencio busque mi cuaderno y salí del departamento.

Al llegar al hogar de Hyunjin, estaba segura de que mi sonrojo aún se notaba o tal vez mi acciones nerviosas, pero algo en mi la hicieron notar algo extraño, por lo que preguntó: "¿Te sucede algo? te noto, no sé, ¿nerviosa?"

Lo sabía.

"Y-Yo... solo vi algo que no debí ver."

"Cuéntame."

Y si creen que le conté todo lo que había casi visto y sentido, pues estas en lo correcto. Debía lidiar de alguna manera con mis sentimientos y dudas, y realmente no sabía cómo sentirme luego de aquella escena. Estaba segura de que Hyunjin me ayudaría, siempre tiene respuestas para todo, es como mi salvavidas, mi consejera, claro, cuando no está Jiwoo, porque Jiwoo es casi todo para mí.

"Es normal, supongo, cuando te gusta una persona y quieres que te folle".

"Hyunjin." Mi mirada de pocos amigos y mi tono severo detuvieron sus carcajadas a todo volumen.

"¿Por qué tan amargada? Este es tu momento amiga, ya era hora de que te confesaras, por dios." Se quejó.

"Como debería hacerlo. 'Oye, Jiwoo, te vi gemir mi nombre mientras te masturbabas, siento lo mismo por ti, cojamos hasta media noche.'" Dije sarcásticamente, pero Hyunjin no pareció notarlo, solo aplaudió y me señalo diciendo:

"Es exactamente lo que estaba pensando." Extendió su mano hacia arriba queriendo chocar las cinco conmigo, pero yo solo bufé y llevé mis manos hacia mi rostro en un quejido. "Sabes que bromeo, amiga. No estoy diciendo que vayas ahora y le digas lo que sientes. Pero, supongo que es algo que te debe impulsar a decírselo en algún momento, ahora que sabes que ella también está cucú por ti."

Sabía que debía hacerlo, que no debería quedarme con las manos cruzadas y sentimientos encerrados pero era algo difícil, siempre han sido un fracaso las novecientas noventa y nueve veces que he tratado de decírselo, incluso durante estas 3 últimas semanas.

A finales del mes, la atmósfera de mi apartamento era más frívola que otra cosa, solo habían 'hola y adiós' entre nosotras y silencios incómodos durante las cenas. Para decir la verdad, era yo la culpable, yo empecé distanciarme un poco y cada día veía el rostro preocupado de Jiwoo, pero lo único que hacía era seguir ignorándola. Lo sé, es algo estúpido, pero sentía miedo. Por lo que pudiera pasar entre nosotras.

Pero hubo un momento en el que vi convicción en sus ojos cuando detuvo mi caminar hacia mi cuarto (donde iba a encerrarme como lo había hecho los últimos días), agarrando mi brazo, haciéndome girar hacia ella. Quería arreglar las cosas, estaba segura.

"Heejin...", empezó con nerviosismo de por medio al ver mi rostro frio, muy diferente al que siempre le mostraba, el paquete con una sonrisa y cariño en mi mirada, "¿Te he hecho algo? ¿Te he molestado? ¿Estás enojada conmigo?

No.

La respuesta era clara, sin embargo, dejé que su preocupación se prolongara. Porque era una idiota.

"¿Por qué lo dices?"

"Has estado... muy distante..." su mirada cayó al suelo, sus labios empezaron a hacer un puchero y veía un pequeño ardor en sus ojos.

Y dirán, 'es este el momento Heejin, dile lo que piensas', pero no soy esa valiente chica que muchos creen que soy.

"No pasa nada." Le dije mientras apartaba su mano, "he estado muy ocupada con la universidad, eso es todo."

"¿Estas segura?"

Asentí y me fui, dejándola a ella, seguramente, muy insegura con mis respuestas.

Soy una completa estúpida, pensé cuando llegué a mi habitación cerrando la puerta detrás de mí.

Seguía siendo la misma cobarde que nunca podrá lidiar con estos malditos sentimientos que me hacen querer decirlos de una puta vez.

Empecé a hacer mis cosas de la universidad para distraerme un poco, y cuando me volví a ver el reloj, ya era medianoche. Estaba lloviendo afuera y veía rayos caer desde muy lejos, habría una tormenta y Jiwoo seguramente no vendría esta noche.

Con pocos ánimos fui a bañarme y colocarme el pijama, porque sinceramente no me gusta dormir sin una, y con un suspiro caí sobre la cama. Cerré mis ojos pensando en las estupideces que hice en los últimos días, escuchando las gotas de lluvia que caían con mucha fuerza en la tierra, tal vez pensando en la posibilidad de dejar de ignorar a Jiwoo, hasta que escuche la puerta de mi habitación abrirse lentamente, y un cuerpo aterrizar lentamente en mi cama, acomodándose muy cerca de mí.

No abrí los ojos en ningún momento. Jiwoo me abrazo por la cintura, y apoyo su cabeza en mi brazo, podía sentir su respiración muy cerca de mi rostros, estaba a muy escasos centímetros de mí.

"Sé que estás despierta." Susurró. Pero yo no reaccioné. "Necesito decirte algo."

Mi ritmo cardíaco aceleró, estaba segura de qué era lo que quería decirme.

"Estoy enamorada de ti."

Sí, era exactamente eso.

Abrí mis ojos lentamente, vi su rostro, la luz de los truenos me permitieron ver por algunos segundos había dejado caer lágrimas por sus mejillas. Lleve mi mano y con mi pulgar limpie una lágrima, luego acomodé el mechón de su cabello detrás de la oreja y volví a cerrar mis ojos, apoyando mi frente con la suya.

"Jiwoo..." susurré pero ella me interrumpió.

"Por favor, no te alejes de mí, todo es mi culpa, sabía que tú estabas allí ese día y aun así no me detuve porque yo quería-" ella seguía hablando rápidamente pero yo solo pensaba en su confesión, la forma en que sus labios se movían mientras hablaba y como podría besarle en ese preciso momento.

Y eso hice.

Choque mis labios con los suyos en un beso rápido y necesitado. Ella se sorprendió pero no tardó en corresponderme, sus labios bailaron suavemente en los míos por un momento que ojalá fuera eterno.

Nos separamos, ella con una mirada sorprendida y lo único que pude darle era una sonrisa tímida. "Yo-..." me interrumpí, tratando de acomodar mis palabras. "-yo también estoy enamorada de ti, Kim Jiwoo."

Ella dejo salir una risa reconfortante mientras trataba de no llorar, adorablemente.

"Lamento haberte ignorado todo este tiempo, he sido una completa tonta y no merezco que me perdones-".

"Está bien...", me besó, "todo está bien." Y me volvió a besar.

Era reconfortante, pero diferente a cuando me abrazaba o cuando juntaba sus mejillas con las mías, se sentía perfecto. Era algo de lo cual nunca había estado preparada, pero se sentía tan bien. Algo tan nuevo que nunca desearía dejar de hacer.

Entonces el beso empezó a subir de tono, de ser tierno y dulce, a uno acalorado y deseoso, apenas podía seguir los labios de Jiwoo así que deje que ella guiara la situación.
Se subió encima de mí, separando nuestras bocas solo por segundos para conseguir un poco de aire en nuestros pulmones. Mis manos torpes empezaron a vagar por el torso y espalda de la chica.

Este, incluso, podría ser el momento.

"Heejin..." cayó un relámpago, la habitación se iluminó de nuevo y pude ver los ojos profundos y llenos de deseo en la mirada de Jiwoo.
Quería hacerlo aquí y ahora y no pude evitar sentirme nerviosa. Pero quería ser la primera en dar el paso, quería que supiera que también estaba dispuesta a hacerlo.

Con cuidado hice que se sentara en la cama al igual que yo. Entonces lleve mis manos hasta el borde de mi camisa y la levante hacia arriba pero ella me detuvo.

"¿E-Estás segura?" Ella me preguntó, con una mirada preocupada. Asentí.

"Quiero hacerlo... tanto como tú." Dejo salir un puchero ante aquella indirecta y nos reímos por un momento. Cuando iba a volver a levantarme la camisa ella volvió a detenerme.

Ella negó con una pequeña sonrisa y me dejó confundida. "Quiero hacerlo yo."

Solo pude responder un pequeño "oh" cuando volvió a besarme, sosteniendo mi quijada con su mano, el beso volvió a ser lujurioso. Dejé escapar un quejido cuando mordió mi labio inferior para seguir besando todas las partes de mi cuello. Me tensé de inmediato cuando recordé que no era lo suficientemente experta en esto, no sabía que hacer exactamente ahora así que dejé que ella dejara vagos besos por todo cuello y quijada dejando que la excitación empiece a apoderarse de mu cuerpo.

"Relájate, ¿Sí?" Me dijo y pensé en lo bien que me conocía esta chica y quería estar dispuesta a hacer lo que ella me pidiera, así que me tranquilice y deje que ella dominara la situación. Entonces sus manos bajaron hacia mi camisa y comenzó a levantarla. No llevaba ropa interior, por lo tanto ya estaba casi desnuda cuando me quitó la camisa.

"Eres hermosa." Me empujó hacia la almohada y dejé que ella jugara conmigo. Los besos pasaron a la clavícula hacía mis pechos, sentía que sus cálidos labios dejaban marcas en mi gélida piel que ya empezaba a calentarse. Cuando se dirigió sus labios a mis pezones no puede evitar gemir, con un mínimo roce me sentía excitada, y era fabuloso el dolor excitante cuando chupaba un pezón y jugaba con el otro con sus manos. Mi centro empezó a humedecer cuando su entrepierna, oculta en sus pantalones, rozaba hacia la mía. "¿Te gusta?"

Mis labios se apretaron, y no podía negarlo. Se sentía bien.

Ella decidió bajar sus propios pantalones y aquel bulto apretado entre sus piernas salió a la vista. Erecto. Excitada al igual que yo.

"J-Jiwoo", sí, gemí su nombre y ella pareció encantarle cuando sonrió y me dio una mirada lujuriosa. Hizo que su pene rozará en mi centro, la tela del pijama cubriendo mi desastre húmedo. Ella siguió excitándome los pezones y ya no quería perder el tiempo. "Jiwoo..." repetí, " por favor." Alce mis caderas tocando su miembro excitado, escuchando un pequeño gemido de ella.

"Señorita Jeon," volví a alzar mi cadera y por lo tanto escuche otro quejido proveniente de sus labios. "Es... es usted muy impaciente."

Cuando me quito la última ropa que llevaba puesta, ella vio lo realmente excitada que estaba. Ella empezó a excitar mi clítoris con sus dedos, mientras no dejaba de besar mis pechos, con su pene rozando mis piernas. Mis manos firmes en su espalda, arañándola al sentir millones de remolinos en el vientre. Sentía que podía explotar en cualquier momento.

Estaba a punto de llegar a correrme, era un hecho, gemía a cada segundo y Jiwoo cada vez que su pene rozaba conmigo. "Jiwoo..." la llamé y ella detuvo sus dedos en mi clítoris. "Mételo ya." Sonó como una orden, pero en mi voz aún había vergüenza e indecisión.

Pero Jiwoo lo hizo. Sin poder soportarlo más, tomó su pene y comenzó a meterlo suavemente, gemí al sentirlo en mí, la calidez de mis paredes hicieron a Jiwoo gemir igualmente.

"Heejin, te-" se interrumpió con un gemido. "te sientes tan bien." Sus hombros temblaron de excitación casi cayéndose sobre mí.

Termino de introducir su pene en mí suavemente, mis paredes húmedas y palpitantes se contraían sobre su miembro, se sentía cálido y mi corazón empezó a acelerarse cada vez más.

Jiwoo comenzó a moverse lentamente, sin intenciones de lastimarme. Pero el ritmo empezó a tornarse más rápido, su miembro subía y bajaba en mí. La habitación se llenó con nuestros gemidos que sobrepasaba el sonido de la ruidosa lluvia afuera. Mis manos tomaron fuertemente las sábanas y cerré mis ojos.

Sentí un millón de contracciones en mi vientre, mis piernas temblaban y se hizo presente mi orgasmo. Jiwoo dejó salir su pene mientras que yo aún me corría, ella estaba a punto de correrse, solo hizo que llevar su mano de arriba a abajo en su miembro y se corrió. Con un quejido fuerte al igual que yo.

Ella y yo nos quedamos en la cama una al lado de la otra. Con fuertes respiraciones y corazones palpitantes. A los dos minutos de calmarnos, hablé.

"Eso fue..."

"¡¿Te gustó!?" Gritó. Sonreí, diablos, la Jiwoo adorable y entusiasta volvió.

"Sí, Jiwoo, me encantó." Ella suspiró aliviada y con una sonrisa. Entonces llego hacia mí y me abrazo, claramente no la rechacé.

"Tal vez, y solo tal vez si no haya quedado claro, me gustas y estoy enamorada de ti y, y podría hacer cualquier cosa por ti y esta fue una prueba de las innumerables cosas que yo-" la interrumpí con mi risa, hablaba tan rápido esta chica.

"Ya lo sé, Jiwoo. Yo también siento lo mismo."

"¿De verdad?" Lleve mi nariz hacia la suya y la frote suavemente, su sonrisa de goma y ojos achicados me dejaron ver su felicidad.

"De verdad." Sonreí.

Sí, realmente, realmente amo a esta chica. Es perfecta para mí. La quiero mucho y aprenderé a amarla aunque, estoy segura de que ya lo hago.

Pero ahora solo disfrutaré de sus mimos y besos en mi mejilla mientras los truenos caían afuera. El mes se acabaría en pocos días, pero me aseguraré de aprovecharlos potencialmente. Y quien sabe, tal vez la convenza de quedarse conmigo, espero, para siempre.

...

Espero hayan disfrutado este oneshot uwu

Es más bien un regalo para ElPinguino_Gei espero que esto haya alcanzado tus expectativas, y si no perdóname :(
Feliz cumpleaños amiga, te quiero mucho, gracias por todo ❤

Me gustó escribir este fanfic, creo que podría seguir escribiendo fanfics loona. ¿Ustedes que dicen?

En fin, stan Loona.

-MissKim