16. Taehyun
Beomgyu me estaba besando. Besos profundos y apasionados que me hicieron doblar los dedos de los pies. Pero luego presionó dentro de mí otra vez, empujando mis muslos, agarrándome de las caderas y lanzándose hacia adelante, y me olvidé de todo lo demás.
La sensación de que él entrara en mí era diferente a cualquier otra cosa. ¿Y la mirada de concentración en su rostro, como si casi le doliera lo bien que se sentía? Lo entendía perfectamente. Era casi demasiado para soportar.
Todos sus movimientos fueron controlados, cada uno diseñado para brindarme el máximo placer. No quería que esto terminara.
-¿Alguien te ha follado alguna vez así?
-N-No.-Esa fue la verdad. Era tan profundo y tan posesivo, tan vocal, al mando de mi atención y exigente para mi sumisión. Fue como colocar una llave en una caja cerrada.
Ver su gruesa longitud empujarse, separarme, sumergirse en mi interior y luego retirarse, fue casi obsceno. Cuando tocó fondo, hundí mis caderas contra su pelvis, y me perdí en la sensación.
El hermanito de mi mejor amigo follaba increíble.
Ese no era un conocimiento del que me recuperaría alguna vez. ¡Mierda!
-Ahora eres mío. ¿No es así, principe?
-S-Sí, tuyo...
La forma en que me había empujado fuera de mi zona de confort, haciéndose cargo y haciéndole contar cada pensamiento, sentimiento y emoción que corría por mi cerebro mientras me daba placer... era demasiado y, sin embargo, quería más.
-Di mi nombre cuando respondas.
-T-Tuyo, Beomgyu...
Gruñó algo así como alabanzas contra mi cuello y comenzó a empujar más fuerte, más rápido, hasta que ambos estábamos corriendo hacia el clímax. Bastante seguro de que dejaría moretones en mis caderas, empujé más fuerte y más rápido contra él, deseando ver esas marcas en mi piel más tarde. Quería el recordatorio físico de lo que habíamos hecho, aunque solo fuera para asegurarme de que no había soñado con esto. Y entonces estaba llegando, apretándolo a su alrededor, ordeñándolo con un grito.
Beomgyu emitió un gruñido cerca de mi garganta, sus músculos se tensaron bajo mis manos mientras se hundía más profundo que nunca. Sentí cada palpitación dura de su polla mientras latía dentro de mí. Parecía continuar para siempre mientras oleadas de éxtasis se precipitaban a través de mí hasta que el clímax me invadió.
Me besó en el cuello, tomándose su tiempo para retirarse lentamente y luego darse la vuelta para tumbarse a mi lado.
-Joder-Estaba respirando con dificultad, su pecho subía y bajaba rápidamente.
Una sonrisa se desató en mis labios, y una sensación de orgullo me invadió.
En el momento en que terminó, supe que había ganado. ¿Una follada increíble? Comprobado. ¿Pero mis sentimientos por él? Ellos fueron en gran parte sin cambios. Esto no era amor. Gracias a Dios. Esa era la última complicación que necesitaba en mi vida.
Beomgyu tiró de la sábana a nuestro alrededor, y descansé mi cabeza contra su pecho.
-No estás enamorado de mí todavía, ¿o sí?-preguntó con una sonrisa.
-Ni siquiera cerca.-Me apoyé en un codo, mirándolo
-. Aunque tenías razón en dos cosas.
Se encontró con mi mirada con una sonrisa suave.-¿Y en cuales cosas?
-No estabas bromeando sobre tu tamaño o tu resistencia. Pero no, esto no es amor. Esa fue la lujuria carnal.
-Concuerdo contigo. Ahora, ven aquí.
-Pero dijiste una vez... Ese fue el acuerdo.-Algo más que eso podría ser peligroso para mi corazón.
-Todavía no estás enamorado.-Su mano se movió debajo de la sábana, deslizándose por mi cuerpo
- Y todavía estas listo para mí.
-No lo sé...-gemí.
-Eso fue tan jodidamente bueno-dijo, volviéndose hacia mí y besando mi cuello de nuevo-. Quiero más.
-¿Solo bueno?-bromeé.
Deslizó un dedo largo dentro de mí.
-Perdóname. Bueno fue la palabra incorrecta. Increíble. Asombroso.-Retiró su dedo y presionó lentamente otra vez-. Tan cálido y cómodo. Quiero vivir allí.
Beomgyu se quitó el condón usado y se envainó en otro mientras yo yacía allí, con los muslos separados, listo para todo lo que podía darme.
***
Habían pasado dos días desde que nos habiamos acostado, y la vida había cambiado.
Volví a trabajar, y también Beomgyu, y actuamos como si todo fuera normal. No dio ninguna indicación de que su mundo había sido desviado de su eje, así que por supuesto que había hecho lo que tenía que hacer para convencerlo de que éramos geniales. Pero hoy, las cosas de abajo habían tomado un giro drástico, y ya no podía fingir que estaba bien.
Mi parte trasera estaba ardiendo. Estaba hinchado, herido y enrojecido. Sabía exactamente lo que estaba pasando. Dios me estaba castigando por haberme acostado con el hermano de mi mejor amigo.
-¿Hyung?-Beomgyu preguntó, doblando la esquina hacia mi habitación.
Después del trabajo, me desplomé en la cama y no me había movido desde entonces. El pelinegro estaba en mi puerta con su uniforme, azul marino y descolorido. Se veía tan delicioso así; no pensé que alguna vez me cansaría de verlo vestido para el trabajo.
-Hola...-ofrecí débilmente.
Una mirada de preocupación cruzó sus rasgos.-¿Que está pasando?
Respirando profundamente, se intensificaron mis nervios. Esta no era una conversación que quería tener. Nunca. Pero tenía que hacerse.
Solté un profundo suspiro y lo miré a los ojos.-Creo que me pegaste una infección...
Sus cejas se juntaron, y dio varios pasos más cerca.-Eso no es posible. Estoy limpio; lo prometo. Y además, usamos un condón.
Habíamos usado un condón. Ambas veces en esa mañana que habíamos hecho el amor. No, tuvimos sexo. La palabra con A no entraba en esta ecuación.
Beomgyu se acercó más.-¿Cuáles son tus síntomas?
Aunque sabía que su opinión médica me ayudaría, miré hacia otro lado, tartamudeando:-E-Esta es una invasión total de la privacidad.-Recé silenciosamente para que el piso se abriera y me tragara entero.
-Dímelo. Puedo ayudar.
Mi cara estaba en llamas.-Esta rojo allí, y sensible y me duele... Y pica. Creo que tengo sarpullido.
-Déjame ver.
Mi mirada se volvió hacia la suya.-De ninguna manera.
Beomgyu rodó los ojos.-Ya te he visto desnudo, hyung. Tuve toda la cara allí abajo. Si echo un vistazo, puedo determinar si es algo de qué preocuparse. Pero no puedo ayudar a menos que yo te revise.
¡Mierda! De todas las situaciones jodidas en las que me encontraba, no podía imaginar un escenario más embarazoso. Después de sentarme paralizado por unos momentos, asentí y de mala gana me puse de pie para quitarme mis jeans.
Beomgyu fue al baño y oí el agua correr. Se estaba lavando las manos.
Cuando regresó, estaba parado al lado de la cama.
-La ropa interior también-murmuró.
-¿No puedes echar un rápido vistazo debajo de ellos?
Sacudió la cabeza.-Quítatelos, y luego recuéstate boca abajo con las rodillas abiertas.
Mátenme. Ahora.
Mientras obedecía, sus curiosos ojos trazaron mis movimientos. Esto fue simplemente extraño. Me recosté boca abajo, apoyado en almohadas, y cerré los ojos con fuerza.
-Solo relájate-dijo, sentándose en mi cama entre mis piernas separadas. Seguro de que iba a morir de vergüenza, miré al techo sin expresión.-Respira profundamente y abre las rodillas.
Tomando una respiración profunda para estabilizarme, hice lo que me pidió.
-Interesante...-murmuro, usando un dedo para tocar suavemente la zona infectada. Su toque fue tan cuidadoso, tan reverente, hizo que mi corazón se hinchara a pesar de mi vergüenza.
-¿Qué quieres decir, con interesante? ¿Qué demonios pasa?
Él se encontró con mis ojos-¿Cuánto tiempo después del sexo comenzaron los síntomas?
-Lo noté cuando me desperté a la mañana siguiente.
Asintió.-Eso es lo que me imaginé. Es una alergia al látex.
Me senté para poder mirarlo incrédulo.-No soy alérgico al látex.
-Tu cuerpo dice algo distinto. Podemos desarrollar nuevas alergias con el tiempo. Estarás bien... solo debes abstenerte de tener sexo hasta que se cure, probablemente de tres a cinco días, y luego encontrar una alternativa de condón sin látex en el futuro.
-Entendido. Bueno, gracias.-Me levanté y me puse nuevamente mis bóxers. Supuse que tener un compañero de cuarto que también era médico tenía sus ventajas.
-¿Estás seguro de que estás bien? Me siento mal. Básicamente fui la razón por la que te sucedió esto.
Su sentimiento era dulce, y sí, de una manera extraña, su polla cubierta de látex era la culpable, pero no podía culparlo. Todos pasamos un buen momento.
-Estaré bien.-Me moví, haciendo una mueca de incomodidad.
Beomgyu frunció el ceño.-Eso es lo que pensé-Amontonó algunas almohadas detrás de mí.-Recuéstate.
Cuando me resistí, frunciéndome el ceño, él simplemente se rió.
-No eres un muy buen paciente. Solo relájate por un minuto y déjame hacer una llamada telefónica. Todavía no puedo recetar medicamentos, pero apuesto a que cuando llame al Dr. Kim..
-¿Quién?
-El médico tratante con quien trabajé en urología. Estoy seguro de que te escribirá una receta. Te sentirás mejor muy pronto, príncipe.
A su voz profunda y sedosa que no solo prometía hacerme mejor, sino que me llamaba con ese sobrenombre tan entrañable, no pude evitar sonreírle como un tonto enamorado. Me relajé contra las almohadas mientras Beomgyu sacaba su teléfono de su bolsillo y salía al pasillo para hacer su llamada.
Unos minutos más tarde estaba de regreso, luciendo molesto.
-¿Qué dijo él?-le pregunté.
Beomgyu gruñó y se sentó en el borde de mi cama.
-Entonces, ¿qué sucede?-Pregunté nuevamente.
Negó con la cabeza.-El bastardo quería que le tomara una foto y se la enviara por mensaje.
-Ew.
Eso no puede ser ético.
-Le pedí que te tratara sin verte, pero sí, eso es escalofriante. Ético o no, le dije que se fuera a la mierda.-Apretó los labios, todavía enojado.
-Vio la luz bastante rápido.
Su expresión se suavizó para devolverme una sonrisa.-¿Qué quieres hacer esta noche?
Parpadeé, seguro de que no estaba insinuando que lo pasáramos juntos. Había estado tratando con la impresión de que estábamos haciendo lo posible de mantener nuestra distancia cortés, asegurándonos de que, aparte de nuestra aventura de una sola vez, los sentimientos reales no se desarrollaran entre nosotros.
-Estoy pensando en pijamas, comida para llevar y películas. ¿Te unes?
-Solo si prometes llevar pijamas esta vez.-Recordé la noche en que se arrastró a la cama conmigo; solo había dormido en su bóxer. Y luego, por supuesto, lo que siguió cuando nos despertamos fue la razón por la que estaba acostado aquí adolorido y exhausto.
-¿Dónde está la diversión en eso? Tú también estabas en ropa interior.-Él sonrió.
Moví mi dedo hacia él.-No seas lindo y coqueto cuando mi culo está fuera de servicio.
-Tú piensas que soy lindo.
No era una pregunta, y no respondí. Era más que lindo, era malditamente sexy, y lo sabía. En vez de eso, solo resoplé.-Tengo que elegir la comida.
-De acuerdo. Escoge lo que quieras, saldré y te lo consigo. Tomaré tu receta de la farmacia del hospital por el camino.-Me ofreció su mano y yo la tomé, levantándome de la cama para seguirlo a la sala de estar.
Comimos comida tailandesa juntos en el sofá. Descargamos una película de comedia que nos hizo reír a carcajadas.
-Entonces, en serio, ¿debería ofenderme si todavía no estás enamorado de mí? Tal vez perdí mi tacto...-dijo Beomgyu, mirándome con una sonrisa desafiante.
Me reí entre dientes, casi nervioso, y sacudí la cabeza.-Me parece que está pescando cumplidos, Señor Choi
Él se encogió de hombros.-De ningún modo. Solo quiero saber tu opinión profesional, para que el día que encuentre al hombre adecuado y desate todo esto, no haya ninguna desilusión.
Su elección de redacción fue perfecta. Desatar fue correcto. Beomgyu era una fuerza a tener en cuenta. Podía elegir a cualquier hombre que quisiera, pero eso no era lo que estaba preguntando. Obviamente estaba tratando de obtener una respuesta de mí.
-Estoy seguro de que serías un novio de mierda-dije con un bocado de tarta Thai.
-Oye, eso me ofende.
Le di una sonrisa de complicidad.
-Yo sería el tipo de novio que retiene tu cabello mientras me haces una mamada.-Su voz era sincera, pero sus palabras eran groseras.
-Que cariñoso de tu parte.
Alcanzando hacia mí, Beomgyu pellizcó mi cintura, haciéndome cosquillas.
-¡Oye!-Me escabullí más lejos.
-Entonces, ¿realmente no puedes pensar en ninguna cualidad asombrosa que pueda interesarte, además de sexo?-preguntó.
Ya no sabía si estábamos jugando o si realmente quería saber cómo me sentía con él. Como no podía admitirlo todavía, ni siquiera a mí mismo, me mantuve lúdico, rodando los ojos.
-Como si tu hermano te dejara salir con alguien.
-Él no tiene voz en esto. Suponiendo que quisiera una relación...
-No estoy listo para tener esta conversación-dije, mi voz temblaba.
Beomgyu me miró durante varios latidos, y pensé que me iba a presionar para que respondiera. Pero no lo hizo.
Me puse de pie para limpiar nuestros platos y tomar un minuto para simplemente respirar en la privacidad de mi cocina. Cuando volví a la sala de estar, Beomgyu sostenía a Hobak y estaba tomándose fotos con él.
-¿Te acabas de tomar una foto con mi gato?-Yo era un fanático de todas las personas que eran dulces con mi bebe.
-Tal vez. ¿Es eso un problema?-Beomgyu me sonrió, y solo así, nuestro humor lúdico de antes había regresado.
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