Capitulo 27
Descubierto

Lyris jadeó con los ojos abiertos como platos y sus ojos horrorizados mirando la escena delante de ella, había decidido aceptar la propuesta de Law de vivir unos días con él durante las vacaciones, pero volvió a su casa por algunas cosas que necesitaba mientras el hombre estaba afuera, entonces al llegar lo encontró todo silenciosos y pensó que sus tíos ya se habían ido o al menos eso pensó hasta que escuchó ruidos en el sótano de su casa.

Con miedo bajó al sótano, no quería saber si sus tíos se encontraban emborrachándose o haciendo algo y la arrastraran del cabello escaleras abajo y la dejasen encerrada y golpeada en el subsuelo de su casa sin agua ni comida.

Contrario a las imaginaciones que tenía de sus crueles tíos, los encontró amarrados y ensangrentados en una silla mientras Law blandía una nodachi la cual estaba cubierta de sangre. Un chillido escapó de sus labios y miró con horror la escena delante de ella, el cabello que su prima tanto adoraba y adulaba estaba mal cortado y a ras, se notaban ciertos cortes en su cabeza mientras que su vestido estaba hecho harapos, su tía presumida tenía cortes, quemaduras y partes irreconocibles de su cuerpo, su tío estaba con los ojos vacíos mirándola mientras que la sangre corría por cortes de su piel y quemaduras, incluso su rodilla estaba dislocada y rota que salía de su piel mostrando el hueso blanco con ríos de sangre cayendo.

—Mi ángel... —habló Law en shock mientras su espada caía por sus manos ensangrentadas y miraba en shock a la albina que le miraba aterrada.

Law no sabía que hacer, había estado tanto tiempo planeando hacer que la mujer le amase y por un ataque de ira había dejado que ella mirase el terrible demonio que él era, había torturado a quienes la habían hecho tanto daño y si bien lo gozó como no se pueden imaginar, no podía soportar mirara esos ojos horrorizados en su persona.

Law no quería que Lyris lo odiara.

Law no podría soportar que Lyris le odiase.

Law no quería que Lyris le temiese.

Law prefería morir a que Lyris se alejara de él nuevamente y no lo quisiera cerca de ella.

Los tíos de Lyris se sacudieron y rogaron con su mirada a su sobrina que los salvase, tenían las bocas amordazadas e incluso la prima había llorado de alivio mientras rogaba que la soltaran y que pudiera escapar de ese infierno, no creían que el formal y apuesto chico que acompañó a la albina en realidad era un maldito hijo de puta sádico y psicópata que los torturaría por tocar a su ángel.

El cuerpo de Law temblaba desenfrenadamente, ¿Qué haría ahora? Lyris debería estarle temiendo y odiándolo, seguramente ella correría despavorida y él no podría hacer nada para mantenerla cerca de él, sería el fin.

Es el fin.

El fin de todo.

¿Entonces así es como moriría? ¿Se suicidaría porque su amada le temía y odiaba por sus actos tan inhumanos?

Lágrimas caían de su rostro y Law estaba totalmente indefenso, no quería que todo terminase así, ¡Aun no se había confesado a la chica!

Entonces sintió como unos suaves brazos rodeaban su torso y un rostro se ocultaba en su cuello, suaves caricias fueron a parar en su espalda mientras la chica le decía que todo estaría bien, que no llorase y que se tranquilizase. Law no pudo evitarlo más y cayó de rodillas mientras se aferraba a la chica con desesperación, no quería perderla, no quería que ella se alejase de él, él la necesitaba, Law necesitaba a Lyris como el humano necesita respirar o beber agua.