XVIII. Niños
Capítulo 18:
Su ángel
Lyris tomó las manos de Shachi y Penguin entre las suyas con fuerza, brindándoles apoyo por la dura escena que estaban con ellos. Mordiéndose la lengua la chica miró con los ojos oscurecidos a las dos personas frente a ella, sus ojos goteaban veneno y si ese imbécil que seguía parloteando le diera una vista rápida a la mirada de la niña sabría que no fue una buena idea decir tantas sandeces y no seguiría despotricando de su "cuidado" hacia los dos niños.
La chica abrazó a ambos chicos protectoramente, haciendo que ocultaran sus rostros en el cuello de la chica mientras Law gritaba colérico hacia los tíos de Shachi y Penguin que seguían despotricando como estos eran meras herramientas, el chico estuvo apunto de golpear al hombre, pero Volff se adelantó y lo golpeó en el estómago tan fuerte que el hombre perdió el conocimiento.
El sheriff de ese pequeño poblado llegó a la escena y Volff explicó la situación, entregándole evidencia a su amigo policial, haciendo que la policía pudiese revidar la casa de esos criminales y buscar evidencias que los llevaran a la cárcel. Gracias también al testimonio de Shachi y Penguin, las cosas se aceleraron un poco, los cuales no se podían separar de la albina a la cual no le importaba que la moquearan mientras ellos estuviera bien y no se reprimieran a si mismos y sus emociones Law no sintió celos de que ambos chicos estuvieran apegados como garrapata a la chica debido a que estos se encontraban mentalmente inestables, felices, tristes, amargos, aliviados, preocupados y un revoltijo de emociones y pensamientos, él sabía lo difícil que era pasar por ese torbellino de sensaciones y sabía aún más lo necesario que era sentir que alguien te dijese que todo estaría bien y se solucionaría, que ya todo había pasado.
Lyris eres como una brisa de aire fresco, se llevaba todos los malos pensamientos solo con su dulce toque y su melodiosa voz. Seamos sinceros, ella no era la más hermosa, ni tenía una voz que podía rivalizar o incluso superar a los ángeles, no, era solo.... Solo que después de estar tanto tiempos encerrados en la oscuridad, sin saber cuando estirarías la pata y morirías, que de repente llegue alguien a ti como una luz primaveral, suave dulce y comprensiva, haría que tus ojos la viesen como un ser perfecto.
Como un ser santo.
Como todos, Lyris tenía millones de defectos, pero para Law eran virtudes y cosas que la hacían más perfecta y él estaba seguro que para Shachi y Penguin de ahora en adelante sería igual, porque ella fue quien los cuidó preocupándose por ellos incluso si tenía rabia, si sentía enojo e incluso si ella quería lanzarse a esos hombres y golpearlos brutalmente. Lyris se comió sus emociones con patatas por el bien de ellos, preocupándose por sus turbulentas emociones y las calmó pacientemente sin importarle que arrugaran su ropa, la apretaran demasiado fuerte haciéndoles daño o si arruinaran su camisa con mocos o su cabello fuese despeinado.
A sus ojos, ellos fueron más importantes que cualquier cosa, preocupándose por su estabilidad emocional y su salud antes de hacer cualquier cosa.
Lyris no dijo palabras ni actuó precipitadamente, solo se quedó ahí para ver como estaban y consolarlos dulcemente.
Fue como un ángel con paciencia absoluta por ellos, incluso si Shachi y Penguin apreciaran el hecho de Volff al denunciar a sus tíos y meterlos a la cárcel o las palabras de Law defendiéndolo e incluso casi tirándose a los golpes con el hombre mayor, nunca podrían olvidar el suave tacto en sus espaldas y un tarareo dulce para relajar sus hipeos y calmar sus sangrantes corazones.
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