Día 620

El cuarto en el que solía dormir hay mucha humedad, lo que me provocaba resfríos muy seguidos. Estos últimos meses estoy durmiendo con Steve. Ha sido amable conmigo, en ocasiones, se molesta por pequeñas cosas, pero se disculpa.

En el cuarto hay un teléfono con disco; Sin embargo, Steve lo esconde. Oculte la tarjeta que me dio el Doctor esa vez, pero la oportunidad de usar un teléfono no se presenta.

Día 800

He sido un tonto. Pille el teléfono justo cuando Steve llegó de trabajar. Me vio con el en la mano y empezó a golpearme hasta que quede inconsciente.

Volví a ese cuarto diminuto que se encuentra debajo. El hombre sólo me deja comida y se va sin hablarme.

Día 835

Todas las veces que vino a dejarme comida me disculpé, aunque él no me daba respuesta, hasta hoy. Steve me trajo el almuerzo y se sentó en el piso.

—¿Quieres que te perdone?.

—Si. Fue un error, lo pille, no iba a hacer nada —explique. Aunque no fuera cierto, pensaba que si para que parecía más real.

—Me encontré con tu Mamá. Ella va a tener un nuevo hijo, necesita espacio, así que te quedarás conmigo. No vendrá por ti y es mejor que lo aceptes.

Un dolor punzaba mi pecho. Tenía tanta irá y tristeza al mismo tiempo. Me abalance contra Steve golpeando su pecho.

—¡NO ES CIERTO! ¡MIENTES! ¡MENTIROSO!.

Me abofeteo tan fuerte que caí al suelo.

—¿Quieres marcharte con tu Madre para ser infeliz?. No mereces nada de lo que hago por ti.

Me apegue a una esquina mientras tapaba mi mejilla por el ardor.

Día 1265

Hace unos meses cumplí catorce años. No estoy seguro en que mes estoy. Steve me deja encerrado más tiempo que antes. Rara vez puedo subir, y mayormente es para limpiar o cocinar, luego vuelvo a esta pocilga donde las paredes se sienten asfixiantes. Hemos peleado varias veces, pero es que ya no puedo controlar cuando estoy enojado.

Mire algunas de las hojas en blanco que me trajo ayer. Agarre un bolígrafo y escribí con detalle como mi Mamá venía a recogerme para llevarme a casa. Una sonrisa se dibujo en mi rostro, hasta que escuche la puerta abrirse.

Steve baja con una bandeja llena de comida. Está sin camisa dejando su piel al descubierto.

—¿Estás escribiendo?.

—Algo. —Cubri las hojas con las demás que estaban desparramadas.

—Ya veo. Está noche podemos salir, iremos a una piscina. Acaban de inaugurar una y hasta esa hora no habrá mucha gente.

—¡Mm!. —No quería darle importancia a lo que me dice. En el fondo si me alegra, pero no deseo demostrarle mi felicidad.

—Parece que te gusta quedarte aquí abajo.

Agarre la bandeja para traerla a mi lado; sin embargo, Steve me tomo de la muñeca y presionó con algo de fuerza, me estaba haciendo daño, aun así no lo demostré en mi expresión, que seguía siendo apática.

—Si vas a golpearme, hazlo, o dejame comer tranquilo.

—No te pongas difícil, Tony. Ya me estás hartando con tu actitud de niño rebelde.

—Puedes devolverme al lugar de donde me alzaste. Lo que hiciste se llama secuestro. —Mantuve el gesto serio.

—¡Te salve!. Tu Madre era una alcohólica depresiva, y no me hagas hablar de tu Padre. Una persona inservible que hacía daño a otros sin sufrir las consecuencias.

Suavizó su agarre en mi muñeca y paso sus dedos por todo mi brazo hasta llegar a mi mejilla. Todo sentimiento de enojo se desvaneció en mí.

—Mi Mamá cambio para bien. Nos queríamos, ella me quería.

—Ella ya no puede hacerlo, pero yo si. Estás bajo mi cuidado ahora.

Día 1272

En el librero hay información interesante, Steve compra libros seguido, así que siempre tengo varias cosas que leer.

Estoy echado de barriga sobre la alfombra, con un libro en el suelo. La fisiología es llamativa, aunque hay muchos conceptos que me ha costado entender. Gracias a Steve aprendí a leer el diccionario casi todos los días, de esa manera descubrí la palabra "secuestro", no es la única palabra que define a ese hombre.

—¿Qué haces, pequeño? —interroga.

Aparece de repente. Mis ojos se clavaron en él. Llegué a creer que podía leer mis pensamientos.

—Intento entender algunas palabras.

—¿Complicado para ti? —bufo.

—Para nada. —Rode los ojos.

—Tony... ¿Qué quieres que sea de ti?.

El hombre rubio me arrojo esa pregunta de la nada. Me considero un chico que tiene bastante información en el cerebro y en este momento todo fue enviado a la basura.

—No lo sé. —Opte por esa respuesta. Analicé la expresión del hombre, parece que no le afectó.

El timbre sonó. Steve se alarmó y volteo a verme.

—No hagas ruido —advirtio.

Vi como iba a abrir la puerta, me puse de pie sigilosamente, sin hacer ruido. Logré oír la voz de otro hombre en la puerta, se notaba molesto.

Pov Steve

Delante de mí está mi hermano, la última persona que esperaba ver.

—¿Cuánto tiempo? —bromeo con su típica sonrisa.

—Debes tener trabajo. Es el único motivo de estar aquí, ¿Cierto?.

—Vine de visita... A ver a mi hermanito. Tengo varios planes juntos y también vendra Bruce.

—No deseo participar, gracias, y adiós.

—Si piensas que me iré, te equivocas. —Su sonrisa desapareció y adoptó una postura más erguida—. Tenemos que hablar. ¿Me dejas pasar?.

—Este no es un buen momento, vuelve mañana.

—Yo me voy a quedar aquí, no me agradan los hoteles.

—¿Quién te invitó?.

—Esta casa es de los dos.

Las respuestas se me acabaron. Tiene razón y eso es lo que me encabrona más. Me dio una palmada en la cabeza para luego entrar como si nada, es más grande y fuerte que yo, así que no había oportunidad para echarlo.

Cerré la puerta. Respiré profundamente para luego soltar el aire por la boca, con eso logré relajarme un poco. Fui a la sala y ahí estaba Thor, mirando al niño.

—Asi que este niño es mi hijo —pronuncia con sarcasmo.

Volteo a verme pidiendo explicación.

—¿Qué fue lo que te dijo Bruce?. —Cruce los brazos.

—¿De quién es este niño?.

Thor hizo esa maldita pregunta. A nadie le importó cuando estuve en mi peor momento, pero ahora se aparecen para cuestionar todo.

—Es mío.

—¡Oh, shit!. —Dirige su atención al infante—. ¿Cuantos años tienes, niño?.

Tony me mira, mientras balbucea. Parece asustado y Thor lo nota, frunce su entrecejo.

—Ya vete, Thor. El pequeño no está acostumbrado a que un hombre intimidante entre como si nada.

—¡Mmm! Bien. Mañana vendré a eso de las diez. Más te vale ser educado.

Su mirada era agresiva, pero la suavizó cuando se dirigió a Tony.

—Lo siento, niño. Sólo vine a apoyar a mi hermano, pero, ya que estás aquí, entras en los planes que hice, ¿Quieres ir?.

—¡Si quiero! ¡Si quiero! ¡Si quiero!.

Día 1273

Anoche dormí en la cama de Steve, él se quedó en el sofá. Son las siete y media de la mañana. Se va a hacer más tarde si sigo dudando en levantarme o no. Di un brinco para salir de la cama y me acerque a la perilla de la puerta para girarla lentamente, evitando hacer ruido. Voy hacia la sala, descalzo, sin provocar ni un sonido. Me encuentro a Steve sobre el sofá y una botella de vino en la mesita que está a su lado. Está podría ser... Mi oportunidad de salir.

Todo mi cuerpo se tenso al escuchar a Steve toser, se despertó. Si hubiera intentado abrir la puerta probablemente estaría recibiendo una paliza ahora.

—¿Tony? —pregunta adormilado.

—Acabo de despertar —aclare.

—¡Ajá! También yo. Acércate, tenemos que hablar.

Steve me dio espacio y me senté a su lado.

—Thor va a venir hoy, ya lo sabes. ¿Qué le vas a decir?.

—No sé.

—Últimamente parece que no sabes nada. Ojalá así respondas cuando mi hermano te pregunte. No le vas a decir tu nombre ni tu apellido, tu Mamá te dejo conmigo y eso es todo lo que sabes, ¿Queda claro?.

—Si.

—Bien. Iré a bañarme, limpia todo mientras tanto.

Steve esta en la ducha. Mis ganas por ver si la puerta está abierta, son agobiantes. Me apresuré a limpiar todo y con discreción me aproximé a la puerta, trato de abrirla cuando escucho golpes del otro lado, miro de reojo detrás de mí y Steve está parado con una toalla en la cintura.

Me congelé. Del otro lado de la puerta se oye al hermano de Steve llamándolo.

—¡Steve, traje el desayuno!. —Toca la puerta con insistencia.

El hombre se acerca a la entrada sin importarle mi presencia a lado de la puerta, la abre y deja pasar a Thor.

—Hola, pequeño.

Me revuelve el cabello con una sonrisa en el rostro. En las manos trae una caja de donas.

—¿¡Donas!? —dije casi babeando.

—Ponlo en la cocina. En un momento preparamos leche con chocolate para comerlas. —Me entrega la caja.

—¿Puedo comer una? —suplique.

—Esta bien. Yo iré un rato con mi hermano.

Pov Steve

Estoy en mi cuarto buscando una polera de color negra cuando escucho las pisadas de mi hermano entrando sin permiso.

—¿Qué buscas? —le preguntó malhumorado.

—Explica que fue lo que pasó en el tiempo que no te vi.

—Nada.

—¿Has visto a Bucky?.

—No.

—Si no quieres verme aquí seguido es mejor que comiences a hablar.

—Ya sabes que fue lo que ocurrió. Volví a reencontrarme con Bucky en la universidad, nos hicimos pareja, le preste dinero, peleamos, me terminó, le rogué para volver, intente suicidarme, volvimos, me fue infiel, caí en el alcohol, deje la universidad, me botaron de mi empleo, y ahora vivo en la casa que nos dejaron nuestros Padres. ¿Me falta añadir algo más?.

—De hecho si. Aún no me dices nada sobre el niño.

—Una amiga de la Universidad me pidió cuidarlo, pero después no regreso por él.

—¿Por qué le mentiste a Bruce?.

—Porque no quería escuchar su sermón.

—¿Sabes que es ilegal? —señalo preocupado—. La Madre podría ir a la policía y decir que te robaste al niño. ¿No lo pensaste?.

—Estoy aterrado —dije dramático. Todo mi cuerpo tuvo un ligero temblor, en burla a su comentario.

—Te estás tomando esto a la ligera. No estás en condiciones para cuidar a un niño.

—¡Ñiñiñi! Tú me vienes a juzgar, como siempre, y yo debo escucharte de forma obediente. Las cosas han cambiado entre nosotros. Sal de aquí, voy a cambiarme.

Thor giro los ojos soltando una risa. Dio media vuelta y salió sin protestar.

Día 1390

Pov Tony

Thor viene los fines de semana a quedarse con Steve y conmigo, es un hombre cortés. He tratado de comentarle la verdadera situación de mi presencia en esa casa, Sin embargo, Steve es precavido y me amenazó con matarnos a ambos.

No quiero meter la pata y que le haga daño a Thor, ha sido bueno conmigo. Le pedí que venga en mi cumpleaños, él preguntó que quería de regalo, y no supe cómo decirle que quería volver a mi hogar junto a mi Madre.

Día 1474

Thor prometió buscar a mi Mamá; sin embargo, lo hizo mientras estábamos a

lmorzando con la presencia de Steve ahí. La mirada de desaprobación hacia mí me presionó a mentir. Le asegure que estaba feliz con Steve y que no quería separarme de él.

Continuará...