Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

HERMIONE, ERES, ERES... ¡UNA CHICA! Ron, 4º año

Volvía de la última clase del día. No había vuelto a ver a Harry desde que se quedó hablando con Cho, y Hermione se había ido a la biblioteca. Obviamente no me apetecía acompañarla, por lo que iba caminando solo por los abarrotados pasillos, pensando en mis cosas. Casi todo el mundo en el colegio tenía ya pareja para el baile, pero Harry y yo aún no habíamos conseguido a nadie. ¡Era patético! Por supuesto que quería ir con alguna guapa, pero a estas alturas ya ni me importara que fuera del montón... No se me ocurría a quién pedírselo sin hacer el ridículo, puesto que todas me rechazaban porque alguien se me había adelantado. ¿Acaso había menos chicas que chicos en Hogwarts? ¿Algún maldito guaperas se habría quedado con varias para él solo? ¿Me tocaría ir al baile cogido del brazo de Harry? Retiré inmediatamente esa espantosa imagen de mi cabeza, cuando la vi... Allí estaba, con su encantador aire de superioridad, su perfecto mentón bien alto y su reluciente cabellera ondeando como si hubiera viento. Sobresalía entre la cantidad de estudiantes que había en el pasillo. Fleur... Eso sí que era una chica. Era guapa. ¿Qué digo?, ¡una diosa!

Me quedé mirándola embobado sin darme cuenta de que estaba estancado en mitad del pasillo. No me importó cuando un chico pasó corriendo y se chocó conmigo.

-¡Eh, apártate!- me gritó, pero no le presté atención.

Estaba especialmente bonita hoy... Su traje color celeste marcaba su impresionante cuerpo, y sus ojos pestañeaban llamándome... Sí, me llamaba, debía acercarme para verla mejor... Tenía que ser mi pareja para el baile. Sí, tenía que pedírselo, estaba decidido. Me acerqué andando como un sonámbulo, abriéndome paso entre sus amigas, que me miraban con asco.

Llegué a ella. ¡Allí estaba, radiante! Fleur me lanzó una mirada de asombro. A pesar de que estaba nervioso, bueno, sinceramente, acongojado, algo me obligaba a seguir. No podía parar, debía hacerlo.

-¡¡Ven al baile conmigo!!- grité con una voz que ni me pareció la mía, y enseguida supe que la había cagado.

Fleur me miró con desprecio, haciéndome sentir enano a su lado, y a mi alrededor la gente comenzó a reír fuertemente.

¿Cómo se me había ocurrido hacer eso, y más delante de medio colegio? Fleur parecía enfadada y a punto de gritarme, pero antes de que pudiera hacerlo yo ya había salido corriendo, más rojo que mi cabello.

En sólo unos segundos llegué a al retrato de la Señora Gorda, le grité la contraseña y me senté en el sillón más apartado de toda la Sala Común.

-¿Por qué lo hice? ¿Por qué lo hice?- me preguntaba en voz alta-. Imbécil, soy un imbécil.

-Bueno, eso no es ninguna novedad, ¿pero qué te ha pasado?- me preguntó Ginny, que acababa de llegar. Se sentó en el brazo del sillón y me miró expectante.

-¿Qué he hecho?- seguí repitiéndome sin parar.

-¡Vale ya, Ron! ¡Me estás poniendo nerviosa! ¿Se puede saber qué demonios has hecho? No será para tanto...- dijo Ginny algo enfadada.

-¡Le pedí a Fleur Delacour que viniera al baile conmigo!- exclamé.

Silencio. 1, 2, 3...

-¡Ja, ja, ja, ja!- Ginny se desternillaba de risa a mi lado.

La miré con odio y, sorprendentemente, paró enseguida y adoptó una expresión seria.

-Lo siento, hermanito- me dio unas palmaditas en la espalda.

Seguí lamentándome durante un rato mientras Ginny intentaba consolarme, pero no había consuelo para mí. Debía irme. Sí, debía huir del país y esconderme en algún lugar donde nadie pudiera encontrarme nunca, donde Fleur no pudiera verme... No podría volver a mirarla a la cara.

En ese momento llegó Harry y se me acercó preocupado.

-¿Qué pasa, Ron?

Le miré horrorizado, sin poder decir otras cosa que no fuera "¿Por qué lo hice? ¡No puedo entender por qué lo hice!", así que fue Ginny la que le contestó intentando aún contener la risa.

-Eh... simplemente le pidió a Fleur Delacour que fuera al baile con él.

-¿Que tú qué?- gritó Harry, tan alto que hizo que varias cabezas se giraran a contemplarnos.

-¡No puedo entender por qué lo hice!- repetí en un susurro-. ¿A qué he jugado? Había gente, ¡estaba todo lleno!, y me volví loco... ¡Con todo el mundo mirando! Simplemente la alcancé en el pasillo. Estaba rodeada de sus amigas. Y entonces me vino el impulso... ¡y se lo pedí!

Gemí y me tapé la cara con las manos. Ahora que lo había contado me di más cuenta aún de que estaba loco, pero loco de atar.

-Me miró como si yo fuera un bicho raro. Estaba muy enfadada. Y luego... no sé... recuperé el sentido y eché a correr- murmuré entre los dedos.

-Es en parte una veela- explicó Harry, pero eso no me animó-. Tenías razón: su abuela era veela. No es culpa tuya. Estoy seguro de que llegaste cuando estaba desplegando todos sus encantos para atraer a Diggory, y te hicieron efecto a ti. Pero ella pierde el tiempo. Diggory va con Cho Chang- levanté la mirada, interrogante-. Le acabo de pedir que sea mi pareja- aclaró mi amigo-, y me lo ha dicho.

En ese momento, sin saber por qué, Ginny dejó de sonreír. ¿No será que a mi hermana...? No, qué tontería...

-Esto es una estupidez- exclamé-. Somos los únicos que quedamos sin pareja. Bueno, además de Neville- recordé alegremente-. ¿A que no adivinas a quién se lo pidió él? ¡A Hermione!

-¿Quééé?- se sorprendió Harry.

-¡Lo que oyes!- comencé a reírme-. ¡Me lo contó después de Pociones! Dijo que ella siempre ha sido muy buena con él, que siempre lo ha ayudado con el trabajo y todo eso... Pero ella le contestó que ya tenía pareja. ¡Ja! ¡Como si eso fuera posible! Lo que pasa es que no quería ir con Neville... Porque, claro, ¿quién sería capaz de ir con él?

-¡No digas eso!- soltó Ginny de repente, extrañamente dolida-. No te rías...

¡No, qué va! Habíamos empezado y no podíamos parar. En ese momento Hermione entró en la Sala Común y se acercó a nosotros.

-¿Por qué no habéis ido a cenar?- nos preguntó.

-Porque... ¡Ah, dejad de reíros! Porque les han dado calabazas a los dos- explicó Ginny.

Eso me hizo volver a la realidad y me paralizó la risa.

-Muchas gracias, Ginny- murmuré amargado de nuevo.

-¿Están pilladas todas las guapas, Ron?- me reprochó Hermione con altivez-. ¿Qué, empieza a parecerte bonita Eloise Midgen? Bueno, no os preocupéis...

Hermione siguió hablando, pero yo no le prestaba atención. Acaba de ver... Acaba de descubrir algo nuevo en ella. Me había dado cuenta de algo que hasta entonces se me había pasado por alto. Era algo totalmente nuevo para mí, pero tenía sentido...

-Hermione, Neville tiene razón: tú eres una chica...- dije sorprendido.

Ella pareció molesta y me espetó fríamente:

-¡Qué observador!

¡Todo era muy fácil ahora! Mis problemas se habían solucionado.

-¡Bueno, entonces puedes ir con uno de nosotros!

-No, lo siento- contestó.

Qué cabezota era, por las barbas de Merlín. ¿Qué le costaba?

Sí, tal vez eso era caer un poco bajo, no era lo que yo quería, pero mejor eso que nada, ¿no?
-¡Oh, vamos!- exclamé-. Necesitamos una pareja: vamos a hacer el ridículo si no llevamos a nadie. Todo el mundo tiene ya pareja...

-No puedo ir con vosotros- me interrumpió ruborizándose-, porque ya tengo pareja.

¿Qué? Eso no me lo esperaba. ¿Pero qué tonterías estaba diciendo Hermione?

-¡Vamos, no te quedes con nosotros!- le espeté-. ¡Le dijiste eso a Neville para librarte de él!

Obvio, ¿no?

-¿Ah, sí?- replicó con una mirada asesina en sus ojos-. ¡Que tú hayas tardado tres años en notarlo, Ron, no quiere decir que nadie se haya dado cuenta de que soy una chica!

La miré. No era tonto: físicamente sí que sabía que era una chica, pero a ver, es mi amiga, nunca la había visto como una chica, chica... de quedar, ¿sabes? Pero bueno, al fin y al cabo, y en un intento desesperado por no ir solo al baile, podía pasar la vista gorda. Sonreí.

-Vale, vale, ya sabemos que eres una chica. ¿Y ahora quieres venir?- insistí.

-¡Ya os lo he dicho!- gritó hecha una furia-. ¡Tengo pareja!

Y se fue como un rayo hacia los dormitorios de las chicas.

No, no podía... Eso no podía ser verdad...

-Es mentira- afirmé.

-No, no lo es- me susurró Ginny.

Tenía que ser una broma. Hermione no podía tener ya pareja... ¿Qué por qué? ¡Porque era así!

-Entonces, ¿con quién va?- pregunté, enfadado sin ningún sentido.

-Yo no os lo voy a decir. Eso es cosa de ella- contestó mi hermana.

-Bueno...-balbuceé desconcertado. Haría un último intento. Hermione simplemente estaba enfadada. Yo podía ir con ella y mi hermana con Harry, así de fácil. Lo propuse, pero Ginny me cortó.

-No puedo. Soy la pareja de... de Neville- dijo avergonzada. Abrí muchísimo los ojos-. Me lo pidió después de que Hermione le dijera que no, y yo pensé... bueno... si no es con él no voy a poder ir, porque aún no estoy en cuarto... Creo que voy a bajar a cenar- concluyó, y se escabulló rápidamente.

Yo me había quedado helado. Miré a Harry.

-¿Qué mosca les ha picado?- le pregunté.

Pero en ese instante Harry se levantó y se fue a hablar con Parvati y Lavender, dejándome solo. Todo era confuso: no había manera de comprender a las chicas. Neville iba con mi hermana y Hermione... ¡Hermione tenía pareja! Sentí una punzada en el estómago, pero la ignoré. Sería el hambre. Intenté imaginarme quién podría ser la pareja de Hermione, pero no se me ocurría nadie. No era capaz de imaginármela con algún chico; era... no sé, raro. ¿Tal vez con Seamus, Dean...? Otra punzada. ¿Justin...? Otra. Entonces me aterré... ¿Y si... y si Hermione había conocido a algún chico? Alguno guapo y mayor... Otra punzada, esta vez más fuerte. No aguantaba más, así que decidí subir a mi dormitorio. Me tumbé en la cama y cerré los ojos, procurando no pensar en Hermione.

De repente la puerta se abrió y Harry entró.

-Nos he conseguido citas para el baile- dijo alegremente-. Yo iré con Parvati Patil, y tú seguramente con Padma, su hermana gemela. Lavender ya estaba pillada, irá con Seamus.

Por alguna extraña razón, el saber que ya tenía pareja no me alegraba en absoluto. Así que Seamus no era... Me di la vuelta en la cama.

-¿Qué te ocurre ahora?- preguntó Harry, extrañado.

-Nada- murmuré.

Sí, estaba casi seguro. Hermione iba a ir con alguien a quien yo no conocía. No sé por qué, pero esa idea no me gustó nada en absoluto. Intenté imaginar: Hermione en el baile con un chico rubio, alto... No. Con uno moreno, guapo... Tampoco... ¿Y con uno pelirrojo? Sí, eso quedaría bien... Sonreí. ¡No! ¿Pero qué estaba pensando? ¡Fuera, fuera esa idea!

Necesitaba dormir, hoy había sido un día muy largo y confuso.

-Buenas noches- dije.

-¿Buenas...? Pero Ron, si tan solo son las ocho, y mañana no hay que madru...

-¡He dicho buenas noches!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro