Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

DESÉAME SUERTE MÁS A MENUDO Ron, 6º año

Llevaba meses aguantando las burlas e insultos de los de Slytherin cada vez que pasaban por mi lado. Yo no era como Harry: cuando a él lo intimidaban en los pasillos para intentar ponerlo nervioso por el próximo partido de Gryffindor, él se reía y pasaba de largo. Por el contrario, yo me ponía nervioso y comenzaba a sudar y a temblar. Y lo peor era que, al final, el día había llegado...

Me desperté sintiéndome mareado por los nervios de mi primer partido de quidditch como guardián. En serio, ¿por qué cometí la estupidez de presentarme a las pruebas? ¿Por qué había tenido que meterme en ese lío?

Me senté al borde de mi cama y me abracé las rodillas mientras miraba a la nada arrepintiéndome por momentos de haber entrado en el equipo. Y pensar que ese había sido mi sueño desde pequeño...

De repente alguien me golpeó ligeramente en el hombro por detrás haciéndome pegar un bote.

-¡Harry!- exclamé.

-¿Te he asustado?- me preguntó mi amigo entre risas, pero al ver mi pálida cara paró-. ¿Estás bien?

Hice un gesto con la cabeza que realmente no significaba nada concreto, pero mi amigo lo entendió y me dio una palmada en la espalda, supongo que intentando animarme.

-Lo que necesitas es un buen desayuno- me dijo alegremente-. Cámbiate y nos vamos.

Asentí con la cabeza porque no podía emitir ningún sonido. Harry me esperó sentado en su cama silbando una cancioncilla mientras yo me ponía la primera ropa que pillé. Quisiera ser como Harry... Me encantaría poder estar tan tranquilo y relajado, silbando una canción como él en vez de temblando como un flan.

Cuando acabé de vestirme Harry y yo bajamos al Gran Comedor en silencio. El comedor estaba a rebosar de gente y me aterroricé: todas aquellas personas estarían en el estadio para ver cómo hacía el ridículo... Mientras andaba buscando un hueco en la larga mesa de Gryffindor procuraba no mirar a la marea de color verde y plateado que había a mi izquierda, aunque alcancé a escuchar algunos estribillos de "A Weasley vamos a coronar"... Por otro lado, los alumnos de mi casa nos vitoreaban al pasar... Bueno, a mí no, a Harry, obviamente. Los defraudaría, estaba seguro de que defraudaría a los de mi casa...

Cuando encontré un hueco me dejé caer en el banco pensando que ese sería mi último desayuno antes de que los miembros de mi equipo me mataran tras perder el partido. Harry se sentó a mi lado tras chocarles la mano a varias personas.

-Debo de estar loco para hacer lo que voy a hacer- murmuré con voz ronca-. Loco de atar.

-No seas tonto- repuso Harry con firmeza mientras llenaba mi cuenco con cereales-. Jugarás muy bien. Es lógico que estés nervioso.

¿Nervioso? Yo no estaba nervioso, ¡estaba acojonado!

-Lo haré fatal- lo contradije-. Soy malísimo. No acierto ni una. ¿Cómo se me ocurriría meterme en semejante lío?

Y ya no solo eso... Me había creído guay por presentarme a las pruebas de guardián, y con intentarlo me hubiera bastado, pero ¿por qué tuvieron que escogerme? ¡Si soy pésimo!

-Contrólate- me ordenó Harry muy seriamente-. Piensa en la parada que hiciste con el pie el otro día. Hasta Fred y George comentaron que había sido espectacular.

Entones noté un golpe en el estómago y giré mi atormentado rostro hacia Harry. Aquello no había sido como él se imaginaba...

-Eso fue un accidente- susurré afligido-. No lo hice a propósito. Resbalé de la escoba cuando nadie miraba, y en el momento en que intentaba volver a montarme en ella le di una patada a la quaffle sin querer- expliqué.

-Bueno- dijo Harry rápidamente. Seguramente en aquel momento deseaba echarme del equipo-, unos cuantos accidentes más como ese y tendremos el partido ganado, ¿no?

Su optimismo contrastaba con mi pesimismo haciendo que me abrumase. Sólo él podía ver las cosas buenas donde no las había.

En ese momento llegaron Hermione y mi hermana y se sentaron en frente de nosotros. Ambas iban con bufandas, guantes y escarapelas de color rojo y dorado.

Normalmente empezar el día viendo la cara de Hermione me alegraba y me daba ánimos para un nuevo día de clase, pero en aquel momento no tenía ganas ni de mirarla. Me quedé contemplando en el cuenco lleno de leche y cereales que tenía delante pensado que no estaría mal ahogarse ahí dentro... A parte de quitarme un peso de encima, la leche con cereales estaba muy rica, lo que haría de mi muerte una cosa más dulce....

-¿Cómo te encuentras?- oí que me preguntaba la lejana voz de Ginny, pero fue Harry quien contestó.

-Está un poco nervioso.

-Eso es buena señal- dijo Hermione-. Creo que en los exámenes nunca obtienes tan buenos resultados si no estás un poco nervioso.

Hermione y sus comentarios inteligentes que yo no entendía... En fin.

-¡Hola!- saludó entonces una vocecilla tenue y soñadora detrás de nosotros, y giré la cabeza con desgana. ¿Qué querría ahora Lunática Lovegood?

Pero entonces me llevé una sorpresa al ver que sobre su cabeza había un enorme gorro con la forma de la cabeza del león de Gryffindor. Vi que mucha gente la señalaba y se reía de ella, y no era para menos porque era rarísima, pero por un momento sentí lástima por ella. Sin embargo, a Luna no parecía importarle nada y sonreía ampliamente.

-Yo estoy con Gryffindor- declaró señalando su gorro a pesar de que no hacía ninguna falta-. Mirad lo que hace...- levantó una mano y le dio unos golpecitos con la varita. El gorro abrió la boca y soltó un rugido extraordinariamente realista que me hizo dar un brinco-. ¿Verdad que es genial?- preguntó contenta, pero la única que hizo contestó fue Ginny, que asintió sonriente. El resto estábamos en estado de shock-. Quería que tuviera en la boca una serpiente que representara a Slytherin, pero no hubo tiempo. En fin... ¡Buena suerte, Ronald!- me deseó antes de marcharse como si tuviera toda la confianza del mundo conmigo.

Tras esa extraña interrupción todos nos quedamos en silencio intercambiando miradas de desconcierto, pero al momento llegó Angelina seguida de Katie y Alicia, lo que me hizo asustarme aún más.

-Cuando terminéis de desayunar podéis ir directamente al terreno de juego. Comprobaremos las condiciones del campo y nos cambiaremos- indicó con su imponente voz que no daba pie a que no obedeciéramos sus órdenes.

-Iremos enseguida- aseguró Harry-. Es que Ron todavía tiene que comer un poco.

Levanté la cabeza y miré disimuladamente a la capitana, que me observaba con desaprobación.

-Vale...- dijo al final-. Pero no tardéis.

Sin embargo, pasaron diez minutos y apenas probé mi plato a pesar de que mis amigos no paraban de insistirme que no debía bajar al campo con el estómago vacío. Finalmente Harry se resignó, se levantó y comenzó a andar hacia la puerta del Gran Comedor. Hermione se levantó corriendo y lo agarró por el brazo para decirle algo, pero por una vez no me importaba el qué le estaría susurrando al oído. Arrastrando los pies, me levanté penosamente y me acerqué a Harry y Hermione andando como un sonámbulo. Al ver que me acercaba, Hermione negó con la cabeza y me señaló disimuladamente, y Harry pareció comprender algo y se apartó un poco.

Entonces Hermione se acercó a mí alegremente.

-¡Buena suerte, Ron!- me deseó poniéndose de puntillas, y de repente noté unos cálidos y suaves labios posarse sobre mi mejilla.

Un calor comenzó a inundarme toda la cara, pero seguí andando con aire perdido.

-Y a ti también, Harry...- agregó Hermione.

Mi amigo levantó el pulgar y ambos salimos del comedor, pero de repente me percaté de una cosa: Hermione me... me... ¡Hermione me había besado! Estaba tan mal que había pasado ese detalle por alto, pero entonces me acordé y mi cara adoptó un rojo intenso. Aún no muy seguro de lo que acababa de pasar, me toqué mi mejilla algo aturdido esperando encontrar algún indicio de que no había sido mi imaginación, de que aquel beso era real. Entonces Harry me miró y asintió, contestando así a mi pregunta. Noté como sin querer se formaba en mi cara una sonrisa estúpida y mi amigo se echó a reír a carcajadas.

Y a pesar de que aquel beso podría haberme animado y haber hecho que el partido fuera un GRAN partido, al final Malfoy y la maldita canción de los de Slytherin lo arruinó todo y perdimos... por mi culpa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro