Capítulo 1
Para sorpresa de nadie, el diario El Profeta escribía una retrospectiva especial todos los años en el aniversario de la Batalla de Hogwarts y la derrota de Voldemort. Harry, Ron y Hermione siempre veían sus nombres de nuevo siendo alabados como héroes, y durante unas cuantas semanas recibían un incremento de atención tanto de la prensa como de los fans siempre que salían en público. Era un poco molesto, pero usualmente se calmaba bastante rápido.
Pero el 2 de mayo de 2018 era vigésimo aniversario. Un solo artículo no parecía ser suficiente.
El Profeta publicó una edición especial completa dedicada a la batalla, a la Segunda Guerra Mágica, sus héroes, y muy especialmente al Trío de Oro.
Harry, por supuesto, era quien recibía la mayor cantidad de tinta. Toda la historia de su vida, sus logros durante la guerra, su carrera con los Aurores. Incluso se agregó una breve historia de la familia Potter.
Hermione, con su alta posición en el Ministerio, también fue considerada digna de noticias. Un artículo detallaba su trabajo para promover los derechos de los elfos domésticos, otra legislación que había supervisado, sus TIMOs y EXTASIS en el colegio, y su rol como el "cerebro" del trío.
Ron fue considerado de poco o nada de interés. "El tercer miembro del trío, Ron Weasley, actualmente maneja Sortilegios Weasley con su hermano George. La familia Weasley es una de los Sagrados 28."
Neville y la Sra. Weasley recibieron menciones igualmente breves.
Ron miró el periódico, sintiendo que todas las inseguridades de su niñez volvían a salir a la superficie.
Si era honesto, él estaba feliz con su vida. Estaba orgulloso de Hermione y de sus logros, y de ser su marido. Disfrutaba mucho de trabajar en la tienda con George. Los planes de negocios a largo plazo se parecían tanto a las estrategias en el ajedrez que Ron era realmente bueno en ellos; sabía que había contribuido mucho al éxito de Sortilegios. No debería sentirse culpable o "menos" por ser un hombre de negocios acaudalado y exitoso en lugar de un Auror o político.
Pero en ese momento, lo sentía.
Ver todo en blanco y negro en un periódico de edición especial realmente le hacía ver que él era el eslabón débil de los tres. El que no importaba. El que siempre fue más inútil. Aquel a quien nadie veía ni le importaba. Sólo era el fracasado que trabajaba en una tienda.
Si tan solo El Profeta hubiese tenido al menos la decencia de preguntarle cómo analizaba las condiciones de mercado, los intereses de los clientes y los reportes de ventas para tomar decisiones con nuevos productos. Si tan solo le preguntaran por qué algunos artículos se vendían en la tienda mientras que otros sólo se podían comprar en catálogo vía lechuza. Si tan solo hubiesen mostrado algún interés en absoluto, podría haberles mostrado su conocimiento e inteligencia.
Pero nadie se molestó. ¿Por qué iban a hacerlo?
Incluso así, Ron probablemente no habría hecho más que dejarse caer en una depresión por el enojo durante unos pocos días antes de volver a ser el de siempre, si no fuera por lo que sucedió al día siguiente. El día 3 de mayo, El Profeta sí le dedicó un artículo completo a Ron.
Por desgracia, dicho artículo fue redactado por nada más y nada menos que Rita Skeeter.
Ron Weasley: ¿Héroe o cero a la izquierda?
El Profeta optó por no incluir este fragmento en particular en el artículo conmemorativo de ayer, sintiendo que sería "de mal gusto" faltarle el respeto a un veterano de guerra en el aniversario de la batalla histórica. Sin embargo, tengo la sensación de que hace mucho tiempo que la comunicad mágica debería considerar si Ron Weasley merece recibir algún respeto como héroe de la guerra en absoluto. ¿Qué hizo él exactamente en la guerra que amerita tales alabanzas?
"Es un miembro del Trío de Oro," dicen ustedes. ¿Y qué? ¿Realmente lo necesitaban? ¿Realmente contribuyó a algo de valor que Harry Potter o Hermione Granger (ahora Granger-Weasley) no podrían haber logrado igual de fácil (quizás incluso más) sin él? Yo digo que no. Potter es bien conocido por haber sido la "fuerza" de los tres, el que lideró las batallas, el que peleó contra el Señor Tenebroso directamente. Granger, considerada por muchos la "bruja más inteligente de su generación", es el cerebro del grupo, proveyéndoles del conocimiento que necesitaban para tener éxito en sus hazañas. Pero en serio, ¿qué es lo que hace Weasley? Quedó incapacitado muy pronto en la Batalla del Departamento de Misterios para haber sido de alguna utilidad. Acompañó a Potter y Granger durante parte de su misión secreta en el preludio a la batalla final, pero ni siquiera estuvo presente en su totalidad. Y es cierto que luchó en la Batalla de Hogwarts, pero también lo hicieron muchos, muchos otros, cuyas historias encontrarán en los artículos especiales de ayer.
Estos otros no son parte del Trío de Oro. No están en el mismo nivel de estima que Potter, Granger y Weasley, incluso aunque varios de ellos podrían haber tenido el mismo impacto que Weasley. Weasley merece reconocimiento por su valentía, sin duda, pero no más que Neville Longbottom, Luna Lovegood, Minerva McGonagall, o incluso otros miembros de la familia Weasley.
No hizo méritos como para ser considerado esencial a los esfuerzos de la guerra. No lo fue. Me atrevo a decir que si Potter no se hubiese hecho amigo de Granger en su primer año, todo habría estado perdido. Si Potter no se hubiese hecho amigo de Weasley... bueno, no es que cambie mucho, ¿verdad? Quién-ustedes-saben aún habría sido derrotado. Seguiríamos viviendo en tiempos de paz y prosperidad ahora. Incluso la carrera de Weasley seguiría siendo la misma, administrar una tienda de artículos de broma con su hermano.
Vale la pena notar que Potter y Granger-Weasley iniciaron carreras muy exitosas luego de que la guerra terminó. Potter ha ascendido rápidamente en las filas de los Aurores y ahora es el jefe del departamento. Granger-Weasley comenzó su carrera en el Departamento de Control y Regulación de Criaturas Mágicas. Luego ascendió al Departamento de la Ley Mágica. Ha redactado muchas legislaciones personalmente y supervisado cambios históricos a las leyes mágicas. Ahora ostenta el cargo de Ministra de Magia, el puesto más alto en el Ministerio.
Después de la guerra, Weasley, igual que Potter, se unió a los Aurores. A diferencia de Potter, la carrera de Weasley con ellos fue muy breve. Aparentemente el departamento vio que la reputación de Weasley había sido enormemente exagerada debido a su asociación con Potter, y que no era realmente tan habilidoso por su propia cuenta. Weasley ha pasado algo de tiempo como una especie de amo de casa, y ahora trabaja para uno de sus hermanos, George Weasley de Sortilegios Weasley.
Un final decepcionante para un miembro del ilustre Trío de Oro. Quizás deberíamos empezar a llamarlos el Dueto de Oro. Porque Weasley parece ser pura pirita.
El diario El Profeta recibió un torrente de respuestas al artículo de Skeeter.
Algunos estaban de acuerdo. "Siempre supe que Weasley era un estúpido y un inútil". "Ron Weasley tiene un mal temperamento, es mezquino y egoísta. Siempre se sintió celoso de Harry Potter, quería atención y se avergonzaba de la pobreza de su familia. Nunca me cayó bien". "Es un idiota. Harry y Hermione habrían estado mucho mejor sin él. Se vieron obligados a crecer demasiado rápido, peor lo hicieron y se convirtieron en héroes. Ron era un niño malcriado, temperamental e inmaduro que nunca creció y no contribuyó nada de valor". "Ron Weasley nunca hizo nada de utilidad más allá de ganar un juego de ajedrez a los doce años."
Otras respuestas parecían furiosas y ofendidas. "¡¿Cómo se atreven a darle a Rita Skeeter el espacio para escribir semejante basura?! Ron Weasley es valiente, honorable y leal. ¡No se merece que lo traten así!" "Cualquier grupo es más fuerte que la suma de sus partes. Sólo porque Skeeter (que ni se molestó en hablar con el Trío de Oro, por cierto) no es capaz de listar las contribuciones individuales que hizo Ron, no significa que ellos serían más fuertes o habrían tenido más éxito sin él."
Ron miró los periódicos que tenía en frente. Luego de cuatro días, finalmente logró echarle mano al número donde se publicó el artículo original de Skeeter (que de alguna manera seguía desapareciendo de su casa cada vez que llegaba uno, y George le juró que no había sido culpa suya que este número en particular no hubiese llegado a Sortilegios). Ahora Ron estaba leyendo las secuelas. Durante varios días, las cartas inundaban el periódico, y El Profeta las imprimía todas. Ron hizo algunos cálculos rápidos, y estimó que sólo el 35% de las cartas lo defendían.
Lo que significaba que un 65% de la comunidad mágica lo veía como un lastre inútil. Fantástico, simplemente fantástico.
Ni se molestó en escribir una carta propia. ¿De qué serviría de todos modos?
Aunque le habría gustado que Harry o Hermione lo hicieran. O George. O Ginny. O... cualquiera de su familia.
Pero Ron sabía que la respuesta de Harry a este tipo de cosas siempre era ignorarlo hasta que terminara de morir por su cuenta. "La gente que realmente importa sabe la verdad. El resto no lo creería de todos modos."
Hermione sí le soltó varias peroratas de furia justificada en casa. Y su madre también hizo lo mismo durante la cena familiar en La Madriguera la semana siguiente. Ron lo apreciaba mucho, pero no era como que su familia podía decir que él era un inútil y un estúpido.
Más o menos una semana después del artículo de Skeeter, Ron notó algo muy extraño.
Estaba viendo anuncios publicitarios para El Quisquilloso. Sin importar a dónde fuera en el mundo mágico, estaban allí. Parecía ser una edición especial o algo así.
Ya era un poco tarde para hacer una edición de aniversario. El Quisquilloso se vería muy tonto, si lo hicieran a esas alturas después de la fecha. Ya todos los eventos conmemorativos habían terminado.
Pero entonces Ron le echó una mirada más de cerca al anuncio. "¡Entrevista exclusiva con Harry Potter! ¡El héroe del Mundo Mágico habla con El Quisquilloso! Un vistazo en profundidad, ¡no se lo pierdan!"
– "Oh, Harry, no lo hiciste." – pensó Ron con afecto.
Ron conocía bien a su mejor amigo, y Harry odiaba las entrevistas. Siempre las evitaba cuando fuera posible, y cuando no podía salvarse de ellas, siempre mantenía los labios apretados y era lo menos cooperativo posible, diciendo sólo lo poco esencial.
Así que, para que Harry se ofreciera voluntariamente a sentarse para dar una entrevista "en profundidad" sólo podía significar una cosa... que no se estaba molestando en escribir ninguna carta. Y también, igual como lo hizo años atrás, estaba pasándose por el arco a El Profeta por completo.
Por todo lo que esperaba que Harry escribiera una carta rápida en su defensa, Ron se puso al rojo vivo ante el pensamiento de que Harry se sentaría para dar una entrevista larga, una de la cual odiaría cada minuto en cualquier otra circunstancia.
Esto ya parecía irse un poco de mano.
– Voy a salir un rato. – le avisó Ron a George. Tenía que ir a buscar a Harry, decirle que no había necesidad de hacer esto. Quizás no fuera demasiado tarde.
Se apareció en el Ministerio e ingresó por la entrada de los visitantes. Visitaba a Hermione, Harry y a su papá con bastante frecuencia, por lo que nadie le prestaba mucha atención.
Encontró a Harry en su escritorio, haciendo papeleo. – ¡Ron! Qué bueno verte, colega. Llegas justo a tiempo. Odio el papeleo, vamos a almorzar ahora mismo.
– Claro, me encantaría, pero primero... Harry, no tienes que hacerlo.
– ¿Ir a almorzar? Sí, lo sé, pero quiero hacerlo. Me muero de hambre.
Ron rodó sus ojos. – Vamos, compañero, tú bien sabes que no me refiero a eso. No tienes que hacer ese artículo para El Quisquilloso. Sé que odias las entrevistas.
Harry se puso serio. – Sí, las odio. Pero ésta voy a hacerla. Está programada para mañana, y el artículo saldrá en dos semanas. Mi intención es que se venda más que el anterior, y especialmente más que ese pedazo de difamación que te hizo Skeeter en El Profeta.
– No es necesario. – insistió Ron. – No importa...
– Claro que importa. No me vas a convencer de lo contrario, Ron. Voy a hacerlo, y será la única entrevista que jamás haya hecho donde no podrán callarme. – Sonrió ampliamente. – Y de hecho la espero con muchas ansias. He estado tomando notas, y Hermione también me ayudó.
Ron gruñó. – Harry...
– Nop, ya el trato está hecho. Y también le dije a George que se asegure de tener una gran reserva de ejemplares de El Quisquilloso en la tienda. Ya pre-ordené un montón para dejarlos en varios lugares por todo el Ministerio. Hermione habló con los dueños de Flourish y Blotts, y tendrán varias copias allí también. Mi intención es que se agote por completo en la primera y segunda impresiones, quizás incluso en la tercera. Valdrá la pena usar toda esta fama para algo, ¿no crees?
– Harry...
– El Sr. Lovegood piensa que si este número se vende bien, y debería hacerlo, tal vez tengamos una entrevista en la Radio Mágica. Siendo que es el vigésimo aniversario, la gente se está devorando las historias sobre la guerra y sus héroes. En parte es por eso que El Profeta estaba dispuesto a darle a la historia estúpida de Skeeter algo de tinta, eso y que la controversia siempre vende. Pero creo que incluso puedo ganarle a eso. – Harry no dejó de sonreír.
– Harry. – Ron finalmente logró decir una palabra. – No necesito todo este alboroto. Sé que lo habría querido cuando estábamos en el colegio, pero ahora quisiera pensar que he madurado aunque sea un poco desde entonces. Y sí, el artículo de Skeeter me molestó, y también las cartas que están de acuerdo con ella. No lo niego. Pero... bueno, no es como que se equivoquen, ¿o sí? Yo no contribuí tanto como lo hicieron tú y Hermione. Estoy orgulloso de lo que logré hacer, pero no estoy tan desubicado estos días como para creer que está a la altura de ustedes dos. Y te lo juro, estoy bien con eso ahora.
Los ojos de Harry se volvieron oscuros y fríos. – Y por eso exactamente es que estoy haciendo esto, Ron. Prométeme que lo vas a leer. Hasta la última palabra.
– Sí, de acuerdo. Sólo no... no lo sé, no vayas a exagerar o a sobrevalorarme, ¿está bien? Nadie va a tragarse que yo fui un héroe anónimo ni nada de eso.
– No te preocupes. – dijo Harry. – Cada palabra que le diga a El Quisquilloso será la absoluta verdad.
Esta historia continuará...
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