El cuarteto decidió visitar la tienda de Fred y George de nuevo, ya que Harry aún no la ha visto, y también tenían las cosas que necesitaban para este año. Charlotte no podía esperar a ver la cara de Harry cuando viera la tienda. Se destaca... mucho.

Charlotte unió los brazos con Harry y lo arrastró hacia la tienda, y cuando salió a la vista, la boca de Harry cayó y sus ojos se ensancharon. Luego miró a su alrededor y luego miró hacia atrás a la tienda, dijo.

—Guau, esta tienda es muy brillante. Ciertamente sobresale del resto de las tiendas.

Lottie miró a su alrededor y estuvo de acuerdo, todas las demás tiendas eran muy aburridas y esta es de color naranja brillante. Los cuatro se acercan a la puerta y la abrieron, haciendo sonar la campana de arriba. Luego entraron y Charlotte miró fijamente a Harry mientras miraba a su alrededor con asombro y asombro, sus ojos azules brillaban y él sonreía brillantemente. Las voces fuertes de Fred y George se anunciaron cuando las cosas pasaron volando.

—¡Adéntrate! ¡Da un paso adelante! Tenemos fantasías que se desmayan, turrones con hemorragias de nariz, pastillas de pufón y justo a tiempo para la escuela.

Charlotte les sacudió la cabeza juguetonamente y Hermione de repente arrastró a Ginny y Lottie a las pociones de Love. Las chicas las admiraban y Fred y George se les acercó. Hablaban al unísono.

—Hola, chicas.

Fred continuó.

—Te encantan las pociones, ¿eh?

George se unió.

—Sí, realmente funcionan.

Charlotte se rió mientras Fred se burlaba de Ginny.

—Entonces, de nuevo, de la forma en que lo escuchamos, hermana, lo estás haciendo bien por tu cuenta.

Ginny replicó a la defensiva.

—¿Ah, sí?

George tomó represalias.

—¿Actualmente no estás saliendo con Dean Thomas?

Ginny puso los ojos en blanco y replicó a Sassily.

—No es asunto tuyo.

Los chicos luego se volvieron hacia Charlotte y sonrieron, George se burló de ella.

—Ten en cuenta, Lottie. No necesitarás una poción de amor, Harry parece estar más que enamorado de ti.

Charlotte levantó la vista de la poción y se sonrojó profusamente mientras captaban a Harry mirándola. Debe haberse dado cuenta porque salió de su aturdimiento y se sonrojó, luego trató de parecer ocupado. Hermione se rió y Lottie golpeó juguetonamente los brazos de los chicos, se burlaron y se alejaron para molestar a otros clientes.

Charlotte volvió a colocar la poción y se dio la vuelta para ver a un espeluznante mirando a Hermione, lo que la hizo sentir incómoda.

Lottie va a pisar hacia él, pero Hermione la tira hacia atrás y la arrastra. Charlotte se molesta y mira a sus hermanos de forma divertida. Ron sostiene algo y les pregunta a los gemelos.

—¿Cuánto por esto?

Fred y George se detienen en las escaleras y responden al unísono.

—Cinco galeones.

Los hombros de Ron se hunden y vuelve a preguntar.

—¿Cuánto cuesta para mí?

Vuelven a responder al unísono.

—Cinco galeones.

Ron se burla y afirma con incredulidad.

—Pero soy su hermano.

Los chicos se encogen de hombros y se repicen al mismo tiempo.

—Diez galeones.

Charlotte se burló de Ron mientras suspiraba. Cogió una caja y la sostuvo, luego le preguntó a los chicos.

—¿Cuánto cuesta esto?

Se detienen en la parte superior de las escaleras y responden.

—Gratis para ti, Lottie.

Charlotte sonrió y le sacó la lengua a Ron, sus ojos se ensanchan y él se queja.

—¡Eso no es justo! ¡También soy su hermano!

Los chicos miran a Lottie y sonrieron antes de que George respondiera.

—Sí, pero nos ayudó a desarrollar esto. Así que lo consigue gratis.

Charlotte continuó sonriendo a Ron y él pone los ojos en blanco, pero cuando los chicos están espaldas, ella agarró lo que Ron quería y lo metió en su bolsillo. Él jadea y ella pone un dedo sobre su boca, señalándole que no hable de ello.

Lottie luego guiñó juguetonamente y él se ríe, le da un "gracias" y ella lo saluda. Luego habla con los otros dos.

—Vamos, vamos.

Lo siguieron fuera de la tienda y caminaron por un callejón, preguntó Hermione con asombro.

—¿Cómo lo están haciendo Fred y George? La mitad de los callejón están cerrados.

Ron responde a su pregunta.

—Fred cree que la gente necesita reírse en estos días.

Harry asintió y añadió.

—Creo que tiene razón.

Charlotte mira las tiendas y aparece un ceño fruncido en sus labios cuando ve que la tienda de Ollivander está destruida. Ella murmuró con preocupación.

—Oh, no. Todo el mundo consiguió sus varitas de Ollivander.

Harry abrió la puerta y entraron en la tienda, todo era ceniza y había escombros por todas partes. Charlotte recogió algunas cajas de varitas y desempolvó el hollín de ellas, suspiró y lo volvió a colocar en el estante de libros roto. Mientras todavía miraba a su alrededor, Ron llamó.

—¿Harry?

Lo miraron y él estaba mirando por la ventana rota, se pararon detrás de él y él preguntó.

—¿Soy solo yo o Malfoy y mami parecen dos personas que no quieren ser seguidas?

Los ojos de Charlotte se abrieron de par en par y se acercó, allí estaba Draco, mirando a su alrededor con escepticismo antes de bajar por Knockturn Alley. Ella jura que hicieron contacto visual, pero decidió ignorarlo y siguió a los demás cuando habían salido de la tienda y estaban viendo a Draco. Lottie no tuvo más remedio que seguirlos, a pesar de que no se sentía bien.

Draco y Narcissa entraron en casa de Borgin y Burke y miraron a su alrededor para ver si alguien los había seguido, haciendo que Harry sacara a Charlotte de la vista. El cuarteto esperó hasta que la madre y el hijo estuvieran dentro y Lottie suspiró mientras se dirigían al lado del edificio. Ron tuvo la idea de ir a un techo y espiarlos, pero Charlotte tuvo un mal presentimiento al respecto.

Ron ayudó a Hermione, luego Harry ayudó a Ron, Harry le dio un pie a Charlotte y ella luchó por agarrarse, así que de repente Harry puso sus manos en su trasero para empujarla hacia arriba. Charlotte jadeó y miró a Harry, luego lo siseó.

—¡Harry James Potter, quítame las manos del culo antes de que te las corte!

Harry entró en pánico y la dejó ir, haciendo que casi se cayera, pero, siendo Hermione una salvavidas, sostuvo la mano de Lottie y la levantó. Charlotte le dio las gracias y luego ayudó a Harry a levantarse. Cuando estaban todos despiertos, miraron a la tienda. Y a Charlotte no le gustaba lo que estaba viendo.

De repente, los cuatro tuvieron que agacharse mientras alguien miraba por la ventana, cuando miraban hacia atrás, las persianas se habían cerrado, haciéndoles suspirar. Todos se miraron antes de bajar, Charlotte fue la última en bajar y antes de que pudiera tocar el suelo, Harry la había pillado, su mano estaba en su cadera y ella lo miró en shock mientras sonreía tímidamente debido a la proximidad.

Los dos tuvieron un poco de concurso de miradas antes de que Ron se aclarara la garganta, ambos saltaron y se sonrojaron. Ron suspiró y Hermione sonrió.

El cuarteto salió de Knockturn Alley y se fue a casa mientras oscurecía.