Gracias a la curación de la señora Pomfrey y demás, Charlotte fue vendada. Draco insistió en que le pusieran un cabestrillo en el brazo y ella le puso los ojos en blanco. Parecía evitar el contacto visual con Charlotte cuando salían del ala del hospital.

Los dos entraron en la gran sala y Lottie fue a su mesa mientras él iba a la suya. Estaba recibiendo mucha atención después de poner su vida en peligro debido a Draco. Charlotte tuvo que evitar que sus hermanos intentaran decapitar a Draco, finalmente se dieron por vencidos. Pero ella sabía que Fred y George iban a bromear con él alguna vez.

Mientras comían té, el cuarteto escuchó a Pansy coando en Draco.

—¿Te duele terriblemente, Draco?

Draco respondió con una falsa mirada herida.

—Todavía va y viene. Me considero afortunado, según la señora Pomfrey, uno o dos minutos más... y podría haber perdido el brazo.

Charlotte se burló mientras estaba mintiendo, Ron rechinaba los dientes y dijo amargamente.

—El pequeño git, realmente lo está poniendo grueso, ¿verdad?

Harry asintió y respondió.

—Al menos Hagrid no fue despedido.

Hermione suspiró y habló mientras Charlotte rodaba alrededor de sus guisantes con el tenedor aburrido.

—Sí, pero he oído que el padre de Draco está furioso. No creo que hayamos oído el final de esto.

Lottie se burló en voz alta y respondió.

—Como si alguna vez escucháramos el final con Dra-Malfoy.

Los otros están de acuerdo y Harry estaba a punto de hablar cuando Seamus corrió a la gran sala con un periódico en la mano. Él exclamó en voz alta.

—¡Lo han visto!

La mesa de Gryffindor se acurruca alrededor del periódico y Ron pregunta mientras se unen a ellos.

—¿Quién?

Nadie responde, sino que obtienen la respuesta de la primera página. Sirius Black. La gente empieza a jadear y Hermione murmura.

—¿Duff town? Eso no está lejos de aquí.

Neville se paró junto a Charlotte, asegurándose de que no le golpeara el brazo lesionado mientras se inclinaba y preguntaba con preocupación.

—No crees que vendría a Hogwarts, ¿verdad?

Charlotte se frotó el hombro mientras la mira con pánico. La lavanda se burla y habla.

—¿Con los Dementores en cada entrada?

Dean respondió entonces.

—¿Dementores? Ya se ha deslizado por ellos una vez, ¿verdad? ¿Quién dice que no puede hacerlo de nuevo?

Charlotte vio el miedo parpadear en la cara de Harry, quita la mano de Neville para frotar el hombro de Harry y tratar de calmarlo. Bem miró la página sombríamente y declaró.

—Así es, el negro podría estar en cualquier lugar. Es como tratar de atrapar el humo, como tratar de atrapar el humo con tus manos.

Harry suspiró profundamente y se fue. Ron fue a seguirlo, pero Charlotte lo retuvo y declaró.

—No, querrá estar solo para poder aceptarlo todo.

Ron se sienta a regañadientes y Charlotte observa cómo Seamus pasa el periódico a las otras mesas para que lo vean por sí mismos.

Pronto es de noche y todos habían salido de la gran sala para ir a sus dormitorios. Mione y Lottie estaban sentados en sus camas, acariciando a sus gatos y ambos se preguntaban qué aventuras harían este año. Charlotte miró el despertador y se enteró de que eran las 11 de la noche. Dijeron buenas noches y se quedaron dormidos.

⋆

El sol había salido y era hora de la lección con Remus, Charlotte estaba bastante emocionada con esta, así que cuando entraron y vieron un armario que seguía temblando, la puso bastante nerviosa, pero aún así emocionada. Remus vio sus caras confusas y preguntó.

—Intrigante, ¿sí? ¿A alguien le gustaría adivinar lo que hay dentro?

Dean, que estaba al lado de Lottie, habló.

—Eso es un Boggart, es, señor.

Remus asintió y sonrió, respondió.

—Muy bien, Sr. Thomas. ¿Alguien puede decirnos cómo es un Boggart?

Hermione respondió.

—Nadie lo sabe.

Tanto Harry como Ron saltaron y Ron murmuró en silencio.

—¿Cuándo llegó aquí?

Charlotte lo ignoró y escuchó a Hermione mientras explicaba.

—Los bogarts son cambiadores de forma, toman la forma de lo que más teme una persona en particular. Eso es lo que lo hace tan...

Remus la interrumpió cortésmente.

—Terrible, sí. Afortunadamente, existe un encanto muy simple para repeler a un Boggart. Practiquemoslo ahora, ¿verdad? Sin varitas, por favor... ¡Ridikulus!

Todo el mundo empezó a decir el hechizo para acostumbrarse.

—¡Riddikulus!

Mientras Charlotte recitaba el hechizo, escuchó a Draco murmurar a sus matones.

—Esta clase es ridícula.

Ella puso los ojos en blanco y lo ignoró mientras se centraba en Remus.

—Bien, mucho por la parte fácil. Verás, el incantamiento por sí solo no es suficiente. Lo que realmente termina un Boggart es la risa, tienes que obligarlo a asumir una forma que encuentres realmente divertida.

Se volvió hacia entonces y señaló a Neville.

—Neville, ¿qué tal si lo buscas?

Los ojos de Neville se abrieron de par en par y Lottie lo empujó suavemente hacia adelante, aceptó a regañadientes y escuchó a Remus.

—¿Qué dirías que es lo que más te asusta?

Neville miró al suelo y murmuró algo que no podían oír. Remus le había pedido que hablara, así que lo hizo.

—P-Profesor S-Snape.

La clase se rió y Charlotte agitó la cabeza. Neville se había sonrojado y se había frotado el cuello con vergüenza. Remus le había hecho otra pregunta.

—Hmmm... sí. Neville, creo que vives con tu abuela.

Neville asintió y añade frenéticamente.

—Sí, pero tampoco quiero que se convierta en ella.

Sus cejas se frunció por lo que había dicho, ¿qué hizo su abuela para que la temiera? Ella sacudió el pensamiento mientras Remus se rió y le dijo cómo hacer que el Boggart cambiara. Todo el mundo esperó mientras desbloqueaba el armario y Snape salía de él. Neville comenzó a retroceder lentamente hasta que recuperó la confianza y dijo el hechizo.

—¡Riddikulus!

Todos se rieron cuando Snape había cambiado y ahora llevaba un vestido verde oscuro con un sombrero grande y un bolso rojo. Parecía tan confundido que era aún más divertido. Charlotte sabía con seguridad que si Snape se enteraba de esto, aterrorizaría aún más al pobre Neville.

De todos modos, un par de estudiantes tuvieron una oferta y Lottie estaba justo detrás de Ron, que era el siguiente, y Charlotte sabía cuál iba a ser su Boggart. Ella vio cómo se convertía en una enorme acromantula y se burlaba mientras Ron lloriqueaba y disparaba el hechizo. La araña ahora tenía patines y se deslizaba por todas partes. Lottie se dio a Ron y caminó hacia adelante.

De pie con confianza, observó cómo la araña comenzaba a cambiar de forma. Su sonrisa fue borrada cuando el Boggart se había convertido en varias personas en el suelo, muertas. Todo el mundo jadeó y Charlotte se congeló por completo, sintió que sus ojos comenzaron a llorar y su garganta se sentía como si estuviera ardiendo.

Ron, que estaba al final de la línea mirando, comenzó a sentirse triste, ahora sabiendo que el peor miedo de Charlotte es la muerte de su familia. Compartió una mirada con una Hermione preocupada que tenía una mano sobre su boca en shock.

Y en cuanto a Harry, estaba frunciendo el ceño. Sus brazos que estaban cruzados, ahora estaban a su lado y miró lejos de la vista de los Weasley en el suelo. Se miró fijamente a la espalda de Lottie, queriendo protegerla y tomarla de la mano, pero se quedó quieto, preguntándose si Charlotte estaba bien.

Pero Charlotte, se tragó profundamente y respiró temblorosamente mientras miraba a los miembros de su familia fallecidos. Remus miró su cuerpo tenso y se lo recordó suavemente.

—Es solo un Boggart, señorita Weasley. Di el hechizo.

Al escuchar eso, Charlotte parpadeó y aclaró su garganta, apretó su aferramiento en su varita y dijo el hechizo, encogiéndose mentalmente ante lo débil que sonaba su voz.

—Riddikulus.

Después de que se lanzara el hechizo, todos saltaron cuando los Weasley se levantaron y se rieron. Fred y George se burlaron juguetonamente.

—Te hemos conseguido! Fue una broma.

Los otros miembros de la familia se rieron y Charlotte se tragó de nuevo, soltó una risa falsa muy obvia y giró, caminando rápidamente hacia la parte trasera de la línea, evitando el contacto visual con todos.

Se inclinó contra la pared con los brazos cruzados y miró fijamente al suelo, sin molestar o ni siquiera querer mirar a nadie debido a que estaba avergonzada. Sabía la mirada preocupada y comprensiva que estaba recibiendo, pero ignoró todo eso.

También ignoró el turno de Harry, solo para agarrar su bolso cuando Remus habló.

—Bien hecho, todos. Creo que es suficiente emoción para hoy.

Charlotte estaba fuera de esa habitación antes de que nadie pudiera parpadear, mantuvo la cabeza baja y corrió al dormitorio de las chicas, ni siquiera esperando a Hermione, que corría detrás de ella y la llamaba preocupada.