"No permitas que tus heridas te transformen en alguien que no eres"

Aleph, Paulo Coelho

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30 de septiembre del 2004

¡Mi vida era una pesadilla!

¡Cierra la puta boca o te vuelo los cesos!

-¡Ya basta por favor! ¡Por favor tenga piedad! - Mi madre grita con desesperación, el tipo hacer traquear el arma haciendo que mi madre cierre los ojos derramando las lágrimas para caer en sus mejillas.

-¡Ben prometo pagar en cuanto encuentre un empleo, te daré el doble si es necesario y olvídate todo esto por favor hermano! -esta vez habla mi padre haciendo que el tipo de arma enfurezca más.

-¡Joder! que no soy tu puto hermano. - Escupe Cabreado. - ¡Ya he esperado mucho tiempo por ti, NO VOY A ESPERAR UN MALDITO MINUTO MÁS !, así que despídete de tu zorrita.- ríe de medio lado.

Ya no podía más mis manos tapaban mi boca cuidando de que no se escape ningún tipo de sonido, pero ya mis miedos a perderles no cesaban, ese tipo era el mismo demonio, vestido de negro, mirada profunda, pérdida y fría, alto y con sombrero de lana tejido. Lo que tiene en sus manos daba más miedo que el, los tipos que esperaban de él en la puerta, no daban buena espina y así fue como salí...

Estar bajo la mesa mis manos bajaron lentamente de mi boca ya no puedo esperar ni un minuto más, no me quedaré aquí a esperar lo peor, quería pedir ayuda, gritar con todas mis fuerzas, llorar, siendo tan pequeña y indefensa solo logró correr hasta los brazos de mi madre.

-¡Mírame sami Mírame! -solloza y me toma por mi mentón. -Te amo cariño pase lo que pase, siempre estaremos juntas sami te lo prometo ¿si?

Yo solo asiento con mi cabeza, pero no dejo de llorar.

-¡BAYA! ¡BAYA! Pero mira a quién tenemos aquí el tipo agarra y tira de mi cabello hasta llevarme donde el. se arrodilló de frente apuntando a mi madre para que no se acerque hasta nosotros, mientras el tipo de la puerta le coloca el arma a mi padre en sus genitales.

-¡Bonita eh! - dice y me inspecciona, yo le veo y me aterro, siento miedo de él solo, espero que algún vecino vea el alboroto o escuche mis gritos y llantos, pero al parecer nadie aun se a percatado de esto de la pesadilla que estamos viviendo estos tipos siguen aquí no estan jugando y por lo que veo en sus rostros no quieren nada bueno.

-¡Por favor déjala ir no la lastimes! - dice mi madre a súplicas.

Mi madre se arrodilló frente al tipo agarrando su chaqueta en la cual se percata y le propina una bofetada dejándola caer al suelo. trato de correr hasta la puerta ya que el otro tipo este con mi padre en el sofá, pero al salir encuentro con dos tipos más en el cual uno de ellos me toma del brazo y me hala hasta entrar de nuevo.

-¿JEFE QUÉ HACEMOS CON LA NIÑA? - Pregunta el tipo con voz potente y firme. - llévatela de aquí y métela en el auto y las esperas allá, ya nos vamos de aquí.

-¡NO POR FAVOR! NOOOO ...

- Ella pagara su deuda, ya ustedes no me sirven -el llanto de mi madre aumenta y solo conte los minutos cuando de pronto se escuchan dos disparos, pero ya sin llantos ni gritos eso me hace pensar solo una cosa ...

- ¡LOS A MATADO! ¡ESTÁN MUERTOS! NO NO NO...

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Sam ... Escucho una voz lejana que me llama

-¡Sam! ... Sam despierta solo es una pesadilla cariño.

Al despertar siento como mis manos tiemblan, suda mi frente, mi corazón protesta en salir de mi pecho.

-Solo a sido una de tus pesadillas cariño -solloza rosa abrazándome.

Rosa es una mujer muy linda me recuerda a mi madre, ella al igual que yo llego a este despacho, si así le dice ben, el que me trajo aquí cuando apenas tenía ocho años, ya an pasado quince años y aún no se nada de mis padres no se si murieron ese dia, pero siento algo dentro de mi que piensa lo contrario y se que viven ambos y los encontrare algun dia.

¿Tendré hermanos? todas esas preguntas me las hacia todos los dias de mi vida estando encerrada ¿en esta jodida mierda en que demonios puedo pensar?.

Aunque rosa es una mujer muy gentil una señora de cincuenta tantos años de edad es de tez blanca, muy mantenida, cabello rojizo, ojos claros. Nunca compartí mi vida personal y mi pasado con ella, desde que entré al despacho. 

El despacho es toda una escuela para preparar a las niñas y adolescentes con o sin su consentimiento para venderlas a narcotraficantes y empresarios adinerados con el fin de satisfacer sus necesidades. Una de las encargadas es rosa, ella llegó aquí muy niña y hasta ahora es como nuestra nana, ella de imaginar nunca mas volvió a ver a sus familiares, aunque no parece importarle se que en algún momento pudo extrañarlos pero al parecer supo vivir con eso.

La otra chica es un poco más joven que rosa, de hecho unos tres años mayor que yo, salome es una de las tias que a logrado ganarse la confianza de ben, es su mano derecha en los negocios sucios de hecho es la encargada del lugar, rosa dice que no me ve  con buenos ojos, pues, me dice que me llevo a los buenos tíos, con dinero, narcotraficantes y millonarios que vienen en busca de aventuras.

- Ven, tienes que darte un baño y tomarte un buen caldo de pollo para que compongas fuerzas, no fue una buena anoche te vez fatal cariño.- dice rosa ayudándome a levantar de la cama.

Salí de la ducha y luego me siento en mi mesa para tomar mi sopa.

El despacho es un palacio, es totalmente grande cada chica tiene su propia habitación y cada una de ellas tiene lo necesario para cubrir todas sus necesidades, baño, cocina, refrigerador cama y televisor.

Prepárate de inmediato en una hora vendrán por ti, irás a disturbia -Dice salomé entrando sin tocar. yo solo asiento con mi cabeza y acto seguido se retira dando un portazo.

Hoy será un día muy agotador, con borrachos, drogadictos y viejos babosos envueltos en mucho dinero.

Termine mi sopa y me apuro en salir saco del closet, medias pantis de agujeros, falda negra de cuero, top negro de cuero que hace juego con mi falda y por último mis infaltables botas negras de cuero, me apresuro en salir y buscar a max.

-¿Como estas sami? - pregunta max.

- Muy bien max, por favor llévame a disturbia - dije y sonreí sin mostrar mi dientes.

- Si linda ya lo se, salomé ya me ordeno te dejara y esperará a que entraras al bar -me dijo serio.

- Tranquilo máx.

Max es un chico joven, me cuesta creer como un buen chico, gentil, dulce, amistoso y muy, pero muy guapo, cabello negro, ojos claros y blanco, venga al despacho. Me ahorro mis preguntas para no meterlo en problemas.

-Llegamos linda -me dice max estacionándose.

- Gracias max.- Digo abriendo la puerta, caminó hacia el bar y escuché un motor alejarse.

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¿Disfrutaron del capítulo ?

Sam en multimedia ღ

Nada mal ¿no?

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¡Que estén bien!

Tengan piedad es mi primera novela ...