Capítulo 34

BYRON (P.D.V)

La seguí y esperé un momento en el pasillo antes de decidir entrar en la habitación. ¿Por qué? porque yo sabía que ella necesitaba su tiempo y lo que acababa de contar no era cualquier cosa.

Abrí la puerta silenciosamente y de igual forma la volví a cerrar.

- Quiero estar sola -Susurró boca abajo encima de la cama.

- Pues siento decirte que mientras estés conmigo, jamás vas a estar sola -Dije antes de sentarme a su lado. En ningun momento levantó la vista hacia mi.

- ¿No tienes más preguntas? 

- No, la verdad es que no tengo nada que preguntar, has dejado todo bastante claro ahí fuera y no quiero estar recordando esas cosas, todo lo que tenías que decir lo has dicho-Dije mientras me recostaba en la cama y apoyaba mi cabeza en mi mano.

- Pensaba que todos iban a tener muchisimas más preguntas -Dijo levantándo la cabeza para mirarme.

- Vuelvo y repito, has dejado las cosas claras, no hay nada más que decir.. ¿qué esperabas?¿qué te atosigaramos con cada detalle? por lo visto esto es algo, relativamente normal para esta vida en la cuál estamos todos metidos -Dije sonriéndole.

Ella me miró fijamente durante un momento y luego sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa,pero eso no cambió la tristeza que había en su mirada.

- ¿Hay algo más que quieras contar? -Pregunté mientras le apartaba un mechón que se había caído delante de sus ojos.

- No -Contestó- lo único que queda dentro de mi después de esa incómoda revelación, son los sentimientos hacia mi familia.

- ¿Quieres contarmelos?

- No.. no creo que haga falta seguir metiendo el dedo en la herida -Dijo mirándo sus manos.

- Pues entonces, quiero que sepas que siempre voy a estar aquí ¿vale? no solo tienes a Mel, ahora también nos tienes a todos y a cada uno de nosotros. Te has ganado la lealtad de todos mis hermanos y estamos aquí para lo que sea. Sobretodo yo -Dije acercándome más a ella.

- Gracias -Dijo antes de abrazarme.

Fue un abrazo incómodo(ya que estabamos en una posición extraña para dar un abrazo) pero a la vez fue reconfortante.

- No tienes nada que agradecer -Dije cuando nos separamos- ¿puedo..puedo hacerte un par de preguntas? 

- Claro -Dijo con una sonrisa tensa.

- No te preocupes, no es de nada de.. bueno, de esa desagradable noche -Dije por llamar a esa noche de algún modo.

- Entonces, adelante, pregunta lo que quieras -Contestó con una sonrisa antes de colocarse de manera cómoda.

- ¿Cómo era tu vida? quiero decir.. ¿te divertias? y sobretodo.. ¿podrías.. no sé.. hablarme de como habría sido tu futuro? -Pregunté mientras adoptaba la misma posición que ella. Los dos nos quedamos cara a cara, mirándonos fijamente a los ojos.

- Bueno -Dijo ella empezando con una sonrisa- la verdad es que mi vida era magnífica. Tenía todo lo que una adolescente podía soñar. Viajes, ropa.. de todo, absolutamente de todo. No era como esas adolescentes que se ven en las películas que son felices por fuera, pero por dentro se sienten muy solas, yo no era así. Quiero decir, tenía una familia maravillosa que siempre se preocupaba por mi pero que a la vez me dejaban hacer todo lo que me venía en gana. Unos hermanos divertídisimos con los que podía pasarme la tarde hablando y no aburrirme jamás. Un padre muy divertido también y una madre de lo más cariñosa y protectora. Dejando el ámbito familiar, tenía unos amigos estupendos. Prueba de ello es Mel.. teníamos una vida de lujos y a la vez de acción. Si queríamos podíamos tanto viajar a Londres como pasarnos una tarde lanzandonos cuchillos y esquivando balas.. era realmente apasionante.

No podíamos dejar de sonreír ninguno de los dos. Ella sonreía por los recuerdos buenos que tenía de su familia y yo sonreía por la manera en la que ella sonreía, sonreía porque me imaginaba a una chica de unos dieciséis años viviendo la vida al máximo pero con unas personas que la protegían muchisimo.

- ¿Y cómo te imaginabas tu vida en el futuro? -Pregunté cuando ella paró de hablar con la mirada perdida y una gran sonrisa.Seguramente recordando algo muy divertido.

- Bueno, me la imaginaba básicamente igual lo que con un poquito más de presión y unos hijos temerarios -Dijo con una gran sonrisa mirándome fijamente.

- ¿Con más presión?¿hijos temerarios? -Pregunté soltándo una carcajada- dime.. ¿piensas tener muchos hijos?¿cómo cuántos?¿con quién?¿pertenezco yo a tus planes?

Tantas preguntas, pero con miedo a una respuesta.

- Olvídalo y respondeme a las primeras preguntas -Dije con una sonrisa.

- Primero que nada.. me encantaría tener muchos hijos, al menos tres o cuatro.. ¿con quién? creo que me encantaría tener pequeños Byronsitos corriendo por mi casa y haciendo trastadas y para que no se te suba a la cabeza..Yo fui entrenada para tomar el control de la mafia familiar, sería.. ¿cómo decirlo? seria como El Padrino.. ¿la has visto,verdad? -Preguntó alzando una ceja, yo asentí- bueno, pues básicamente yo sería así con todo ese poder y las decisiones en mi mano, aunque claro, no solo estaría yo, mis hermanos serían personas bastante importantes en esa mafia.. pero por encima de mi no habría nadie.

Vale, me quería en sus planes y prácticamente no había oído nada de lo que me había dicho.. ¿quería hijos con ella? Coño.. tenía 19 años, no quería hijos con nadie, pero en un futuro me encantaría tener hijos con ella. Si, estaba decidido, me encantaría tener hijos con ella.

- ¿Por qué tú? -Pregunté interrumpiendola.

- ¿Por qué yo, qué?

- ¿Por qué fuistes tu la elegida para ser "la madrina" de la mafia, por qué no tus hermanos? quiero decir, en mi familia, por lo que dijeron, Travis sería el que tomara el poder-Pregunté con una sonrisa.

- La verdad es que me lo dijeron a mi por una razón bastante estúpida -Dijo- por lo que mis padres me contaron.. hace unos treinta años, cuando mis padres eran unos chiquillos descarriados -Dijo soltándo una carcajada- estaban en una cita y fueron a una feria. Allí se encontraron a la típica gitana que lee la mano, y sin conocerles a ninguno dijo.. "La Joya Benedetti será increíble, asi que cuídenla" cosas así. Mi padre extrañado se lo comentó a mis abuelos y entonces ellos le contaron la historia de que hace años, a poco de fundarse la mafia Italiana por primera vez, una bruja les dijo que en la mafia Italiana nacería alguien increíble que los llevaría a algo increíble y bueno, eso fue pasando de generación en generación hasta que mis padres se lo contaron a mis abuelos, entonces desde el primer momento supieron que la hija del heredero de la mafia, sería la Joya Benedetti de la que se había hablado durante siglos.

Me quedé mirándola con la boca abierta. Literalmente.

- Tienes que estar de coña -Dije mirándola con las cejas alzadas.

- A no ser que me hayan vacilado a mi, te juro que todo lo que acabo de contar.. es cierto -Dijo soltándo una carcajada.

- Increíble.. no me puedo creer que hayas sido alguien de la cuál se habla en las leyendas.Estas cosas no pasan de verdad, quiero decir.. en las series de ciencia ficción y esas cosas si.. pero esto es la realidad.

Estaba flipandolo. Simple y llanamente estaba jodidamente sorprendido.

- Eso quiere decir que.. bueno, que tu realmente eres una puta máquina de matar -Dije mirándola con los ojos abiertos como platos.

- Básicamente si -Dijo ella con una gran sonrisa de orgullo- aquel día loco en el que casi nos matan a todos yo no estaba en mis plenas facultades.. quiero decir, si yo hubiese seguido entrenando como lo llevaba haciendo toda mi vida, te puedo asegurar que una bala no me habría tirado al piso tan rápido.

- Entonces, a partir de hoy entrenaremos juntos, todos los días -Dije agarrándola de la mano.

- ¿De verdad quieres arriesgarte? -Preguntó mirándo nuestras manos unidas- ¿no prefieres volver a casa y olvidarte de todo esto?

- ¿Y perderme la mayor aventura de mi vida? -Pregunté con una sonrisa mientras me colocaba encima de ella- te puedo asegurar señorta Benedetti, que jamás lograrás echarme de esta locura.

- Bueno.. creo que estaré encantada de tenerte conmigo en ella.. pero recuerda -Dijo agarrándome de la cara para que la mirase fijamente- cuando las cosas se ponen feas, es mejor correr que hacerse el héroe.