Capítulo 7
Capítulo 7
KATHIA (P.D.V)
¿Vivir con Sean y con Byron? no, no, no ¡un momento! ¿Compartir la cama con Byron Wayland? es que... ¡No,joder!
- Por favor -Volvió a suplicarme Mel.
- ¡Qué no! tu sinceramente creo que estás muy mal, vamos a ver, ¿Cómo pretendes que me vaya a vivir con Byron? no, un momento, ¿cómo pretendes que duerma con Byron? -Pregunté.
- ¿No dices que son amigos? -Preguntó mientras se sentaba en mi cama.
Había tenido que salir del comedor porque habían empezado a insistir en que me quedara con ellos, pero es ¡que no! que yo no pensaba de vivir de okupa en ninguna casa y mucho menos vivir en una casa en la cual vivía Byron y mucho menos en su habitación... ¡Hombre! ¡Ni harta de vino!
- Si, somos amigos, pero una cosa es verlo de vez en cuando en la universidad y hablar con él y otra muy pero que muy distinta es irme a vivir bajo el mismo techo que él... ¡qué no! y no insistas más ¿eh? no insistas más, yo no quiero irme a vivir con él, bueno, ni con él, ni con Sean -Dije frunciendo el ceño- ¡no quiero estar de okupa! suficiente tienen los chicos viviendo ellos solos y pagando el alquiler, como para que ahora aparte de meterte tú, bueno en ti lo entiendo porque eres novia de Sean, pero ¿meterme yo? vamos ni loca, yo no quiero ser una mantenida.
- No serás ninguna mantenida -Dijo Byron abriendo la puerta de golpe.
- ¿Estabas escuchando? -Pregunté mientras me cruzaba de brazos y le miraba de arriba abajo.
- Sí, lo siento mucho y llámame como quieras, pero estaba escuchando y Sean también –Dijo. Entonces miró hacia atrás y Sean apareció en el marco de la puerta con un gesto avergonzado.
Lo que faltaba, ¡encima es que son cotillas! -Pensé frustrada.
- No puedo vivir con ellos, me caen de puta madre pero no puedo vivir con ellos, ¡son unos cotillas! -Dije a Mel sin importarme que ellos estuviesen allí.
- ¿Hola? estamos aquí -Dijo Byron.
Les miré de reojo, y luego le hablé a Mel en italiano.
- ¿Estás loca? no puedo vivir con ellos, ¿y qué pasa si me ven? -Pregunté en mi idioma materno.
- No te van a ver -Dijo ella en el mismo idioma.
- ¿Estás tonta? dormiré en la habitación de Byron -Dije en un susurro furioso a pesar de que sabía que no me entendian.
- Él solo dijo que dormirías en su habitación, no dijo nada que él fuese a dormir contigo -Argumentó Mel quitándole importancia a todo lo que yo estaba diciendo.
- Perdón, pero es de mala educación hablar en otro idioma cuando hay más gente alrededor que no les entiende -Dijo Byron sentándose en mi cama.
- ¿Entonces qué van a hacer? -Preguntó Sean mirándonos a las dos.
- Si ella no se queda, yo no me quedo -Dijo Mel cruzándose de brazos.
La miré fijamente ¡sabía por qué lo estaba haciendo!
- ¡No uses esa excusa para obligarme a ir! -Dije totalmente indignada.
- No estoy usando ninguna excusa. Si tú no vas, yo no voy. Fácil y sencillo -Dijo poniéndose cómoda.
Sean me miró fijamente con una expresión de súplica.
- No -Negué firmemente.
Mel me miró también fijamente con un puchero.
Le quité la mirada, y entonces me encontré con la de Byron, tenía una media sonrisa y me miraba fijamente.
- Te reto.
Levanté una ceja.
- ¿Perdona?
- Que te reto -Dijo levantándose y parándose delante de mí.
Tuve que levantar un poco la cabeza ya que me pasaba una cabeza y media.
- Quiero hacer una apuesta -Dijo mostrando una sonrisa socarrona.
- No sabes lo que acabas de hacer -Susurró Mel mientras negaba con la cabeza.
- ¿Cuál es la apuesta? -Pregunté achicando los ojos.
- Te reto a que no eres capaz de pasar en mi casa todo lo que tarden en arreglar las calderas -Dijo con una sonrisa.
- ¿Y qué gano yo al hacer eso?
- La satisfacción de verme en celibato durante dos semanas -Dijo.
- Si yo gano, quiero que hagas celibato durante todo lo que yo me quede en tu casa, si por ejemplo las calderas tardan en arreglarse un mes, pues si yo gano al quedarme en tu casa un mes, tu tendrás que hacer celibato durante todo el mes siguiente que yo no esté en tu casa -Dije.
- ¿Estás de broma? -Preguntó Byron con una sonrisa tensa. Se estaba arrepintiendo de ese trato.
- No pequeño, no estoy de broma -Sonreí.
- Muy bien, pero si yo gano y no aguantas quedarte en mi casa durante todo ese tiempo, tendrás que pasarte otro mes completo en ella. Sin excusas, tendrás que hacerlo si o si -Dijo mirándome fijamente.
Extendí la mano, él extendió la suya y la estrechamos.
- Trato hecho -Dijimos los dos a la vez.
- ¿Hemos convertido un acto de solidaridad al dejar que dos chicas se queden en nuestra casa porque sus calderas están rotas, en una apuesta entre dos personas inestables? esto es de locos -Dijo Sean.
- Ganaré yo -Dijimos Byron y yo a la vez mirándonos fijamente.
- Esto será interesante -Dijo Mel riendo.
- Chicas, empiecen con el equipaje. Esta noche tienen un lugar nuevo en el que dormir con agua caliente -Dijo Byron al salir de la habitación seguido de su hermano.
Me derrumbé en mi cama.
- ¿La he cagado? -Pregunté.
- La has cagado, pero no te preocupes Kat, sabes que aguantarás. Nunca has perdido una apuesta -Dijo Mel antes de salir de la habitación.
La verdad era que sería bastante interesante vivir con Byron porque si ganaba, vería al mayor mujeriego de esta universidad estando de celibato durante un mes... y bueno, yo no tendría que volver a quedarme otro mes en su casa porque yo siempre ganaba una apuesta. Siempre.
Me levanté de la cama, saqué una de mis maletas y empecé a meter un poco de ropa.
**
Nos bajamos del coche de Sean y Byron cogió mi maleta.
- ¿Por qué pesa tan poco? -Preguntó mientras subía las escaleras.
- Pues porque no voy a mudarme aquí, solamente voy a pasar un par de días hasta que se arreglen las calderas y si necesito algo, solamente tengo que volver a buscar ropa -Dije. Seguimos subiendo las escaleras, detrás de nosotros subían Mel y Sean.
- Bienvenidas a su nueva casa -Dijo Sean cuando abrió la puerta.
Sinceramente pensaba que Mel y yo íbamos a tener que poner un poco de orden allí para que al menos pudiésemos caminar tranquilas sin que la mierda nos entorpeciese el paso. Pero estaba muy equivocada con mis pensamientos, aquel pequeño piso estaba bastante limpio. Estaba bastante bien para ser dos tíos los que vivían allí.
- Vaya, esperaba otra cosa -Reconocí.
- Si, la primera vez que vine aquí te puedo asegurar que esperaba un piso lleno de mierda por todos lados, pero la verdad es que me sorprendí bastante al verlo todo tan limpio -Dijo Mel a mi lado.
Los chicos rieron.
- Somos unos chicos educados -Dijo Sean.
Sonreí. Aquel piso aunque fuese pequeño, era bastante bonito y acogedor. Según entrabas, a mano derecha, te encontrabas con una sala que consistía en dos sofás y un sillón azules, enfrente una tele de pantalla plana de unas 25 pulgadas, una Xbox y una PlayStation 3. Si seguíamos avanzando nos encontrábamos con una pequeña cocina americana de muebles negros y blancos, al avanzar por un amplio pasillo encontrábamos tres puertas, una a la derecha, otra a la izquierda y justo al final del pasillo otra.
- Esta es mi habitación -Dijo Sean señalando la puerta de la izquierda. La abrió y me encontré con una gran cama de matrimonio justo en el centro de la habitación, muebles blancos y verdes y en la mesilla de noche, una foto de Mel y él abrazados.
- Bonita y... muy limpia -Dije haciendo que ellos riesen.
- Y bueno, esta es mi habitación -Dijo Byron abriendo la puerta de la suya. Era igual de grande que la de Sean, también tenía una cama de matrimonio en el centro, unas estanterías por encima en la que tenía unos cuantos libros, los muebles eran negros y azules.
- Tienen unas habitaciones bastante impersonales - Dije mientras me fijaba en los libros que tenía en las estanterías.
- Bueno, nosotros solamente vivimos aquí para poder ir a la universidad, pero en vacaciones y todas esas cosas vamos a casa, por eso no tenemos muchas cosas aquí -Dijo él mientras se sentaba en su cama.
- Volviendo a lo importante -Dije- si voy a dormir aquí, ¿dónde vas a dormir tú?
- ¿Cómo que donde voy a dormir? -Preguntó frunciendo el ceño- pues aquí.
- ¿Cómo que aquí? no lo flipes, si yo me quedo aquí, tú te quedas en otro sitio.
Él rio.
- ¿Perdona? esta es mi habitación, tú te vas a quedar aquí y yo también. No voy a irme de mi habitación porque tú te quedes en ella, es mi habitación.
- Entonces yo no dormiré aquí, no pienso dormir contigo -Dije. Vamos, eso ni loca, yo no pensaba acostarme en la misma cama con él.
-¿Te doy miedo? -Preguntó poniéndose de pie y acercándose mucho a mí.
- ¿Miedo? ¿Tú? ¿A mí? -Pregunté- permita que me ría.
- Pues entonces no veo el problema de que nos acostemos juntos en la misma cama solamente a dormir -Dijo- además, yo no le veo ningún problema. Me has dejado claro tantas veces que no quieres tener nada conmigo que ya no te veo sexualmente atractiva.
Eso... me molestó ¿No soy lo suficientemente guapa?
Da igual, mejor para mí -Pensé.
- ¿No te atreves a dormir conmigo? -Preguntó mirándome fijamente con una pequeña sonrisa.
- Yo me atrevo a todo -Dije cruzándome de brazos.
- Bueno, bueno ¿entonces qué quieres decir con eso? -Preguntó mientras una sonrisa enorme se extendía por su cara.
- Eso significa que dormiremos juntos -Susurré con furia. ¿Qué podía salir mal? Si intentaba tocarme, le arrancaría la mano sin dudarlo.
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