Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3

Capítulo 3


KATHIA (P.D.V)

Me dirigía hacia mi apartamento después de tomar una ducha cuando Mel me agarró del brazo y me metió en su habitación.

- Hey ¿qué haces? -Pregunté cuando me soltó de forma brusca dentro de la habitación.

- ¿Cómo es eso de que eres amiga de Byron?

Solté una carcajada.

- No te rías - Dijo ella con el ceño fruncido.

- Es que me hace mucha gracia, quien me diría a mí que sería amiga del mayor playboy de esta universidad, es increíble.

- Kat, siento decírtelo pero es que Byron no tiene amigas, tu misma lo has dicho. Él es solamente un mujeriego y todas las tías sabemos lo que busca un chico así y más cuando ese chico es Byron -Dijo- me duele hablar de él así porque es el hermano del chico al que quiero y sé que es muy buena persona, pero sé cómo es con las tías y parece mentira que tú no lo sepas.

- No, lo que me parece mentira es que me estés diciendo esto ¿Es que yo no tengo derecho a tener amigos? -Pregunté, mi humor se estaba empezando a avinagrar.

- Yo no he dicho eso. Lo que te digo es que no puedes ser amiga de Byron, él no tiene amigas.

- ¿Pero por qué te pones así? cualquiera que te oye es que te gusta Byron -Acusé, ella soltó una carcajada.

- Kat, sabes perfectamente que no me gusta Byron -era verdad, lo sabía- sabes que me encanta Sean y que le quiero muchísimo, pero también sabes que paso mucho tiempo en la casa de Sean y como tal, pues se cómo es Byron, sé qué clase de chico es y ¡mierda! me siento horrible por hablar así de él.

- Pues deja de criticarle, solamente somos amigos, ¡nada más!, sinceramente no sé porque te has puesto así. En el hipotético caso de que Byron y yo llegásemos a tener algo, que te puedo prometer que eso jamás pasará, sabes que nunca te pediría que te alejases de Sean, ¡por favor! se cuidar de mi misma, lo sabemos las dos perfectamente, así que no tienes que decirme que tenga cuidado con Byron, conozco a chicos como él ¡No soy tonta!

Ella me miró durante unos segundos que se hicieron eternos y luego suspiró.

- Esta bien, pero solo te advierto que tengas cuidado, realmente puede hacerle daño a la gente sin proponérselo, es su manera de ser -Dijo mientras se acercaba a abrazarme.

- Mel, solamente somos amigos, ¡amigos!, nada más lejos de la realidad, no te puedo negar que el chico es guapo, porque evidentemente es guapo, pero no me atrae sexualmente ¡te lo prometo!

Luego de eso salí de su habitación y me fui hacia la mía, adoraba cuando Mel se ponía en plan protectora, ya que así demostraba lo mucho que le importaba. Pero no me hacía falta que me protegiese de Byron, eso sabía hacerlo yo solita. Además, solamente éramos amigos.

- Tu móvil no ha parado de sonar -Dijo Bridgit nada más entrar en la habitación.

Cuando me acerqué a mirar el móvil, me encontré con cinco llamadas perdidas de Byron.

¿Qué querrá? -Pensé mientras empezaba a marcar.

- ¿Por qué no me cogías el teléfono? -Preguntó nada más descolgar.

- ¿Perdona? yo no estoy a tu disposición, tengo una vida -Contesté dejándome caer en la cama.

- Tienes razón -Susurró, yo sonreí.

- En todo caso... ¿para qué me llamabas? -Pregunté.

- Bueno, quería invitarte a merendar y ¡no! no en plan cita si es eso lo que estabas pensando.

- Siento desilusionarte pero ni siquiera me había dado tiempo a pensar en qué plan íbamos a salir, además, solamente somos amigos... ¿por qué iba a pensar de otra forma? yo sé cuáles son los límites -Sonreí, él soltó una carcajada.

- Me gustas mucho, chica.

- Sí, lo sé... suelo causar esa sensación.

- Paso a buscarte en unos... ¿Cinco minutos? -Preguntó.

- Que sea en diez -Respondí.

Colgó, yo me levanté a toda prisa y empecé a vestirme.

- ¿Vas a salir? -Preguntó Bridgit cuando abrí el ropero.

- ¡Yes! -Contesté mientras buscaba que ponerme.

- ¿Alguien especial? –Preguntó.

- No, solamente es Byron Wayland ¡y antes de que digas nada! solamente somos amigos

- ¿Byron Wayland y tu... solamente amigos? -Soltó una carcajada- perdona chica, pero no te creo.

- ¿Estás queriendo decir algo? -Pregunté mientras me ponía los pitillos negros que había elegido.

- Sí, estoy queriendo decir que Byron Wayland no tiene amigas. Estoy queriendo decir que ese chico tiene enemigas y algunas relaciones adoración-odio.

- ¿Adoración-odio? –Eso sí que me había hecho gracia.

- Pues que a pesar de que le odian por como las trata, si él les dice ven, ellas van con los ojos cerrados.

Tuve que reírme a pesar de que sabía que lo que ella decía era cierto.

- No te rías, te puede hacer daño -Dijo.

- ¿Qué no me ría? ¿Entonces qué quieres? ¿Qué llore? -Pregunté irónica- solamente somos amigos y él no me va a hacer ningún daño, se cuáles son los límites entre una amistad y un noviazgo y hazme caso, no quiero tener nada que ver con ese chico.

Ella solo asintió y siguió estudiando, en cambio yo seguí vistiéndome.

- ¿Qué te parece? -Pregunté cuando terminé.

- Nada mal, no parece que vayas a una cita con alguien -Respondió encogiéndose de hombros, yo sonreí ampliamente.

- Eso es lo que pretendo pequeña Bridgit, solamente es un amigo -Sonreí.

Me miré en el espejo y sonreí. Llevaba un pitillo negro, una camiseta gris de los Rolling Stones, la cual tenía una gran apertura por los lados por lo que se veían los lados de mi sujetador y casi todo mi costado y de zapatos... bueno, de zapatos llevaba unas nikes negras.

En ese momento sonó mi móvil.

- ¿Sí?

- Ya estoy aquí -Dijo Byron, luego colgó.

- Adióós -Canturreé a Bridgit, ella solo rio.

Bajé las escaleras dando pequeños saltitos, la verdad es que estaba un poco nerviosa, no tenía muchos amigos a parte de Mel, Brigdit, Malcom y Sean.

- Hey -Dije cuando llegué.

- Ihh.

- ¿Ihh? ¿Qué clase de saludo es ese? -Pregunté mirándole mal.

- Pues el saludo de los tíos.

- Pero es que yo no soy un tío.

- ¿Y? pero eres mi amiga y te tengo que tratar como trato usualmente a mis amigos y ese trato incluye el Ihh -Dijo sonriendo.

Iba a replicar pero me cortó.

- ¿Nos vamos? -Preguntó.

- Bueno vale, ¿en qué vamos?

Él me dirigió una mirada burlona y luego se giró hacia su izquierda, seguí su mirada y me encontré con ¡una ducati!

- Joder -Susurré maravillada mientras me acercaba deprisa a la moto.

- ¿Te gusta? -Preguntó en tono sorprendido.

- Claro que me gusta, ¡oh dios! adoro las motos -Sonreí sin apartar la vista de aquella preciosa ducati monster.

Él soltó una carcajada.

- No son muchas las chicas que saben apreciar una buena moto.

- Me encantan -Sonreí de manera amplia.

- Bueno es saberlo –Dijo mirándome ¿maravillado, tal vez?

Subimos en la moto y me tendió un casco, busqué algo para agarrarme, pero tras de mí no había nada.

- Lo siento señorita, pero al único lugar que te puedes agarrar es a mí -Dijo sonriendo. Volví a bufar y le rodeé con los brazos agarrando mis manos en su estómago... ¡un MUY duro estómago!

- ¿Vas al gimnasio? -Pregunté inconscientemente y eso le hizo soltar una carcajada, haciendo que yo me irritara.

- No, no voy al gimnasio, pero te recuerdo guapetona que soy boxeador -Dijo y aun sin verle la cara, sabía que estaba sonriendo. Luego de eso, encendió la moto, le dio gas y arrancó.

Iba tan deprisa que había tenido que apoyar mi cara en su espalda y cerrar los ojos para que ningún bicho se me metiese en ellos. Cuando paró, me bajé deprisa de la moto.

- ¿Estás loco? -Pregunté con la voz entrecortada, él solo rio.

- Pensaba que te gustaban las motos -Dijo.

- Y me gustan, pero joder... Me gustan cuando las conduzco yo -Susurré. Entonces recordé como iba yo por las calles de Italia y no pude hacer otra cosa que sonreír. Al final, Byron y yo no éramos tan distintos.

**

Nos sentamos en la pizzería y la camarera se acercó a nosotros.

- Hola -Dijo sonriéndonos más a Byron que a mí, claramente- ¿qué tal Byron?

Byron se dejó caer en la silla de manera desenfadada y adoptó una posición chulesca con una pequeña sonrisa.

- Bien, ¿y tú Charlotte? -Preguntó.

Ella le contestó y entonces Byron cortando de manera sutil la conversación, pidió lo que queríamos para comer.

- Y... ¿de dónde eres? -Preguntó, yo solo levanté una ceja.

- ¿No es obvio?

- Ya, sé que eres de Italia, Mel lo recuerda cada vez que puede, pero nunca he sabido de dónde son exactamente.

- Nací en Sicilia pero unos años más tarde mi familia se mudó a Roma -Respondí vagamente.

BYRON (P.D.V)

Interesante -Pensé.

- ¿Y por qué te mudaste aquí? -Pregunté.

- Por los estudios, quería estudiar fuera durante una temporada. Probar cosas nuevas.

- ¿Dónde están tus padres? –Pregunté. Notaba que no estaba del todo cómoda con el tema, pero realmente me daba curiosidad.

- Mis padres siguen en Italia... ¿y qué es de tu vida? ¿Por qué eres tan mujeriego? -Preguntó cambiando de tema rápidamente.

- Bueno, me gustan las mujeres ¿algún problema con eso? –Sonreí.

- ¿Tienes más hermanos aparte de Sean?

- ¿Te interesa mi vida? -Pregunté con una gran sonrisa.

- Bastante -Dijo ella sonriéndome de igual forma.

- Yo soy el más pequeño de la familia, Sean es solamente 10 meses más grande que yo... y luego están: Travis, que es el mayor de todos, luego Michael y Paul que son gemelos, y después Sean y al final, yo.

- Una familia con solamente chicos... tu madre estará contenta -Sonrió.

- Siempre nos estaba gritando y diciendo que limpiásemos lo que habíamos roto o ensuciado -Reí- y ¿qué hay de ti, misteriosa italiana? nadie sabe absolutamente nada sobre ti o Mel. Bueno, si Sean sabe algo de ella así jugoso, claramente no me lo va a contar... pero bueno, yo quiero saber algo de ustedes, cuéntame... ¿novio?¿hermanos?¿tu antigua vida?

- Tengo tres hermanos mayores, Francesco, Edoardo y Gianluca –Aunque sonreía, no parecía muy feliz.

- ¿Gianluca? vaya, nunca había oído ese nombre. O sea, tú eres la única chica de la familia... te protegerán mucho ¿no? -Pregunté con una sonrisa al imaginarme a sus tres hermanos protegiendo a la pequeña Kathia de todo chico que intentara acercarse a ella.

- Lo normal -Sonrió con los ojos llorosos.

- ¿Te pasa algo? -Pregunté preocupado.

- Es solamente que les hecho mucho de menos -Respondió- y sobre a mi antigua vida, no tengo nada que decir, es igual o más aburrida que ahora.

- ¿Te resulta aburrida tu vida? -Pregunté con una mueca socarrona- pues bueno, has conocido a la alegría de Estados Unidos pequeña. Por el honorable lugar que ocupas en mi vida, o sea, ser mi amiga, ¡Has ganado noches de diversión a montones!

Ella rio y yo con ella, tenía una sonrisa y una risa muy bonita.

**

Se bajó de la moto y la acompañé hasta la puerta de su residencia.

- ¿Te lo has pasado bien, pequeña? -Pregunté con una gran sonrisa.

- Por supuesto. Mejor de lo que esperaba la verdad.

- Esas son las ventajas de ser amiga mía.

Ella negó y entró a su residencia dejándome con una sonrisa de bobo en la cara. Esto iba a ser muy entretenido.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: