Capítulo 23
Capítulo 23
BYRON (P.D.V)
Todo esto estaba superando los límites. Estaba en mi propia casa, mandándome miradas "asesinas" con mi hermano, mientras que vigilábamos que nuestra ¿cuñada? (no sabíamos en qué punto estaba la relación de Sean y Mel) y Kathia no se escapasen.
- ¿Desde cuándo están en todo esto de la mafia? -Pregunté a Paul. Los demás estaban en la cocina y nosotros como idiotas estábamos en medio del pasillo sentados en el suelo vigilando.
Surrealista a más no poder.
- No sé... creo que lo descubrí todo cuando cumplí los diecisiete -Respondió él mirándome fijamente.
- ¿Y Michael?
- Igual que yo -Dijo encogiéndose de hombros.
- Vale ¿y los demás? por lo que dijeron Travis lo descubrió a los quince por ahí... ¿pero nuestros primos cuando lo hicieron? Y... ¿cómo lo hicieron?
- Todos lo descubrimos más o menos sobre la misma edad entre los quince y los diecisiete, cuando Michael y yo lo descubrimos fue porque estábamos escondiéndonos de Travis que nos quería dar nuestro merecido, cómo así lo llama él. Bueno, la cosa es que nos metimos en el despacho de papá y nos escondimos, ellos entraron y empezaron a hablar de cosas que para nosotros eran incomprensibles, nombraron nombres de mafias, a personas rusas y todas esas cosas y nos empezamos a asustar... básicamente reaccionamos igual que tú y que Sean, lo que después decidimos unirnos a todo esto y con nuestros primos pasó lo mismo, fue de casualidad... ninguno de ellos estaba por la labor de decirnos nada -Dijo.
- ¿Por qué quisieron seguir con todo esto de la mafia? ¿Por qué no se separaron y... no sé... intentaron olvidarse del tema? -Pregunté frunciendo el ceño.
- Teníamos diecisiete años Byron -Dijo él sonriendo como si fuese obvio- todos nosotros éramos chicos que necesitaban aventura en su vida, éramos niños ricos que prácticamente no podíamos hacer nada, solamente estar en actividades extraescolares de peleas y cosas de esas. Queríamos acción. En su momento nos pareció una idea terrorífica, pero Michael y yo lo hablamos y decidimos seguir con todo ello, la verdad es que desde que estamos metidos en todo esto nunca nos hemos aburrido... puede que parezca cruel decirlo así, pero la mafia no es mala con aquellos que hacen las cosas que deben, cuando fallan y hacen cosas que nos pueden perjudicar... es ahí cuando nosotros intervenimos. ¿Te crees que la mafia es ir matando a gente porque si? creo que ves películas equivocadas.
- Pero ¿cómo son capaces de matar a gente que posiblemente tenga familia? -Pregunté extrañado por la insensibilidad de mi hermano.
- Hermano, todo el mundo sabe a lo que se arriesga cuando se junta con la mafia. A ver, si tú te juntas con la mafia significa que es para hacer las cosas bien, hay mafias que no permiten ni un solo fallo, pero hay otras, como la nuestra, que dan segundas oportunidades y por esas cosas es que muchas veces hemos estado a punto de salir muy pero que muy perjudicados, y aun así, seguimos dando segundas oportunidades. Cuando tú te juntas con la mafia tienes que tener clara una cosa, si fallas de manera grave, puedes acabar en el fondo del mar... es así -Dijo encogiéndose de hombros.
Viéndolo de ese modo, no todo resultaba tan malo. Pero el solo hecho de imaginarme matando a una persona me producía escalofríos.
- ¿Cómo pueden dormir por la noche después de matar a alguien? es que no lo entiendo -Insistí.
- Byron ¿te crees que algunas personas no nos quita el sueño? claro que sí, me ha pasado unas cuantas veces y creo que a papá y a mamá también... eso le puede pasar hasta a la persona con menos escrúpulos, pero cuando tú eres el que posiblemente salga escaldado por la forma de actuar de una persona, no piensas... ¿Crees que nuestros padres, o nosotros, dejaríamos que toda nuestra familia fuera a la cárcel o que resultase asesinada por otras mafias? jamás, y es por eso que tenemos muchísimo cuidado, la mafia es protectora con su familia, jamás dejaríamos que algo malo nos pasase a ninguno, por lo cual, cuando hay que matar... se mata.
Entonces decidí cambiar de tema porque lo mirase por donde lo mirase, aquello no era normal.
- ¿Te sigue gustando Kathia? -Pregunté de sopetón. Rápidamente alzó la mirada hacia mí de forma sorprendida.
- ¿Por qué iba a gustarme Kathia? -Preguntó entrecerrando los ojos y mirando la puerta de mi habitación.
- Porque sé que Kathia es la chica de la cuál te enamoraste, por así llamarlo, aquella vez en Francia -Sonreí de forma cansina.
Nos quedamos en silencio un momento, él me miraba fijamente, parecía intentar buscar las palabras adecuadas.
- Eso fue hace mucho tiempo, hermano y sé que ella está contigo, lo respeto. Puedes quedarte tranquilo, lo único que quiero es protegerla, jamás me metería entre ustedes -Dijo mirándome fijamente.
- ¿Te sigue gustando? -Volví a insistir- no me mientas.
- Byron, nunca la he olvidado -Respondió encogiéndose de hombros y dándome una mirada ¿arrepentida?
- No lo entiendo, siempre has tenido novias después de aquella vez -Dije un poco enfadado.
- ¿Y?¿crees realmente que Kathia no ha tenido novios? tú eres la prueba de ello, además, que haya tenido aventuras no significa que yo no siguiera pensando en Kathia de vez en cuando... joder, fue alguien muy importante para mí durante dos semanas. Vale, está contigo y no tienes de qué preocuparte -Se apresuró a decir.
- ¿En serio? si tanto te gustaba Kathia lo mínimo que podías hacer era ir a Italia y buscarla, no acostarte con otras a la primer de cambio.
Vale, me había enfadado.
- ¿A qué viene todo esto? -Preguntó empezado a enfadarse también- ella está contigo, punto y no hay más que hablar, te lo estoy diciendo, respeto que ella esté contigo, lo único que quiero es cuidarla, fue alguien importante para mí y ahora ha vuelto, pero solamente en calidad de cuñada, jamás interferiré entre ustedes.
Le miré fijamente. Sí, me había enfadado solamente por el hecho de que él no había tenido los cojones de ir a buscarla y quedarse con ella, me había enfadado porque él le había dado más valor a volver a su país en vez de luchar por el amor de aquella chica que había conocido.
Byron, estás siendo un hipócrita... ¿lo habrías hecho tú? -Pensé con sorna.
Realmente no sabía si lo haría por cualquier persona, pero mi hermano había conocido a Kathia durante dos semanas, y yo que la había conocido en menos de una, sabía que sería capaz de dar la vuelta al mundo solamente por ella.
Que cursi te estás poniendo Byron -Pensé desquiciado.
- Ya está, no te preocupes hermano -Susurró volviendo a bajar la vista al suelo.
Realmente me sentí como una mierda porque sabía que Kathia tenía que sentir algo por él, al igual que sabía que mi hermano seguía sintiendo algo por ella. ¿Cómo lo sabía? bien, ella todavía guardaba una foto con mi hermano, y a mi hermano se le iluminaban los ojos cada vez que la veía.
Pero... ¿Yo donde quedaba en todo esto? ¿Tenía que apartarme y dejar que ellos dos estuviesen juntos? ¿Sería eso lo adecuado?
Byron, tu nunca haces lo adecuado... él mismo lo ha dicho, él ha dicho que fue hace tiempo ¿por qué no aprovechar la situación? puedes conseguir a Kathia, puedes... puedo estar con Kathia si ella quiere -Pensé esperanzado.
Sabía que mis pensamientos estaban tomando rumbos estúpidos ya que estaba en una situación contradictoria. En parte la odiaba por lo que era, por otra parte quería protegerla de los que eran como ella y también por otra parte, solamente quería estar con quien era ella cuando estaba conmigo. Incluyendo sus desplantes. Kathia era especial, lo que ella era es parte de su encanto... es parte de ella.
¿Es una mafiosa? bueno, creo que lo podré superar, eso es lo que viene con el paquete -Pensé con una sonrisa.
KATHIA (P.D.V)
Aquella situación era estúpida y surrealista. Me había encerrado yo misma en la habitación de Byron para no tener que tratar con todos los Wayland que había ahí fuera. ¿Realmente esa era yo?
Nada estaba saliendo como yo quería.
Aunque claro... hace tiempo que nada sale como yo quiero -Pensé mientras me pasaba las manos por la cara por enésima vez.
Yo era una mafiosa, lo llevaba en las venas, era algo que era parte de mí, que nadie debería poder quitarme y lo estaban intentando, mi familia, las personas que tenía fuera... Pero no, lo que yo era, era algo que jamás me arrebataría nadie.
Jamás.
Me boté en la cama de espaldas y pensé en las breves pero intensas miradas que se habían mandado Paul y Byron... ¿por qué? ya todos debían saber que lo nuestro nada más que era una mentira, vamos, con lo enfadado que estaba Byron no era como para estar aparentando nada con una persona a la que odiaba.
Y en todo esto... ¿en qué punto estaba la relación de Mel y Sean?
Me senté en la cama como un resorte ¿Cómo estaría Mel?
Joder, soy una mierda de amiga, ni siquiera me he preocupado por su estado -Pensé alarmada mientras me levantaba de la cama.
Mel tenía que estar hecha un desastre y llorando por lo que había pasado, por la situación en la que se había visto. Había apuntado a su propio novio con una glock.
Abrí la puerta de la habitación y me encontré con Paul y Byron en medio del pasillo totalmente callados. Al momento levantaron la vista y se pusieron de pie enseguida.
- ¿A dónde vas? -Preguntó Paul mirándome fijamente.
- A buscar a Mel ¿Tengo que recordar que está saliendo con Sean y que hoy todo se ha ido a la mierda? -Pregunté poniendo en mi tono todo el desprecio que podía fingir.
Byron me dio una mirada de compresión que me hizo sentir un retorcijón en el estómago.
- ¿Qué? -Pregunté mientras me cruzaba de brazos- ¿me van a dejar ir a ver a mi amiga, o no?
- Si -Respondió Byron rápidamente- está en el baño, no ha salido de allí desde que tu entraste en la habitación.
Dándoles una mirada de desprecio absoluto (totalmente fingida) me encaminé hacia el baño. Inesperadamente, la puerta estaba abierta, por lo que rápidamente entré y cerré detrás de mí.
Estaba sentada dentro de la bañera mirando a la nada fijamente, no tenía el maquillaje corrido y parecía estar bastante bien. No temblaba y no se estaba mordiendo las uñas, su pelo estaba perfectamente peinado.
- ¿Estás bien? -Pregunté sentándome en el retrete enfrente de ella.
Levantó la vista hacia mí y en sus ojos demostró todo el odio que sentía.
- Antes de que digas nada -Dije levantando la mano para evitar que hablase- tengo que decirte que lo siento muchísimo, que sé que amas a Sean con todo tú corazón, pero quiero que sepas que jamás fue mi intención ponerte en esta situación, te lo prometo, necesito saber que me perdonas por hacerte eso. Mel, eres parte de mí, tu eres la parte de mí que todavía no se ha roto, la que todavía sigue en pie... jamás he querido hacerte daño con mis decisiones y sé que lo de hoy te ha hecho muchísimo daño, te prometo que si quieres me iré y no volveré a aparecer delante de ti... ni de ti ni de Sean, podrán ser felices juntos. Nadie les molestará, lo prometo.
Me hinqué de rodillas en el suelo y la miré fijamente. Mel era una de las poquísimas personas que podrían conseguir alguna vez que me arrodillase para implorar perdón. Me daba igual dejar todo mi orgullo y dignidad atrás... Mel valía más que todo eso.
Se quedó mirándome fijamente hasta que finalmente habló.
- ¿Crees que estoy enfadada contigo por haber tenido que apuntar a Sean? -Preguntó con la voz increíblemente firme.
No respondí, sabía que eso no era lo que ella quería.
- No estoy enfadada contigo por eso Kathia -Dijo poniéndose en pie- estoy enfadada contigo porque has intentado abandonarme, has intentado venderme a otra familia... ¿Estás loca? yo jamás vendería mi lealtad, mi lealtad está contigo y cuando tu decidas volver a casa, yo volveré contigo con la cabeza bien alta, cuando tú decidas volver a tu mafia que te pertenece por derecho, yo volveré a tu lado... ¡Mi lealtad está con los italianos!, ¡Mi lealtad está contigo! puede que Sean sea la persona a la que amo, pero jamás y escúchame bien Kathia, jamás intentes venderme como si no fuese más que una joya sin valor, yo tengo opinión y si te digo que me quiero ir contigo a recorrer el mundo, lo haré. Si en cambio decides dejarme aquí, que sepas que me iré libre, que yo también huiré y me esconderé... pero jamás me iré con otra mafia que no sea la mía ¿Me estás oyendo? -Gritó.
Me levanté del suelo y la miré fijamente. El primer bofetón no lo vio venir. Pero yo si vi venir todos los demás, y aun así, peleé en igualdad de condiciones.
BYRON (P.D.V)
Estábamos sentados en la cocina todos juntos intentando hacer oídos sordos a los gritos de Mel para darles un poco de privacidad, cuando oímos como la puerta del baño se hacía añicos y empezamos a oír los gruñidos y los gritos.
Nos levantamos rápidamente y corrimos por el pasillo. Lo que vimos no se lo esperaba nadie.
- ¿Están peleando? -Preguntó Travis con los ojos abiertos como platos, al igual que los demás.
Sin responderle Sean y yo nos apresuramos a ir a separarlas, y por causa de ello, nos llevamos mordiscos, aruñones, un par de jalones de pelos y sobre todo, muchísimas cachetadas.
- Basta -Grité agarrando bien a Kathia mientras intentaba lanzarse de nuevo a por Mel.
- Suéltame -Gritaron Mel y Kathia a la vez.
- No -Gritamos todos nosotros.
Pasaron al menos tres minutos hasta que ellas consiguieron calmarse. Cuando lo hicieron, poco a poco las fuimos soltando, y antes de darnos tiempo a volver a pararlas, se lanzaron una contra otra, pero no en una pelea como esperábamos, si no en un abrazo.
- No te atrevas a decir de nuevo que me quieres dejar aquí, Kitty, tu eres parte de mí, tú eres esa parte que necesito para seguir en pie, no me importa nada de lo que has hecho. Te quiero y jamás permitiré que te vayas sin mí. Lo siento-Susurraba Mel mientras se aferraba fuertemente a Kathia.
- No, perdóname tu a mí, me he portado mal, te lo he hecho pasar muy mal siempre con mis decisiones, pero no olvides jamás que te quiero Mel y que por ti daría la vida -Decía Kathia llenando de besos a Mel.
- Yo también daría la vida por ti, Kitty -Susurró Mel antes de darle un beso en los labios.
Mis hermanos y yo no podíamos tener los ojos más abiertos de la impresión.
- ¿Se acaban de morrear delante de nosotros? -Preguntó Michael mirándonos a todos.
- No nos hemos morreado, solamente nos hemos dado un pico... es algo que hacen las amigas -Susurró Kathia mientras seguía abrazada a Mel.
*
KATHIA (P.D.V)
Cuando noté a Mel totalmente dormida a mi lado, decidí salir de la habitación.
- ¿Cómo están? -Preguntó Michael cuando llegué a la cocina.
Les miré fijamente, notaba en ellos la tensión que sentían al estar conmigo allí, pero yo no tenía la culpa de que ellos hubiesen decidido incordiar.
- A ver, vale, nos han descubierto. Vale, sé que piensan que soy una asesina y que todo... bla bla bla... todo muy bien, pero no saben las razones.
- Queremos que nos las digas -Me interrumpió Travis.
- Chicos, yo no tengo porque decirles una mierda, cuando quiera hacerlo, lo diré, pero no piensen que ustedes me lo van a sacar a la fuerza -Dijo sonriendo mordaz- solamente quiero ayuda.
- ¿Ayuda? -Preguntó Byron poniéndose en pie y mirándome fijamente- ¿para qué?
- Les pedí que me ayudaran a esconder a Mel y que la recogieran en su familia. He pensado que no quiero hacer eso -Dije- he decidido que quiero que nos saquen de aquí y que... que nos lleven a un sitio apartado. Necesito ayuda, tengo que escapar de mi familia y no quiero que nadie le toque un solo pelo a Mel.
- Nadie la tocará -Prácticamente gruñó Sean. Le sonreí.
No, sabía que si estaba con ellos, nadie la tocaría y mucho menos si Sean la cuidaba. Tenía un plan y ese plan consistía en salvar a Mel.
- Tampoco te tocarán a ti -Dijeron Paul y Byron a la vez cuando salí de la cocina.
No, olvídate de chicos. No puedes pensar en ninguno de ellos.. -Pensaba mientras volvía a la habitación y me acostaba junto a Mel.
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