Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2

Capítulo 2

Por fin terminaban las clases y yo podía volver finalmente a mi apartamento. Salí del aula de Química y me encontré con Mel.

- ¿Cómo te ha ido? –Pregunté.

- Soy nefasta en estas putas asignaturas -Dijo ella pasándome el brazo por los hombros.

- Ya claro... Melissa Carusso siendo nefasta en algo. Permíteme que lo dude -Reí.

- Cállate anda, sabes que la química se me da fatal.

Yo solo asentí con una sonrisa y seguimos caminando. A Mel no había nada que se le diese "fatal", era un puto cerebrito.

- ¡Hey, chicas! -Dijo Sean mientras se acercaba a nosotras.

- Hola -Dijimos Mel y yo a la vez, con la diferencia que ella después le dio un beso.

Incómodo no... lo siguiente. ¡Joder! ¿Por qué tenían que ponerse así cuando iba yo con ellos? era súper cutre como ellos se enrollaban y yo me quedaba ahí en plan: mmm... sí, gracias, sigo existiendo.

- No saben lo horrible que es cuando se ponen en plan parejita y el tercero que va con ustedes se queda totalmente cortado -Dijo Byron apareciendo a mi lado.

Óle, el que faltaba -Pensé.

- Lo siento, Kat -Dijo Sean con una sonrisa de disculpa.

- No pasa nada –Refunfuñé. Estaba más que acostumbrada.

- Claro que pasa, ¿no estabas hace unos diez segundos con cara de "lo que faltaba? -Preguntó Byron con una sonrisa.

- Byron, cállate guapo -Sonreí forzadamente.

- Ohhh, con que te parezco guapo –Su ceja alzada me provocaban ganas de partírsela.

Dios, este tío es insufrible -Pensé.

- Byron, déjala -Dijo Mel.

- Byron, ¿conoces el sarcasmo? -Pregunté con una sonrisa- bueno, pues eso es lo que acabo de usar al llamarte guapo. Si quieres te sacaría todos tus defectos, pero ahora no tengo ganas de hablar con un impresentable como tú. Así que... ¿por qué no te vas por ahí a follarte a cualquiera? mira, allí hay una que ya se está bajando las bragas para cuando te decidas a mirarla no tengas que hacer mucho esfuerzo.

Él soltó una carcajada, al igual que Sean.

- Me encantas -Dijo con una sonrisa Byron.

- Tú a mí no.

- Lo haré, en algún momento de tu vida te empezaré a encantar -Dijo echándome el brazo por encima. Con la misma me aparté, haciendo que su brazo cayera contra sí.

- Nunca, jamás me encantarás... que se te meta en esa cabecita.

- Nunca digas nunca -Dijo él.

Solté un suspiro de exasperación.

- Parece que te pongo nerviosa –Rio.

- No, lo que pasa es que me tocas muchísimo los ovarios, ¡no te imaginas cuanto! - Dije alzando las manos.

- Byron, déjala ya -Dijo Sean.

- ¿Por qué? si me lo estoy pasando bien

- ¿Qué he hecho yo para merecer esto? -Susurré.

- Pues llamarme la atención -Me susurró él en el oído.

- No te me acerques -Dije recalcando cada palabra.

- Waoh chica, ¿por qué tan arisca?

- Vete a la mierda -Dije casi en un grito, acto seguido empecé a caminar más rápido.

- Eres consciente de que soy más alto que tú y por lo cual tengo las piernas más largas y puedo alcanzarte enseguida ¿no? -Preguntó Byron caminando a mi ritmo.

- Eres consciente de que me caes como una patada en el culo ¿no? -Pregunté.

- Muy, pero que muy consciente de ello -Contestó con una sonrisa orgullosa- se te da bastante bien esto de tratar mal a la gente.

- ¿Sabes algo más que se me da bien?

- Ilumíname

- Tengo un radar para detectar imbéciles y ¡oh, mira! pi.pi.pi.... está sonando, muy cerca, ¡oh sí! ya veo por qué, tú eres el imbécil que más cerca está.

- Pues por este imbécil es posible que algún día se te caigan las bragas, ¡guapa!

- Más quisieras tú.

- Algún día lo querrás tú, recuérdalo... ¡¡¡algún día!!!

Le ignoré y entré a mi residencia, subí las escaleras evitando hablar con cualquier chica y entré en mi "apartamento", donde se encontraba mi compañera de cuarto, Bridgit.

- Hola -Dije cuando dejé caer mi mochila en el suelo.

- ¿Qué tal? –Preguntó con una gran sonrisa.

Bridgit era la alegría en persona. Alta, delgada y morena de cabello. Su tez era blanca y sus ojos de un marrón casi negro... a veces tenía un aspecto fantasmal, nada que no arreglara su sonrisa.

- Bien -Respondí vagamente. Me tendí en la cama y pensé en Byron.

¿Cómo es posible que ese chico con el que en nunca he tenido el más mínimo contacto, ahora me esté mareando la perdiz?

BYRON (P.D.V)

Sonreí al ver a Kathia alejándose tan apresuradamente.

- ¿Qué le has dicho? -Preguntó Mel cruzándose de brazos a la vez que Sean me daba una mirada enfadada.

- Solamente le he dicho que sé que le caigo mal -Respondí encogiéndome de hombros.

- Déjala en paz, Byron... Ella no es tu tipo, ni tú eres el de ella -Dijo Mel frunciendo el ceño.

- ¿Cómo estás tan segura?

- Porque la conozco prácticamente desde toda mi vida, porque se lo que le conviene y lo que no y hazme caso, tú no le convienes.

- Es posible que no la conozcas tanto como crees.

- Créeme, conozco absolutamente todo sobre ella, y hazme caso cuando te digo que será mejor que te alejes –Dijo. Acto seguido se fue por el mismo camino que Kathia.

- Byron, aléjate de Kathia -Dijo Sean apuntándome con el dedo.

- ¿Por qué? -Pregunté- cualquiera que te oiga a ti o a Mel se piensa que es que la voy a matar.

- Byron, tu matas a cualquier chica después de follártelas.

- ¿Y? ellas saben a lo que se arriesgan cuando se acuestan conmigo, yo no les prometo una vida juntos.

- Parece mentira que seamos hermanos -Dijo.

- No me toques los cojones Sean, no me toques los cojones -Prácticamente grité- solamente le he gastado un par de bromas a Kathia, no he dicho nada de acostarme con ella... ¡¿Quieres dejar de ser tan paranoico?!

- No, no puedo dejar de ser un paranoico. Kathia me cae bien y no quiero que le hagas daño, así que aléjate de ella –Dijo muy serio antes de irse.

¿Alejarme de Kathia? ¿Estaban locos o qué? Kathia era genial para mí, si no quería nada conmigo, por lo menos tenerla de amiga... ¿no?

- Quiero tenerla de amiga -Dije cuando alcancé a Sean.

- ¿Amiga? -Rompió a reír- siento decirte que tú no puedes tener amigas.

- Verás que sí. Seremos amigos, ¿por qué no? Con eso no puedes tener ningún problema, no me acercaré a su cama ni a su cuerpo, simplemente quiero entablar una amistad con ella.

¡Sí! me había propuesto algo y lo conseguiría. Antes de que Sean pudiese decirme nada, me fui corriendo hacia la residencia de Kathia y Mel.

- Hey -Saludé con una sonrisa a las chicas que me cruzaba en la residencia mientras me subía las escaleras en busca de alguna señal de Kathia o Mel.

- ¿Qué haces aquí? -Preguntó una chica llamada ¿Jessica? ¿Elizabeth?¿Jade? no lo recordaba.

- Vengo a buscar a Kathia ¿saben quién es no? alta, ojos claros, pelo castaño con mechas californianas...

- Sí, sabemos quién es.

- ¿Cuál es su habitación? -Pregunté.

- Te la diremos si dices como me llamo –Dijo. Yo solté una carcajada.

- ¿Qué clase de juego estúpido es este? -Pregunté cruzándome de brazos y alzando una ceja.

- Me acosté contigo hace tres semanas, luego me tiraste como una colilla, me trataste peor que a una puta -Gritó.

- ¿Perdón? No, no, no... no te equivoques -Sonreí- cuando ustedes deciden acostarse conmigo, yo no les prometo amor eterno, ¿o alguna vez me has oído pronunciar tales palabras?

- Byron -Gritó de repente Kathia.

La chica que tenía delante tenía los ojos llorosos y ¡no! ¡No me sentí mal! todas estas tías me trataban como una mierda solamente porque nunca les prometía amor eterno... ¿sentir pena? eso no estaba ni en mi vocabulario ni en mis sentimientos.

KATHIA (P.D.V)

Este chico es un completo idiota -Pensé con furia.

- ¡Vamos! -Dijo agarrándome de la mano y sacándome de la residencia.

- ¿Qué haces? -Grité- suéltame.

- Quiero proponerte algo.

- ¿Qué? -Pregunté desconfiada- si lo que vas a decirme es que te he puesto cachondo porque nunca nadie te ha tratado como yo, supéralo y olvídate de mí.

Su sonrisa se hizo aún más amplia, haciendo que unos hoyitos aparecieran y se formaran unas arruguitas en sus ojos.

- ¡No! tienes razón con lo de que nadie me trata como tu antes de acostarse conmigo y eso extrañamente me gusta, pero no quiero nada sexual contigo.

¿Debería molestarme? -Pensé confusa.

- ¿Y entonces qué quieres? -Pregunté cruzándome de brazos.

- Quiero que seas mi amiga.

- ¿Amiga? ¿Amiga tuya? –La verdad es que aquello sí que no me lo esperaba.

- Sí, amiga mía.

- ¿Cuál es la trampa? -Pregunté mientras una sonrisa se iba extendiendo por mi cara.

- Quiero demostrar que puedo tener una amiga, ¿y quién mejor que tú, que no me ves sexualmente atractivo?

- Tienes razón -Sonreí.

- ¿Amigos? -Preguntó extendiendo su mano.

- Amigos -Dije mientras agarraba su mano y le daba un leve apretón.

Quien me iba a decir a mi donde me estaba metiendo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: