Capítulo 18
Capítulo 18
KATHIA (P.D.V)
Me desperté sobresaltada en medio de la noche.
Maldito Byron -Pensé enfadada, pero entonces lo vi allí, dormido en el sofá de enfrente en una posición totalmente incómoda y enseguida se me pasó el enfado.
¿En serio estaba allí durmiendo por mí?
Me levanté del colchón hinchable con intención de ir al baño, pero la manera en la que Byron dormía me teletransportó a los recuerdos en Francia.
FLASHBACK
Me bajé del avión y me dirigí enseguida a recoger mis maletas. Tenía prisa, tenía que llegar al hotel y luego reunirme con la parte de mi familia que estaba en esos momentos en Francia.
Estuve cerca de cinco minutos esperando a ver si veía mi maleta, hasta que metiendo codazos a todo el mundo pude cogerla y sin más, me di la vuelta y empecé a caminar deprisa por aquel aeropuerto de Francia que estaba lleno a más no poder de guiris con intención de pasar allí un buen verano.
Iba tan deprisa y sin fijarme a quien apartaba que terminé chocando de bruces contra un chico.
- Joder, lo siento -Dijo de repente cuando me ayudó a levantarme.
No pude más que quedarme prendada de su sonrisa y sus preciosos ojos verdes.
¡Joder con el americano! -Pensé mientras una sonrisa se formaba en mis labios.
- No te preocupes, fue culpa mía, iba distraída -Dije.
¿Cuántos años tendría? ¿Diecinueve? ¿veinte?
- ¿Eres italiana? -Preguntó entrecerrando los ojos mientras empezaba a sonreír de nuevo.
- Sí, lo soy -Contesté con una gran sonrisa.
Parecía una estúpida sonriéndole como le estaba sonriendo, pero... ¿qué querían? este era el típico enamoramiento que tenías con un extraño al que no volverías a ver jamás.
- Realmente me encanta tu acento -Dijo sonriendo.
- Y a mí el tuyo.
- Me llamo Paul -Dijo extendiendo su mano.
- Yo soy Kathia -Dije pasando de su mano y acercándome a darle dos besos.
FIN DEL FLASHBACK
Una punzada me dio de lleno en el pecho al recordar ese momento en el que intercambiamos sonrisas. Parecía digno de una película el hecho de que nos hayamos conocido al chocarnos en un aeropuerto y que de repente todo hubiesen sido sonrisas.
FLASHBACK
Habían pasado tres días desde la última vez que le había visto, y todavía no podía sacármelo de la cabeza. Era realmente increíble todo lo que me había hecho sentir aquel extraño en el aeropuerto.
Me terminé de colocar los tacones y me quedé mirándome en el espejo completo que había en la habitación de aquel lujoso hotel de cinco estrellas. Llevaba puesto unos pantalones negros ajustados, un body rojo que se me pegaba como a una segunda piel, una americana negra informal y unos tacones rojos.
Me veía sexy y a la vez una chica de negocios, pero claro, una chica de negocios de unos dieciséis años.
Me encanta llamar la atención -Pensé divertida mientras agarraba el móvil y salía de la habitación del hotel para bajar a la sala que tenía reservada con mi familia.
- Vaya... ¿Kathia, verdad? -Preguntaron a mi lado cuando llamé al ascensor.
Cuando me giré, le vi ¡era el chico del aeropuerto!
- Si -Dije con una gran sonrisa- tu eres Paul ¿no?
- El mismo de hace tres días -Dijo él dándome dos besos.
- Vaya, parece que has pasado de eso de ofrecer la mano -Sonreí cuando se separó. Me encantaba el perfume que llevaba.
- Si, una chica me demostró hace tres días que siempre es mejor dos besos.
Tuve que soltar una risilla, ese chico me encantaba... y claro ¿a quién no?
- ¿Cuántos años tienes? -Preguntó.
- Dieciséis ¿y tú?
- Diecinueve.
Bueno, tampoco nos llevamos tanto -Pensé.
- ¿Tienes novio? -Preguntó mirándome fijamente.
- No -Contesté divertida.
- Bien, deseaba con ansias esa respuesta -Dijo antes de besarme.
Joder -Pensé maravillada.
Entonces las puertas del ascensor se abrieron cortando el momento.
- Espero volver a verte -Dijo con una sonrisa antes de salir de allí.
Me cago en la puta -Pensé divertida.
FIN DEL FLASHBACK
Entré a la habitación de Byron y busqué mi maleta debajo de la cama, la saqué y empecé una búsqueda intensiva por los bolsillos hasta que la encontré.
Era una foto de nosotros dos haciendo boberías y no pude hacer más que sonreír y recordar aquel momento.
FLASHBACK
- Nos volvemos a encontrar -Dijo una voz a mi espalda mientras me comía unos cereales. No tuve que mirar atrás, sabía perfectamente quien era.
- Parece que si -Dije sonrojándome como una idiota.
- ¿Has salido a visitar París? -Preguntó con una pequeña sonrisa mientras se sentaba en la mesa conmigo sin ser invitado.
- No, no he salido a visitar París.
- Bueno, pues vamos... ¿a qué esperas? -Preguntó mientras me agarraba de la mano y me sacaba de allí sin dejar que terminase de comer.
**
Debo estar loca -Pensaba divertida- este chico puede ser un violador, un asesino o un secuestrador que lo único que quiere es vender mis órganos en el mercado negro y aquí estoy yo, paseando por París con él.
- Esto es un poco raro -Dije mientras íbamos agarrados de la mano- nos conocimos por accidente en un aeropuerto hace cuatro días, anoche me besas y sales corriendo y aquí estamos hoy, caminando por París y sin conocernos de nada. Esto es de locos, podrías ser un asesino o podría serlo yo.
- Bueno, la verdad es que prefiero correr el riesgo de que en vez de desaparecer a media noche como hace la Cenicienta, me mates a media noche -Dijo con una sonrisa al mirarme fijamente- pero te puedo asegurar, bonita, que no soy nada de lo malo que hayas pensado sobre mí... solamente soy un chico al que enamoraste la primera vez que sonreíste delante de mí en ese aeropuerto y que lo único que quiere es aprovechar el máximo tiempo contigo en Francia.
- ¿Sabes? será mejor inmortalizar este momento, porque quiero que dentro de cincuenta años pueda decir que me enamoré perdidamente de un extraño en Francia y tener recuerdos de ello para saber que esto no fue fruto de mi imaginación -Dije con una sonrisa mientras lo arrastraba hacia una photomaton.
- ¿En serio esto es amor? -Preguntó mientras metía el dinero.
- Si lo es, no puedo estar más que contenta -Dije con una gran sonrisa antes de empezar a sacarnos fotos divertidas.
**
Me dejó caer sobre la cama delicadamente, como si fuese la más valiosa de las joyas que hay en el mundo.
- Hay un problema -Susurré cuando empezó a quitarme la camisa.
- ¿Cuál? -Preguntó mientras me besaba con muchísimo cuidado el cuello. Casi parecía que tenía miedo de romperme.
- Que soy virgen.
- Yo también -Dijo con una pequeña sonrisa, y yo no pude hacer otra cosa que pegarle en el pecho divertida.
- Si no quieres hacerlo no pasa nada, lo entiendo -Dijo quitándose de encima de mí.
- Yo no he dicho que no quiera hacerlo, solamente te estaba informando -Dije agarrándolo de la camiseta.
- ¿Estás segura? -Preguntó frunciendo el ceño.
- Completamente segura -Contesté.
No, no estaba para nada segura pero... puede que suene tonto y extraño, pero le quería. Sentía una increíble admiración por él y yo quería hacerlo. Perder la virginidad no significa hacerlo cuando llevas casi un año con una persona, perder la virginidad significa hacerlo con la persona que tú quieres, hacerlo cuando tú quieres y sentirte plenamente cómoda con esa persona. No había más ciencia que esa.
Y yo me sentía más que cómoda con Paul, todo lo demás me daba igual.
FIN DEL FLASHBACK
Pude sentir una lágrima cayendo por mi mejilla.
Recordaba perfectamente aquel momento, fue el momento más mágico que jamás he vivido. Nunca, jamás, incluso después de volver a Italia y no tener noticias suyas, jamás me arrepentí de todo lo que viví con él. Y a día de hoy seguía sin arrepentirme.
Con la foto siempre llevaba un sobre, en el cuál llevaba otra prueba de que todo lo que vivimos había sido real, la prueba que nunca se separaba de aquella foto.
FLASHBACK.
Me di la vuelta para mirarle. Sentía como mi mundo se venía abajo, pero yo sabía que aquello no iba a poder durar para siempre.
- Quiero que tengas esto -Dijo entregándome una caja. Cuando la fui a abrir, me agarró de las manos- no, quiero que la abras cuando estés en el avión. Es otra prueba de que esto fue real.
- Te voy a echar muchísimo de menos -Dije abrazándole fuertemente. Intentaba con todas mis ganas no llorar, pero una lágrima se me escapó.
- Te juro que no te voy a olvidar jamás Kathia, te lo juro -Susurró besándome como se besaban los actores en las películas en las escenas finales. Con tanta pasión e intensidad...
Fue uno de esos besos que podían hacerte levantar una pierna porque te hacían sentir que soñabas, uno de esos besos en las que la gente se paraba para quedarse mirando al ver lo bonito que era.
- Estarás siempre conmigo -Susurré al separarnos porque habían llamado a mi vuelo.
- Nos volveremos a encontrar, te lo prometo por lo más sagrado, te prometo que nos volveremos a encontrar y que nada ni nadie nos va a separar, te lo prometo -Susurró en mi oído.
Con una sonrisa triste me di la vuelta y agarrando mis maletas me alejé de él. No pude evitarlo, así que me giré para verle y el corazón se me destrozó aún más cuando le vi llorando. Jamás había visto a un chico llorar, jamás había visto a alguno de mis hermanos hacerlo, tampoco ni a mi padre, tampoco a mis tíos, ni a mis amigos. Jamás había visto a ninguno llorar y aquel chico que había conocido dos semanas atrás en este mismo aeropuerto, estaba llorando por mí.
*
Una vez en el avión abrí la cajita y me encontré con un anillo y una pequeña tarjeta.
Este infinito simboliza nuestro amor, sé que es una cursilada, pero yo tengo un collar. De esta forma nos recordaremos siempre.
Je t'aime.
Paul.
FIN DEL FLASHBACK
Me volví a poner el anillo con una sonrisa entre las lágrimas que no paraba de derramar.
Es increíble todo el tiempo que ha pasado -Pensé mientras me secaba las lágrimas.
¿Realmente intentaría tenerme como había prometido? ¿realmente haría todo lo posible por tenerme de nuevo? No lo sabía. Pero había una cosa que yo tenía segura, yo le había amado con todas mis ganas y a pesar de los años que habían pasado... le seguía amando.
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