Capítulo 13
Capítulo 13
KATHIA (P.D.V)
Abrí los ojos. Sentía la garganta seca y me dolía muchísimo la cabeza y el cuello. Era como haberme despertado con resaca.
Intenté adoptar una posición cómoda, pero descubrí que no estaba en la habitación de Byron, ni siquiera estaba en una cama. Estaba en el baño, apoyada en el pecho de Byron mientras él dormía profundamente, su brazo me rodeaba.
Recordé porqué estaba allí y un sentimiento de vergüenza me impactó de lleno.
¿Cómo has sido capaz de derrumbarte así delante de alguien, y especialmente delante de Byron, Kathia? -Pensé frustrada mientras apartaba con delicadeza su brazo. Me levanté cuidadosamente, intentando no hacer ruido para que Byron no preguntara por el numerito que le había montado anoche. Era de lo más humillante, pero es que la situación en aquel momento me había podido.
Cuando terminé de ponerme en pie, me encontré de lleno con el espejo del baño. Ahogué un grito.
¡Estaba horrorosa! tenía el pelo hecho un desastre, la cara roja y los ojos totalmente hinchados.
Esto te pasa por ponerte a llorar como una desquiciada -Pensé mientras salía del baño con cuidado- te creía más fuerte, Kathia.
Entré a la habitación y abrí el ropero rápidamente.
Hoy era lunes, y aunque no tenía malditas ganas de ir a la universidad, tenía que hacerlo, tenía que alejarme por lo menos unas horas de Byron e inventarme una excusa que pudiese justificar lo que había pasado anoche.
Me puse unos pantalones vaqueros pitillos ajustados, una camisa verde con mangas hasta el codo, como hacía un poco de frío, me puse un pañuelo de leopardo en el cuello, unas botas no más arriba del tobillo marrones, y me puse una chaqueta de cuero marrón. Me pasé el cepillo rápidamente, me apliqué una fina base de maquillaje para poder disimular mi aspecto y me eché un poco de brillo en los labios, luego, al tener mi pelo todo engrifado, me hice una trenza rápidamente.
Cogí mis cosas para clase y salí lo más deprisa que pude. Tenía un hambre de mil demonios pero no iba a arriesgarme a que Byron se despertarse antes de que yo pudiese inventarme una excusa.
Me paré en seco con la mano en el pomo de la puerta. No tenía como ir a clase y caminando me llevaría muchísimo tiempo.
Mierda -Pensé frustrada, pero algo en mi vista periférica llamó mi atención. Las llaves de la ducati.
Bueno, parece que al final si voy a conducir ese monstruo -Pensé con una sonrisa mientras cogía las llaves junto con el casco que estaba encima del sillón y salía cerrando con muchísimo cuidado la puerta del apartamento.
Bajé las escaleras lo más rápido que pude, metí el bolso de clase dentro de la moto, me coloqué el casco y arranqué con prisas.
Ojalá estas fueran las calles de Roma, y este fuese un día tan estúpido como otro cualquiera -Pensé mientras aceleraba.
BYRON (P.D.V)
Me desperté con los empujones que me estaba dando Sean.
- ¿Qué haces? -Pregunté molesto.
- ¿Qué hago yo? no, ¿qué haces tú? -Preguntó mirándome confuso.
El dolor de espalda y de cuello, me recordó donde estaba y que había pasado.
- Joder, estos dolores me van a matar -Dije mientras me ponía en pie.
- ¿Qué haces durmiendo en el baño? -Preguntó mirándome con los ojos entrecerrados- ¿Kathia te ha echado de la habitación?
¡Kathia!
- ¿Dónde está Kathia? -Pregunté nervioso.
Todo lo de anoche había sido muy raro.
- Creo que se ha ido a clase, hace un rato me pareció oír la puerta.
Salí del baño rápidamente. Entré a la habitación y abrí el ropero.
Suspiré aliviado.
- ¿Pero qué te pasa? -Preguntó Sean entrando a la habitación.
- Tenía miedo de que Kathia se hubiese marchado -Reconocí mientras el corazón volvía a latirme con normalidad. El acordarme de los sollozos desgarradores que había emitido Kathia durante toda la noche aun estando dormida, me habían llevado a pensar que era posible que se hubiese largado.
- ¿Por qué iba a marcharse Kathia? ¿Qué coño pasó anoche Byron?
Pasé de él y empecé a vestirme rápidamente. Tenía que hablar con Kathia, tenía que explicarme qué coño había pasado anoche, por qué había estado llorando así.
- Oye, ¡te estoy hablando! -Dijo Sean mientras me agarraba del brazo y me giraba bruscamente hacia él.
- ¿Qué pasa? -Preguntó Mel apoyándose en el marco de la puerta mientras se restregaba los ojos.
Algo dentro de mí hizo click. Recordaba vagamente una conversación que habían tenido Kathia y Mel el primer día que ella había llegado aquí y Mel callada y pálida durante toda la cena.
- Tu y Kathia nos están ocultando algo -Dije apuntándola con el dedo. Me estaba poniendo agresivo y Sean lo notó.
- Relájate Byron -Dijo poniéndose delante de mí. Pero no le estaba mirando, mi mirada se mantenía fija en Mel, que se había puesto derecha y me miraba fijamente.
- ¿Qué les ocultamos cosas? -Preguntó ella levantando una ceja y cruzándose de brazos.
- Sí -Dije casi en un grito- nos están ocultando cosas.. ¡¿Crees que no nos damos cuenta de las conversaciones "secretas" por así llamarlas, que tienen cuando nosotros salimos de la habitación dónde están?! ¡¿Crees que no nos damos cuenta de lo pálida que te quedas cada vez que hablas con ella?! Parece que nos subestimas demasiado Melissa -Siseé.
- ¿Nos espías? -Preguntó en un grito- que te quede clara una cosa Byron, puede que seas el hermano de mi novio, pero no dudes de que algún día de estos puedas llevarte una cachetada de mi parte... ¿me estás oyendo? no te entrometas en nuestros asuntos ¡¿Quién coño te crees que eres tú?! Si fueses el novio de Kathia, al menos me parecería normal, pero tú para ella no eres nadie, al igual que ella tampoco lo es para ti, no seas chismoso y aléjate de nuestras vidas. Tú no tienes por qué saber nada de nosotras si nosotras no queremos decírtelo -Gritó.
Sean y yo la mirábamos fijamente. Sean dolido y yo furioso. ¿Qué no tenía por qué saber cosas de ellas?
- ¿Perdona? -Grité yo también- ¡tú! su amiga, esa perfecta amiga ¡¿dónde estaba anoche?!
Ella pareció confusa.
- ¿Anoche? -Preguntó- pues anoche, cuando nos despertamos y ninguno de los dos estaban salimos a cenar por ahí ¿algún problema?
- Sí -Grité furioso- hay un problema... ¡qué mientras tú estabas por ahí cenando tranquilamente con tu novio, esa amiga a la que proteges como una gata, estaba llorando desgarradoramente, teniendo pesadillas durante toda la noche!
La vi palidecer y me sentí mal.
- ¿Qué? -Preguntó con los ojos llenos de lágrimas que no derramaba.
- Lo que estás oyendo -Dije esta vez más calmado- mientras tú estabas por ahí con Sean, yo era quien intentaba calmar sus llantos, yo era el que se pasó toda la noche junto a ella mientras ella tenía pesadillas y lloraba mientras dormía. Así que no digas que yo no tengo derecho a saber nada sobre ustedes, cuando me pasé toda la noche junto a ella intentando calmarla ¡no sabes lo preocupado que estaba! en sueños no paraba de gritar, llamando a sus hermanos, llamando a gente que ni yo se quiénes eran.. ¡Gritos que parecían de tortura! y muchas veces gritaba cosas en italiano, te diría lo que decía, pero es que no entiendo una mierda ese idioma.
- ¿Dónde está ella? -Preguntó mientras se secaba las lágrimas que empezaban a bajarle por las mejillas. La veía pálida, nerviosa y sobre todo, atemorizada. Me sentía una mierda de tío por haberla juzgado.
- Creo que se ha ido a clase, ya que todas sus cosas están aquí -Dije mientras soltaba un suspiro.
Mel se dio la vuelta y se fue de la habitación rápidamente. Sean se dio la vuelta para mirarme, pero yo no era capaz de mirarle a él. Sabía que mi hermano estaba enfadado por el tono en el que le había hablado a su novia, pero es que él no sabía cómo me había sentido de impotente al ver a una chica tan fuerte como Kathia llorar de aquella manera.
- Lo siento -Dije después de un rato en silencio- realmente siento haberle hablado así y haberla puesto así de nerviosa, pero es que... Joder Sean, anoche me sentía totalmente impotente. No paraba de rogar que Mel llegase pronto para ver si ella la podía calmar... ¡me sentí tan inútil!
Me dejé caer en la cama a medio vestir. Las lágrimas de rabia acudieron rápidamente a mis ojos sin saber por qué.
- Eh, eh -Dijo sentándose a mi lado- no llores.
- No lloro -Dije- es que anoche tuve que permanecer fuerte mientras era Kathia quien lloraba y gritaba cuando en realidad yo también tenía ganas de llorar con ella al verla sufrir de aquel modo en sus pesadillas ¡jamás lo había pasado tan mal! intentaba despertarla, pero no podía, lo único que conseguía era que sus gritos se calmasen pero al poco rato volvía a gritar de nuevo. Llamaba a gritos a sus hermanos y también llamaba a más gente con desesperación, también decía cosas que para mí eran imposibles entender, muchas cosas las decía en italiano... era horrible no poder calmarla.
KATHIA (P.D.V)
Entré a biología y me senté en mi lugar de siempre. Estaba nerviosa. Tenía miedo de que Byron le hubiese contado todo a Mel, y tenía claro que se lo había contado... ¿cómo estaría ella?¿asustada? si, seguramente estaría asustada. Ella nunca había sido de las de mantener la calma.
- ¿Puedo sentarme aquí? -Preguntaron. Levanté la vista y me encontré a un chico alto y moreno, de unos bonitos ojos verdes y con una cálida sonrisa.
- Claro -Respondí un tanto nerviosa. Sus ojos hipnotizaban.
Rápidamente tomó asiento a mi lado.
- ¿Te llamas Kathia, verdad? -Preguntó. Yo asentí.
- ¿Nos conocemos? -Pregunté un poco azorada. Ese chico te miraba como si te estuviese analizando.
- No -Dijo con una sonrisa- empecé en esta universidad hace una semana y te he visto un par de veces por ahí.
En mi vida le había visto. Había algo en él que era extraño, casi letal.
- ¿Y tú cómo te llamas? -Pregunté. Aunque había esa cosa letal en él, también era... ¿Cómo explicarlo? atrayente.
- Me llamo Jev -Dijo sonriendo.
- ¿Jev?
- Jev -Afirmó.
Sonreí.
- Me gusta -Admití, él sonrió más ampliamente.
- ¿Eres italiana? -Preguntó mirándome fijamente.
- Lo soy... ¿y tú? ¿Qué eres? ¿Alemán?
- Lo soy -Dijo sonriendo.
**
Nos habíamos pasado toda la clase de biología hablando, el chico era realmente encantador, pero en su mirada siempre había algo raro. Era como si te analizara, como si guardara cada cosa que decías... y sus movimientos eran como... controlados, cada uno de ellos estudiado, al igual que sus palabras. Pero lo único que no parecía estudiado eran sus sonrisas. Cada vez que sonreía, parecía que todas esas cosas extrañas que pensabas de él, eran solamente puras tonterías.
Había descubierto que era de Frankfurt, que tenía dos hermanas pequeñas, que sus padres estaban divorciados y que tenía 19 años.
- ¿Cuál es tu siguiente clase? -Pregunté cuando salimos al pasillo.
- Tengo química -Sonrió- llevamos asistiendo juntos a esa clase toda una semana.
Le miré sorprendida... ¡jamás había reparado en él! y eso que era bastante atractivo.
**
Casi todas nuestras clases eran las mismas, por eso, a la hora de comer, aparecimos juntos en la cafetería. Unos nervios atroces se colocaron en mi barriga. Debido a lo bien que había congeniado con Jev, se me había olvidado completamente una excusa que inventarme.
- ¿Quieres sentarte con mis amigos? –Pregunté y él asintió, por lo cual, nos dirigimos juntos hacia donde se encontraban todos mis amigos.
En ninguna de mis clases había coincidido con Byron, pero allí estaba, sentado en su lugar de siempre mirándome fijamente, al igual que Mel y Sean. Todos los demás estaban ajenos a esas miradas que ellos tres me mandaban.
- Hola pequeñaja -Dijo Malcom como siempre con cara de resaca cuando me senté en la mesa.
- Hola -Dije dándole un beso en la mejilla- chicos, les presento a Jev, llegó a la universidad hace una semana.
- Hola, Jev -Dijeron todos, y con la misma, volvieron cada uno a su tema. Menos Mel, Sean y sobretodo, Byron, que me miraban fijamente.
-Jev, estos son Byron, Mel y su novio Sean, este de cara de resaca es Malcom y todos esos son los miembros del equipo de fútbol -Dije.
- Encantado -Dijo Jev a mi lado con una amable sonrisa. Se me podrían haber caído las bragas y Mel lo notó.
- Tenemos que hablar -Dijo Byron simple y llanamente.
- Lo sé -Dije mientras cogía una de las papas que tenía Malcom en su plato.
- Ahora -Dijo mientras se ponía en pie.
Mandé una mirada significativa a Mel, pero ella no pudo ayudarme, así que no tuve otro remedio que levantarme.
- Jev, ahora vengo -Dije, cuando me fijé bien en él, me di cuenta de que estaba escrutando a Byron con la mirada y el otro lo miraba de igual forma.
Agarré a Byron del brazo y salimos de la cafetería bajo la atenta mirada de todos los chismosos de la universidad.
- ¿Qué coño pasó anoche? -Preguntó.
- Mira, mi hermano me llamó -Reconocí, era verdad.
- ¿Y? eso no es motivo para llorar de aquella forma.
- ¿Recuerdas que te dije que me había ido del país en busca de aventura y de vivir algo emocionante? -Pregunté- bueno, esa llamada me hizo recordar cosas horribles que intenté dejar atrás cuando me vine a Estados Unidos, por eso lloré así.
Eso era en parte verdad, al fin y al cabo, las mejores mentiras están basadas en las verdades a medias.
?????? (P.D.V)
Saqué el móvil y envié un mensaje.
La tengo.
Al momento, recibí una contesta.
Cíñete al plan, intenta traerla viva y mata a todo aquel que se interponga. Esa cría tiene que pagar por todo.
Yo tenía una misión y la cumpliría por encima de cualquier cosa. Nada ni nadie lo impediría.
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