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Rompiendo el caparazón de imposición


Los días se deslizaron rápidamente, como hojas arrastradas por el viento, hasta que finalmente, la esperada fecha llegó. Un sol radiante iluminaba el cielo, mientras una brisa fresca acariciaba el aire en ese día que prometía perfección. Sin embargo, para Seere, la elección de Owayne para su cita le resultaba desconcertante.

—¿Esta es tu idea de una cita? —bisbiseó notando los múltiples videojuegos en el salón y las personas que en su mayoría eran adolescentes ruidosos.

—Es solo la primera parte —explicó entregándole un granizado—, se pondrá mejor, te lo aseguro.

—No es una queja, simplemente es... diferente. Nunca tuve una cita, así que cualquier cosa estará bien.

—Entonces asegurémonos de que esta primera sea memorable.

Owayne parecía divertirse, acostumbrado a aquel ambiente. Seere, por otro lado, se limitaba a observar, sintiéndose ajeno a la animación que lo rodeaba. Cuando la espera le resultó monótona, decidió probar suerte en una máquina recreativa de baloncesto. Lanzó la pelota con tanta fuerza que no solo no logró encestar, sino que esta regresó violentamente, golpeándole el rostro.

—¿Estás bien? —Owayne, preocupado acudió a donde Seere y el resto de las personas se agruparon a su alrededor.

—Estoy bien, estás llamando la atención —susurró apartándolo para salir del establecimiento.

—Seere ¿estás molesto? —cuestionó tímidamente. Ante el silencio del otro apresuró el paso para alcanzarle y sujetó su mano para detenerle—. Seere...

—¡Suéltame, no estoy molesto! —exclamó exaltado. Al notar la preocupación en el rostro de Owayne, bufó y trató de calmarse—, en verdad no lo estoy, solo no siento que encaje en ese lugar.

Owayne le soltó y agachó la mirada.

—Cuando jugamos videojuegos en casa te ves animado, pensé que sería una buena opción.

—¿Sí? Cuando jugamos videojuegos en casa no hay un montón de gente molesta, atenta a ver qué hago.

—Tienes razón. Debería haber pensado en eso. Pero, ¿qué te parece si ignoramos a las personas por un momento y nos enfocamos en hacer de este día algo especial para nosotros?

—No puedo ignorarlas cuando ni siquiera se molestan en disimular que nos miran como si fuésemos bichos raros.

—Quizás solo están mirando porque eres increíble. Pero no importa lo que piensen, estamos aquí para nosotros, no para ellos.

Seere murmuró algo inaudible, y Owayne, notando que su ánimo podía mejorar, le dio un toque juguetón en el hombro.

—Además, apostaría a que estás de mal humor porque no has comido. ¿Qué dices si vamos a esa cafetería que vimos hace un rato?

Tomó su mano para llevarlo a aquel lugar donde trabajaba antes. Nada más llegar notó la sensación de calidez que recordaba, la música sonaba suavemente y en el aire había un aroma a pan casero. Se dirigieron a una de las mesas de las esquinas, donde consideró que llamarían menos la atención.

Un camarero les entregó la carta, y Owayne notó cómo Seere parecía más relajado.

—Tienes que probar el choucroute garnie, es la especialidad del sitio.

—Suena a algo que no comería —musitó mordiendo su labio inferior—. Siendo sincero, soy vegano, creo que pediré algo diferente —añadió mientras hojeaba la carta.

—¿Es en serio? Vaya, hay muchas cosas que no sé sobre ti —susurró con un halo de decepción.

—¿Y por qué no las preguntas?

Owayne se sintió reconfortado al notar el interés de Seere y comenzaron a preguntarse mutuamente cosas mientras disfrutaban de su almuerzo, extendiendo el tiempo de su cita.

—¿Cuál es tu idea de cita perfecta? —preguntó Owayne.

—La que estamos teniendo ahora —respondió sin pensarlo—. Mi turno, ¿por qué estudias fotografía? quiero decir ¿en qué momento supiste que eso era lo que querías hacer el resto de tu vida.

Los ojos de Owayne se abrieron de más, esbozó una sonrisa a medias antes de revelar su motivación.

—Cuando mamá murió, solo tenía una fotografía suya. Me lamenté por no tener más recuerdos tangibles de ella. Los recuerdos son hermosos, pero una fotografía es como un recuerdo que se puede ver. Entonces pensé en que quería inmortalizar muchos momentos para que siempre existiera una prueba de que pasaron —sus ojos se habían llenado de melancolía, así que prefirió dejar hasta ahí su respuesta—. ¿Y tú? ¿En qué momento decidiste trabajar en la Eternall?

—Fue poco después de entrar a la universidad, necesitaba un trabajo y me volví bueno en ello.

Owayne pudo descifrar por su mirada que había algo más, aunque seguramente no era algo que necesitara saber en ese momento.

—Entiendo, es tu turno.

Seere pareció pensarlo un instante y finalmente continuó.

—¿Hace cuánto te independizaste?

—Hace tres años. Cuando mi hermano mayor salió del closet, mi padre le rechazó, por eso cuando supe que era gay simplemente me fui de casa, supongo que desde entonces he estado solo.

—Habías...

—Sí... había —aceptó Owayne sorprendido y finalmente sonrió sintiéndose afortunado al escuchar sus palabras—. Bien me toca: Si hipotéticamente te llevo al cine justo ahora ¿qué película querrías ver?

—Hipotéticamente no tengo idea de cuáles son las opciones, pero por favor ninguna comedia romántica.

—No hay problema, tampoco estaba interesado en una comedia romántica. ¿Me acompañas a mirar las opciones? ya sabes, para poder responder la anterior pregunta.

Seere rio divertido y pagó su parte de la comida, haciendo caso omiso a Owayne que deseaba ser quien pagara la cuenta.


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—¿Por qué estamos en un parque cuando la pregunta era sobre ir al cine? —inquirió Seere caminando con cuidado entre las baldosas.

—Tranquilo, todavía no es tu turno de preguntar. —Sacó la laptop de su bolso y lo miró nuevamente—. Un cine bastante lamentable, pero te aseguro que lo disfrutarás más: nada de tipos con celulares ni bebés llorando, así que ahora, ¿qué película te gustaría ver? Acepto cualquier cosa, desde cero violencia hasta "Charlie y la fábrica de chocolate".

—¿En qué mundo esa es una película violenta?

—Por favor, un psicópata planea un concurso donde los ganadores serán torturados frente a sus propios padres, víctimas de sus propias ambiciones. ¿Qué es más violento que eso?

—Bien, no te negaré que Roald Dahl es bien conocido por ser un maestro del suspense y que sus obras poseen tintes oscuros. Tienes razón, demasiado violento, escoge algo más.

Owayne eligió una película que aún no había visto y que todos recomendaban, pero al poco tiempo resultó tan aburrida que, para cuando se dio cuenta de la falta de interés de ambos, Seere ya se hallaba comprando alimento para los patos del lago.

Guardó su laptop y se puso de pie para acompañarle. Seere sostenía una bolsa llena de migajas de pan, y Owayne observaba a los patos que se acercaban curiosos.

—Vamos a ponerles nombres a los patos, ¿qué te parece? —propuso con una sonrisa.

Seere rió suavemente.

—¿Nombres a los patos? ¿En serio?

—¡Claro! Ese, por ejemplo, podría ser Sir Quackington. ¿Y ese otro? ¿Qué te parece Lord Plumaje?

Seere no pudo evitar reír ante las ocurrencias de Owayne.

—Eres un desastre poniendo nombres, suerte que jamás necesitarás pensar en uno.

Owayne esbozó una sonrisa mientras caía en cuenta de algo.

—¿Sabes? Nunca me había preguntado qué significa tu nombre, Seere.

—La verdad es que jamás me lo había cuestionado —respondió enseriando su expresión—. De cualquier forma, no parece un buen nombre, mejor asegurémonos que estos pobres patos no pasen por lo mismo.

Owayne respetó el cambio de tono en Seere y decidieron caminar por el borde, disfrutando de la serenidad del lugar. Pasaron un largo rato entre el juego y otras conversaciones hasta que el sol comenzó a caer suavemente sobre el lago, creando destellos dorados en el agua tranquila.

—El nombre de uno de los príncipes infernales —dijo Seere de repente.

—¿Qué?

—Eso es lo que significa mi nombre. Antes te conté que mi madre la pasó mal luego de que nací, ¿no? Pues ella estaba convencida de que quien la embarazó fue un demonio, así que me dio este nombre por él. Seguro que es lo más ridículo que has escuchado.

Owayne, lejos de reírse o juzgar, miró a Seere con comprensión.

—Puede que no tenga un origen o un significado especial, pero tú le has dado uno. A fin de cuentas, Seere, para mí, significa el nombre de un chico increíble que conozco.

Seere, al escuchar las palabras de Owayne, dejó escapar una pequeña sonrisa.

—Gracias. Recibir cumplidos por mi nombre es algo novedoso.

Owayne respondió con una sonrisa cálida..

—A partir de ahora, tendremos oportunidad de experimentar muchas cosas nuevas. ¿Te gustaría ir a un lugar más tranquilo? Tengo un último rincón especial para nuestra cita.


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—Llevamos mucho caminando —se quejó Seere—, al menos parece que habrá más videojuegos —comentó divertido mientras seguía los pasos de Owayne.

—Te aseguro que no.

—Entonces, ¿qué es? —preguntó con curiosidad.

—Espera a que lleguemos y verás.

—No irás a cubrirme los ojos porque es demasiado secreto ¿o sí?

—Oye, guarda tus fetiches raros para más tarde.

—Tonto.

—Bien, hemos llegado —anunció Owayne deteniendo el paso.

Ante ellos se desplegaba un hermoso panorama. El lugar bien podría funcionar como un mirador, ya que desde allí se podía ver gran parte de la ciudad. Sin embargo, lo que más llamaba la atención era la claridad del cielo, que permitía ver las estrellas más brillantes.

—Es hermoso —pronunció Seere, embelesado.

—Eso creía hasta ahora, pero, viéndolo a tu lado, creo que ha sido opacado.

—¡Qué frase tan cliché! ¿Has estado leyendo Wattpad?

—Eres un inmaduro. Me salió del alma, pero eres un malagradecido —dijo Owayne, caminando hacia él—. Y aun así, me sigues pareciendo perfecto.

—No lo soy ni de cerca.

—Lo eres para mí —susurró y le dio un corto beso—. Feliz primer mesiversario, Seere, espero que compartamos muchos más.

—Estoy seguro de que serán muchos —musitó Seere, abrazándolo y, en un movimiento ágil, arrebató su cámara y tomó una foto.

—Espera, ni siquiera me diste tiempo de posar —rio divertido Owayne notando la extraña cara que puso en la foto.

—Apresúrate a hacerlo, tenemos que inmortalizar el momento para que no solo exista en nuestros recuerdos.

La noche continuó su curso, y perdidos en el agradable momento, ignoraron el tiempo que pasaba hasta que fue inevitable regresar.

Afortunadamente encontraron un último autobús que los dejó muy cerca de la funeraria. Jake y Boris, que cubrían el turno, los recibieron con burlas apenas los vieron.

Seere estaba a punto de responder con su habitual agresividad, pero Owayne lo cargó, impidiéndolo, y subieron las escaleras hasta la habitación.

—Siento que el día pasó muy rápido —exclamó Owayne mientras se tiraba sobre la cama, deseando que no tuviese que terminar.

—Quizás lo podamos repetir alguna vez.

—Por supuesto —asintió sin poder ocultar tanta alegría—. Ah, casi lo olvido, toma. —Sacó de su bolsillo una caja negra con un listón dorado y se la entregó—. Adelante, ábrelo.

—¿Es... para mí? —preguntó incrédulo, levantando la tapa y mirando el crucifijo dentro de la caja.

—¿Para quién más?, ven deja ponértelo —Seere se acercó y Owayne le colocó su obsequió—. No es la gran cosa, pero te queda lindo.

—Es perfecto, pero yo no tengo nada para regalarte.

—No es necesario —respondió Owayne despreocupado, regalándole una sonrisa ladina.

—Lo es —insistió— ya sé, permanece sentado y abre un poco las piernas.

—¿Qué? —Owayne, abochornado por sus pensamientos tuvo que corroborar que no estaba entendiendo mal la petición del otro.

—Lo que oíste, supongo que al menos eso contará como un regalo.

Owayne se sonrojó hasta las orejas en el momento en que Seere lo confirmó y unió sus labios con los de él. Y la sensación de calidez revoloteó en su estómago, apoderándose de su cuerpo.

—Seere... creo que ese sería un regalo excelente —expresó agachando la mirada— pero lo sería más si en verdad lo desearas y no fuese solo porque sientas que estás obligado a hacerlo. No quiero aprovecharme, así que dejémoslo para otra ocasión.

— ¿Quién dice que me siento obligado?

—¿Estás diciendo que quieres hacerlo? —preguntó con una sonrisa temblorosa.

—¿Puedo?

Seere posó su mano por encima del pantalón y tras ello comenzó a deslizar la bragueta. A pesar de la confusión bullendo en su interior, Owayne no lo detuvo, acarició el rostro de su amante y tras asentir tímidamente se dedicó a disfrutar el momento.

La mano de Seere se deslizó por debajo de la tela y sintió cómo el cuerpo del pelirrojo respondía a su contacto. Recorrió con sus yemas y apretó despacio, percibiendo como comenzaba a erguirse.

Owayne se cubrió el rostro con las manos cuando Seere expuso su hombría para comenzar a masturbarla en un suave vaivén. Miró a su amante arrodillarse y una corriente eléctrica recorrió su espalda cuando este acercó sus labios y comenzó a lamer su miembro en toda su extensión.

—Owayne —musitó con una voz demasiado delicada— es la primera vez que hago algo así. Si hago algo mal puedes decírmelo.

—No te preocupes —le sonrió y colocó una mano en su mejilla— lo haces bastante bien.

Seere soltó un largo soplo y finalmente engulló el miembro de su amante, Owayne reprimió un gemido por la placentera sensación, pero no duró demasiado ya que enseguida Seere se apartó conteniendo una arcada.

—La primera vez puede resultar algo desagradable así que está bien si lo dejamos aquí.

Cuando Seere apartó las manos de su boca notaron la sangre deslizándose de su nariz y manchando su rostro y sus manos. Owayne, asustado subió su ropa para atenderle, pero apenas reaccionó cuando Seere corrió al baño, vomitando más sangre.

El acuoso fluido se esparció por el piso y Owayne sintió sus ojos aguarse. Y después de tanto tiempo recordó aquel sentimiento imposible de ocultar: sintió miedo.


Muchas gracias por seguir la historia, y como lo había prometido el próximo capítulo será el especial de preguntas y respuestas (si recién llegas y gustas leerlo es el penúltimo capítulo <3)

°Preguntas para Owayne

°Preguntas para Seere

°Preguntas para Chris

°Preguntas para Demian

°Preguntas para Carly

°Preguntas para Angel

°Preguntas para otro personaje (especificar)

°Preguntas para la autora

Nos leemos pronto, los adoro en serio, podría asegurar que tengo a los lectores mas lindos de Wattpad (y muchos son además grandiosos escritores ❤)

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